Cuarto Capítulo Pack Cuesta de Enero
¡Disfrútenlo!
Han Sen era demasiado perezoso para moverse en primer lugar. Después de escuchar a la mujer que había un refugio humano cerca, él decidió descansar sobre su espalda, dejándola llevarlo al otro lado de la montaña de nieve.
La señorita era bastante alta, casi como un hombre. Era difícil saber cuántos años tenía. Han Sen pensó que no debía ser demasiado mayor. Su forma física también parecía bastante normal. Pensó que su índice de aptitud física era probablemente menos de treinta. Ella debería ser una evolucionada mutante que había entrado en El Santuario de Dios no hacía mucho tiempo, lo que explicaba su bajo nivel de aptitud física.
Según las estadísticas de la Alianza, cien puntos genéticos ordinarios de la segunda zona de El Santuario de Dios pueden aumentar la aptitud entre ocho y diez puntos; cien puntos genéticos primitivos pueden aumentar la aptitud entre quince y veinte, cien puntos genéticos mutantes pueden aumentar la aptitud entre veinticinco y treinta, y cien puntos genéticos divinos pueden aumentar la aptitud en cuarenta a cincuenta.
Aunque se trataba de una estimación aproximada y las estadísticas reales dependían de la situación personal, casi siempre caían dentro de ese rango.
Mientras Han Sen alcanzara el límite de los puntos genéticos ordinarios y primitivos, podría aumentar su índice de aptitud física en treinta. Con su índice de aptitud física base de setenta, podía superar los cien en aptitud física.
Para la gente común, no era tan fácil llegar a los cien en forma física. Incluso un evolucionado divino comenzaba con un nivel de aptitud física de alrededor de treinta. Incluso con los puntos genéticos ordinario, primitivo y mutante al máximo, un evolucionado divino no podría alcanzar los cien en el índice de aptitud física, sino que también debe ganar algunos puntos genéticos divinos.
Era aún más difícil para los evolucionados mutantes. En cuanto a los evolucionados primitivos, eran básicamente carne de cañón en la segunda zona de El Santuario de Dios. Era difícil para ellos matar incluso a una criatura ordinaria.
Obviamente, esa mujer no tenía antecedentes prominentes. Confiando en sí misma, probablemente lo pasó tan mal como Han Sen cuando llegó por primera vez al Refugio Armadura de Acero.
Mucha gente no podía ni siquiera alcanzar el centenar en su índice de aptitud física en toda su vida, razón por la cual no se atrevían a ir a la tercera zona de El Santuario de Dios y morían de viejos en la segunda zona.
Incluso había algunas personas que arriesgaban su vida yendo a la tercera zona de El Santuario de Dios sin alcanzar el nivel de aptitud física de cien puntos, la mayoría de ellas morían por accidentes. Sólo sobrevivían menos de uno por mil.
La razón por la que Han Sen trabajó duro para poner sus cimientos en la primera zona de El Santuario de Dios no fue sólo para pasar un buen rato en la segunda zona de El Santuario de Dios. En la tercera y cuarta zona de El Santuario de Dios, necesitaría una aptitud aún mayor para sobrevivir.
Para llegar lejos, primero debía establecer unos cimientos firmes. Con un comienzo dubitativo, su camino se volvería cada vez más difícil.
La mujer era obviamente una habladora. Ella era muy extrovertida, charlando con Han Sen mientras lo llevaba en brazos. Al responderle de vez en cuando, Han Sen pronto aprendió mucho.
La mujer se llamaba Guan Tong, de veintinueve años de edad. Ella llegó a la segunda zona de El Santuario de Dios hacía tres o cuatro años. Afortunadamente, tuvo la suerte de terminar en un refugio de tamaño mediano que contaba con unas diez mil personas sin riesgo alguno.
Sin embargo, la familia de Guan Tong era bastante común, por lo que fue muy difícil para ella evolucionar con sus puntos genéticos mutante al máximo. En la segunda zona de El Santuario de Dios, su vida era aún más difícil. Hasta ahora, todavía no había alcanzado los treinta en su índice de aptitud física.
El refugio en el que se alojaba se llamaba Refugio Rueda Estelar, cuyo propietario era Li Xinglun. Al escuchar el tono de admiración en la voz de Guan Tong cuando hablaba de Li Xinglun, Han Sen sintió bastante curiosidad por Li Xinglun.
Después de Guan Tong transportase a Han Sen y viajase más allá de dos montañas, Han Sen finalmente vio el Refugio Rueda Estelar. Lo que vio le sorprendió completamente.
No era porque el refugio fuera maravilloso. De hecho, Refugio Rueda Estelar era más o menos igual al Refugio de la Diosa de Han Sen, así que también debería ser originalmente el refugio de un Espíritu Aristócrata.
La razón por la que Han Sen se sorprendió fue porque los alrededores de Refugio Rueda Estelar estaban llenos de criaturas.
Las Águilas Gigantes estaban atacando el refugio desde el cielo. Oleadas de bestias se lanzaban contra las paredes del refugio. Los cadáveres y la sangre convertían el suelo cerca del refugio en un cementerio.
Una criatura más alta que las paredes del refugio golpeaba con sus puños la pared que se estaba desmoronando, tratando de hacer un gran hueco en la pared.
Los rugidos de la bestia y los gritos humanos y el choque entre la sangre y el fuego eran la sinfonía de la vida y la muerte. Se podían ver partes de cuerpos destrozadas por todas partes, tanto de humanos como de criaturas.
En el campo de batalla principal, frente a la puerta del refugio, un hombre con armadura nívea empuñaba una larga espada de bronce, luchando contra un simio negro, un pájaro plateado de dos cabezas, una bestia unicornio y una serpiente roja. Luchando solo contra cuatro criaturas, no estaba en desventaja, lo que sorprendió bastante a Han Sen.
Las cuatro criaturas eran obviamente todas criaturas divinas. El hombre podía luchar contra todos ellos solo, bloqueando los principales ataques de las criaturas, por lo que el refugio aún estaba en pie en ese momento.
Sin embargo, la situación actual no era prometedora. Había demasiadas criaturas que golpeaban el Refugio Rueda Estelar como olas del océano. Entre ellos, otras dos criaturas divinas estaban bloqueadas por evolucionados poderosos del refugio. Sin embargo, otras criaturas aún causaban un gran daño a los humanos que defendían el refugio.
Todo el mundo sabía que si se teletransportaban a la Alianza en ese momento, nunca podrían volver allí después de que las criaturas ocuparan el refugio. Entonces, nunca podrían teletransportarse de nuevo a El Santuario de Dios. Esa era la razón por la que todos seguían defendiendo el refugio con sus vidas. Sin embargo, aún así se quedaban cortos en comparación con las intrépidas e interminables criaturas. No se sabía hasta cuándo podrían mantener sus posiciones.
Detrás de las criaturas, una joven con los ojos y el pelo plateados, y un bastón de plata en la mano, estaba de pie sobre la cabeza de una criatura que parecía una serpiente o un dragón, mirando todo lo que pasaba con frialdad.
Junto a la joven, grupos de varias criaturas lanzaban continuos y feroces ataques contra el refugio mientras ella empuñaba su bastón.
Ni la muerte de las criaturas ni la de los humanos hacían cambiar el aspecto de la joven.
“¡Espíritu Reina!” Viendo la mirada de la joven, Han Sen exclamó interiormente.
No sabía si su suerte era buena o mala. Después de todo este tiempo, terminó en un refugio humano, que, sin embargo, estaba bajo el ataque de un Espíritu Reina que controlaba más de siete criaturas divinas. Obviamente, no era alguien fácil de tratar.
¡Boom!
Guan Tong soltó a Han Sen y el cuerpo del hurón sobre la nieve, corriendo hacia el refugio colina abajo.
“¿Qué estás haciendo? Te estás suicidando yendo allí ahora.” Exclamó Han Sen a la alta figura de Guan Tong.
“No podemos perder el refugio. No hay ningún otro dispositivo de teletransporte cerca. Todos estaremos condenados si perdemos el refugio, así que tengo que ir a ayudar.” Contestó Guan Tong sin girar la cabeza, corriendo hacia el refugio.
Han Sen frunció un poco el ceño y miró a la Espíritu Reina. La única forma de salvar el refugio era matar a la Espíritu Reina. De lo contrario, grupos de criaturas atacarían sin parar, y los humanos perderían el refugio tarde o temprano.
