Súper Gen Divino – Capítulo 502: El otro Guardaespaldas

Vigésimo Segundo Capítulo Pack Cuesta de Enero

¡Disfrútenlo!

“Lo siento, capitán. Me equivoqué.” Le dijo tímidamente Tie Yi al apuesto hombre que estaba sentado a su lado, acostado en la cama del hospital.

“Gatito, no te compadezcas de ti mismo. Un hombre sólo puede crecer a través de los errores. Si un hombre nunca ha cometido un error, sólo significa que es una flor delicada que nunca ha visto tormentas. Todavía eres un gatito ahora mismo, pero después de experimentar error tras error, te convertirás en el verdadero Tigre de SangreAzul algún día. Los errores no son malos para ti. Mientras aún no hayas muerto, esos errores te alimentarán con el tiempo.” Dijo el apuesto hombre con una sonrisa.

“Capitán…” Un tipo tan poderoso como Tie Yi casi solloza.

“Llorar después de ser golpeado no es el estilo de SangreAzul.” El apuesto hombre le dio una palmadita a Tie Yi en la cabeza con amor.

Si alguien hubiese visto la escena, definitivamente se sentiría raro o incluso divertido.

El apuesto hombre parecía de unos veinte años, mucho más joven que Tie Yi. Sin embargo, Tie Yi parecía un niño frente a él.

Sin embargo, a pesar de lo extraño que parecía, había una armonía en ello. Aunque parecía divertido, no había nada de extraño.

Si alguien conociera al hombre guapo, no se sentiría raro en absoluto.

Lu Hui, el capitán de la Unidad de Reserva de SangreAzul tenía sólo veintisiete años, pero tiene el apodo de Capitán Diabólico.

Nadie sabía lo fuerte que era Lu Hui. Los miembros de la Unidad de Reserva de SangreAzul eran como niños frente a Lu Hui, incluyendo Tie Yi.

El programa de entrenamiento de la Unidad de Reserva de SangreAzul era preparado y ejecutado por Lu Hui.

El apodo de Tie Yi, Tigre de SangreAzul, se lo dio de hecho Lu Hui. Sin embargo, Lu Hui inicialmente llamó a Tie Yi ‘Gatito de SangreAazul’. Excepto Lu Hui, cualquiera que llamara así a Tie Yi sería golpeado duramente.

Mas tarde, los otros miembros de la Unidad de Reserva tergiversaron el nombre y llamaron a Tie Yi el joven tigre, que más tarde se convirtió en Tigre de Sangre Azul cuando se extendió más.

“Mejórate y hay peores entrenamientos esperándote en el futuro. No pienses que no habrá ninguna consecuencia para tu derrota. Después de que regreses, tu entrenamiento se duplicará.” Dijo Lu Hui con ligereza.

“Sí, capitán, entrenaré más duro. La próxima vez, no perderé contra ese tipo.” Dijo Tie Yi, apretando los dientes.

“Ya no es tu oponente. Sin embargo, es una buena idea. Recuerdalo.” Lu Hui sonrió y pensó en Han Sen. Reflexionando en los detalles de la actuación de Han Sen en el campeonato, Lu Hui frunció sus labios en una extraña sonrisa.

Cuando Han Sen regresó a la Daphne, se presentó en la oficina de Ji Yanran. Justo cuando entraba en la oficina, olio la fragancia antes de ver a su novia lanzarse sobre él. Ella envolvió sus piernas alrededor de su cintura y sostuvo su cara con su mano, besándolo apasionadamente.

“Amor mio, eres genial. Te quiero tanto.” Ji Yanran no esperaba que Han Sen ganara a Tie Yi y ganara el puesto. Con entusiasmo ofreció sus labios más calientes, que Han Sen nunca rechazaría. Él sostenía su trasero con sus manos, admirando lo voluptuoso y turjente que era.

Ji Yanran era normalmente tímida pero parecía estar de muy buen humor esa vez. Incluso desabrochó la camisa de Han Sen y le besó en el cuello.

Cuando Han Sen salió de la oficina con las piernas flojas, todavía podía oír la tentadora voz de Ji Yanran, “Esta es una recompensa especial para ti.”

“Me encanta esta recompensa.” Han Sen caminaba mientras susurra una pequeña canción. Al poco tiempo, de repente sintió un escalofrío.

Han Sen tembló y miró hacia adelante. Una mujer con uniforme militar estaba de pie frente a él, mirando fríamente a Han Sen como si fuera un animal.

La mirada en la cara de la mujer hizo que Han Sen creyese que ella no estaba mirando a un hombre, ni siquiera a un humano. A sus ojos, Han Sen no era diferente de un gato o un perro.

Si Manly podía ser descrita como una soldado fría, entonces esa mujer parecía una asesina sedienta de sangre.

Aunque Han Sen nunca había visto a esa mujer antes, ya tenía esa impresión en el primer encuentro. No sabía por qué, pero pensó que esa mujer daba tanto miedo que prefería golpear a diez hombres como Tie Yi antes de cabrearla.

La mujer pasó de largo por delante de Han Sen y, sorprendentemente, llamó a la puerta de Ji Yanran.

“¿Quién es esa mujer? ¿Cómo es que nunca la he visto antes?” Han Sen de repente tuvo una idea. En ese momento, la explicación más plausible para la mujer que no era de la Daphne para visitar a Ji Yanran era que esa mujer era la otra guardaespaldas.

Aunque Han Sen no sabía cuál era la identidad de la mujer, podía sentir que la mujer era mucho más fuerte que él con su aguda percepción.

Han Sen incluso sospechaba que la mujer era una trascendida, de lo contrario era poco probable que ella le diera una sensación de supresión.

Muy pronto, la conjetura de Han Sen fue corroborada. Y por la noche, Ji Yanran estaba charlando con Han Sen usando el comunicador mientras yacía en su cama.

“¿Esa mujer es tu otra guardaespaldas?” Han Sen aún recordaba a esa mujer y preguntó con indiferencia.

“Sí, es la Coronel Annie. Ella es mi nueva guardaespaldas. No intentes coquetear con ella. Ella es una trascendida. Si la cabreas, no podre detenerla.” Respondió Ji Yanran con una sonrisa.

“Mi querida esposa, ¿qué es lo que hace tu familia? ¿Son capaces de conseguirte una trascendida como guardaespaldas?” Han Sen no pudo evitar preguntar.

Han Sen nunca había preguntado por la familia de Ji Yanran, pero esta vez estaba tan sorprendido.

Incluso los capitanes de las naves de combate interestelares no eran tan extravagantes como para utilizar a los trascendidos como guardaespaldas.

“¿Has estado siguiendo las noticias recientemente?” Ji Yanran no contestó pero preguntó.

“No mucho, pero sé algo.” Han Sen leía las noticias de vez en cuando en caso de que supiera muy poco sobre la sociedad.

“¿Has visto alguna noticia relacionada con los Jis?” Preguntó Ji Yanran con una sonrisa.

“¿Noticias sobre los Jis?” Han Sen pensó en ello y de repente miró fijamente sus ojos de par en par. “Quieres decir el que se presentó a las elecciones recientemente.”

A la mañana siguiente, Han Sen se levantó y se teletransportó a El Santuario de Dios. Esta vez, no se apresuró a salir a cazar. Decidió ir al mercado del Refugio Rueda Estelar para comprar algunos espíritus de la bestia mutantes.

Incluso si los espíritus de la bestia mutante no le eran demasiado útiles, fácilmente podría mejorarlos a espíritus de la bestia mutantes berserker con el cristal negro para ganar mucho dinero. Un negocio tan bueno no se podía perder.