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The World After The Fall: Capítulo 37

Absolute: Me arrepiento de esto, en serio.
Un-Neet~: cosechas lo que siembras jefe, bueno, aquí les traigo 3 caps, absolute solo ha podido editar 3/4 caps, así que considérenlo como si les debiéramos un capítulo más para la próxima semana :u
(1/3)
Traductor: The Un-Neet~
Editor: Absolute


Episodio 7:

Señor de Gorgón (1)

 
⌈La lluvia caía del cielo que se arremolinaba,
Y con los vientos que rugen,
Elevadas pues las faldas de varias chicas ondularon.

Si tan solo pudiera verlo una vez más…

⌈Poeta⌋ Euphrates, ‘estocada dura’

‹Episodio 7. Señor de Gorgón (1)›

 
El líder del EEM miró a Jae Hwan con una expresión determinada después de que sintiera el poder amenazante de un Fallecido invadiendo el palacio.
“¡Su eminencia! ¿No será usted también capaz de realizar el tajo de la muerte?”
Jae Hwan meneó la cabeza.
“No. Eso fue meramente una imitación. No puedo hacerlo.”
Ante aquellas palabras, el líder del EEM se tornó pálido una vez más.
“Entonces el castellano…”
Si era así, entonces el único que podría lidiar con esto era el Santo. Sin embargo, éste estaba actualmente inconsciente.
Jae Hwan sintió el movimiento de innumerables presiones espirituales hacia el palacio en masa. Advirtió una energía familiar.
‘¿Es la secta Cielos Prohibidos de esta mañana…?’
Algo estaba a punto de ocurrir. Jae Hwan se montó al Chung Heo inconsciente en la espalda y corrió hacia el palacio.
Mientras se acercaba al palacio, Se alcanzaba a ver más distintivamente la fuerza de las presiones espirituales. Era docenas de veces más fuerte que el de Zanya. Este era el poder del Castellano.
“¿Qué clase de persona era el castellano?”
El líder de EEM se titubeó ante la pregunta inesperada.
“Él era… Una buena persona.”
Jae Hwan había escuchado un montón que él era una buena persona; que era la última esperanza de Gorgón o el gran señor de Gorgón o algo así.
“Era la vívida leyenda de Gorgón. También era de los pocos que estuvo en la ⌈Expedición al Abismo junto con al Santo.”
“La expedición al Abism-”
Incluso antes de que Jae Hwan pudiera terminar, un grupo vestido puramente en ropas oscuras repentinamente bloqueó su camino. Sus movimientos eran extremadamente diestros, y Jae Hwan sabía a primera vista que esas personas no podían ser tomadas a la ligera.
Un hombre del grupo dio paso al frente.
“¿Eres el que puede hacer el tajo de la muerte?” preguntó el hombre amenazantemente.
Jae Hwan no respondió y en lugar de ello, escuchó disimuladamente la conversación tomando lugar detrás del hombre.
[¿Estás seguro que es este?]
[Sí, estoy seguro. Lo vi enfrentarse con el Canciller esta mañana.]
[Se ve como un inadaptante… ¿Y este tipo puede hacer el tajo de la muerte?]
[… Honestamente pienso que es una noticia falsa.]
[Eso no importa. Tenemos nuestras órdenes. Tenemos que matarlo.]
El rostro del líder de EEM se tornó extraño.
“¿El Líder del escuadrón de Extracción de Cuerno? ¿Y el Líder del escuadrón de Defensa de Bestias?”
“Ha pasado un tiempo, Líder del EEM.”
Si el escuadrón de exterminación mágica y el escuadrón sombra trabajaban para el Canciller, entonces el escuadrón de Extracción de Cuerno y el escuadrón de defensa de bestias trabajaban para el Ministro de relaciones exteriores. Y a pesar de que sus escuadras eran conocidas por ser deficientes comparado a las otras dos, su poder estaba en igualdad de condiciones. El par enfrente de Jae Hwan eran los líderes de aquellas escuadras.
“¿Te podrías mover? Estás bloqueando el camino. También sabes que es una terrible situación.” Dijo el Líder del EEM con prisa.
“No puedo moverme.”
“… ¿Por qué?”
“Tenemos nuestras órdenes.”
“¿Ordenes? ¿Qué? ¿Órdenes dadas por quién?”
El líder del escuadrón de Extracción de Cuerno y el líder del Escuadrón de Defensa de Bestias permanecieron en silencio. El líder de EEM entendió lo que ese silencio significaba.
“¿Quieres decir que vas en contra de nuestra secta?”
“Ir contra la voluntad de nuestra secta…”
El escuadrón de Extracción de cuerno vociferó.
“Cielos Prohibidos es la verdadera secta.”
Cielos Prohibidos.
Lo que sugería estaba tan claro que el Líder del EEM solo podía temblar de enojo.
“Y pensar que ese culto se ha extendido en la fortaleza hasta este punto…”
El Líder del EEM sacó su espada sin vacilación. El poder espiritual de un adaptante de 5.º orden, y también el que era el más fuerte de entre los varios líderes de escuadras junto al líder del Escuadrón Sombra, estalló. Incluso la fuerza del Líder de Extracción de Cuerno y del Líder del escuadrón de defensa de Bestias combinadas no podrían derrotarlo.
“Mírense, dándose aires y todo. ¿Siquiera se dan cuenta de a quién están desafiando?”
“Si crees que todavía somos los mismos de antes, estas muy equivocado.”
Una considerable cantidad de poder espiritual fue exudada por el Líder del Escuadrón de Extracción de cuerno y el líder del escuadrón de defensa de bestias. El rostro del líder del EEM oscureció. Hasta donde sabía, esos dos deberían de estar en el nivel de un adaptante de 4.º orden. Pero el poder espiritual proviniendo de ellos decía lo contrario; era lo suficientemente fuerte para ponerse al corriente con el suyo.
“¿Cómo…?”
Los ojos de Jae Hwan se agudizaron. El poder de esos dos era idéntico al de Zanya de esta mañana. El poder de un fallecido.
La batalla empezó cuando el par se apresuró al Líder del EEM. Pero incluso él no podía manejar los ataques combinados de los dos adaptantes de 5.º orden y sus subordinados. Pronto el Líder del EEM se retiró hasta quedar justo frente a Jae Hwan, cubierto con pequeñas heridas y tosiendo sangre.
“¡S, Santo! ¡Huye con el Santo! ¡Intentaré comprar algo de tiempo!”
“Sostén esto.” Jae Hwan interrumpió el heroico pero innecesario consejo del Líder del EEM.
“¿Qué?”
El líder de EEM sintió algo pesado aterrizar en su espalda. Era Chung Heo, que estaba roncando ruidosamente.
Jae Hwan flexionó sus muñecas y caminó adelante.
“Como dije, no puedo curar personas,”
Con esta situación inesperada, el grupo que estaba atacando al Líder del EEM vaciló por un segundo, pero pronto vieron rumbo y atacaron a Jae Hwan, con los dos líderes de escuadra al frente.
Jae Hwan desenvainó la espada en silencio.
“Pero si es matar, soy súper bueno en eso.”
‹•›
Prisión subterránea del Palacio Interno
El Canciller de Gorgón Yulewen Cheever miró calmadamente a la celda.
‘El Santo está tardando’
La puerta de la celda hecha de cuerno de bestia había sido derribada y ahora yacía en el piso. Un aura oscura emanó desde dentro de la celda.
Yulewen sabía perfectamente qué estaba en la celda. El hombre que una vez fue el Castellano de la Fortaleza Gorgón. El Hombre, que exentó del ‘Rey de Caos’, era el más cercano al título ‘rey’. Y también, el hombre que algún día podría ser llamado como el fallecido más desastroso.
Miró alrededor. Las personas reunidas en esta prisión subterránea eran los pilares de la fortaleza, los cabecillas oficiales de cada división bajo el Canciller Yulewen y el Ministro Exterior Maihan. Yulewen miró a esos rostros sucesivamente.
‘¿Por qué la condición del Castellano se volvió crítica ahora?’
El alma del castellano estaba contaminada a hasta el punto en que el ‘tajo de la muerte’ del Santo no podría tratarla del todo. Con una exterminación regular de ella, sin embargo, podría durar una semana.
Una recuperación completa era imposible con ese nivel de contaminación de alma, pero de igual manera se logró prevenir que el Señor se volviera un Fallecido. Sin embargo, de repente, la situación se había tornado a peor.
‘Solo ha pasado un día desde que el Santo estuvo aquí…’
Si el Santo hubiera estado aquí esta mañana, la contaminación había sido estabilizada.
¿Por qué? No podía entender. Yulewen mordió sus labios.
‘Si pudiéramos frenarlo por un mes, la recuperación completa hubiera sido posible.’
Hoy finalmente descubrieron cómo curar al Señor, gracias al misterioso hombre conocido como Jae Hwan.
El Santo había dicho,
—No podemos hacerlo ahora mismo. Su tajo de la muerte es solo una imitación. Sin embargo… Después de un mes, podría ser posible.
Yulewen le dio las gracias a Dios por ese milagro que descendió en Gorgón.
—Puede valer la pena el intento… Si son dos personas…
La única cosa que Yulewen tenía que hacer era comprar tiempo de la presión dada por los oficiales de Gorgón. Pero la cantidad total de tiempo que podía lograr comprar resultó ser no más de un día. Miró agudamente a los oficiales.
‘¿Acaso hay alguien que sabe de Jae Hwan?’
Yulewen ya sabía del espía escondiéndose de entre los oficiales de Gorgón. Lo sabía desde hace medio año cuando el Castellano, de la nada, incurrió en una terrible contaminación de alma al ir a una inofensiva inspección personal fuera de la fortaleza.
“Canciller, ¿hay algo que quiere decir?”
El Ministro de relaciones exteriores, Maihan, que notó la mirada de Yulewen, preguntó. Maihan había trabajado con el castellano por el mayor período de tiempo, y era el más cercano a ser el siguiente Señor de Castillo (Castellano). Su rostro apático no daba ninguna información en especial.
“No, no es nada.”
Su respuesta hizo que Maihan apretara los labios y dijera,
“No se alejen entre sí. Esto es un asunto de gran importancia.”
No era necesario decir eso; todos los presentes eran adaptantes de alto orden veteranos, pero la atmósfera era sin embargo tensa.
Yulewen detuvo a Maihan de caminar hacia la celda.
“Es muy peligroso. Tenemos que entrar juntos cuando el Santo llegue.”
“Si lo posponemos más, será el fin de Gorgón.”
Yulewen prometió dentro de su cabeza,
‘Desde cuándo ustedes se preocupan tanto por Gorgón.’
No había ni una persona que no supiera que el orden público general de Gorgón enfrentaba una crisis clara desde que el castellano se ausentó del trabajo. El lado Norte supervisado por el Inspector en Jefe Carlton estaba bien, pero la parte sur estaba encarando una anarquía total.
“Sin el Santo, no podemos realizar el tajo de la muerte de todos modos. ¿Estás diciendo que deberíamos matar al Castellano?”
“¿El Castellano? Todos sabemos que no podemos derrotarlo.”
“¿Entonces por qué…?”
“Tengo una solución.”
¿Solución?
Los oficiales empezaron a murmurar. Unos cuantos tenían rostros presumidos. Como si supieran lo que estaba viniendo.
“Vamos a realizar el ⌈Sello fallecido.”
“¡No! ¡Eso es para el último recurso!”
“No podemos permitirnos aplazar.”
⌈Sello fallecido.
Cuando un alma de gran poder está a punto de ser corrompida en un fallecido, ésta era la última medida para proteger la vecindad de esa alma. Una técnica conocida por ser solo posible para el clan Nokmyeonga.
“Ni siquiera tenemos una Piedra de Alma Descuidada.”
“Canciller. Todos sabemos, así que no pretenda ignorancia por favor.”
El Ministro de relaciones exteriores dijo con una voz fría.
“Todos sabemos que tienes en posesión una Piedra de Alma Descuidada.”
El rostro de Yulewen se retorció.
‘¿Cómo?’
Pronto, del exterior de la prisión una caja negra fue llevada dentro por alguien. Yulewen sabía qué era esa caja, era una caja que contenía las Piedras de Alma Descuidadas que recibió de Jae Hwan esta mañana.
Estaba siendo cargada en el aire por poder espiritual, probablemente para evitar que la contaminación fluyera fuera de la caja. Y el que cargaba la caja no era nadie más que el Líder del Escuadrón Sombra.
‘¡Él!’
Para que su subordinado directo sea el traidor. Era algo que Yulewen nunca podría haberse imaginado.
El líder del Escuadrón Sombra evitó los ojos de Yulewen mientras entregaba la caja a Maihan.
“El futuro de Gorgón cuelga de esto, ¿y estabas intentando monopolizarlo?”
Yulewen quería gritar que era debido a que no confiaba en ellos, pero no tenía nada que pudiera decir a este punto. Maihan estaba en lo cierto. El nivel de contaminación del Castellano estaba en un estado crítico y el Santo no estaba aquí. La única opción que quedaba era el ⌈Sello fallecido. Es por eso que el juicio de Maihan era razonable.
“Sabes muy bien lo que sucedería si el Castellano se transforma en un fallecido.”
El señor de Gorgón era uno de los diez mayores campeones de Caos. Si esa clase de persona fuera a convertirse en un fallecido… Sería catastrófico.
“No estarás tratando de convertir al Señor en un fallecido colosal, ¿cierto?”
Fallecido colosal. A menudo llamado la ‘Calamidad de Caos’. Ellos comandaban legiones de incontables fallecidos, y arrasaban con todo en su camino.
“N, no. Tenemos que evitar que eso suceda.” Dijeron en voz alta unos pocos oficiales nerviosamente.
Yulewen intentó hablar calmadamente.
“Sin embargo, la técnica del ⌈Sello fallecidoes algo que solo el Clan Nokmyeonga puede usar. Incluso si tenemos una piedra de alma descuidada, no es algo que podamos hacer.”
“No te preocupes.”
Maihan tranquilizó a todos.
“He traído a alguien que sabe ese ritual.”
Tras sus palabras, seres envueltos en tela oscura de pie a cabeza aparecieron de atrás del Líder del Escuadrón Sombra.
“Ellos no son Nokmyeonga.”
“Son completamente capaces de realizar el ⌈Sello fallecido.”
Yulewen se mordió los labios. Si esto continúa así, el poder espiritual del Señor será capturado en la piedra de Alma Descuidada. Pero ese no era el problema. El problema era ‘¿Quién caerá en posesión de esa piedra?’.
En Caos, los títulos no se dan hereditariamente. Habrá aquellos que codicien la Piedra de Alma Descuidada que contuviera el poder espiritual del Señor, porque tener posesión de ello no solo significaba que se volvería uno de los más fuertes en Caos, o que obtendría el título del Señor.
‘El que tenga el poder espiritual de nuestro Señor se volverá el Señor de Gorgón, ‘Bestia de Protección’.’
Uno de los hombres cubiertos en tela caminó adelante y agarró la piedra de Alma Descuidada. Una ola de murmullos se abrió camino. Siendo capaz de tocar la piedra de Alma Descuidada a pesar de no ser un Nokmyeongga, solo dejaba una conclusión.
‘… ¡Son los que pueden controlar la contaminación’
Las últimas palabras del Señor pasaron por su cabeza.
—Aquellos que pueden controlar la contaminación del alma aparecieron.
El Señor había estado investigándolos, cuando se contaminó.
Yulewen miró a Maihan.
‘¿Fuiste tú…?’
Yulewen miró alrededor suyo una última vez. Solo dos oficiales presentes tenían rostros sorprendidos y llenos de miedo. El resto estaba mirando calmadamente a la piedra de Alma Descuidada. Él, entonces, aceptó que ya no había nada que pudiera hacer.
‘Ahh. Gorgón está…’
Maihan caminó a la celda junto a las personas cubiertas en tela negra e iluminó el espacio con una habilidad. Una bola brillante de luz flotó encima, cerca del techo. Y la apariencia del Señor, demacrado hasta los huesos, fue revelado.
Su cuerpo ya estaba negro como el carbón, y claramente no podía ser tratado. Las venas se movían como gusanos, amenazando con salir. Este era el estado lamentable del hombre que una vez fue la leyenda viva de Gorgón. Yulewen contuvo sus lágrimas.
‘Lo siento, mi Señor.’
El techo de la prisión subterránea explotó. La corriente de aire se llevó al hombre vestido de negro, y los oficiales en pánico gritaron de la sorpresa. Alguien bajó de un salto desde el hueco recién hecho, y la única persona que le reconoció fue el canciller de Gorgón.
“¡Sr. Jae Hwan!”
Jae Hwan estaba allí, cargando a Chung Heo en su espalda.


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