Super Gen Divino – Capítulo 185: Bestia Oscura Emplumada Divina

Segundo Capítulo del Segundo Pack Retribución EER
 

Han Sen no tuvo tiempo de explicárselo a Wang Dongling. Convocó a su montura de bestia mutante de tres ojos y llamó a Wang Mengmeng. “Mengmeng, vamos.”
Han Sen había visto lo que podía hacer el rey zorro divino, y estas bestias oscuras emplumadas también podrían tener un rey así. Verlos constantemente a su alrededor le dio un mal presentimiento. Como había traído a Wang Mengmeng aquí, necesitaba ser responsable de la seguridad, por no mencionar la confianza que ella depositó en él.
“Hermana, ¿vamos juntos?” Wang Mengmeng convocó a su gran oso blanco, y le preguntó a Haungfu Pingqing.
Huangfu asintió y convocó a su montura, siguiendo a los dos.
Wang Dongling tuvo que convocar a su montura y seguirlos. Murmuró. “Sólo unas pocas bestias oscuras emplumadas. ¿De qué hay que tener miedo?”
Han Sen simplemente lo ignoró, y protegió a Wang Mengmeng corriendo a toda velocidad. Media hora después, el cielo se oscureció.
Era de día y en un desierto, pero el sol se había ido repentinamente. Las bestias oscuras emplumadas cargaron hacia ellos como murciélagos.
Los cuatro estaban horrorizados. Este grupo era aún más grande que la última vez. Debían ser más de diez mil. Entre ellos, muchos tenían alas parecidas a hierro, lo que indicaba que eran mutantes.
Entre las bestias oscuras emplumadas, había una roja de más de nueve pies de largo y con envergadura de más de 60 pies rugiendo y aleteando.
Con su rugido, las horribles bestias oscuras emplumadas fueron como soldados, lanzándoles ataques organizados.
“¡Una bestia oscura emplumada divina!” Gritó Huangfu.
La cara de Wang Dongling era sombría. Convocó la armadura de espíritu de la bestia, sus alas blancas y un par de cuchillos de espíritu de la bestia, lanzándose contra las bestias oscuras emplumadas. Parecía que planeaba deshacerse primero del rey bestia oscura emplumada.
Pero Han Sen guardó su montura mutante y saltó sobre la espalda del gran oso blanco. Gritó. “Mengmeng, al acantilado sureste.”
Wang Mengmeng condujo al gran oso blanco a toda velocidad hacía allí. De pie sobre la espalda del oso, Han Sen convocó su arco de cuerno y su flecha negra mutante, apuntando a las bestias oscuras emplumada.
Huangfu no esperó que Han Sen actuara con tanta decisión. Miró a Wang Dongling quien estaba en el centro de las bestias y le instó a su montura a seguir a Han Sen y Wang Mengmeng. Mientras tanto, convocó un arco y flechas espíritus de la bestia, y se volteó para disparar a las bestias de vez en cuando. Sus habilidades de arquería eran realmente grandiosas, y tenía más de una flecha espíritu de bestia. Con su montura llevándola a toda velocidad, consiguió disparar siete flechas espíritu de la bestia al mismo tiempo, matando a las siete bestias oscuras emplumadas más cercanas a ella.
A Han Sen no le importaba ella. Cada vez que se acercaba una bestia oscura emplumada, simplemente la derribaría con su arco de cuerno. Con los puntos genéticos que tenía, tenía una fuerza sin igual. Aunque el arco no era un sable, era todavía Divino y mató instantáneamente a las bestias oscuras emplumadas. Nadie podía acercarse al oso blanco.
La montura de Huangfu tenía una gran velocidad y se mantuvo a la par con la del oso blanco, compartiendo la protección de Han Sen. Al menos ella no necesitaba preocuparse por las bestias a su lado.
Wang Dongling se arrepintió inmediatamente después de volar entre las bestias oscuras emplumadas. Simplemente había demasiados de ellos, grupos de bestias oscuras emplumadas mutantes lo rodeaban, no dejándole ninguna oportunidad de acercarse al divino. Su situación era muy arriesgada.
Aunque tenía un par de cuchillos y los estaba usando al extremo, no pudo bloquear a las bestias oscuras emplumadas que vinieron hacia él en todas direcciones. Uno tuvo una oportunidad y le mordió en su muslo desprotegido.
“¡Ocuh!” Wang Dongling gritó y pateó a la bestia, volteándose para huir.
Pero el grupo de bestias oscuras emplumadas mutantes nunca lo dejarían ir fácilmente. Sacudiendo sus alas de hierro, lo atacaron y se quedó atrapado en una pelea sangrienta. Pronto su piel se desgarró por todas partes y sangre estuvo brotando.
En ese momento, Han Sen y Wang Mengmeng se habían precipitado hacia el acantilado, el cual tenía más de 60 pies de altura, y se mantuvieron de pie alejado de la arena que parecía un pastel amarillo.
“Los bastardos son demasiado rápidos. No podemos huir. Luchemos contra ellos aquí.” En un rincón, Han Sen llevó a Wang Mengmeng y saltó de la espalda del gran oso blanco. Se volteó dando su espalda al acantilado y se puso delante de Wang Mengmeng. Habiendo invocado un triturador negro, cortó a una bestia oscura emplumada que venía hacia ellos, cortándola por la mitad.
Este era uno de los dos espíritus de la bestia mutantes que obtuvo de Gu Ming. Se llamaba la Cortadora Bestial y era mucho más útil en un combate cuerpo a cuerpo como este que las armas más ligeras.
Huangfu Pingqing también saltó de su montura y se acercó a Han Sen y convocó un par de dagas, luchando contra las bestias oscuras emplumadas. Sabía que si luchaban en equipo, podrían tener una oportunidad de sobrevivir, mientras que ella estaría condenada si luchaba sola.
Pero incluso si estaban contra las rocas y no necesitaban preocuparse por los ataques que vinieran por detrás, Huangfu seguía sintiendo que su corazón se aceleraba. Se arrepintió de correr el riesgo sola. Wang Dongling tenía algo de fuerza, pero no cerebro, y de ninguna manera fue útil.
“¡Ah!” Wang Dongling gritó y gritó, haciendo que los corazones de los tres se hundieran.
Pero no tenían mucha energía para pensar en él, ya que apenas podían lidiar con las abrumadoras bestias oscuras emplumadas.
La sangre pronto coloreó de rojo las rocas y la arena del suelo. Los cuerpos de las bestias oscuras emplumadas casi enterraron a Han Sen y a las chicas, limitando sus espacios de movimientos.
¡Bang!
De repente, un cuerpo ensangrentado cayó desde arriba delante de los tres. Era un cuerpo sin cabeza, y parecía pertenecer a Wang Dongling.
Y en el cielo, el rey de las bestias oscuras emplumadas estaba agarrando la cabeza de Wang Dongling y soltó un grito de triunfo.
La escena envió un escalofrío a la columna vertebral de Huangfu. Su cara se volvió sombría mientras se sentía condenada.