Súper Gen Divino – Capítulo 380: Después de Golpearte

Primer Capítulo Semanal

¡Disfrútenlo!

El corazón de Han Sen estaba acelerado, pero aún así fingió estar sorprendido y preguntó, “¿Seres más allá de las criaturas divinas?”
“Si no, ¿por qué crees que Ning Yue se habría tomado tantas molestias para contratarte? ¿Crees que es fácil saltarse las reglas y enviar a una niña sin antecedentes a una escuela para la élite? Si es sólo una criatura divina, ¿por qué haría eso Ning Yue?” Zhu Ting no respondió, pero preguntó.
“Lo he considerado, pero es casi imposible creer que hay otro nivel más allá del divino. No existe tal información en la Alianza.” Dijo Han Sen.
“Sólo hemos entrado en El Santuario de Dios hace menos de dos siglos. Todo en El Santuario de Dios está todavía reciente para nosotros. Sólo podemos averiguar si hay seres superiores después de matar a uno. Tanto la Alianza como los Nings quieren averiguarlo.”
“Ya que no lo encontraron, ¿cómo sabes que debe haber seres superiores?” Preguntó Han Sen.
Zhu Ting sonrió y dijo, “No necesitas saberlo. Ahora tienes tres opciones, entregarme la daga espíritu de la bestia, o matar a la criatura junto conmigo, o ser envenenado hasta la muerte. Eres un tipo inteligente y deberías saber cual elegir.”
“Aunque no soy un tipo inteligente, sé cómo elegir.” Sonrió Han Sen y se acercó a Zhu Ting.
“No quiero matarte, pero no me obligues. Si no tengo la daga, no dejaré que los Nings la tengan.” Los ojos de Zhu Ting se enfriaron, mirando a Han Sen.
Han Sen ni siquiera se molestó en responderle, apuñalando rápidamente con su daga a Zhu Ting.
Zhu Ting resopló e instó a que la fragancia se extendiese. Pensó que Han Sen, que ya había sido envenenado, empeoraría en ese momento. Si Han Sen no muriera de inmediato, perdería la capacidad de luchar. En ese momento, ataría a Han Sen.
Sin embargo, la fragancia no pareció tener ningún efecto en Han Sen. la daga llegó inmediatamente a la cara de Zhu Ting, conmocionándole.
Zhu Ting rápidamente usó Siete Pasos y esquivó la daga, pero la daga era tan afilada que solo podía huir.
Zhu Ting estaba estupefacto. No sólo su fragancia falló en Han Sen, sino que sus Siete Pasos tampoco lo salvaron de Han Sen. Muy pronto, se dio cuenta de que era imposible huir.
Además, Zhu Ting descubrió que era cada vez más difícil para él moverse. Poco después, fue arrinconado.
“Basta. Podemos negociar. Si ayudas a Ning Yue a matar a la criatura, no ganarás mucho. Puedo ofrecerte mucho más que él.” Exclamó Zhu Ting, aterrorizado de que estuviera a punto de ser asesinado.
¡Boom!
Han Sen lo ignoró y le dio un puñetazo en la cara. La nariz de Zhu Ting empezó a sangrar, y el puño quedo impreso en su cara. Zhu Ting se cubrió la cara y se agachó.
¡Boom!, ¡boom!.
Han Sen no le prestó atención y siguió golpeándolo.
Zhu Ting se sorprendió. Pensó que sería capturado, asesinado o interrogado, pero Han Sen no le preguntó nada antes de darle una paliza, haciendo que le sangrara la nariz.
Zhu Ting quería contraatacar, lo que sólo le trajo aún mas golpes.
Han Sen no pensaba detenerse en un futuro cercano. Sus puños seguían cayendo sobre Zhu Ting, la fuerza dañaba los órganos internos de Zhu Ting, haciéndole gritar como un cerdo.
Cuando Zhu Ting dejó de moverse, Han Sen se detuvo, y Zhu Ting pensó que ese era el final. Sin embargo, sólo empeoró. Han Sen era bueno agarrando y dislocando fácilmente las articulaciones de Zhu Ting, haciéndolo casi desmayarse.
“Basta. Detente. Pregunta lo que quieras…. Ouch…. ¿Qué quieres saber?” Zhu Ting gritó mientras suplicaba.
“Las preguntas pueden esperar. Estoy enojado contigo, así que veré cuánto daño puedes recibir primero.” Respondió Han Sen con indiferencia. Alargó la mano y dislocó el hombro de Zhu Ting.
Zhu Ting estaba gritando y maldiciendo. Se arrepintió tanto de haber convertido a Han Sen en su objetivo. A tal pervertido.
Ni siquiera intentaba interrogarlo, sino que le estaba dando una paliza. Ni siquiera era posible que Zhu Ting usara la información para cambiarla por misericordia.
Zhu Ting quería suicidarse antes de que lo torturaran más, pero se encontró con que casi todas sus articulaciones estaban dislocadas por Han Sen.
Finalmente, Han Sen se cansó. Dejó a Zhu Ting tirado en el suelo en la forma más extraña, cubierto de lágrimas, mientras se sentaba en una roca junto a Zhu Ting.
“Vale, soy una persona justa. Así que, te ofreceré dos opciones. Una es responder a mis preguntas, y la otra es responder a mis preguntas honestamente. Elige por ti mismo.” Han Sen miró seriamente a Zhu Ting y le hablo.
“Aba… aba…” Zhu Ting hizo sonidos extraños con sus labios moviéndose pero no pudo decir nada.
Estaba deprimido y pensó, me dislocaste la mandíbula y me pides que responda a tus preguntas.
“Oh. Lo olvidé.” Han Sen caminó hacia Zhu Ting y volvió a poner su mandíbula en su sitio.
Pervertido. Zhu Ting pensó pero no se atrevió a decir nada. Han Sen lo asustaba demasiado en ese momento. Han Sen no era la persona más traidora que había conocido, pero definitivamente era la más extraña. Además, el hecho de que Han Sen fuera inmune a su veneno hacia que Zhu Ting se sintiera asustado.
“Estás diciendo que hay seres más allá de las criaturas divinas. ¿Qué son?” Preguntó Han Sen.
Aunque Han Sen no dijo nada que lo amenazara, Zhu Ting sintió un escalofrío al ser observado por él. Herido por todo su cuerpo, Zhu Ting no se atrevió a callarse y respondió, “No lo sé. Es sólo una especulación. Nadie ha matado a ese tipo de criaturas antes.”
“Si es sólo una especulación, ¿por qué la gente estaría dispuesta a pagar tanto por ella?” Han Sen estaba listo para darle otra paliza.
“No… No empieces… Todo lo que te estoy diciendo es la verdad. Todo es sólo una especulación. Si tuviésemos la habilidad de matar a la criatura, Ning Yue no te habría contratado, y yo no me habría arriesgado tanto. La daga en tu mano es el arma más afilada hasta ahora. Hay muchas criaturas más poderosas que las divinas a las que nadie podría herir, y mucho menos matar….” Gritó Zhu Ting.