-Élites Uno Tras Otro-

Al mirar la pequeña botella morada que cayó sobre la hierba frente a ella, la Primera Princesa parecía no haber esperado esta escena. Ella de repente quiso reír; este pequeño rey no era tan grande, pero su temperamento era bastante grande.
Sin embargo, al instante siguiente, el rostro de la princesa recuperó su calma.
Para ella, desde su cumpleaños número 12, cuando la sirvienta que la había estado sirviendo durante años fue asesinada por ese hermano suyo, nunca se había sentido tan impotente. Desde ese instante, además de su rostro frío y sin emociones, cualquier otra expresión era un lujo para ella. Desde entonces, sin importar dónde o cuándo, ella constantemente se recordaba a sí misma mantener la calma frente a sus subordinados.
Solo este tipo de expresión la haría lucir poderosa, y aquellos que se atrevieran a desafiarla, temblarían de miedo.
Dios le había dado una vida prominente y una mente inteligente, pero le negó el derecho a vivir como una persona sana. Todos los días a la medianoche, ese dolor interminable la atormentaría… Sin embargo, incluso después de que el médico de la familia real le diagnosticara que solo le quedaban seis meses de vida, todavía no mostraba ninguna expresión de dolor frente a nadie. Incluso cuando estaba sola en el palacio, todavía no podía relajarse en absoluto.
Pero hoy sucedió.
En ese instante, esa mirada soñolienta del pequeño rey bajo el sol de repente apartó el polvo y descubrió recuerdos lejanos, y esa imagen le recordó una tarde hace muchos años, que también era otoño… no sabía por qué, pero por primera vez, se quitó el disfraz y luego bromeó un poco con este rey como niños. Delante de él y sus guardias ocultos, por primera vez, ella había revelado demasiadas expresiones que nunca deberían haber sido suyas.
¿Podría ser una indulgencia única antes del final de su vida?
Los dedos de la princesa golpearon ligeramente la mesa de piedra.
Ella bajó los ojos.
Vio la pequeña botella púrpura que Fei arrojó al suelo. Estaba tumbada en silencio sobre la hierba verde; El cuerpo liso de la botella tenía un lustre brillante.
Dudando por unos segundos, no supo por qué, pero la princesa de repente tuvo una idea descabellada.
Se inclinó para recoger la botella, luego la sacudió fácilmente varias veces y miró el misterioso líquido púrpura dentro de la botella. Luego, sacó el corcho, la olió suavemente y salió una ligera fragancia. Después de olerla, de repente sintió una sensación de tranquilidad sin precedentes.
La princesa Tanasha puso, silenciosamente y sin expresión, el corcho de vuelta, pero en secreto pensó: “¿Podría esto ser realmente efectivo?”
“Un maníaco tan grosero. Su Alteza Real Princesa, ¿por qué no lo mata?”
Una voz tranquila de repente pasó por su oído.
Al mismo tiempo, una llama púrpura de repente cortó el aire, y en el siguiente instante, la llama púrpura convergió, y una hermosa chica vestida de púrpura apareció del aire y se paró junto a Tanasha.
Su figura era curvilínea, con piernas delgadas y piel perfecta; Sus rasgos faciales eran exquisitos, y tenía un par de ojos seductores que podrían tomar el alma de un hombre. No llevaba ninguna armadura, solo un paño morado claro; Obviamente tenía mucha confianza en su poder. Su largo cabello morado estaba atado en una cola de caballo, como una cascada que caía libremente detrás de su cabeza. En sus manos había una espada verde corta y delgada, y peculiarmente diseñada que no tenía vaina, y la hoja estaba directamente expuesta al aire…
Si Fei estuviera aquí, definitivamente se sorprendería. Al menos por la entrada que hizo y su aroma, esta niña de 16 a 17 años definitivamente era una élite insondable.
“Mantenlo, sigue siendo útil. No podemos pescar sin cebo.”
En el instante en que apareció la chica vestida de púrpura, la Primera Princesa Tanasha restableció su estado de calma original, cerró ligeramente los ojos y luego comenzó a golpear ligeramente la mesa de piedra. Este era su hábito. Cuando ella comenzaba a pensar, inconscientemente comenzaba a golpear ligeramente con sus delgados dedos finos a un ritmo, a veces rápido y a veces lento. El par de manos se sentía como si tuvieran el poder de asustar las almas de las personas. En San Petersburgo, todos los que la temían le dieron un nombre basado en este tipo de golpes ligeros y rítmicos: 【Dedo de la Muerte】.
Después de mucho tiempo, la Primera Princesa Tanasha finalmente abrió los ojos y preguntó: “Ziyan*, dime, ¿qué encontraste?”
NTI: Significa llama púrpura en chino.
“Acabo de encontrar un montón de basura inútil. Ninguno de los sabuesos vino.”
La chica llamada Ziyan respondió suavemente.
Ella vio que la princesa no quería hablar sobre ese pequeño rey, por lo que ya no se molestó en seguir discutiendo sobre él. Después de todo, los pequeños roles como tales no eran diferentes a la falta de aire en sus ojos, por lo que no importaba si hablaban de él o no. Así como el phoenix divino de los cielos no tendría ningún contacto con un gusano en la tierra, Ziyan no pensó que algo pasaría entre el pequeño rey y la princesa en el futuro.
“¿No vinieron? Jeje… eso es imposible.”
Sus delgados dedos blancos tocaron a un ritmo extraño, golpeando levemente la mesa de piedra, a veces despacio, a veces rápido, y luego sus ojos azules como el océano florecieron con una mirada de desdén. “Según mi comprensión sobre él, definitivamente no dejará pasar una oportunidad como esta. Ese tipo me quiere muerta tanto que podría volverse loco, por lo que esos obedientes perros suyos definitivamente ya han venido aquí y se han instalado.”
La chica vestida de púrpura frunció ligeramente el ceño, y luego pensó en algo. Estaba perpleja, “¿Su Alteza la Princesa quiere decir que usaron algún tipo de técnica para evitar mi búsqueda? ¿Cómo es eso posible? Ningún guerrero a nivel Estrella podría evitar la búsqueda del artefacto dios [Visión del Cielo], a menos que enviaran élites de nivel Luna esta vez. Pero los tres élites nivel Luna del Imperio Zenit están todos en la capital en este momento.”
“En este mundo, nada es absoluto. Tal vez encontró una manera de ayudar a sus sabuesos a evitar la búsqueda de [Visión del Cielo], o tal vez reclutó a un nuevo élite nivel Luna, o tal vez tiene otras formas de matarme… En definitiva, hará un movimiento de seguro y eso es incuestionable.”
“Entonces, ¿qué debo hacer a continuación?” La chica vestida de púrpura aceptó el juicio de la princesa. De hecho, nadie se atrevió a dudar lo élite de este cuerpo demacrado, porque nunca se había equivocado ni una sola vez.
“Espera.”
【Dedo de la Muerte】comenzó a tocar su ritmo único, y sus ojos azules brillaron con un brillo único: “Lo que él espera que haga, lo haré. Los dos sabemos perfectamente sobre este tipo de batalla; se trata de quién tiene más cartas… Pero, es solo que para esta pobre ciudad de Chambord, me temo que después de esta batalla, no mucho podrá permanecer en pie.”
“Ese arrogante pequeño rey estaba siendo tan grosero en este momento, así que incluso si toda la ciudad es destruida, todavía lo estamos dejando ir fácil”. Ziyan era fría como un iceberg, sin preocuparse por la vida y la muerte de las personas. Ya había innumerables personas que perdieron la vida en sus manos. En medio de este mundo caótico, las vidas eran tan inútiles como la suciedad, y nadie merecía lástima.
“Descartaremos este tema. Has trabajado duro recientemente, así que descansa. A partir de hoy, ya no tienes que activar [Visión del Cielo] para buscar. Haz los preparativos, y tres días después, todo saldrá a la luz.”
“Pero…”
Ziyan todavía quería decir algo, pero vio a Su Alteza cerrar los ojos y agitar las manos, por lo que no tuvo más remedio que detenerse. Bajó la cabeza y luego una llama púrpura  sin calor explotó en el aire. Cuando desapareció, también lo hizo la niña.
La princesa Tanasha se levantó y caminó hacia su habitación.
Nadie lo vio, pero esa botella de poción púrpura ahora se había llevado a sus palmas.

…

…

Al mismo tiempo.
En una casa de huéspedes de la ciudad de Chambord, en un patio de piedra relativamente aislado.
“Su Alteza, después de que esas mujeres entraron en las montañas de la ciudad Chambord, nunca salieron. Su subordinado notó que en realidad hay muchos guardias instalados cerca de la prisión en la montaña trasera de la ciudad Chambord. El nivel de seguridad es muy alto, y será muy difícil entrar sin alertarlos. Su subordinado teme que entrar apresuradamente pueda asustar al enemigo y obstaculizar su plan. Por lo tanto, arreglé algunos soldados para monitorear la situación en las regiones periféricas, y personalmente volví para informarle la situación.”
Frente al príncipe rubio del País Thrace, Aobina, el soldado que fue enviado durante el día para seguir a Elena y la monja Akara se arrodilló en el suelo para informar el paradero de esas arpías.
“En cuanto a la identidad de ese calvo gordo, también obtuve información. Él es el alcaide de la ciudad Chambord, Oleg, actualmente uno de los subordinados favoritos del rey. Tiene la fuerza de un guerrero de una Estrella, y es solo un pequeño personaje… Lo extraño es que los orígenes de esas mujeres son muy misteriosos; parece que nadie en la ciudad de Chambord sabe de dónde vienen, ni aparecieron previamente en la ciudad.” Informó el guardia.
“En realidad fueron a la parte trasera de la montaña… ¡eso es extraño!” La nariz con forma de pico de Aobina subió y bajó varias veces, y luego volvió a preguntar: “¿Desaparecieron todas en la montaña? Nadie se fue mientras tanto, ¿verdad?”
“Su Alteza Real, nadie se fue en todo el tiempo.”
“Está bien, entonces eso es bueno. Ve a desplegar más soldados. Asegura firmemente todos los caminos en el área de la montaña. En el momento en que aparezcan, infórmame de inmediato.”
Aobina pensó por un segundo que estas mujeres probablemente no tenían un trasfondo demasiado grande. Aunque su fuerza no era ordinaria, su vestimenta parecía un poco pobre, y su armadura estaba hecha principalmente con pieles de bestias. Aparte de ese largo arco de 4 Estrellas en la espalda de esa belleza incomparable de cabello rojo, no había nada más extraordinario. Quizás eran un equipo de mercenarias de algún lugar lejano, contratadas por el joven rey de la ciudad Chambord para mantener el orden durante la ceremonia. Hacia este tipo de personas, Aobina no estaba demasiado preocupado por las consecuencias de robar su arco largo. Además, estas chicas eran todas muy hermosas, así que si él también podía encontrar la manera de capturarlos vivas, ya sea para guardarlas para sí mismo o para regalarlas a las familias aristócratas en San Petersburgo, ambos eran muy buenas opciones.
Decidió actuar en el momento en que estas chicas hicieran su próxima aparición, y primero adquirir ese arco dorado de 4 estrellas antes de que tuviera que realizar su verdadera misión. Con este extraordinario arco en la mano, tendría más confianza en la misión que llevaría a cabo en tres días.
El guardia recibió su orden y salió rápidamente del patio de piedra.
En ese momento, el guardia llamado Okocha, que Aobina envió antes para investigar al misterioso élite que voló a través de la ciudad de Chambord, entró. Rápidamente caminó hacia Aobina, se arrodilló e informó: “Alteza, el misterioso élite entró en el palacio de la ciudad Chambord, y no se ha habido movimientos desde entonces. Esperé y busqué casi la mitad del día y todavía no capté ningún evento inusual. Solo que la guardia femenina de la Primera Princesa del imperio, Susan, visitó el palacio y llevó al pequeño rey Alexander al lugar donde está estacionado el grupo Emisario de Coronación… Sospecho que el misterioso élite es muy probable que sea el propio Rey Alexander.”
“¿Alexander? Eso es imposible.” Aobina se sorprendió por un segundo, pero pronto sacudió la cabeza y respondió: “3 estrellas es lo más alto que este idiota puede llegar. Aunque no sé cómo pasó de ser un idiota a un guerrero de 3 Estrellas, si dices que volvió a subir de nivel a 4 Estrellas en solo tres o cuatro días, eso es absolutamente imposible. Incluso Maradona el [Dios del Arte Marcial] del continente no entrenó tan rápido.”
Deteniéndose por un segundo, Aobina le indicó a Okocha que se retirara.
Frunció el ceño y pensó por un momento mientras murmuraba para sí mismo: “Parece que este misterioso experto debería ser [ Asura de Hielo], el hombre de la princesa Tanasha que fue colocado en el palacio. Ella debe haber sabido algo desde el principio… Pero a propósito mostró esta carta suya… ¿Cuál es el verdadero significado de esto?”
Aobina no podía darse el lujo de dudar un poco.
Sabía muy bien los métodos que usaba esta Alteza la Princesa.
Aunque Aobina siempre era arrogante y confiaba en su inteligencia, y de hecho tenía algunos pequeños trucos ingeniosos bajo la manga, sabía muy bien que su capacidad solo era lo suficientemente buena como para engañar a la gente normal. En comparación con la princesa Tanasha, que era conocida como [Asura de Hielo] y [Dios de la Sabiduría Femenina] por todo el imperio, no era rival para ella. Lo que él podría hacer ni siquiera sería suficiente para que esta princesa frunza el ceño ligeramente. No dudaba de que mientras esta princesa quisiera, solo una idea sería suficiente para que muriera cientos de veces sin siquiera saber cómo.
“Afortunadamente, esta vez alguien vendrá a cuidarla, y yo solo estoy haciendo los recados.”
Después de que dejó de pensar en [Asura de Hielo], la atención de Aobina volvió al pequeño rey de la ciudad Chambord. Aunque no estaba de acuerdo con el juicio del guardia Okocha sobre el misterioso élite, era el tipo de persona que siempre sería cauteloso y alerta. Pensando por un segundo, le dijo a un guardia corpulento alto y gigante a su lado: “Encuentra una oportunidad para probar la fuerza de Alexander. No te dejes llevar; simplemente retírate después de forzar su verdadera fuerza. Perdona su vida, ya que todavía tiene algún uso.”
El gran guardia estuvo de acuerdo, y una bola de llamas amarillas brilló bajo sus pies. Su cuerpo gigante comenzó a hundirse lentamente como si estuviera en el agua, y finalmente desapareció del piso de piedra, sin dejar ni el más mínimo rastro.
Otro élite.