La Ceremonia de Continuación del Linaje (2)
Más tarde esa noche, Dezra y Gargith irrumpieron en la habitación de Eugene con una demanda.
“Debemos combinar nuestras fuerzas.”
Y justo cuando Eugene se había ido a dormir a la cama. Habiéndose lavado y cambiado a su suave conjunto de pijama, estaba a punto de irse a dormir con la satisfacción de que había tenido un día productivo.
“¿Acabas de perturbar a alguien que estaba a punto de dormirse solo para decir eso?” Respondió Eugene sin levantarse de la cama.
“Quiero escuchar que piensas sobre esto.” Dijo Gargith obstinadamente.
Dezra, parada junto a él, tenía una expresión de total insatisfacción. Aunque ahora estaba convencida de la habilidad de Eugene, sus burlas luego de que no pudiera darle un solo golpe durante su combate aun resonaban en sus oídos.
“¿Y cómo quieres que combinemos nuestras fuerzas exactamente? Tú también estabas ahí escuchando al patriarca explicar cómo se llevaría a cabo la Ceremonia de este año. ¿Recuerdas? Este año, tendremos que entrar un laberinto a través de entradas separadas e intentar alcanzar el centro del laberinto.”
“¿Pero no son nuestros objetivos los mismos? El centro del laberinto y el malvado monstruo jefe.”
¿Un chico grande como él estaba usando las palabras ‘malvado monstruo jefe’ seriamente? Eugene mantuvo escondido lo divertido que encontraba esto.
“El monstruo jefe debe ser extremadamente fuerte.” Gargith elaboró su argumento.
“Puede que así sea.” Eugene aceptó a medias.
“El Patriarca y el Mago en Jefe de la Torre Roja dijeron que habrían muchas trampas y monstruos en el laberinto. Sin embargo, si somos nosotros tres, deberíamos de alcanzar el centro del laberinto de todas formas.”
“Eso es algo que debemos intentar antes de estar seguros.” Advirtió Eugene.
“Nunca he perdido contra ningún monstruo.” Gargith llevó sus hombros hacia atrás orgullosamente. “Y además, dijeron que los monstruos en el laberinto no serán reales y en su lugar serán ilusiones creadas con magia. No hay de que preocuparse.”
“Si ese es el caso, ¿por qué sigues insistiendo en unir fuerzas para cazar al monstruo jefe?”
“Por seguridad. ¿No dijeron que, aunque son ilusiones, recibir un golpe aun dolería?”
“Pero acabas de decir que nunca has perdido contra un monstruo.”
“Para que un monstruo merezca que lo llamen monstruo jefe, tiene que ser uno fuerte.” Respondió Gargith con una expresión confiada. “Siendo así, debemos combinar nuestras fuerzas. Ya que los gemelos de la línea directa también estarán trabajando juntos, deberíamos unirnos.”
“Entonces, ¿quieres que nos encontremos en el centro y peleemos juntos contra el monstruo jefe?”
“Correcto.”
“Pero creo que yo podré derrotarlo incluso si estoy solo.” Respondió Eugene con una sonrisa.
(T/N: Hay algo importante y es que la sonrisa que Eugene siempre usa está escrita en inglés como “grin”. Es una que significa una gran sonrisa, mostrando los dientes. Aunque generalmente es para personajes más animados, podrías pensar mejor en su sonrisa como una provocante.)
“Que molesto.” Murmuró Dezra entre sus labios fruncidos.
Mientras tanto, Gargith asentía en concordancia a las palabras de Eugene.
“Entonces hagamos esto. Si intentas pelear y no logras matarlo, podremos unirnos a la pelea.” Ofreció Gargith.
“¿y si ustedes no están ahí?”
“Puedes simplemente huir y esperar a que lleguemos.”
“¿Hay alguna necesidad de ir tan lejos? Ustedes ya son un par, ¿no? Entonces, simplemente déjenme fuera de esto y alíense entre ustedes.” Eugene discutió, exasperado.
“Dependiendo de las circunstancias, podríamos simplemente hacer eso.” Esta vez, fue Dezra la que respondió. “No obstante, tres personas siguen siendo más fuertes que dos. Puedes ser desagradable, pero… eres más fuerte que yo. Con tu ayuda, definitivamente seremos capaces de matar al monstruo jefe.”
“¿Pero por qué están tan interesados en matarlo?” Preguntó Eugene.
“¿Tú no quieres derrotar a la familia principal?” Preguntó Dezra, con ojos entrecerrados. “Aunque ya derrotaste a Cyan en un duelo, si lo vences en la Ceremonia de Continuación del Linaje también, el Patriarca incluso te dará un regalo.”
“En una Ceremonia de Continuación del Linaje donde participan miembros de ambas, las familias colaterales y la principal, las familias colaterales nunca han salido victoriosos ni una sola vez.” Gargith añadió. “Sin embargo, esta vez, tenemos una oportunidad de ganar. Estamos Dezra, yo, y tú, que incluso has derrotado a Cyan.”
“Si derroto al monstruo jefe yo solo, eso sigue siendo una victoria para las líneas colaterales, ¿no?” Preguntó Eugene.
“Si eres capaz de enfrentarlo solo y ganar, yo estaré encantado. ¿No es más impresionante que el monstruo sea derrotado por una sola persona en lugar de por tres descendientes colaterales?” Respondió Gargith, asintiendo.
Eugene había recordado al tonto Molon luego de ver lo grande que era Gargith, pero luego de escucharlo hablar, se dio cuenta de que Gargith en realidad sabía cómo usar su cabeza y era de mente abierta.
“Bien, ya entendí, así que lárguense de una vez. Voy a dormir.” Eugene les hizo señas de irse con las manos mientras seguía acostado.
Dezra lucía extremadamente descontenta, pero Gargith solo asintió y empezó a jalar a Dezra de la muñeca para salir.
“Hoy también dormiré cinco horas.” Gargith avisó mientras se iba.
“Yo dormiré seis horas.” Repitió Eugene.
Aunque Gargith sabía cómo usar su cabeza y era sorprendentemente abierto de mente, parece que seguía siendo solo un idiota.
“Tonto, ¿de verdad crees que hará una diferencia dormir solo un poco menos que él?” Preguntó Dezra desdeñosamente.
“Después de todo, el ave madrugadora se lleva las lombrices.” Dijo Gargith alegremente. (T/N: Es un dicho inglés. Quería poner “Al que madruga dios lo ayuda”, pero el chiste se perdía. Igual es obvio lo que significa incluso en español así que no importa.)
“¿O sea que planeas cazar lombrices mañana temprano?”
“Ya que eres dos años menor que yo, parece que aún no conoces el significado del proverbio.”
“¡Les dije que se largaran!” Eugene gritó a la vez que les tiraba una almohada a los dos intrusos parlanchines.
***
Ancilla había estado plagada por la preocupación toda la noche.
Todo era debido a la Ceremonia de Continuación del Linaje. Ella había esperado que fuera la usual competición de combate entre los niños participantes, pero en su lugar, de repente se había vuelto un reto de laberinto,
‘Y, sobre todo, ¿Qué haya invitado personalmente al Mago en Jefe de la Torre Roja de Aroth?’
Sienna la Sabia había dejado una marca imborrable en la comunidad mágica de Aroth. Como descendientes del Gran Vermouth, un camarada cercano de Sienna, la familia principal de los Lionheart siempre había tenido una relación estrecha con los archimagos de Aroth.
En particular, el actual Maestro de la Torre Roja, Lovellian, quien hacía reclamado ser un seguidor de Sienna la Sabia, era alguien que había asistido a varios eventos organizados por la familia principal.
‘Aunque no se ha mostrado en los cumpleaños de mis hijos ni una vez.’
Ancilla se mordió el labio. Claro, la Ceremonia de Continuación del Linaje era un evento tradicional de la familia Lionheart, pero… sin importar cuanto pensara en eso, no parecía que él hubiera venido aquí solo por eso.
En el fondo de su mente, podía ver a la esposa principal, Tanis, sonriendo.
‘… Está la posibilidad de que esté aquí para hacer de Eward su discípulo.’
Era una idea plausible. Desde muy temprana edad, Eward siempre había preferido leer un libro antes que mover su cuerpo. Él Tenía un interés particular en la magia y había estado practicando varias formas de magia desde hace un tiempo. Sin embargo, nunca había aceptado un maestro.
Uno de los títulos dados a Vermouth era ‘El Maestro de Todo’. Vermouth había recibido este título porque no solo era bueno en artes marciales, sino que también era extremadamente hábil usando magia.
Sin embargo, luego de Vermouth, no hubo muchos dentro de la familia principal de los Lionhearth que hubiesen decidido ahondar en la magia. Había una razón simple para esto. Era desafiante hacer progresos con la magia.
La competencia para heredar la línea directa de los Lionheart comenzaría a una edad temprana. Por lo que, para los que decidieron centrarse en aprender magia a esta edad, en el momento en que se decidiría la sucesión, sería poco probable que hayan aprendido suficiente sobre la magia como para ganar ventaja en su apuesta para convertirse en el Patriarca de los Lionheart.
‘Eward tiene quince años… Aunque él ha estado aprendiendo magia desde que era joven… ¿Cuánto puede haber aprendido en realidad con puro autoestudio?’
¿Se desarrollaría rápidamente la habilidad de Eward solo porque el Maestro de la Torre haya aparecido para tomarlo como su discípulo? Ancilla presionó sus manos contra sus mejillas para evitar que se retorcieran de la risa.
‘La verdad es que ya deben haberse rendido en hacerlo el Patriarca. Si Eward de verdad se vuelve el discípulo del Mago en Jefe de la Torre Roja, entonces no tiene de otra más que dejar el territorio de la familia. Durante ese tiempo, Cyan y Ciel tendrán la oportunidad de crecer y…’
Cuando el cuerpo está lejos, el corazón también se vuelve distante. Si Eward fuera irse a Aroth, Ancilla tenía la confianza de que sería capaz de tomar un control total sobre la casa principal.
Viéndolos objetivamente, los talentos de Cyan y Ciel no eran malos. En realidad, eran excelentes. Lo suficientemente buenos como para estar a la altura de su apellido Lionheart.
‘… El problema es que la Ceremonia de este año…’
Ancilla no estaba segura de si debía o no sentirse insatisfecha con los contenidos de la Ceremonia de este año. ¿Pedirles que exploren un laberinto ingresando por entradas separadas? Eso significaría que Ciel y Cyan no podrían ayudarse entre ellos…-
‘Si fuera simplemente un enfrentamiento… cualquiera de los dos, Cyan o Ciel, definitivamente uno de ellos habría ganado…’
Aunque ella ya no podía estar segura de esto. Eugene, de las líneas colaterales, había derrotado por completo a Cyan. Este hecho había completado las cosas para Ancilla. Pero en un laberinto con tantas variables… el resultado del duelo podría no ser replicado tan fácilmente.
¿Debería estar satisfecha por eso? ¿O debería estar insatisfecha de que esta ceremonia castró la ventaja de la familia principal y puso a todos los participantes en niveles equitativos desde el inicio?
‘… Y yo definitivamente no puedo ser atrapada interfiriendo con la Ceremonia de Continuación del Linaje.’
Habiéndose estresado con este problema toda la noche, Ancilla dejó salir un largo suspiro. Había pensado persuadir en secreto a su esposo para darles una ventaja a sus hijos, pero ella sabía que su esposo era alguien que tenía unas estrictas expectativas en sus hijos. Intentar probar su suerte sin sentido de esta manera solo la llevaría a recibir una mirada decepcionada de su esposo.
Ancilla volteó su cabeza hacía la ventana y murmuró. “…Necesito darles una ventaja, pero que…”
Solo quedaban unos pocos días antes de la Ceremonia. Durante este tiempo, los participantes deberían acumular toda la información que podría resultarles útil dentro del laberinto. Como resultado, en lugar de entrenar con Hazard, Cyan y Ciel planeaban buscar por todos los libros relacionados con laberintos que habían logrado encontrar en la capital.
Aunque pudo haberle dado una bofetada a Cyan en su mejilla por la ira, Ancilla de verdad amaba a sus hijos. Como tal, no podía permitir que sus hijos vivieran con la etiqueta de ser los hijos de una concubina por el resto de sus vidas. Luego de haber entregado tanto, solo para llegar a este punto…
‘Todos los insultos y desgracia que he soportado solo me han traído más cerca de la posición que deseo.’
Cyan y Ciel aún eran jóvenes. Los mellizos podían actuar de manera tan desenfrenada y salirse con la suya dentro del territorio principal gracias a que Ancilla se había mantenido firme y orgullosamente como la Segunda Señora de la línea directa Lionheart, escudando a sus hijos en el proceso.
Es por eso que la derrota de su hijo había hecho tanto daño. Haber sido derrotado por un descendiente colateral, aun cuando ha heredado el linaje legitimo como un miembro de la línea directa…
‘…Aun así, preferiría…’ Ancilla volvió a suspirar, una expresión complicada se mostraba en su rostro. ‘Si ese chico llama Eugene fuera el primero en atravesar el laberinto.’
Si eso sucediera, causaría un inesperado punto muerto. Toda la familia principal sufriría una desgracia, pero la vergüenza de perder contra Eugene ya no sería llevada únicamente por Cyan y Ancilla. El Patriarca, Gilead, y la Primera Esposa, Tanis, también compartirían esta vergüenza.
En la otra mano, Eugene atravesando el laberinto podría incluso aliviar el alivio de su victoria contra Cyan. Ya no significaría que Cyan era mediocre, sino que Eugene, de las líneas colaterales, era sospechosamente excepcional.
‘…Aunque el resultado óptimo sería que Cyan y Ciel fueran los que atravesaran el laberinto.’
Ancilla volvió a soltar otro suspiro y se levantó de su asiento.
‘Si no pueden hacer eso… sería mejor que el que atraviese el laberinto sea Eugene, en lugar de Eward o cualquier otro niño.’
Obviamente, esto solo era un pensamiento. Ancilla no tenía ningún deseo de apoyar a Eugene. Ella solo pensaba en los mejores resultados posibles para ella y sus hijos.
***
Cuatro días después, los niños alojados en el anexo recibieron un mensaje de la familia principal. Ya que las preparaciones para invocar un laberinto en el bosque por fin se habían completado, el mensaje anunciaba que la Ceremonia de Continuación del Linaje comenzaría hoy y solicitó formalmente su presencia en la localización de inicio.
De acuerdo al mensaje, tenía permitido vestir ropa casual, pero cualquier otro objeto preparado personalmente estaba prohibido. Entonces, ¿qué hay de las armas? La mayoría de los niños albergaba esta pregunta, pero hicieron lo que se les dijo y siguieron a los caballeros dentro del bosque.
“Yo prepararé armas para ustedes.” Explicó Lovellian cuando llegaron.
Ambos, Lovellian y Gilead, habían estado esperándolos dentro del bosque. Detrás de ellos, había una gigantesca entrada a una cueva que lucía tanto sospechosa como artificial si se miraba con atención.
“Solo díganme que armas necesitan. Aunque no duraran todo el día, recuerden que estarán luchando contra ilusiones, no contra enemigos reales, niños. Deberían ser capaces de luchar contra ellos mientras sus armas mantengan la forma apropiada, ¿verdad?” Lovellian dijo todo esto con una sonrisa amigable.
Eugene odiaba que se refirieran a él con la palabra ‘niños’ más que cualquier otra cosa. Después de todo, ¿no era lo mismo a ser tratado como un niño? Sin embargo, ya que su cuerpo era en realidad el de un niño, no podía expresar su insatisfacción abiertamente.
“¿Solo se puede seleccionar un arma?” Le preguntó Ciel a Lovellian con una sonrisa brillante.
“Para nada. Puedo preparar lo que sea que necesiten.” Prometió Lovellian.
“¿Cómo vas a hacer eso?”
Sonriendo al ver lo linda que se veía Ciel con sus ojos abiertos de curiosidad, Lovellian levantó sus dos manos mientras la miraba.
“Así.” Dijo él.
Corrientes de tierra se levantaron del suelo y formaron aglomeraciones entre las palmas de Lovellian. En un momento, una espada larga había tomado forma de esas aglomeraciones de tierra.
“¡Guau!” Sonó una exclamación colectiva.
Ciel atrapó con ambas manos la espada que fue enviada volando hacía ella. El peso era exactamente el correcto, y la sensación del agarre tampoco era mala. Como si estuviera curiosa sobre su calidad, Ciel balanceó la espada un par de veces.
“¿Qué debería hacer si se rompe?” Preguntó ella.
“Jajaja. Señorita, no necesitas preocuparte por eso. Este hombre frente a ti es un mago increíble. No solo aquel laberinto fue invocado por mi magia, pero esa espada que estás sosteniendo nunca va a romperse mientras estés dentro del laberinto, señorita.”
“¿Además de espadas, puedes hacer animales también?”
“Puedo hacer muñecas, los golems también están dentro de mi habilidad… pero no puedo hacer nada que de verdad esté vivo.”
“Si ese es el caso, ¿Puedo entrar con un golem creado por ti?”
“Esa es una idea bastante astuta.”
Lovellian estalló en risas y se volteó a mirar a Gilead. Gilead, que estaba sonriendo por la petición de su hija, sacudió su cabeza lentamente.
Gilead negó su petición. “No podemos dejar que hagas eso. ¿No sería eso solo el golem peleando en tu lugar?”
“Entonces por favor hazme una muñeca la próxima vez.” Ciel rogó con una amplia sonrisa.
Los ojos de Eward brillaban al ver la luz cubriendo la mano de Lovellian.
“¿Por qué no puedes crear nada con vida?” Preguntó abruptamente.
Lovellian se volvió a mirar a Eward, que tenía una expresión fascinada en su cara.
“Eso es porque es considerado un tabú de la magia.” Explicó Lovellian.
“¿Un tabú?”
“No solo es difícil crear verdadera vida, sino que tampoco viene nada bueno de crearla. Dar a luz a una criatura viviente es un hermoso milagro de la existencia, y no puede replicarse fácilmente.”
“Aja…” Eward asintió como si entendiera lo que Lovellian quería decir.
“Señor, no quiero esta. ¿Me puedes dar una espada que sea un poco más larga y mucho más delgada, por favor?” Ciel interrumpió la lección que surgió de la nada.
“Bien, bien, espera un momento. Aunque puedo hacer un arma individualmente para cada uno, sería difícil para mí si tengo que ajustarla poco a poco para que se vea exactamente como la visualizas en tu cabeza, joven señorita.”
Lovellian sostenía una mano levantada hacia Ciel. Entonces, un brillante hilo de luz se disparó hacia la cabeza de Ciel de su mano.
“Siendo así, señorita, ¿por qué no le permito que la esculpa usted misma? Lo mismo para ustedes también, niños. No es difícil. Después de todo, estaré usando magia para que todo lo que ustedes tengan que hacer sea imaginar claramente en sus cabezas el tipo de arma que desean y toquen la luz.”
Hilos de luz se dispararon y conectaron a cada uno de los nueve niños. Las puntas de los dedos de Eward temblaban mientras miraba la luz con una expresión de éxtasis.
“¡Guau…!” Exclamó Gargith.
Él había imaginado un espadón que usaba regularmente cuando estaba en su casa. Milagrosamente, todo era justo como lo recordaba, incluso el peso al que estaba acostumbrado se había replicado. Mientras apoyaba la espada sobre su hombro, seguía soltando exclamaciones de admiración.
Dezra también hizo una lanza que era idéntica a la que usaba más a menudo durante sus entrenamientos. Mientras se aferraba a la sensación de la lanza mientras la sostenía en sus manos, empujó varias veces la lanza al aire. Entonces, colgó la lanza en su espalda con una expresión satisfecha en su cara.
Ciel y Cyan hicieron espadas ambos. La espada de Ciel se veía larga y delgada, mientras que la de Cyan tenía la misma longitud, pero se veía algo más pesada.
Eward hizo una espada ordinaria. Sus ojos habían estado brillando con fuerza cuando estaba tocando la luz, pero inmediatamente se hundieron a su oscuridad usual en el momento en que terminó sosteniendo una espada.
Aunque los marginados también estaban haciendo sus armas, Eugene no les prestó atención. Esos chicos no habían mostrado motivación en su camino hacia aquí. Probablemente se rendirían con el reto en el momento en que ingresaran al laberinto.
Eugene hizo una espada que se ajustaba a la longitud de su brazo y también creó un escudo pequeño para usar en su antebrazo izquierdo.
“¿Por qué no hiciste una lanza? Eres bueno con la lanza después de todo.” Preguntó Dezra petulantemente.
“También soy bueno con la espada.” Eugene respondió con confianza.
“¿Y que hay con el escudo?”
“También soy bueno con el escudo.”
“¿Por qué no solo dices que eres bueno con todo?” Gruñó Dezra.
Ciel miró a los dos mientras conversaban, antes de acercarse a Eugene. “Si nos encontramos en el laberinto, ¿qué harás?”
“¿Qué quieres decir con, ‘que harás’?”
“¿Vas a pelear conmigo?”
“¿Tenemos permitido pelear?” Eugene se volteó hacia Gilead y le preguntó.
“No hay nada que te detenga. Después de todo, el propósito de la Ceremonia es competir.” Respondió Gilead con una sonrisa.
Al escuchar esas palabras, Ciel infló sus mejillas. “Sin embargo, no es absolutamente necesario que peleemos.” Protestó Ciel.
Gilead asintió. “Eso es correcto. Más que una competición directa entre los participantes, en esta Ceremonia estaré centrándome en la habilidad para tomar decisiones certeras basadas en la situación y el espíritu de cooperación. Después de todo, ¿no somos todos parte de la familia que comparte el nombre Lionheart?”
“Él dice que somos familia.” Dijo Ciel mientras se volteaba de nuevo hacía Eugene con una pequeña sonrisa en su rostro. “¿Cuándo es tu cumpleaños?”
“Septiembre.”
“El mío es en abril. Lo que quiere decir que soy tu hermana mayor.”
“¿De qué mi-”-erda estás hablando? Eugene estaba a punto de decir eso, antes de recordar que el padre de Ciel, Gilead, aún estaba presente.
“…Tienes una lengua tan astuta.” Se quejó Eugene.
“¿Qué quieres decir?” Preguntó Ciel.
“No es nada.” Eugene respondió y tosió mientras apartaba su cabeza hacia otro lado.
Notas:
(T/N: Por situaciones del trabajo y de salud, solo saqué un cap la semana pasada. Aquí va uno, y mañana el otro. A partir de ahora los caps serán sábados y miércoles. Si no me vuelven a cambiar el horario, claro.)





