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Este capítulo cuenta con una ilustración que es cortesía de NAKA.
Traductor: Absolute
Corrector: CO2
Aldeanos
Se sentía como sofocante. Se sentía autoritario.
Si tuviera que describir la sensación, sería desagradable.
Todavía medio dormido, Aleen lo sacudió. Ella bruscamente lo apartó y pensó que había escuchado un pequeño—: Umph…
—… Mmh.
Abrió los ojos un poco y vio las vigas de madera desnuda en el techo. «Oh, estaba durmiendo».
Murmuró para sí misma y miró adormiladamente la habitación.
—… Oh, despertaste.
Sus ojos se encontraron con el hombre regordete y sudoroso que estaba sentado frente a la puerta verde: Danny.
Impactada, su somnolencia desapareció por completo.
«¿Por qué está aquí?».
Un hombre que ella no conocía estaba en el mismo dormitorio que ella. Incluso si era el dueño de la casa, todavía la hacía sentir incómoda. Luego, recordó lo que ella empujó cuando se despertó. Un escalofrío recorrió su espina dorsal.
Aileen envolvió las sábanas alrededor de ella como para protegerse, mirándolo silenciosamente con ojos entornados. El color en su rostro se obliteró aún más y Danny dijo—: Espe-, el desayuno está listo —y se fue rápidamente de la habitación.
La puerta se cerró detrás suya.
Después de un minuto, ella empezó a revisarse por todos lados, asegurándose de que no hubiese nada raro.
… Ella estaba bien. No había nada particularmente malo.
—¿Qué pasa con ese tipo? —se le puso la piel de gallina en los brazos— …. Qué asco —El sentimiento general vino instintivamente. Se abrazó a sí misma.
Incapaz de calmarse, miró a su alrededor incómoda y por casualidad miró hacia afuera.
El bosque verde le dio una pequeña sensación de calma y de repente pensó que debería ir a reunirse con Kei.
Se levantó de la cama y se puso los zapatos de madera que le habían prestado. Los zapatos simples no coincidían con su tamaño, por lo que sus pies se deslizaron en ellos. Sin embargo, la madera se suavizó, por lo que no se sintieron mal.
Aileen no quería encontrarse con ese hombre grasiento si él estaba en la sala de estar, así que trepó por el alféizar de la ventana y salió directamente.
Sus zapatos chocaban contra el camino de tierra mientras caminaba bajo la suave luz del sol.
«Ahora me siento ligera…» advirtió sentirse mucho mejor que ayer.
Debería haberse dado cuenta cuando salió por la ventana, pero ahora podía sentir la fuerza en sus piernas.
Una pequeña sonrisa se coló en su rostro y se rio para sí misma mientras aligeraba su paso. «Hmm, me pregunto a dónde se fue Kei. Si mal no recuerdo, él estaba en la casa del segundo hijo del alcalde. Cronin, o Cronen, o algo así».
Ella lo recordó. Aunque, no tenía idea de dónde estaba eso.
—… Umm —Se preguntó qué hacer y fue de un lado a otro cuando vio a un grupo de mujeres con cestas y bolsas de cuero que venían del centro de la ciudad hablando en voz alta.
El del frente del grupo se dio cuenta y la llamó. Era Cynthia con su suave sonrisa— … Oh, Aileen-sama. ¿Algo ocurrió para que haya venido hasta aquí?
Los otros también la notaron, y detuvieron su charla, adoptando rápidamente expresiones educadas.
—Estaba de camino para verme con Kei, pero… no sé dónde está —nerviosa, evitó mirarlas a los ojos.
Aileen se sintió un poco avergonzada cuando contestó con honestidad.
—Oh, ¿ahora sí lo estás~? ⁰ —La mujer se burló de su inocencia.
Aileen se sintió aún más avergonzada y sus mejillas se volvieron más rojizas.
—Ah, ¡si es Kei-dono entonces te aviso que está en mi casa! —Una joven con pecas agitó su mano enérgicamente.
—¿Cuál es tu nombre?
—¡Soy Tina, la esposa de Cronen! —Mientras sostenía un frasco de agua, la mujer pecosa… Tina hizo una rápida reverencia. Llevó a Aileen con ella a su casa, con sus zapatos marcando el camino. La casa estaba decepcionantemente cerca— Es pequeña, pero por favor —invitó a Aileen a entrar—. Kei-dono salió temprano por la mañana para cazar, pero ya es medio día así que me imagino que debería estar de regreso.
—Oh, muy bien —Aileen se sentó junto a la mesa en la sala de estar y miró casualmente a su alrededor. Como había dicho Tina, era pequeña en comparación con la casa del alcalde. Sin embargo, estaba tan limpia que ni siquiera había una mota de polvo.
«Incluso estaría bien ir descalza», pensó mientras hacía chasquear sus zapatos de madera bajo la mesa para distraerse. Tina parecía ocupada mientras hacía su trabajo, pasando el agua de la jarra a una olla y encendiendo un fuego debajo de ella.
—… Estoy calentando un poco de agua para hacer té, por si desea un poco —Tina sonrió y sostuvo algunas hierbas secas en su mano.
—Seguro. Gracias —Aileen se dio cuenta de que Tina estaba dándose problemas por ella y asintió levemente, sintiéndose agradecida.
Estuvieron calladas por un tiempo. El fuego crepitaba.
Aileen se acomodó con la cabeza apoyada en su mano y, por supuesto, eso le vino a la mente.
La cara de ese hombre grasiento cruzó por su mente, pero pronto fue reemplazada por una mujer flaca sonriendo cariñosamente.
—… ¿Por qué se casó Cynthia-san? —murmuró para sí.
Cynthia y Danny. Al menos por apariencias, no parecían una pareja adecuada. Danny no parecía tan encantador y Cynthia era bastante bonita. Tenía una curiosidad genuina sobre el porqué Cynthia eligió casarse con Danny entre todas las personas.
—Ah~… Mi cuñada es un poco desafortunada, ¿no? —respondió Tina, luciendo triunfante.
—¿Desafortunada?
—Ella quiso casarse con alguien más. Es como si se hubiese vendido.
—… ¿A qué te refieres? —Aileen ladeó ligeramente la cabeza, interesada.
Tina bajó la voz, indicando que la conversación no saldría de la habitación— Es algo que sucedió hace casi una década. La hermana pequeña de mi cuñada sufría de una fiebre. El pueblo contaba con la medicina que necesitábamos, pero era demasiado cara… Su familia era pobre y ella no sabía qué hacer. Ahí fue cuando ese hombre —dijo esas últimas palabras con despecho— … dijo, ‘si fuésemos parientes, podría salvarla…’ mientras le mostraba su dinero. ¡Incluso sabía que ella tenía un amante!
—W, wow, eso es…
En otras palabras, abandonó a su amante para estar al lado de Danny si eso conllevaba a que su hermana fuese salvada.
Aileen gimió, frunciendo el ceño con una expresión que decía su lamento por haber preguntado—. Entonces… ¿Salvó a su hermana?
—… Sí. En aquel entonces, sí la salvó —asintió Tina, aparentando amargura—. Pero no mucho después de que pasara un mes de su recuperación, ella fue atacada por un grupo de animales salvajes y falleció.
—Por dios.
—Y en aquella vez él dijo, «qué desperdicio de dinero» cuando Cynthia estaba presente. Ese bastardo cara de cerdo.
—C, cerdo…
Lo dijo francamente, y ella no estaba equivocada. La cara de Aileen se crispó a pesar de que estaba somnolienta, había sentido lo mismo.
Como Tina llamaba a Cynthia su cuñada, eso convertiría a Danny en su cuñado. Aun así, claramente lo odiaba.
—Él no te agrada, ¿verdad?
—¡Por supuesto que no! ¡A ninguno de la aldea le agrada! —Ella puso las manos en sus caderas y hinchó sus mejillas airadamente—. ¡Pone a otras personas a trabajar como si él estuviera a cargo y luego ni siquiera hace su propia labor! Él simplemente se queda encerrado en su casa y cuando sale es sólo para dar un paseo o divertirse en otro pueblo. Es más, dependiendo de con quién hables, puede que te digan que él pasa por burdeles. Aun tras haberse casado comprando a su esposa… Sí que me siento mal por mi cuñada —suspiró—. Me deprime pensar que él podría ser el siguiente alcalde de la aldea… Ellos simplemente deberían hacer que mi esposo sea el alcalde y ya está.
Matrimonio traído por dinero. Odiado por todos. Frecuenta burdeles.
La impresión de Aileen sobre él era mala para empezar y, ahora, era incluso peor. La idea de quedarse un día más en la aldea, en la casa del alcalde, la hacía sentir incomodidad.
—Um, Tina-san.
—¿Si?
—La verdad es que… esto sólo será entre nosotras dos… —Aileen bajó la voz y le contó a Tina¹ sobre lo que sucedió más temprano.
—¡¿Qué?! —Sus ojos se agrandaron y su rostro palideció cuando escuchó que Danny estuvo allí—. ¡¿E, estás bien?!
—Eso creo… no me parece que algo me pasó realmente.
—Y no había nada pegajoso o baboso sobre ti, ¿verdad?
—N, no lo creo… —frunció el ceño, parecía tener nauseas mientras negaba con la cabeza.
Tina suspiró aliviada y presionó los dedos contra sus sienes— No puedo creer que también tuviese visitantes en la mira… —sus ojos brillantes se dirigieron lentamente hacia el cuchillo de cocina que estaba en la sala—. Más bien… Es verdad. Si hago eso, entonces Cronen será el alcalde…
—¡N, no! ¡Solamente quería preguntar si podía quedarme en otro lugar! —Aileen gritó en pánico después de ver el anhelo que empezaba a salir de sus ojos.
Tina sonrió brillantemente como diciendo, «Oh, ¡sólo bromeaba!». Si estaba bromeando o hablando en serio, parecía estar a punto de tomar una mala decisión.
Y entonces, la puerta hizo un ruido mientras se abría.
—¡Heey, Tina! ¿Estás…? ¿Ah? —Cronen entró a la casa. Se estaba limpiando el sudor con una toalla con una mano mientras sostenía una hoz de jardinería con la otra. Su mirada se detuvo y parpadeó un par de veces viendo a Aileen que se encontraba sentada en una silla dentro la sala de estar—. Oh, ¿ella está aquí…?
—¡Llegas en buen momento, cariño! Escucha esto, ¡es terrible! —Sus ojos brillaron y ella agitó la cabeza antes de correr hacia él tan rápido como un animal que se abalanzaba sobre su presa y le explicaba entonces la situación— … ¡Y eso pasó! Cariño, ¡esta es tu oportunidad! —respiraba ásperamente— Esparzamos los hechos de lo sucedido y arruinémosle su oportunidad de volverse el siguiente alcalde!
Cronen permaneció en silencio y solo levantó la vista como si estuviera tratando de capear un dolor de cabeza. Soltó un pequeño suspiro y la golpeó en la frente con la parte plana de su hoz de jardinería.
—¡¿Qu-?!
—… Lo siento, señorita. Espere aquí un momento.
Agarró a Tina por el brazo, que se llevó las manos a la frente, gimiendo, y tiró de ella hacia afuera.
—Y-, seguro… —Aileen fue dejada atrás, quedando algo estupefacta.
El sonido del vapor escapándose cautelosamente de la tapa de la olla hizo eco en la habitación.
—… Oh, el agua está lista.
† † †
—¡Oye!, ¡eso duele! ¿Qué haces?
—¡Baja la voz!
Estaban afuera. Tina, con una frente roja, alzaba la voz. Cronen, sin dejar de mirarla, frunció el ceño.
—¡Por favor, no hagas un escándalo…!
—¿Por qué no? ¡Esta es una oportunidad única en la vida!
—¿Oportunidad ¡¿Dices que esto es una oportunidad?! —Cronen sonrió con sequedad—. Olvida a la chica; ¡ese Kei es un monstruo! Si metemos la pata, ¿quién sabe qué nos hará él?
—Simplemente podríamos darle toda la culpa a ese cerdo. No me molestaría si llegase a morir.
—¡Tú…! —Su rostro se crispó cuando escuchó eso—. Sea como fuere, ¡él sigue siendo mi hermano!
—¡Lo sé! Te amo, pero él no me agrada. Lo odio —Tina desvió la mirada.
Aún guardaba rencor de cuando Danny solía burlarse de ella. Él diría que olía a cerdo porque ayudó a sus padres a criar a sus cerdos como ganado. A pesar de que era una agricultura regular, esos insultos fueron la razón por la que se volvió una fanática de la limpieza.
—Sé que lo odias. Pero esto es un tema distinto. Si él muere, ¿quién sucederá al alcalde?
—… ¡Tú!, ¡¿quién más sería?! —dijo Tina incrédula, su voz se quebró y sus mejillas se sonrojaron.
Por el contrario, Cronen parecía ligeramente molesto, pero también desalentado.
… Era imposible para él.
Odiaba saber que no podía hacerlo.
Cronen estaba consciente de eso. Nunca podría reemplazar a Danny.
Aunque, era cierto que Danny tenía muchos defectos.
Para empezar, a la generación más joven no le agradaba. A veces también perdió toda razón al tratar con mujeres. Además de eso, era un glotón, codicioso y tacaño. A decir verdad, muchos de los aldeanos no podían soportar su actitud arrogante.
«Incluso yo podría encajar como el alcalde».
«De hecho, todos creen que yo sería mejor que Danny».
Cronen lo había pensado antes. Quizás se confió demasiado porque sus amigos lo halagaron. Tal vez fue la antipatía que tenía hacia Danny lo que lo empujó. O tal vez simplemente se estaba rebelando contra su padre que favorecía a Danny y no a él. En cualquier caso, una vez que creció, decidió creer que era el más adecuado para ser el mediador del pueblo.
Sin embargo, se dio cuenta de algo cuando se ocupó por primera vez de la administración del pueblo.
Estaba Danny, que estudió de los libros y habló con comerciantes en búsqueda del conocimiento desde la infancia.
Luego estaba él mismo, que abandonó el estudio para correr por las colinas y los campos con sus amigos.
Su conocimiento, su capacidad mental; la brecha era demasiado grande.
Por supuesto, Cronen aún podía leer, escribir y realizar operaciones aritméticas. A pesar de haber sido expulsado por holgazanear, Bennett lo había atado a una silla y le había dado algunas lecciones. Podría hacer lo mínimo que un alcalde debería poder hacer, como calcular impuestos o administrar un libro de contabilidad.
Pero, al final, era sólo el mínimo. Habían asuntos más importantes que el representante de un pueblo debería poder realizar. Por ejemplo, comprarle productos a un precio razonable a los comerciantes. Además, vender productos manufacturados de la aldea a un precio justo. O incluso hacer conexiones con personas para realizar el intercambio.
Todo necesitaba cosas en las que Cronen no era bueno; conocimiento, experiencia y un ingenio veloz. Y, sin embargo, Danny podía hacer un trabajo tan complicado con tanta facilidad como si fuera un tendero.
Lo vio por sí solo, su propia inutilidad y la diferencia entre sus habilidades y las de su hermano. Lo aplastó.
Además, Danny tampoco dejaba de ganar dinero.
Analizó la información que recogió de vendedores ambulantes y conversaciones generales para anticipar los precios y las tendencias en el mercado.
También tenía otras tareas, como regular la siembra de cultivos, anticipar aumentos en los precios de los bienes para poder comprarlos antes de tiempo y preparar medicamentos antes de que una enfermedad los afectara. Desde la perspectiva de Cronen, la capacidad de Danny para interpretar la información estaba en un nivel completamente diferente.
Un día, Danny murmuró, ‘debería haber nacido de un tendero’. Ciertamente tenía las habilidades para los negocios. Era una pena. Ese talento era demasiado bueno para desperdiciarlo en algo tan simple como un alcalde de una aldea rural. Incluso Cronen sintió que era un talento maravilloso desde el fondo de su corazón.
Si él no fuera el hijo mayor, o si Bennett no le hubiese enseñado las responsabilidades de ser el próximo alcalde de la aldea, entonces tal vez Danny habría dejado el pueblo como comerciante hacía mucho tiempo. Pero, en su lugar, se quedó en Tahfu y pensó en el pueblo a su manera.
Comparado con los pueblos cercanos, Tahfu era considerado adinerado. Tenían buenas herramientas agrícolas y lujos como el alcohol y los dulces. Cuando realmente importaba, compraba varios medicamentos en caso de que alguien se enfermara o se lastimara. Muchos de los aldeanos vivieron esos asuntos gracias a él.
Los aldeanos tenían seguridad mental y física. Sin embargo, Cronen sabía que esta abundancia se debía a Danny. Cronen lo vio personalmente comprando los bienes con el dinero que él mismo ganó.
Los ancianos que presenciaron el cambio en el liderazgo también lo sabían. Hubo una clara mejoría en el nivel de vida desde la época de Bennett. Pero de ninguna manera Bennett fue incompetente. Danny era simplemente mejor para ganar dinero que Bennett. Cronen aceptó la arrogancia de Danny y lo apoyó en volverse el alcalde de la aldea porque sabía todo esto.
—Es… imposible para mí —Cronen sacudió la cabeza—. No puedo reemplazar a mi hermano.
—¡¿Por qué?! Puedes hacerlo. Yo puedo ayudar y todos los demás dicen que eres mejor para…!
—Ese no es problema.
Es simple. Él solo carecía de la habilidad. No importaba cuánto Tina ayudara ni cuán cooperativos parecieran los aldeanos, la brecha entre él y Danny no podía ser cerrada.
Aunque, quizá sería mejor si Cronen se hiciera pasar por el alcalde de la aldea por su rol de mediador y Danny trabajara detrás de escena.
Sin embargo, eso nunca sucedería. La razón por la cual Danny todavía estaba en Tahfu era para convertirse en el próximo alcalde de la aldea. Danny creció pensando que sería el próximo alcalde, y en ocasiones lo había aceptado como algo natural. Era un sentido de responsabilidad, un entendimiento. La idea de que, naturalmente, él debería ser el alcalde, lo mantuvo aquí.
Si ese pensamiento desapareciera, ¿qué pasaría?
Con toda probabilidad, Danny se iría del pueblo. Su orgullo no le permitiría trabajar en la sombra de su hermano menor insatisfactorio. Él no estaba demasiado apegado a la aldea en primer lugar, y con las conexiones y habilidades que ya tenía, podía ganarse la vida fácilmente como comerciante.
Cronen no veía razón alguna para que él se quedara.
Si Danny se iba, la aldea se quedaría con Cronen que era poco fiable.
La medicina y el alcohol acabarían por agotarse. Las herramientas agrícolas tendrían que ser reemplazadas algún día.
Cuando llegara ese momento, Cronen no podría conseguir el dinero. Tahfu una vez más caería inevitablemente al mismo nivel de vida que los pueblos vecinos. No serían pobres, pero tampoco serían ricos.
Tenía que hacer todo lo posible para evitar eso; era lo correcto.
—Lo he dicho incontables veces. ¡Aun si me ayudaras, no sería suficiente!
—¿Por qué…? ¡¿Por qué dices eso?! ¡No lo sabrás hasta que lo intentes!
—¡Es porque ya lo sé! ¡Danny es mucho más listo que nosotros dos juntos! —Cronen se irritó indescriptiblemente, gritándole a Tina que se retorcía de frustración.
Tina probablemente pensó que lo que a su marido menos le gustaba era que el hombre que ella más odiaba era superior a él mismo. Lo más probable no fue solo que Danny era superior, sino que el mismo Cronen lo reconoció y no pudo soportarlo. Es por eso que perdió los estribos.
Eso fue lo que más frustró a Cronen.
Los aldeanos más jóvenes, Tina incluida, no podían entender los logros de Danny. Ni siquiera lo intentaban.
Él era arrogante. Él hacía trabajar a la gente demasiado duro. Él no hacía ningún trabajo físico.
Todos fueron puntos malos, pero eso era solo la superficie. Nadie intentaba cavar más profundo.
«Incluso nosotros podríamos hacerlo si lo intentamos».
«No puede ser tan difícil».
Sin experiencia, sin conocimiento y sin base, simplemente dejan que sus emociones hablen por ellos. Su ignorancia infantil los dejaba en un punto sin retorno. Incluso Cronen se cansó de eso.
Y entonces siguieron burlándose de Danny y su actitud, incapaces de comprenderlo.
—Haa… Eso es todo. Esta conversación se acabó —Cronen movió su mano de un lado a otro y terminó la conversación sin más explicaciones.
… Se conformaba con ser el que trabajaba en las sombras. Se había resuelto a sí mismo a hacerlo. Como mediador del pueblo, escucharía las quejas de la generación más joven y actuaría como intermediario entre ellos y Danny.
Él creía que eso era lo mejor que podía hacer por la aldea.
Por lo menos, Cronen quería que su querida esposa lo entendiera, aunque, al ver su expresión extremadamente disgustada, volvió a suspirar levemente y negó con la cabeza.
—Tina… Ya sé que dijiste que no te importaría si mi hermano era asesinado. Pero si eso llegara a pasar, sabes que eso puede no llegar a acabar con solamente su vida, ¿cierto? Es por eso que necesitamos disculparnos pacíficamente sin dar excusas.
—¡Como si fuese a hacerlo!
—¡Estúpida! ¡¿En serio crees que terminará así y ya?! Aun si ese Kei nos exigiera algo absurdo, ¿crees que hay alguien en esta aldea que puede ir en contra de él? ¡Incluso Mandel no es capaz! ¿Tomarás la responsabilidad por ello?
—E…
—Si lo entiendes entonces cállate… Iré a disculparme con la muchacha. Danny… no, probablemente ella ya ni quiera verlo, pero si desea una disculpa viniendo de él entonces lo obligaré a hacerlo… En todo caso, recemos para que esto se resuelva pacíficamente. Me pregunto si alguien además de nosotros tendrá un cuarto libre… —Cronen se inclinó con las manos en la cabeza.
Tina solo lo miró en silencio, su mirada estaba llena de rencor. Entonces su mirada de repente se deslizó a su lado—. Ah… Volvieron.
—¿Qué? —Cronen se dio la vuelta. Kei y Mandel cabalgaban a través de la entrada del pueblo en sus caballos—. Ya volvieron…
«Qué momento oportuno», pensó mientras sonreía secamente. Suspirando, turnó su mirada entre los dos cabalgando uno al lado del otro y Tina.
«… Si solo ella pudiera seguir el ejemplo de Mandel», deseó.
Mandel era una persona particularmente respetable por su experiencia con su arco y espada corta. Incluso había realizado actos dignos de medalla de honor durante tiempos de guerra. Era prominente y tenía una gran influencia sobre todos en Tahfu, y la persona que él apoyaba no era Cronen. Era Danny.
El motivo era que ‘Danny era mejor’.
Por supuesto, esto fue en comparación con el propio Cronen, pero eso no le molestaba. Por el contrario, quería llorar lágrimas de alegría porque Mandel era lo suficientemente inteligente como para entender.
Mandel debería haber sido el que más odiaba a Danny; Cronen solo quería que le diera a Tina una lección, ya que ella permitía que sus sentimientos la controlaran.
Pero, ahora no es el momento para eso. Por ahora, tenía que hacer todo lo posible para disculparse con Kei sin provocarlo. Cronen suspiró, «¿por qué soy el único que tiene que preocuparse por esto…?».
Aunque era algo que él mismo había decidido, no estaba seguro de poder seguir adelante. Tomó una respiración profunda y tranquila para calmarse— Haa… —Y luego suspiró ligeramente otra vez, hoy había suspirado más veces de las que se puede contar.
† † †
Al regresar a la aldea, Kei se encontró bastante confundido cuando vio a Cronen postrarse ante él.
Cronen le dijo que Danny atacó a Aileen mientras dormía.
—¿Qué…? —La expresión de Kei se volvió oscura, como si estuviera a punto de lanzar la ira divina sobre ellos.
Aileen lo vio y lo detuvo rápidamente—. ¡Espera, Kei! ¡Espera!
Según ella, en lugar de que Danny la atacara, él sólo estuvo en la misma habitación que ella cuando despertó.
Kei tenía sus dudas sobre eso, pero si a Aileen no le importaba, entonces no había ninguna razón para que hiciera algo serio al respecto. Como quería quedarse en otro lugar, decidieron cambiar las casas en las que se alojaban. Jessica estaba muy feliz cuando escuchó que Aileen se iba a quedar allí en lugar de Kei.
Aun tras escuchar a Aileen decir que no le importaba, cuando fue a la casa de Bennett, Kei presionó a Danny cada vez que lo veía. La cena fue entretenida; el aire estaba tan cargado de nervios que Cynthia se empapó de sudor frío.
Después de la cena, Kei planeó mantenerse despierto y alerta como la noche anterior, pero la cama en la casa de Bennett era tan cómoda que se quedó profundamente dormido incluso mientras usaba todo su equipo.
Afortunadamente, los bandidos no atacaron esa noche.
A la mañana siguiente, Aileen estaba frente a la casa de Cronen, con unos pantalones holgados y un chaleco de cuero que la hacía parecerse a uno de los aldeanos.
—¿Cómo vas? ¿Te sientes mejor? —le preguntó mientras observaba.
Ella solo sonrió levemente en lugar de contestarle.
Crac. El raspado de grava. Una ráfaga de viento sopló y Aileen dio un puntapié al suelo.
Empieza, voltereta lateral. Finaliza con una doble voltereta mortal.
Crunch, más fuerte que los demás pasos, se elevó de un salto. Ella saltó lo suficiente para que Kei casi tuviera que mirar hacia arriba.
Hizo una habilidosa triple voltereta y aterrizó con precisión milimétrica. Con una sonrisa traviesa, ella levantó lentamente la cabeza— ¡No tan mal!
—¿Es así? —Kei asintió con los brazos cruzados, pareciendo satisfecho.
Junto a él, Tina y Cronen habían observado atentamente, de pie inmóviles y boquiabiertos.
—¡Guau! ¡Eso fue asombroso!
—Jejeje, ¿verdad que sí? —Aileen miró orgullosamente a Jessica, que jugaba con sus pies. Ella siguió mostrando las volteretas y saltos mortales para deleite de Jessica.
«Si está tan enérgica, supongo que ya se encuentra bien».
Estaba bien decir que ya estaba recuperada. Incluso si llegaba lo peor, Kei creía que tendrían más opciones ahora.
Kei decidió que era hora de irse.
Aileen calmó a Jessica. Ella empezó a llorar cuando escuchó que Aileen se iba. Bennett le dio a Kei la comida y otras necesidades vitales que se le pidieron.
Hubo algunas demoras, pero de alguna manera lograron terminar sus preparativos antes del mediodía.
—Fue corto, pero gracias por tu hospitalidad, Bennett.
Algunos de los aldeanos fueron hasta la punta del pueblo junto a la pareja para despedirlos.
Kei miró detrás suyo hacia el bosque. Si pasaban por la arboleda hasta el arroyo y viajaban por la carretera, podían seguir hacia el este hasta llegar a la ciudad de Satyna. Su destino final es Urván, la ciudad fortaleza, pero para estar seguros, decidieron tomar la carretera y pasar por otras ciudades.
—Kei, no fue por mucho, pero me divertí.
—Sí, yo también, Mandel —sonrió mientras le daba la mano a Mandel.
—Ay, es triste separarse —dijo Bennett mientras se acariciaba la barba y hacía una expresión de tristeza. En realidad se sentía aliviado de que se fueran tan pronto, pero no dejó que eso se le escapara.
Kei respondió aún con su sonrisa—: Es una lástima que ya tengamos que irnos.
—Y con respecto a la carta, te lo agradezco. Lo dejo en tus manos.
—Por supuesto, es una tarea simple.
Bennett buscó dentro de su bolsa y sacó un sobre mientras se inclinaba.
Parecía que su hija era la esposa de un artesano en Satyna. Como ya iban para allá, Bennett les pidió que entregaran la carta. Originalmente iba a pedirle a un vendedor ambulante que la entregara, pero probablemente quería ahorrarse la tarifa en la que incurriría.
—Me aseguraré que la reciba. Era Kiska-jou², ¿no?
—Ella ya no está en la edad para ser llamada ‘jou’ —Bennett se rió alegremente.
Junto a él, Anka cojeó unos cuantos pasos—. Kei-dono —sacó algunos fragmentos de cristal de su ropa y coreó con voz ronca, 『Bondezirojn. La grandaj spiritoj benos vin. 』³
Los cristales se resquebrajaron y una suave brisa pasó volando. Los fragmentos fueron recogidos por el viento y centellearon mientras volaban hacia el cielo.
Kei creyó escuchar una risa inocente.
—… Les deseo la mejor de las suertes, viajeros —ella terminó su bendición, pareciendo complacida.
—Te lo agradezco, Anka…
—¡Gracias, Anka!
Kei y Aileen se inclinaron antes de montar a Sasuke. Kei tomó el frente y Aileen se sentó detrás de él, aferrándose a su espalda.
Con ambos, y sus suministros, Sasuke miró a Kei como diciéndole, «P, pesan», pero como no iban a toda velocidad, no debería ser un problema.
—Lo siento, Sasuke. Por favor aguántalo —Kei frotó el cuello de Sasuke.
Sasuke bufó como si suspirara y dijera, «Bueno, supongo que estará bien».
Kei espoleó sus flancos y Sasuke lentamente comenzó a avanzar.
—¡Adiós, todos! ¡Cuídense! —Aileen saludó con la mano y les gritó a los aldeanos que los despedían.
—¡Tengan cuidado! —volvió su respuesta.
Clac, clac. Entraron en la arboleda y Aileen cambió de posición apenas perdió de vista a los aldeanos.
—Eran buenas personas… ¿no lo crees, Kei?
—Sí…
Kei relajó sus hombros tras escuchar su tono inocente.
—¿Podremos volver alguna vez?
Después de un corto instante, él respondió calladamente—: Sí…
—¡Volvamos algún día!
Pero Kei no escuchó.
Habían pasado alrededor de dos días. Dos días desde que llegaron a este mundo.
Con su descanso ya finalizado, se dirigieron hacia Satyna.
Aldeanos (Epílogo)
Esto marca el final del arco Tahfu.
Notas:
0– Véanlo así: Aileen primero estaba apenada por preguntar y la mujer, para molestarla, le dijo algo como “Oh, ¿ahora sí estás apenada?”, provocando que Aileen se avergüence aún más.
1– Aquí sucedió algo… raro. En vez de Tina, la oración mencionaba a Cynthia… Quizá haya sido el traductor que se confundió o el propio autor quien se confundió y no revisó esa parte. Igualmente también puede ser una mala interpretación mía sobre la traducción de «(…) Aileen lowered her voice and told Cynthia about that from earlier», supongo yo.
2– –jou: es un sufijo utilizado para referirse de manera respetuosa a una señorita joven o que no está casada.
3– La frase se traduciría como “Buena fortuna. Que los grandes espíritus te bendigan.”