Súper Gen Divino – Capítulo 948: Acuerdo Justo

Sexto Capítulo Semanal

¡Disfrútenlo!

Demonio Draconiano clamó contra la insubordinación de las criaturas que querían huir y les gritó que se quedaran, pero no le hicieron caso. Carecía de autoridad, pues él y las criaturas habían firmado un contrato con la Baronesa de las Espinas. Ella era la única persona de la que ambas partes podían aceptar órdenes.

Los humanos estaban exuberantemente contentos, tras el rápido giro de los acontecimientos. Bajo la dirección del Viejo Huang, persiguieron a la horda de criaturas hacia el bosque y lejos del refugio, matando a los rezagados.

“Voy a matarte.” Fue gracias a Demonio Draconiano que Han Sen pudo fingir su muerte y matar a la Baronesa de las Espinas.

Y al ver que Demonio Draconiano iba a por él, Han Sen llamó a su Serpiente Sangre de Dragón para que le apoyara.

“Te mataré, quizás no ahora, pero algún día. Te lo prometo.” Demonio Draconiano sabía que no podía derrotar a Han Sen en las circunstancias actuales. Así que juró matarlo, se dio la vuelta y abandonó el campo de batalla.

Sin embargo, no tenía sentido ir tras él. Su piedra espiritual no estaba cerca, y cualquier victoria contra él sería efímera. Con la Serpiente de Sangre de Dragón a su lado, Han Sen decidió, en cambio, eliminar todas las criaturas que pudieran huir y adelgazar la horda que pronto recuperaría su número y su fuerza personal en el Refugio de las Espinas.

«Cazada Bestia Mutante Titán Torre. Se ha obtenido el Espíritu Mutante de la Bestia Titán Torre. Consumiendo la carne de Bestia Mutante Titán Torre hay oportunidad de obtener 0-10 puntos genéticos mutantes.»

Han Sen y la serpiente le dieron una paliza a la criatura. A lo largo de todo el asalto, esta sólo era su tercera muerte de la noche. Recibir otro espíritu de la bestia fue muy afortunado.

Con la mayor parte de la horda dispersa, desparramada en la huida por la espesa maleza en un intento desesperado de volver a casa, Han Sen se apartó y centró su atención en los rezagados primitivos que podía capturar y matar más fácilmente.

Los humanos ganaron la lucha, y fueron agasajados con muchos botines por su valentía. Se habían recogido muchos espíritus de la bestia y se había cosechado mucha carne de criatura.

Lo único que desanimaba a Han Sen era el tamaño de las criaturas que habían matado. Aunque abatir a tales enemigos era una tarea impresionante, los cuerpos corpulentos significaban que su consumo sería lento, y muchas bocas tendrían que trabajar con la misma carne. Aun así, eso permitía un festín en las celebraciones de la victoria que pronto llegarían.

Han Sen convocó a Meowth y al Caballero Desleal para darles de comer. El caballero, sin embargo, ni siquiera miró la comida que le ofrecían.

“Otro bastardo quisquilloso.” Han Sen desconvocó al caballero rápidamente después.

En la celebración, Han Sen fue tratado como un héroe, y casi se emborrachó.

En el Refugio de las Espinas, las cosas eran previsiblemente sombrías. La hermosa Baronesa de las Espinas estaba furiosa por los acontecimientos que habían ocurrido. “¡Ese asqueroso imbécil! Voy a hacer que lo cuelguen, destripen y descuarticen.”

Todos los Espíritus y criaturas que estaban en su presencia temblaban de miedo ante su matriarca. Lo último que querían hacer era decir o hacer algo que la disgustara aún más, nadie quería incitar su ira en su actual estado de ánimo.

“Ellos lo consiguieron.” Tie Yi tenía una expresión complicada, y se esforzaba por comprender el hecho de que la Baronesa de las Espinas y su ejército habían sido derrotados. Era una sorpresa saber que el pequeño refugio humano había reclamado la victoria. Nunca se había sorprendido tanto como cuando vio a una horda de criaturas agotadas abrirse paso a través de las puertas del refugio.

Después de un rato, decidió contar cuántas criaturas habían regresado. Se sorprendió aún más al saber que cinco criaturas mutantes no habían regresado y que probablemente habían sido asesinadas.

“¿Cómo demonios ha conseguido eso?” En realidad deseaba haber estado allí, luchando junto a otros humanos. Una batalla así debía ser un espectáculo glorioso. Por desgracia, había firmado un contrato con la Baronesa de las Espinas.

De vuelta a la Alianza, Han Sen fue a reunirse con Ji Yanran en la comunidad virtual. Le contó la batalla en la que había participado.

Ji Yanran se alegró por él, pero aún así tuvo que rogarle que intentara mantenerse lo más seguro posible. la tercera zona de El Santuario de Dios era un lugar peligroso y ella sólo quería que él estuviera seguro.

Poco después de su encuentro, Ji Yanran tuvo que volver al trabajo, así que abandonó la comunidad virtual. Sin embargo, antes de partir, Han Sen detuvo a Annie.

“Annie, ¿puedes prestarme este arco durante un tiempo más?” Han Sen ordenó la construcción del mismo arco para su uso personal, pero tardaría tres meses en estar terminado. Como le gustaba mucho, le preguntó si podía seguir usando el suyo por el momento.

Arcos como ese requerían mucho trabajo y una cuidadosa planificación en su fabricación. Eran extremadamente valiosos, e incluso con la tecnología actual, la producción en masa de un arco así era imposible.

“Claro, pero ¿qué tal si me haces un favor a cambio?” Dijo Annie.

“¿Hacer qué?” Preguntó Han Sen.

“Voy a ir a una fiesta de Transcendidos, me gustaría que me acompañaras.” Respondió Annie.

“¿Tú? ¿De fiesta?” Han Sen parecía atónito.

Han Sen siempre había tomado a Annie por una especie de robot sin vida que seguía a Ji Yanran como una sombra. Nunca la había visto demostrar mucha emoción, y tampoco la había visto hacer nada remotamente interesante.

Ni siquiera la había visto visitar el santuario.

Y ahora que decía que iba a una fiesta. Han Sen se quedó sorprendido.

“Sí, ¿vas a venir?” Preguntó fríamente Annie.

“Por supuesto. ¿Qué tipo de fiesta es?” Han Sen necesitaba el arco para cazar, así que sabía que no tenía más remedio que acompañarla.

“Oh, es sólo una reunión con algunos de mis viejos amigos.” Dijo Annie.

“¿Amigos? ¿Tienes amigos?” La mente de Han Sen se esforzó por pensar qué clase de personas querrían ser amigas de Annie.

“Olvídalo. Devuélveme mi arco.” El temperamento de Annie se encendió repentinamente de ira.

“¡Lo siento, lo siento! Iré, iré, sin hacer preguntas. Sólo dime dónde debo estar e iré.” Suplicó Han Sen rápidamente.

“Ve al Planeta Atlántico. Alguien irá a buscarte allí mañana.” Después de decir eso, Annie partió rápidamente.

“¿Planeta Atlántico? ¿No es ese el planeta de la familia de Lan Te?” Han Sen pensó para sí mismo.

La familia de Lan Te era similar a la de Genéticas Ángel, y era una de las cuatro grandes, pero Lan Te no vendía nada remotamente parecido al Fluido Ángel.

La familia de Lan Te sólo producía dinero.

Era el banco más antiguo y más grande de la Alianza, y la mayoría de los otros bancos se referenciaban y cooperaban con ellos.

Había una organización en la Alianza llamada Reserva Federal de Levo. Estaba relacionada con la economía y era un departamento independiente.

Ni siquiera el presidente tenía autoridad para controlarlos, exclusivamente. Si había que cambiar o hacer algo, había que acordarlo mediante una votación.

La familia de Lan Te era la jefa del mundo bancario, y ninguna familia podía evitar tener algún tipo de vínculo con ellos.

Por ello, tenían una influencia sin precedentes en la Alianza y el Consejo, y ninguna persona podía arruinar su reputación.

La familia Ji y la familia Lan Te tenían negocios juntos, pero al oír que Annie iba a una fiesta con ellos, Han Sen no pudo evitar sorprenderse.