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Maldita reencarnación—Capítulo 9: Gilead (1)

Gilead (1)

 

Eugene no tenía el más mínimo interés en intimar particularmente con alguno de los niños de las líneas colaterales menores. No era que no sintiera ningún tipo de camaradería con ellos, pero siendo honestos, simplemente no tenían nada por lo que valiera la pena prestarles atención.

Primero Deacon, quien tiene once años. Luego Hansen, que tiene catorce. Y, finalmente, Juris, que tiene diez. Los tres niños de las líneas colaterales menores fueron llegando uno tras otro. Mientras los saludaba distraídamente, en su cabeza, Eugene amontonó a esos tres en una sola entidad.

‘Ellos son los marginados.’

En primer lugar, les faltaba confianza en su actitud y continuaban mirando a su alrededor con pánico.

Eugene era especialmente escéptico del chico llamado Hansen, quien era un año mayor que él. Hansen tenía mejillas regordetas y un cuerpo igualmente redondeado, pero lo que realmente disgustaba a Eugene era que el chico estaba pretendiendo ser el líder del grupo de chicos solo porque era el mayor. Pero solo estaba manteniendo esta actitud frente a Eugene y los otros descendientes colaterales.

Hansen, que había estado insistiendo arrogantemente a todos que deberían llamarlo hermano mayor, regresó de inmediato a una actitud servil en cuanto vio la insignia Lionheart bordada a la izquierda del pecho de Ciel.

En realidad, tal actitud no era particularmente sorprendente. Los descendientes de familias débiles no tenían más opción que tener miedo de los niños de la línea directa.

“… ¿Quién demonios es él?”

Esa es la razón por la que esos tres marginados seguían mirando a Eugene con confusión en sus ojos, traicionados por su incapacidad de encontrar una respuesta a su pregunta.

Luego de las breves presentaciones, Eugene regresó a continuar con su entrenamiento. Extendiendo el entrenamiento físico que había hecho en la mañana.

Eugene tenía la creencia de que todos los tipos de conocimiento estaban destinados a desarrollarse con el tiempo. Eso incluye las artes marciales también. Así que, aunque Eugene haya sido uno de los compañeros del héroe hace trescientos años, sería extremadamente arrogante de su parte creer que las artes marciales de ‘Hamel el Estúpido’ definitivamente serían superiores a las artes marciales modernas.

Sin embargo, no importa cuán avanzadas se volvieran las artes marciales. Mientras las bases construidas en el entrenamiento físico no se desarrollaran correctamente, no se podrían usar al máximo. Sin ninguna duda, Eugene tenía completa fe en este hecho.

Así que, aunque podría abstenerse de entrenar su maná, no podía ignorar su entrenamiento físico.

‘Ya que no puedo entrenar mi maná de todas formas, en realidad me tengo que concentrar en mi entrenamiento físico incluso más.’

Tal plan era uno que sin dudas demostraba ignorancia y carencia de opciones mejores. Pero, ¿y qué? Por culpa de esa maldita tradición, la Ceremonia de Continuación del Linaje, tenía prohibido entrenar su maná en primer lugar. (T/N: Yo también detesto esa maldita tradición. Siempre está escrita con el nombre completo.)

La Ceremonia de Continuación del Linaje estaba diseñada para que los descendientes directos fueran los únicos que pudiera sobresalir. El plan de Eugene de voltearle las tornas a los descendientes directos era también, en parte, su manera de vengarse de Vermouth, quien había permitido que tal tradición se transmitiera.

“¿No es eso difícil?” Preguntó Ciel.

“Claro que es difícil.” Respondió Eugene.

En algún punto, Ciel había tomado asiento al lado de Eugene para verlo entrenar.  Ella tenía un montón de preguntas que quería hacerle a Eugene. Habiendo nacido en la línea directa, Ciel y su hermano habían recibido varias formas de entrenamiento desde su niñez. No obstante, ninguno de los mellizos había visto nunca un método de entrenamiento tan barbárico y tortuoso como el de Eugene.

“Parece que alguien llegó.” Comentó Eugene, sacudiendo su cabello empapado en sudor mientras se ponía de pie de un salto.

Las puertas de la entrada principal, que a duras penas se podía distinguir a lo lejos, se estaban abriendo. Ya que en este momento el sol estaba empezando a ponerse, Eugene asumió que los dos vástagos colaterales, que se esperaba que llegaran a la hora de la cena, habían llegado temprano.

‘¿Pero no están haciendo demasiado escandalo solo por eso?’ Observó Eugene.

Los sirvientes de la casa principal estaban corriendo a alinearse fuera, en frente de la mansión. Incluso los caballeros estacionados en la parte trasera de la mansión estaban corriendo a ponerse en formación.

él había oído que las familias de esos dos mocosos, Gargith y Dezra, tenían tanto prestigio que podrías contar con los dedos de una mano todas las familias colaterales con tanta influencia. Aun así, era extraño ver a todos esos sirvientes corriendo por todo el lugar apresuradamente como si no hubieran estado preparados para recibirlos.

“… ¡Ah!” se escuchó un sonido realización.

Ciel también había estado sintiéndose extrañada, similarmente. Pero, mientras observaba las puertas parpadeando, sonrió brillantemente cuando vio banderas que empezaban a levantarse en las dos filas de astas de bandera alineadas en el camino de la entrada.

“¡Parece que padre está de vuelta!” Exclamó Ciel con voz entusiasmada.

Ella saltó de su asiento y corrió hacia las puertas de la entrada sin siquiera decirle adiós a Eugene.

“M-maestro Eugene.” Nina lo llamó mientras se acercaba, apurada. “Parece que el maestro de la casa ha vuelto. Debemos ir a recibirlo- ¡Espera, no! Tenemos que cambiar tu ropa primero.”

“Se verá mejor que esté ahí así de sudoroso que ser el único que llega tarde.” Respondió Eugene mientras se sacudía la tierra de la ropa.

Nina vaciló por un momento antes de sacar su pañuelo de un bolsillo en su pecho y pasarlo por los brazos y piernas de Eugene. Incluso con esto, el intenso olor de su sudor no se desvaneció, así que incluso sacó algo de perfume y lo roció sobre Eugene.

“Eso es suficiente.” Dijo Eugene.

Eugene terminó aplastando bruscamente su cabello revoltoso, que se había mezclado con tierra y sudor. No se había demorado mucho alistándose, pero los sirvientes del anexo y los marginados de las líneas colaterales ya habían ido hacia la entrada principal. Al final, Eugene y Nina fueron los últimos en dejar el anexo, mientras se dirigían a recibir a los recién llegados.

‘Guau…’ Se dijo Eugene a sí mismo, impresionado por la vista.

Todas las banderas, bordadas con el emblema Lionheart, estaban levantadas orgullosamente hacia el cielo. Habían fácilmente más de cien caballeros que se habían alineado al lado del camino, debajo de las banderas. Los sirvientes de la casa principal y del anexo también se habían reunido en un solo lugar, alineados en la entrada de la mansión.

Los miembros de la familia de la línea principal estaban parados frente a los sirvientes. Ajustando su ropa, Ciel estaba de pie a la izquierda de Ancilla, y a la derecha de Ancilla estaba Cyan, pálido.

Aunque el verdadero poder de la familia se le había arrebatado, Tanis estaba de pie algunos pasos más adelante que Ancilla. Su posición más elevada como la esposa oficial requería que se parara en frente de Ancilla durante este tipo de situaciones. Sin embargo, aunque estaba a punto de encontrarse con su esposo que no había regresado durante tantos años, ella tenía una expresión relativamente calmada en su rostro.

Eugene miró al chico que estaba de pie al lado de Tanis. Aunque tenía una cara bastante atractiva, sus ojos se veían embotados para alguien de su edad, y su postura estaba encorvada. Este era Eward Lionheart, el hijo mayor de la familia principal y el primero en la línea de sucesión.

Los labios de Tanis se movieron ligeramente como si estuviera diciendo algo. Esto causó que la expresión de Eward se tensara, y entonces enderezó su espalda y tiró sus hombros hacia atrás.

‘Parece que los niños de la casa principal han recibido su debida parte de amor firme. Aunque puede que esa también sea la razón por la que sus personalidades son un desastre.’ Eugene hizo un gesto de desaprobación antes de mirar a otro lado.

“Por favor sígame.” Solicitó uno de los mayordomos de la casa principal, acercándose a los dos demorados recién llegados con su cabeza inclinada.

El lugar donde se suponía que se pararan los niños de las líneas colaterales era al lado de los miembros de la familia de la línea principal. Gracias a la pequeña distancia entre los dos grupos, se hizo clara su diferencia en estatus.

Las filas de caballeros sacaron sus espadas como uno solo. Aunque habían más de cien espadas siendo desenvainadas, el sonido no se dispersó, sino que se registró como una sola nota. Entonces, sosteniendo sus espadas a la izquierda de su pecho con el filo levantado, los caballeros se voltearon hacia la puerta.

Un hombre montando un gran caballo negro galopó hacia adentro, liderando dos carruajes detrás de él. No hubo gritos o aplausos. En su lugar, los caballeros recibieron a su señor, quien había regresado después de muchos años, con un silencio unificado.

‘Así que este es Gilead Lionheart.’

Eugene miró al hombre entusiasmadamente. Aunque su rostro no se parecía al de Vermouth, el fuerte brillos en los ojos de Gilead era bastante llamativo.

‘Y el que lo sigue desde atrás debe ser su hermano menor, Gion.’

El Patriarca de la Familia Lionheart, Gilead, tenía dos hermanos menores. El segundo hermano, Gilford, ya se había casado, pero aún no se había ido de la mansión principal. El tercer hermano, Gion, había decidido no casarse y en su lugar siguió a Gilead en su viaje de entrenamiento.

“…Hubiese sido mejor que nos hubieras informado antes de que llegaras.” Tanis reprendió a Gilead mientras entraba por la puerta.

“Yo, el Patriarca, estoy volviendo a casa. ¿Qué razón hay por la que tenga que informarles?” Gilead respondió mientras se bajaba de su caballo. “Eward, es bueno ver que has crecido bastante. ¿Tus habilidades también han crecido contigo?”

“… He intentado vivir cumpliendo las expectativas de padre…” Las palabras de Eward se fueron apagando mientras evitaba hacer contacto visual con su padre.

Gilead miró a su hijo mayor por unos momentos antes de voltear su cabeza.

“¿Y estos son de verdad Cyan y Ciel? Por poco no los reconozco. Los niños de verdad crecen rápido. Es impresionante.”

“Te extrañé, padre.” Ciel respondió con una gran sonrisa.

En ese momento, Gilead sonrió brillantemente y asintió con su cabeza en aprobación. Podía oler el aroma de la tierra y el sudor proveniente de los mellizos. Era un aroma que no provenía de Eward.

“Gilford, escuché que ahora tienes un niño. Lamento no haber estado ahí para compartir contigo ese momento de celebración.”

“Hermano mayor, por favor no digas esas cosas.” Gilford respondió con su cabeza inclinada.

Junto a él, su esposa, Neria, estaba acunando a un bebé dormido profundamente. Gilead miró al bebé por un momento antes de mirar a otro lado.

Su brillante mirada paso por los niños de las líneas colaterales. Los demás niños se enderezaron de inmediato, tragándose su temor. Eugene no se molestó en seguir su ejemplo. Gilead simplemente los estaba mirando, ¿qué razón tenían para actuar como si sus almas estuvieran a punto de abandonar sus cuerpos?

“…No hay necesidad de preparar algo especial. Vamos a disfrutar una comida juntos y ya.” Dijo Gilead alzando la voz para que todos lo escucharan. “Entonces, podemos discutir cómo se llevará a cabo la Ceremonia de Continuación del Linaje este año.”

 

***

 

Todos se reunieron alrededor de un comedor largo y rectangular. Los niños de las líneas colaterales empezaron a sentarse al final de la mesa.

Dezra y Gargith venían en los dos carruajes que llegaron con Gilead. Como si fuera la cosa más natural, los dos se sentaron justo al final de la mesa, en medio de los demás descendientes colaterales.

Entonces, Eugene tomó asiento al lado de Gargith.

“¿…?” Con una expresión complicada, Gargith escaneó la cara de Eugene.

Era una regla no escrita que todos tomarían sus asientos de acuerdo al orden de edad. Por lo que el que debería estarse sentando al lado de Gargith era el gordito, Hansen. No obstante, Hansen no expresó ningún disgusto con la selección de asientos y simplemente se sentó junto a Eugene.

Cuando él había llegado al mediodía, Hansen tuvo la oportunidad de presenciar el entrenamiento extremadamente barbárico de Eugene. También había visto como Ciel, uno de los infames mellizos demoniacos de la familia principal, hablaba con Eugene de manera amigable. Hansen de verdad no quería causar problemas con este pariente misterioso.

“He visto a Gargith y a Dezra antes, e incluso viajamos juntos de camino a aquí. Pero al resto de ustedes…” Sentado al otro lado de la mesa, en la cabeza del comedor, estaba el Patriarca de los Lionheart, Gilead. Mientras se limpiaba las manos con una toalla húmeda, observo de cerca a cada uno de los niños de las líneas colaterales antes de continuar. “No sé quiénes son ustedes cuatro.”

“Provengo de la provincia de Gidol. Por favor llámeme Eugene. El nombre de mi padre es Gerhard Lionheart.” Eugene inclinó su cabeza ligeramente mientras se presentaba.

Con él tomando la iniciativa, los demás niños de las líneas colaterales se presentaron. No obstante, solo Eugene pudo hablar con confianza. El hecho de que el patriarca de los Lionheart estaba sentado justo frente a ellos había puesto nerviosos a los niños.

“…Hum.”

Luego de escuchar todas sus presentaciones, Gilead asintió profundamente. Entonces, sin decir otra palabra, Gilead reposó su barbilla sobre sus manos.

Había un silencio total.

Los descendientes colaterales entendieron su papel en la situación y trataron de silenciar el sonido de su respiración. Lo mismo hicieron Gargith y Dezra también, pero especialmente Dezra. Ya que se estaba sentando directamente en frente de Gilead, no sabía a donde mirar, así que siguió rasguñando nerviosamente sus inocentes muslos.

‘Que hambre.’ Eugene gruño a sus adentros.

¿No podrían haber llamado después de que los preparativos para la cena estuvieran listos? Eugene miró abajo, hacía el comedor casi vacío. Aunque se habían puesto algunas piezas de pan y algo de té, ¿Cómo se suponía que sacara una comida completa solo con eso?

‘¿Y quién es ese bastardo?’

Un hombre joven y rubio estaba sentado junto a Eward. El hombre había venido en un carruaje separado de los de Gargith y Dezra. A primera vista, no parecía tener ningún parentesco con los Lionheart. Eward tampoco parecía reconocerlo.

“Padre.” Ciel habló en voz alta, rompiendo el silencio.

Sonrió tímidamente y miró hacia arriba Gilead para preguntar. “Han sido tres años desde que te fuiste. ¿No tienes ningún regalo para mí?”

“Me temo que olvidé eso.” Gilead respondió con una sonrisa.

Como la mayoría de los padres, Gilead favorecía a su hija. Además, Ciel era mejor haciéndose la linda que su hijo mayor.

“Eh… Pero de verdad te he extrañado cada día. ¿No sentiste lo mismo, padre?”

“Claro que sí.”

“Mentiroso, ni siquiera me conseguiste un regalo.”

“Jaja, te daré un regalo especial en cuanto la Ceremonia termine, así que no odies mucho a tu pobre padre.” (T/N: Ya saben cómo es, no lo voy a escribir completo siempre.)

Durante la conversación entre los dos, Eward mordió su labio inferior todo el tiempo. Cyan también se mantuvo en silencio y mantuvo su cabeza gacha, aun cuando normalmente estaría siguiéndole el juego a Ciel.

Sin embargo, los moretones de ayer aun cubrían el abdomen de Cyan. Era un recordatorio constante de su derrota. Así que Cyan se mantuvo en silencio por temor a que su padre lo regañara por perder el duelo.

“Pero padre, ¿quién es tu invitado?” Preguntó Ciel.

Después de haber hecho contacto visual con Eugene una sola vez, Ciel se había vuelto a mirar al hombre sentado junto a Eward. Podía notar que Eugene estaba mirando constantemente al hombre, pero su pregunta no se debía a eso. Después de todo, Ciel también tenía curiosidad por la identidad del hombre desconocido.

Actualmente, ni a Ancilla ni a Tanis, y mucho menos a los dos hermanos de Gilead, se les había permitido sentarse en este comedor.

Los único que deberían estar sentados aquí son solo el patriarca, quien administraría la Ceremonia, y los niños, quienes participarían en la ceremonia. No obstante, un extraño desconocido estaba sentado con ellos.

“… Hum, Pensaba presentarlo un poco más tarde, pero…” Gilead vaciló.

“No me importa presentarme en este momento.” El hombre habló con una sonrisa. “Después de todo, la comida aún no está lista. Los niños deben estar encontrando incomodo el silencio, así que sería mejor animar el ambiente con una conversación.”

Gilead se puso de acuerdo firmemente. “Definitivamente. Justo me estaba arrepintiendo de haberlos reunido tan pronto por estar apurado.”

“Jaja, no es culpa del Maestro Gilead. Cualquiera se sentiría nervioso al encontrarse con parientes lejanos por primera vez.” Lovellian consoló a Gilead. (T/N: Es gracioso, pero aún no se mencionó su nombre y ya está puesto en la narración.)

El hombre se volteó a mirar a los niños con una sonrisa amigable. Eugene tomó una copa de té para tomar mientras escuchaba la historia del hombre. Ya que se estaba sintiendo hambriento, pero no podía hacer nada al respecto, al menos quería llenar su boca con algo.

“Hola niños, es un gusto conocerlos. Mi nombre es Lovellian, y vengo de la Torre Roja de Magia de Aroth.”

“… ¿Uh?” Dezra dejó salir un sonido sobresaltado.

Lovellian. Varios de los niños inclinaron sus cabezas mientras parecían recordar haber oído el nombre en algún lado.

“T-tú eres el Mago en Jefe de la Torre Roja.” Eward dijo mientras se volvía a mirar a Lovellian con una expresión de shock.

“Aaag.” Eugene jadeó, inhalando accidentalmente algo del té hirviente.

 

 

Notas:

(T/N: Un cap hoy, el próximo mañana. Probablemente a partir de ahora los dos caps salgan ambos los fines de semana.)

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