Súper Gen Divino – Capítulo 485: Esperanza en la Desesperación

Quinto Capítulo Pack Cuesta de Enero

¡Disfrútenlo!

Era casi imposible ver batallas tan sangrientas en la primera zona de El Santuario de Dios, así que sería difícil para alguien que nunca había experimentado esto imaginar el aterrador escenario de criaturas atacando un refugio.

Incluso Han Sen, que había presenciado muchas muertes, no pudo evitar temblar.

Todo lo que necesitaba ahora mismo era un poderoso arco y flecha. Si los tuviera, podría matar a la Espíritu Reina de inmediato, lo que llevaría al colapso de las criaturas.

Sin embargo, no tenía ningún arma que pudiera usar, por no hablar de arco y flecha.

Pensando en armas, Han Sen inmediatamente buscó en su mente, que era su mar de espíritus. Su recién adquirido espíritu de la bestia Hurón Garras Fantasmales yacía allí.

Han Sen echó un vistazo al Hurón Garras Fantasmales y se emocionó.

«Tipo de Espíritu de la bestia Hurón Garras Fantasmales: Arma.»

Con solo pensarlo, el arma espíritu de la bestia apareció inmediatamente en su mano. Tres garras púrpuras de un pie de largo aparecieron repentinamente en la mano derecha de Han Sen, relucientes de veneno. Se parecía un poco a las garras de adamantium de Lobezno de los X-Men.

Con esas garras, Han Sen sintió de repente que tenía una oportunidad. Acercándose al campo de batalla, observó la situación en silencio.

Muchas criaturas estaban protegiendo a la Espíritu Reina, así que probablemente sólo tendría una oportunidad si quería lanzar un ataque furtivo a la Espíritu Reina. Cualquier pequeño error haría que sus esfuerzos fueran en vano. No importaba lo rápido que Han Sen quisiera matarla, tenía que examinar el campo de batalla cuidadosamente primero con paciencia y calcular todas las posibilidades.

Guan Tong corrió de vuelta al refugio. Sin embargo, mientras estaba en lo alto de las paredes, se sintió impotente viendo a las criaturas atacar el refugio como si fueran una inundación.

Además, todos los que custodiaban el refugio se sentían desesperados. Las criaturas eran interminables, como si nunca pudiesen ser aniquiladas. Mucha gente ya estaba agotadas por la batalla, pero más criaturas se lanzaban contra los humanos sin parar.

¡Boom!

La criatura, que era más alta que el muro, finalmente consiguió romperlo, y un gran número de criaturas empezaron a entrar.

La gente que vigilaba el refugio se volvió desesperada y pálida. Sin la estructura que los protegía, sería aún más difícil para ellos defenderse de las criaturas. Era casi seguro que el Refugio Rueda Estelar caería.

“Retirada. Todos teletransportense fuera de El Santuario de Dios inmediatamente.” gritó Li Xinglun en voz alta mientras luchaba con las criaturas divinas. Entonces empuñó su espada larga con fiereza y mató a docenas de criaturas delante de él.

Aunque nadie estaba dispuesto a renunciar al refugio, no tenían otra opción. Aunque podría ser difícil para ellos teletransportarse de regreso a El Santuario de Dios en el futuro, la supervivencia era la primera prioridad.

La gente comenzó a retirarse del refugio de una manera organizada. Esas personas no eran una turba, lo que demostraba el buen trabajo que hizo su líder.

Sin embargo, frente a la fuerza absoluta, nadie tenía ninguna solución. El ejército de la Espíritu Reina era mucho más fuerte que ellos poco importaba cuán fuerte fuera Li Xinglun, luchando contra criaturas divinas y matando a infinitas criaturas mutantes y primitivas, no podía salvar el día.

Todo tipo de emociones negativas como la impotencia, la renuencia, la ira y la depresión pesaban mucho en el corazón de cada persona en el Refugio Rueda Estelar. La gente ni siquiera quería hablar. Lentamente se retiraban hacia los dispositivos de teletransporte dentro del refugio, sin palabras. Incluso los evolucionados que se encargaban de proteger a los demás en su retirada no podían hacer ruido en la lucha, como si sus gargantas estuvieran llenas de algo mejor.

Retirada sin palabras. Era un final que nadie estaba dispuesto a aceptar. Retirarse significaba fracasar, e incluso perder el refugio para siempre. Después de que el refugio fuera ocupado, a menos que alguien más viniera a exterminar a todas las criaturas del Refugio Rueda Estelar, se estarían suicidando si se teletransportaban de regreso.

“¡Matar!” Li Xinglun brillaba como un pedazo de jade. Su espada larga bailaba como el viento, protegiendo la mitad de la pared de las criaturas, comprando a otros más tiempo para retirarse.

De repente, una figura salió corriendo del pie de la montaña cercana al Espíritu de pelo plateado que se escondía detrás del ejército de las criaturas, dando lugar a rugidos entre las criaturas.

“¿Hay alguien allí?” Alguien se dio cuenta de la extraña turbulencia entre las criaturas y miró hacia allí. De repente vieron a un hombre arrojándose sobre el Espíritu Reina en la retaguardia.

“¡Ah! Realmente hay una persona allí. ¿Cómo es que está allí? Ese lugar está lleno de criaturas guiadas por el Espíritu. ¿Intenta que lo maten?”

“Idiota, está tratando de matar a la Espíritu Reina.”.

“¿Cómo es eso posible? Ella es una Espíritu Reina con la serpiente divina y miles de otras criaturas cuidándola. Sería imposible acercarse a ella.”

“Posible o no, tiene pelotas para ir allí. Lo admiro.”

Las personas que se habían sentido deprimidas no podían evitar llorar a gritos, deseando estar ahí con él.

Momentáneamente, esa persona ya se había precipitado hacia las miles de criaturas que rodeaban a la Espíritu, yendo hacia ella.

El corazón de todos dio un salto. Incluso las personas que se retiraban no podían evitar disminuir la velocidad. Aunque no creían que habría un milagro, no podían evitar desearlo.

“¡Es él!” Guan Tong vio quién era y habló. El hombre que se arrojó sobre la Espíritu Reina fue el hombre que salvó de la nieve.

Viendo a Han Sen introducirse en el grupo de criaturas, la gente tenía sentimientos complejos.

En el momento en que Han Sen se lanzó contra la Espíritu Reina, la Espíritu de pelo plateado tenía una mirada extraña en sus ojos. Ella hizo un gesto con la mano de la vara, y de repente, las criaturas divinas que atacaban el refugio se volvieron para atacar a Han Sen.

“Deténganlos. No podemos dejar que regresen.” Mirando a Han Sen que estaba arriesgando su vida, Li Xinglun estaba decidido. Detuvo al pájaro de dos cabezas con su espada y luego se interpuso en el camino de las otras criaturas divinas que regresaban como si estuviera loco.

A las órdenes de Li Xinglun, los evolucionados que se habían dado por vencidos en el refugio se unieron inmediatamente a la lucha sin siquiera pensar. Los otros dos evolucionados poderosos regresaron para luchar contra las dos criaturas divinas que estaban a punto de regresar.

¡Boom!

Li Xinglun recibió un golpe de la bestia unicornio con su espada de bronce y cayó, dejando un largo surco en el suelo. Sin embargo, aún estaba sosteniendo su espada con la sangre en la comisura de su boca.

Estaba bien para él luchar contras las criaturas divinas mientras pudiera moverse. En ese momento, tenía que interponerse en su camino y enfrentarse a todos sus ataques, y no podía soportarlo sin importar lo fuerte que fuera.

“No importa quién seas, mata a la Espíritu por mí, por favor.” Escupiendo sangre, Li Xinglun usó su espada para detener a la serpiente roja que intentaba regresar. Por otro lado, Han Sen ya estaba inmerso en el asedio de las criaturas.