Tercer Capítulo Semanal
¡Disfrútenlo!
Viendo a Han Sen acercarse a la salida del valle, Wang Liang apresuró al grupo a la formación de batalla. Estaban listos para luchar contra el Rey Serpiente.
El grupo estaba compuesto por evolucionados de élite. Algunos de ellos estaban actualmente sirviendo en el ejército, mientras que otros se habían retirado. Habiendo compartido todos la experiencia militar, eran guerreros endurecidos con habilidades fenomenales en la batalla. No temían la lucha que se avecinaba.
Después de establecer su formación, Han Sen casi había sacado al Rey Serpiente y a las serpientes de hielo menores del valle. Sin embargo, sin la nieve profunda para esconder sus cuerpos, todos parecían enemigos colosales.
Cuando la batalla comenzó, Han Sen dejó de correr. Invocó sus garras fantasmales y comenzó a atacar al Rey Serpiente.
¡Dong!
Han Sen esquivó las fauces abiertas del Rey Serpiente de Hielo de Ojos Plateados y, con las garras fantasmales, se enfrentó para cortar una de sus escamas de plata. La carne plateada del Rey Serpiente era demasiado gruesa para perforarla completamente, y todo lo que le hizo fueron tres arañazos. No eran cortes adecuados, y estaban lejos de ser heridas críticas y peligrosas para la vida.
Wang Liang y sus hombres corrieron hacia el grupo de serpientes. Mantuvieron su formación, aunque se ensancharon para rodear al Rey Serpiente.
Sin la cobertura de la nieve, las serpientes de hielo primitivas y mutantes no podían competir con los élites. En un solo instante, innumerables serpientes de hielo fueron asesinadas. Mientras cada serpiente teñía la tierra de un rojo enfermizo, sus cadáveres eran enviados volando con gran fuerza.
Ahora, los diez evolucionados habían rodeado al Rey Serpiente. La bestia era feroz, salvaje y enfurecida. Cuando movió su parte trasera, golpeó por todos lados rompiendo numerosos glaciares. Dado lo enfurecida que estaba, Han Sen y sus compañeros de lucha no se atrevieron a luchar contra la criatura cara a cara.
Las criaturas gigantes nacían poderosas, y superaban sustancialmente a los humanos. Las escamas del Rey Serpiente de Hielo de Ojos Plateados eran sólidas y su carne era gruesa. Aunque Han Sen y su grupo le lanzaron a la bestia una serie de fuertes ataques, ninguno parecía más probable que matara a la bestia que el último. En su lugar, todo lo que hicieron fue amplificar la furia del Rey Serpiente en un grado aún mayor.
Viendo al Rey Serpiente comportarse como un sórdido monstruo de algún cuento antiguo, Han Sen se sintió abatido. Las garras fantasmales eran demasiado cortas, y no parecían viables para luchar contra una criatura tan grande como esa. Si tuviera un arma más larga, tal vez entonces tendría una oportunidad.
En este momento, sin embargo, Han Sen se alegró de haber traído a Wang Liang y al resto de las élites. Si no lo hubiera hecho, no habría pensado que podría hacer algo o tener la oportunidad de luchar contra el Rey Serpiente sin la interferencia de innumerables serpientes de hielo menores.
“Vosotros seguid adelante, yo me tomaré un descanso.” Le gritó Han Sen a Wang Liang, mientras abandonaba el campo de batalla.
Wang Liang pensó para sí mismo, “Hemos venido aquí para ayudarte a matar al Rey Serpiente. Ya hemos arriesgado nuestras vidas lo suficiente, ¿y ahora te escapas? ¡Eres despreciable!”
Mientras maldecía a Han Sen, Wang Liang vio una cierta llama. Apareció un pájaro de fuego rojo que parecía un fénix, sacado del cuerpo de Han Sen. Las llamas estaban muy calientes y se elevaban en el aire. En un momento, las llamas habían rodeado toda el área.
Wang Liang notó que los poderes de los espíritus de la bestia, tanto suyos como de su grupo, habían aumentado considerablemente. Aunque estaba sorprendido, se alegró mucho y dijo, “Espíritu de la bestia Aura, y para un alcance tan grande y efectivo… Me pregunto si es un espíritu divino de la bestia.”
Los poderes de los espíritus de la bestia de todos los demás en el grupo también se incrementaron enormemente, y les pareció que la lucha se había hecho más fácil. La presión se había calmado, y se veían muy complacidos.
Han Sen dejó el Pájaro del Desierto en el campo de batalla y continuó su camino, pero se aseguró de vigilar cómo lo hacían los demás, mientras luchaban contra el Rey Serpiente en su ausencia.
De los diez, seis de ellos usaban un arma divina. Tres de los seis empleaban armas pesadas, había una lanza, un hacha grande y un martillo.
Estos tres representaban la mayor amenaza para el Rey Serpiente, pero aún así, las escamas eran demasiado duras y no podían dañarlo.
“Es sólo una criatura de clase divina, ¡no puede ser indestructible! ¡Debe tener un punto débil en alguna parte!” Han Sen observó cada movimiento del Rey Serpiente.
Pero no se pudo encontrar ningún punto débil. Las escamas de plata podían soportar diez golpes de los evolucionados, y con tal defensa, no había necesidad de que se moviera y protegiera ciertas partes de su cuerpo. Podía soportar la mayor parte de cualquier ataque.
¡Pang!
Un evolucionado fue incapaz de esquivar a tiempo y fue golpeado por la cola del Rey Serpiente. Fue enviado volando por más de diez metros y se estrelló bruscamente contra el suelo. Escupió sangre de su boca, pero el golpe que recibió no puso en peligro su vida. Rápidamente, se puso de pie.
Han Sen saltó de nuevo a la pelea, llenando el hueco dejado del evolucionado herido.
“¡Jefe! Las escamas del Rey Serpiente son demasiado duras. ¡Es imposible que le matemos! ¿Por qué no nos retiramos y pensamos en otra cosa?” Wang Liang gritó en el campo de batalla, mientras continuaba enfrentándose al enemigo.
No estaba solo en esa sugerencia, ya que otros habían pensado en retirarse también. A pesar de todo lo que le lanzaron, nada parecía herir gravemente al Rey Serpiente. Sus esperanzas de victoria eran fugaces, y se estaban desanimando.
Perder la esperanza era algo aterrador y peligroso. Si estabas cansado, o incluso sangrando en una pelea, saber que estabas haciendo el mismo daño a tu enemigo significaba que había una posibilidad de victoria, no había razón para tener miedo. Pero no parecían estar dañando al Rey Serpiente y si su esperanza de victoria se estaba desvaneciendo, también lo haría su fervor de batalla.
Han Sen sin embargo no respondió. Continuó luchando contra el Rey Serpiente, mientras prestaba más atención a los movimientos del enemigo.
Quería esperar un poco más, para que el veneno de las garras fantasmales surtiera efecto. Pero no hubo ningún cambio en el comportamiento del Rey Serpiente, y no parecía funcionar. Era tan poderoso como siempre.
“La carne y los huesos del Rey Serpiente son duros. Incluso si utilizo la fuerza Yin, probablemente sería inútil. ¿Quizás podría usar la fuerza Yin en su cabeza y dañar su cerebro?” Han Sen pensó para sí mismo.
Si realmente intentara golpear la cabeza del Rey Serpiente, sería un movimiento peligroso. Un error resultaría en un gran mordisco, cortesía de la boca cavernosa del Rey Serpiente. Los dientes de la serpiente, de un metro de largo y con congelación, parecían como si pudieran cortar y matar antes de que la congelación hiciera efecto.
¡Pang!
El Rey Serpiente se giro, azotando a un evolucionado más. El golpe fue tan poderoso que la espada larga quedo totalmente doblada. Esta bestia era algo temible.
“¡Jefe, debemos retroceder! No podemos matar a esta criatura.” Uno uno de los evolucionados gritó.
Han Sen respondió, “¡Sigan luchando! Todos deben obedecer mis órdenes. Si alguno de ustedes decide no hacerlo, no se molesten en regresar al refugio. Vayan a buscar a Dong Lin y expliquen su deserción.”
“¡Wang Liang, muévete a tu izquierda por tres metros y ataca su lado izquierdo! ¡Zhao Qiang, muévete a la derecha por dos metros, adelante un metro y ataca su lado derecho!” Han Sen gritó las órdenes.
Wang Liang no tuvo más remedio que escuchar y seguir las órdenes de Han Sen. Sin embargo, los dos que habían recibido instrucciones no estaban exactamente seguros de lo que su jefe esperaba lograr.
La formación en la que se encontraban era el resultado de mucha práctica y una perfecta sincronización entre los evolucionados de élite. Nunca se les había dado una orden que alterara esa formación, y no importaba lo inteligente que pensaran que Han Sen era, no creían que pudiera llegar al azar con una nueva y mejor formación y tampoco querían que lo hiciera.
Debido a que estos cambios podían resultar en un accidente, ahora se debía al talento del individuo, el entrenamiento diario y la práctica de bloquear, esquivar y golpear eran más importantes que nunca. Ninguna orden inmediata como esa podía ponerlos en una mejor posición de la que ya estaban.
Pero Han Sen era diferente. La forma en que veía las cosas, los hombres eran sólo peones en un tablero de ajedrez. Su uso del Sutra Dongxuan iba en aumento, y esto le permitía controlarlos como si fuera un jugador.
Anteriormente, cuando Han Sen dejó la lucha por un breve tiempo, no se detuvo solo a observar a la bestia y tratar de encontrar sus puntos débiles. También observaba las habilidades y destrezas de Wang Liang y su gente. Tenía que entender mejor sus fortalezas para poder dar las órdenes correctas.
Al principio, Wang Liang se vio obligado a escuchar las órdenes de Han Sen a pesar de no tener ningún deseo de hacerlo, pero su opinión cambió rápidamente. Y también lo hicieron las opiniones del resto del grupo, ya que cuando su formación cambió, sus nuevas posiciones facilitaron considerablemente la lucha contra el Rey Serpiente. Estaban todos más lejos del peligro, y nadie recibió otro golpe del Rey Serpiente.
Comenzaban a admirar a Han Sen. Todos eran soldados, así que estaban familiarizados con las cualidades y rasgos que se necesitan para ser un comandante brillante. Pero con respecto a Han Sen, nunca habían visto a alguien comandar a otros tan bien, y de manera tan tranquila e informal. Era increíble.
Pues claro, han sen es un dios!!!