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The Wandering Inn – 1.08

Buenas chicos! Espero que se acuerden de mi existencia. No estoy vivo todavía, de hecho estoy enfermo y en periodo de examenes finales. Pero aproveché el día en cama para terminar el capítulo que había dejado incompleto en mi pc hace bastante tiempo. También quedé cerca de terminar el siguiente, así que seguramente lo obtendrán pronto. Por otra parte, no me pregunten fechas porque eso no lo puedo responder con certeza, por lo mismo solo iré posteando cuando pueda.

Ahora, en terminos más de contenido, quería avisarles que de ahora en adelante, en los capítulos, dejaré los nombres de las clases, razas y habilidades tal cual están en inglés. Si es necesario puedo poner una nota de traductor, pero ocurre que quiero evitar que despues se confundan ya que muchas clases no suelen tener un equivalente en español.
Pues eso, espero les agrade el capítulo. Si encuentran cualquier falta de ortografía o alguna sección que está rara no duden en avisarme c: ¿Qué opinan de Klbkch y Relc? ¿Creen que Erin podrá congeniar con ambos?  ¿Qué sucedió al final?

Esta es una obra original por Pirateaba, autora de la novela. Por favor apóyenla en sus páginas oficiales~ Nosotros solo tomamos responsabilidad y reclamamos autoría de las traducciones solamente.


 
Erin despertó con una gran sonrisa en su cara.
En realidad, ella despertó y se fue a dormir de nuevo varias veces hasta que los rayos del sol brillaron lo suficiente como para ignorarlos. Sin embargo, cuando ella finalmente se levantó y tomó desayuno, una sonrisa apareció en su rostro.
Esta apareció cuando ella se encontraba comiendo más frutazul y se dio cuenta que estaba haciendo uso de sus dos manos. Erin tuvo que detenerse por un segundo y mirarse la palma por un rato. Ella tocó gentilmente la piel limpia, sin cicatriz y sin ningún corte y luego sonrío.
“Las pociones curativas son lo máximo.”
Ella se sentó y se apoyó en el respaldo de la silla en lo que flexionaba sus manos. No dolían. Era increíble lo mucho que no dolían. Y todo esto ella se lo debía al gigantesco hombre hormiga y el lagarto… Drake. ¿Cuáles eran sus nombres?
“Klbkch y… el hombre Drake.”
Erin suspiró en lo que los recuerdos volvían y la comenzaban a confundir nuevamente.
“En serio. Eran tan… normales. Pero, al parecer, yo también soy normal. Hay otros humanos por ahí al menos. Pero, ¿subir de nivel? ¿Clases? ¿Soy una posadera? ¿Acaso hago cosas de posadera? ¿Cómo funciona?”
Luego, ella recordó algo más.
“De nuevo subí de nivel.”
Erin se tocó el pecho. Ella creía que iba a sentir orgullo o algo por lo que ella logró cumplir, sin embargo, ella con suerte se sentía vagamente llena. Pero luego ella recordó.
“[Basic Crafting]. Podría intentar usarla supongo. Ya me quedé sin fruta de todos modos.”
 
 
Fue un viaje sin eventos inesperados hacia los árboles de frutazul. En lo que Erin observaba los árboles ella se comenzó a preguntar por primera vez cuantos árboles quedaban para comer. Así, comenzó a contar.
“… Al parecer tengo algunas cuentas semanas antes de que se acaben. Pero bleh, comer frutazul todo el tiempo sería asqueroso. Al menos hay algunos ingredientes para hacer pasta si es que logro encontrar más huevos.”
¿Pero qué ocurriría cuando su pequeña alacena terminara vacía? ¿Qué entonces?
Erin tocó el bolsillo de sus jeans y logró escuchar el sonido de las monedas. Cierto, ella tenía un poco de dinero. ¿Pero cuánto era? Y más importante aún, ¿Cómo lo gastaría? No era como si ella fuera capaz de comer metal.
Quejándose, Erin tomó toda la frutazul que podía y comenzó a devolverse. Eso sí, se estaba volviendo bastante molesto el tener que llevar todas las frutas en la mano. En el camino se le cayeron varias, causando que la piel se les machucara y que la fruta se volviera más blanda. ¿Entonces por qué no intentar cocinar o hacer algo con ellas?
Erin miró el piso. Tenía… hierba. Luego miró a los árboles. Tenía madera. Pero no tenía forma de cortar esa madera, lo que no era bueno. Volvió a mirar la hierba, y así, algo en su cerebro se prendió.
“Vamos a ver. Si tomo esta hiera aquí y hago un nuda aca…”
Erin se agachó y comenzó a recoger las matas más largas de hierba en lo que testeaba su durabilidad. Luego, comenzó a atar nudos y cortar con su cuchillo. Así supo que tenía que concentrarse en su tarea – Ella no podía simplemente quedarse en autopiloto, pero al mismo tiempo ella sabía con certeza lo que ella estaba haciendo. Luego, en menos de 20 minutos, ella se encontraba mirando una canasta hecha de hierba.
“Whoa.”
Erin levantó la canasta y la inspeccionó. Era liviana, pero duradera. Ella experimentalmente tiró todas las frutazules que tenía dentro de la canasta y la levantó. La canasta de hierba se hundió un poco, pero el mango atado no se rompió. Era una canasta de verdad, hecha de hierba.
 


 
¿Era vulgar? Sí. ¿Se sentía ella con ganas de bailar con pompones en una isla desierta? Sí. ¿Acaso eso era una terrible idea? Probablemente. ¿Y se debería sentir ella mal de sí misma por ello? Ella ya lo estaba. Ah, pero ella tenía una canasta.
Y más importante aún, ella tenía un plan.
¿Qué podía hacer ella con una canasta? Bueno, podría comer y caminar al mismo tiempo, ya que tendría una mano libre. Erin le sacó el corazón a algunas frutazules y se quedó con las semillas. Luego, ella salió a buscar por huevos.
Le tomó casi una hora antes de que ella pudiese encontrar otro nido. Cuando ella divisó la figura café agachada en la hierba alta, Erin comenzó a pisar con mucha fuerza con el fin de hacer la mayor cantidad de ruido posible.
Esta vez la cosa que hizo erupción de la hierba no salió volando inmediatamente, en cambio, el pájaro-dinosaurio gritó y salió tras ella. No obstante, Erin se mantuvo en el lugar, alcanzó su canasta y tiró una de las semillas.
Falló.
Pero el objeto volador asustó al pájaro. El pterodáctilo vaciló y luego comenzó a volar en dirección contrario en lo que Erin le lanzaba más semillas. Ante esto, Ella se rió triunfantemente y se apresuró para agarrar los huevos. Fue ahí cuando el pájaro se dio media vuelta y comenzó a volar hacia ella, picoteándola y tratando de morderle. No le tenía miedo a las semillas en lo absoluto.
 


 
Solo cuando ella estaba segura de que el pájaro-dinosaurio se había ido que Erin dejó de correr. Ella se detuvo y cubrió una de las tantas marcas de picotazos en sus brazos y espalda e intentó no gritar.
“Estúpida cosa.”
 
Al menos no fue más grande. Erin intentó pegarle un par de veces hasta que dejó de intentar comerle la cara, pero eso no significó que ella había salido de ahí sin ningún rasguño.
Erin siseó en lo que presionaba otra de las mordeduras. Ella no quería nada más que poder ponerles un poco de agua helada encima. Desafortunadamente, habían más rocas sospechosas en el camino. De hecho, habían como seis, esparcidas a través de la planicie. Bueno, su truco no había funcionado en los pájaros pero los cangrejos-roca eran una cosa totalmente diferente.
En su camino de vuelta Erin empastó a dos cangrejos con los pegajosos corazones de fruta cuando se le comenzaron a acercar a ella. No les gustaba el líquido toxico que se esparcía por sus conchas por lo que se retiraban inmediatamente en lo que gritaban. Así, Erin se limpió el jugo hediondo de las manos y continuó su camino a través de la horda de cangrejos triunfantemente.


 
Era justo pasado el mediodía cuando Erin llegó de vuelta a la posada. Al menos ella había dejado de sangrar en lo que regresaba. No obstante, ella alcanzó a cruzar la mitad de la puerta del edificio cuando en un momento ella pestañeó y luego comenzó a vomitar.
Erin dejó de atragantarse y dejó de sentir nauseas lo suficiente como para poder mirar la piscina de frutazul líquida que tenía en frente. Luego se volvió a enfermar. Y luego vomitó otra vez más después de esa.
De alguna forma, Erin logró llegar al río. No fue nada más que una combinación entre caminar rápido y detenerse para vomitar lo que le permitió llegar ahí. No fue tanto como un salto, sino más como una caída al río lo que ella hizo apenas llego. Dentro de éste ella comenzó a tiritar en lo que lo que fuera que le estaba afectando comenzaba a hacer efecto.
 


 
La siguiente hora la mantuvo a ella arrodillada frente al río, tomando agua, vomitándola y manteniéndose fuera del alcance de los peces raros que andaban por ahí. Afortunadamente, ellos no parecían muy inclinados a acercarse a ella tampoco. De hecho, ella vio como uno de los peces nadó hacia ella y comenzó a devorar lentamente los contenidos de su estómago en lo que se lavaban corriente abajo. Asqueroso.
Erin se lavó la boca y las manos como por décima vez en lo que sintió como las náuseas y los tiritones comenzaban a calmarse poco a poco.
“¿Qué – Qué fue eso?”
Erin solo podía susurrarse a sí misma en lo que miraba al agua. Ella movió su cabeza – No tanto por desear moverla sino que porque quería asegurarse de que no hubieran peces peligrosos.
El pez que se había estado comiendo su vomito ahora se encontraba flotando panza arriba en el agua. Erin observó como los otros peces se encontraban evadiéndolo tal como la evadían a ella.
“… Veneno, tiene que ser.”
“Bueno, lo que sea. Me siento bien ahora así que pensaré sobre ello más rato.”
Erin comenzó a devolverse hacia la posada en lo que las ultimas ganas de querer vomitar se le iban. Había tenido suerte ella suponía, pues solo se sintió terrible como por una hora. Si hubiese sido algo realmente serio—
Erin tuvo que detenerse y sonreír. ¿Serio? Antes cuando ella no tenía que luchar para sobrevivir, oh, tres días atrás, enfermarse de tal manera seguramente la hubiese dejado en cama por una semana.
“Y hubiese tenido un equipo de doctores alimentándome pastillas por libra también.”
Ella se rió levemente. Luego su sonrisa se desvaneció. Erin se cubrió su cara con la palma de su mano.
Ella tembló.
Y luego volvió a caminar. Se estaba volviendo oscuro y no podía detenerse ahora.
Ella se encontraba en mucho peligro.
 


 
La clave para distraerse a uno mismo era el movimiento. Erin se movía dentro de la posada y se mantenía ocupada. Ella limpió el vómito del piso, lavó los platos lo mejor que pudo con un poco de agua, comió un poco de basta y también trajo más platos y cubiertos a la sala común. Luego ella guardó los huevos y la frutazul en una de las alacenas, fue arriba y limpió algunas habitaciones. Ella se estaba moviendo, pero en realidad ella se encontraba esperando.
“Ellos dijeron que iban a visitar. ¿Pero de verdad iban a hacerlo o estaban ocupados? De cualquier manera, siempre puedo hacer más pasta y guardar un poco para más rato, ¿no?”
Ella tenía una olla llena de pasta caliente en la cocina y ella también se había servido y comido su propio plato de fideos aceitosos con un poco de jugo de frutazul antes de darse cuenta de que ya estaba oscuro. El cielo era tan increíblemente vasto y las estrellas tan numerosas que era simplemente hermoso. Y aterrador. A Erin le hubiese encantado mirar las estrellas si se encontrara en casa, pero lo que en realidad ella quería era ver dos figuras. Pero no podía.
“Deben estar ocupados.”
Erin suspiró hacia sí misma. Pero no era tan tarde tampoco, ella podía esperar.
La joven mujer se sentó en la mesa, su estómago llego, sus ropas rasgadas y sucias, sus ojos cerrándose. Pero cada cierto tiempo, sus ojos se dirigían hacia la quieta puerta de madera. Esperando.
 


 
Relc se estiró en su silla dentro del cuartel de los guardias. No estaba muy lleno durante la noche temprana, la mayoría de los guardias ya se habían ido o comenzaron sus patrullas nocturnas. Los que quedaban en el edificio eran casi completamente puros Drakes, además de algunos [Guardias] altos, peludos y humanoides.
El guardia más antiguo le tiró una mirada irritada al grande y encorvado insecto que se encontraba pululando en la mesa junto a él.
“¿Terminaste con tu papeleo para poder irte por el día?”
“Casi.”
Klbkch hizo una anotación precisa con su pluma en un pergamino de papel.
“Listo. Con esto ya estamos los dos listos para irnos. De nuevo.”
“Genial. Gracias. Ahora, ¿quieres ir a revisar en que anda la humana? He escuchado—“
De repente una mujer Drake le grita a Relc desde el otro lado de la habitación. Ella no estaba ni cerca del porte de Relc, además, ella tenía una cota de malla y tenía una espada en su cadera en lo que se le acercaba a paso fuerte hacia él.
“Hay un disturbio en el mercado. ¡Anda allí y detén la pelea!”
“¿Qué? ¿Un idiota tuvo que comenzar una pelea justo ahora? Estabamos apunto de irnos de vuelta y—”
“¡Cállate y muévete!”
“… Imbécil.”
“Una lástima. Vamos en camino.”
“Qué flojera. Vamos a darles duro a esos cabezas de escama rápido. Tal vez tengamos tiempo de ir a la posada después.”
“Tú sabes que nos llamarán para perseguir a aquellos que se escapen. Y también tendremos que ver cuánto daño se hizo, detalles de guardias e investigar cualquier saqueo que pudo haber ocurrido durante el altercado…”
“Aw.”
“No te inquietes. La humana no irá a ningún lado.”
“Lo sé, lo sé. Pero justo iba a ir a comer más pasta y—”
“¡Relc!”
El grito enojado hizo que Relc frunciera el ceño y se cubriera los dos agujeros a los costados de su cabeza.
“De acuerdo, vamos. Diablos, de verdad odio al capitán.”
Capitana~ No la insultes mientras todavía se encuentra dónde puede escucharte.”
“Que se coma mis escamas. Solo vamos y acabemos con esto.”
“Después de ti.”
 


 
Erin yacía sentada en el mesón de la posada mientras esperaba. Todo estaba perfecto.
Bueno, estaba casi perfecto. Estaba por lo menos aceptable. Ella tenía una canasta de frutas azules, más pasta en una gran olla, e incluso había llenado el cubo con agua fresca del río. Tenía platos y cubiertos prácticamente sin manchas y en resumen, ella estaba lista para atender a algunos clientes.
Si es que llegaban algún día
Eventualmente sus ojos se cerraron. Su respiración se hizo más lenta. Ella se quedó dormida mientras soñaba que seguía despierta y esperando.
 


 
Pum. Pum.
Erin despertó. Levantó su cabeza y observó a sus alrededores un tanto mareada. Estaba oscuro.
Pum. Pum.
Algo se encontraba en la puerta. Erin se limpió la baba de su barbilla y se levantó de la mesa. Se debió haber quedado dormida mientras esperaba. Pero aquí estaban por fin. Ella chocó y se tropezó con hartas cosas hasta que llegó a la puerta y tembló. Estaba helada. De hecho, no estaba solamente helada. Estaba… ¿congelada?
La manilla de la puerta estaba cubierta por una delgada capa de hielo. Desde atrás de la puerta Erin sintió algo heladísimo, incluso, ella podía sentir como una ráfaga de viento helado entraba por las grietas de la puerta. ¿O acaso solo era una sensación atemorizante que corría por su espalda?
Pum.
Erin se alejó de la puerta con un salto. Eso no era alguien tocando la puerta. Alguien se encontraba pegándole. Fuerte.
“Hey. ¿Quién está ahí?”
Ella deseó que su voz no hubiese salido tan tembleque.
“Un visitante.”
¿Fue un susurro? No. Fue más como un eco. Sonaba como si la voz hubiese viajado miles de kilómetros, de hecho, tenía una cualidad poco sobrenatural. Ninguna voz podía sonar así de grave, tan atemorizante.
“Um. Estamos cerrados. Lo-Lo lamento.”
Luego algo al otro lado de la puerta como que… se rió. Probablemente fue una risa. Sonaba húmeda y como una gárgara.
“No importa. Requiero alimentos. Comida. Dame lo que quiero y me iré en mi camino.”
¿Comida? ¿Así como del tipo de comida que la gente normal come? Erin tembló.
“No tengo. ¡Vete!”
“A mí no se me negará nada. Abre esta puerta o enfrenta mi ira.”
Eso fue suficiente para Erin. Ella se alejó de la puerta.
“¡Te lo estoy advirtiendo! Entra y verás cómo yo, yo…”
Ella miró a sus alrededores con desesperación. Estaba demasiado oscuro y se le había olvidado donde había guardado los cuchillos de los goblins. Arma. Necesitaba un arma.
“No hagas que me enoje más. Si rehúsas mi simple petición yo voy a—”
 
Ella no esperó a ver qué era lo que la voz iba a hacer. De hecho, ella podía adivinar. En cambio, Erin corrió a la cocina. Necesitaba un arma. Un cuchillo, un pedazo de madera, una espátula, lo que fuera.
La mano de Erin logró encontrar el asa de una olla cuando el crujido de la madera hizo que su aliento se detuviera. Se le había olvidado. Ella había estado esperando por Klbkch y su amigo. Eso significaba que—
La puerta seguía sin seguro.
Algo comenzó a empujar la puerta mientras la abría. Erin corrió hacia la puerta y se abalanzó con todo su peso contra ella. Ella logró empujar lo que fuera que fuese atrás, pero no logró cerrar la puerta completamente. Estaba bloqueándola.
“Esto no es sabio. Tu insolencia solo te traerá un castigo más grande.”
La criatura le siseó a Erin. Ella podía escucharle justo afuera de la puerta. Estaba empujando, tratando de conseguir que la puerta se abriera. Pero Erin estaba siendo impulsada por miedo puro y, de alguna forma, logró que la puerta se quedara donde estaba.
“Señora. Todo lo que pido es un poco de comida. Proporcióname eso y me iré.”
La criatura esquelética alcanzó a meter su mano por la puerta. Algo oscuro goteó de sus huesos, este cayó sobre la madera y se desvaneció.
“No deseo enojarme.”
Su mano se encontraba afirmando la olla. Su corazón se encontraba muerto en su pecho.
“No.”
“¿No?”
La monstruosidad esquelética pareció ganar impulso. Este empujó la puerta aún más e hizo que un hedor extraño entrara al lugar.
“Una lástima. Pero te haré proveerme de sustancias alimenticias de todas maneras.”
Erin agarró la puerta e intentó cerrarla con todo lo que tenía, pero la criatura simplemente la azotó abierta. Así, ella cayó de espaldas y observó con horror a lo que tenía en frente de ella.
Una cosa con muchos huesos y pedazos de carne le miraron desde arriba. La cosa emitía un olor fantasmal y una luz roja flasheaba desde sus ojos.
“Dame lo que deseo o verás—“
Erin gritó y lanzó la olla con toda su fuerza.
 


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Ulric se la come pero es buena gente y no banea
Ulric se la come pero es buena gente y no banea
hace 6 años

deberías dejarlos en español y poner su equivalente mas cercano a este, si bien muchos aquí sabrán lo que quieres decir con cada cosa creación de objetos básica y eso, muchos tendrán que estar dando viajes a traductor google y buscando imágenes y con los periodos que se pasa sin leer lo harán continuamente.

OzK4r
Editor
hace 6 años

Quien es White? O.o

Rohandy Guzman
Rohandy Guzman
hace 6 años

😀

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