<Capítulo 53: Escenario Final – 2>
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“Su Majestad, por favor, escuche al pueblo.”
“Mm.”
La general de la luz, Sorura Von Lilaine, dijo eso con tal frialdad que parecía que fuera a caer al suelo congelado. Incluso había una cortina dentro de esta sombría y oscura habitación, y el aislado Emperador empezó a murmurar para sí mismo.
Siempre había sido fría, pero después de regresar a la superficie, se volvió mucho más apasionada; su voz parecía un filo caliente y agudo. Él sabía por qué. Debe ser porque su leal subordinado, Arema Steelworker, había muerto.
Y pensar que estos dos tuvieron una relación. Además, no pensó que Arema llegaría a sacrificarse para salvarla. Para ser honestos, su muerte sólo fue beneficiosa para él, ya que el cuerpo de Arema había desaparecido, pero no se lo iba a decir.
‘Sospechaba que Seagald había robado el cuerpo de Arema, obligándolo a seguirlo, pero…. Si eso fuera cierto, entonces esta mujer no habría vuelto con vida. O bien murió, o fue capturado por ellos.’
El Emperador reflexionó, pero Sorura le cortó/interrumpió como a una afilada espada.
“Este es el límite. No podemos aguantar más. Tenemos que hacer algo. Su Majestad, se le necesita personalmente…. O necesita enviar a los 12 generales restantes y al resto de las tropas de élite”.
“Mmmm….”
El Emperador gimió en silencio. Para ser honestos, la situación actual… no era buena para él. Originalmente, el Emperador iba a esperar a que la maldición de los no-muertos se extendiera a la superficie; cuando su pueblo descubriera la existencia de la maldición y se pusiera ansioso, él sólo entonces intervendría.
Nunca tuvo la intención de tratar con la fuente de la maldición. Una vez que se ocupara de la maldición, creaba una barrera. Era inevitable que los no-muertos y su energía se filtraran de la barrera una vez más, por lo que el pueblo volvería a confiar en él una vez más.
“La situación… no es buena.”
“No, no la es. Estoy seguro de que ya lo sabe. Ya que sus ojos ven todo lo que hay en la superficie.”
“Lilaine, ¿te estás burlando de mí?”
“Su Majestad, por favor, déjeles todo a ellos.”
Una nueva voz dijo eso. Era un hombre de esmoquin, con ambas manos juntas y en espera cerca de la cortina.
Era el General Espada Espíritu, Kuroin Von Begner. Era el súbdito más leal del Imperio y formaba parte de los Cuatro Comandantes Celestiales, los más fuertes del Imperio. Mató a sus oponentes con su espada, que estaba escondida en las sombras. Por lo tanto, fue llamado el General Espada Espíritu y solo se había vuelto más fuerte convirtiéndose en un Vampiro.
“Me refiero a la alianza de órdenes religiosas, liderada por la mujer que dice ser discípula de Kay. Obligue a esos tontos desagradables a servirle y deje que ellos y la gente ignorante luchen contra los no-muertos de la resistencia. Es una buena oportunidad para callarlos a todos”.
“…Hoo, Kuroin. Eso es imposible.”
Desafortunadamente, Kuroin no era muy inteligente. ¿Su excesiva lealtad dañó su cerebro? Aunque no le agradaba especialmente Sorura, estaba de acuerdo con ella.
“La gente está demasiado descontenta. Además, tienen a alguien en quien pueden confiar. Podría funcionar si ellos y los no-muertos se destruyeran entre sí, pero si ganaran, entonces…”
El pueblo apoyaría de todo corazón a las órdenes religiosas. No, ya estaban cerca de hacerlo. El ‘límite’ que Sorura había mencionado se refería a esto.
Si el Emperador esperaba más tiempo, y salía a salvar el Imperio a Izuna y a las órdenes religiosas, entonces…. era totalmente posible que ellos tomaran a su pueblo y formaran una nación completamente nueva.
“Todo esto es gracias a él (Retadane). Si no hubiera causado tal conmoción en la superficie, ¡entonces….!”
¡Éste debe haber sido su objetivo! Poner al Emperador en una situación en la que se vio obligado a intervenir o movilizar a todas sus fuerzas! Así es como Seagald quería vengarse.
Se le puso la piel de gallina, a pesar de que Seagald tenía un nivel más bajo que él. Sentí como si siempre hubiera una espada bajo su cuello. Incluso ahora, el Emperador se sentía incómodo, ya que no sabía cuando Seagald vendría por él.
“Si yo voy, entonces… Sería el lugar perfecto para asesinarme”.
“Aún así, no tenemos otra opción. Su Majestad, acaba de decirnos usted mismo que tenía que intervenir”.
“Keuuuum”.
El Emperador se esforzó por tomar sus decisiones. Honestamente, preferiría quedarse aquí y esconderse. Con el doble o incluso el triple de soldados estacionados para protegerlo!
No obstante, ese era un sueño inalcanzable. ‘Si’, ‘Por casualidad’. Esas dos hipótesis eran sólo ilusiones.
“Seagald Von Retadane. Probablemente aún esté vivo”.
“A mí también me gustaría matarlo de inmediato. No puede esconderse para siempre. Pero no podemos atraparlo desde aquí. Tenemos que salir para hacerlo. Y tenemos que salir a matarlo también”.
“…”
Sorura remarcó esto, como si ignorara las opiniones del Emperador, pero el Emperador no se atrevió a decir nada. No solo era la verdad, sino que también era la última maga de luz que quedaba en el Imperio.
Era crucial para detener a Seagald. Ella también lo sabía muy bien.
“Su Majestad, no tiene que preocuparse por un debilucho como él.”
“…”
Jirold Von Enard se angustió una vez más. Sabía que su mano había sido forzada. El Emperador pensó en cómo conseguir lo que quería sin ser forzado. Finalmente, llegó a una simple conclusión.
“Ve tú, Kuroin. Kuroin Von Begner”.
Era mejor no moverse exactamente como deseaba tu enemigo. Esa política siempre había mantenido vivo al Emperador una y otra vez.
“¿Su Majestad?”
“Tú serás mi suplente. No puedo irme de aquí. Así que te dejaré todo a ti. Lleva al resto de los 12 Generales contigo, además de la General de la la Luz, y a todas las tropas de élite también. Debes desempeñarte mejor que Izuna y sus fuerzas.”
Por un segundo, el leal miembro del clan del Emperador, Kuroin Von Begner, no podía creer lo que estaba escuchando. Pero no estaba escuchando cosas. El Emperador había abierto la cortina y le había mirado seriamente. Estaba confundido, pero rápidamente se arrodilló y se inclinó ante él a pesar de esto.
“E-, entiendo. Voy a destrozar a Seagald Von Retadane y Jissehanu, y se los traeré sin importar qué.”
“No podrás vencer a Jissehanu. Pero es improbable que esté en el frente. Mata a Seagald Von Retadane. Él es el que mantiene el mundo subterráneo a flote, así que si lo matas, entonces Jissehanu se retirará bajo tierra”.
“…¡entendido!”
Jirold puso su mano sobre el hombro de Kuroin Von Begner. La Atadura de Relámpagos del Emperador fluyó de su mano al cuerpo de Kuroin, fortaleciéndole aún más. Este acto sirvió para dos propósitos: ayudarlo, así como forzar su lealtad y prevenir la insubordinación.
“Sorura Von Lilaine”.
“¿Sí, Su Majestad?”
La General de la Luz miró al Emperador con un desprecio absoluto, pero el Emperador sin vergüenza le dio una orden a pesar de todo.
“Reemplazarás a Kuroin como mi protector. Si, y me refiero a si Seagald viene por mí durante el caos de la batalla, entonces la única que puede detectarlo lo suficientemente rápido y responder es un usuario de luz”.
“…¿Me está forzando a quedarme atrás?”
“Soy esencial para la supervivencia del Imperio. Si me pasa algo malo, entonces usted tampoco estará a salvo”.
Sorura apretó los dientes y tembló. El Emperador reconoció su ira pero no iba a intentar entenderla.
“Además, hay muchas posibilidades de que Seagald venga por mí. General de la Luz, si realmente quiere vengarse de él, es mejor que se quede a mi lado”.
“¿De verdad usted cree que puede colarse cuando tienes tantas trampas mágicas preparadas…?”
“Recorrió el Imperio eludiendo incluso mi vista. ¿Realmente crees que no puede hacer algo más?”
El sonido de sus dientes rechinando se escuchó una vez más. Pero el Emperador confiaba en que ella, como uno de los miembros de su clan, así como una de las afectadas por Atadura de Relámpago, no sería capaz de rechazar su orden.
“…lo entiendo. Haré lo que me diga. Pero me da asco, así que me mantendré alejada de usted”.
“General de la Luz, es un honor que el Emperador requiera sus servicios, pero usted se atreve a….”
“Piérdete ya”.
“…Ugh!”
En respuesta a su rabia, su cuerpo irradió mana de luz; Kuroin no se atrevía a acercarse a ella y se encogió hacia atrás.
Aunque había sido fortalecido por el Emperador, no importaba. Podría ser diferente para el propio Emperador, pero Kuroin no tenía forma de superar la luz de la General de la Luz. Sorura resopló y dijo.
“Tú también eres mi suplente. Mata a todos los no-muertos. Asegúrate de que no puedan pisar nuestra tierra nunca más”.
“…Hmph, me gusta como suena eso. Entonces, Su Majestad, volveré después de cumplir sus órdenes.”
“Mi leal amigo… si tienes éxito, prometo darte una recompensa adecuada.”
“¡Es un honor!”
El General Espada Espíritu inclinó profundamente su cabeza, volvió a presentar sus respetos al Emperador, y se fue en silencio. El Emperador solo miró fijamente al espacio recientemente vaciado, pero pronto cerró los ojos y dirigió su atención a la temblorosa Sorura.
“Te daré la oportunidad de vengarte. Te lo prometo.”
“Me hubiera gustado más que esa oportunidad… viniera más rápido.”
Dijo Sorura con odio y furiosa, luego se dio la vuelta. La mirada del Emperador se fijó automáticamente en su espalda.
Su cuerpo elegantemente curvado, sin signos de edad, su cabello cautivador y suelto, y su olor, que permanecieron inalterables incluso después de convertirse en vampiro, lo excitaron. Pero no era tan estúpido como para perseguir a una mujer que acababa de perder a su amante y que estaba llena de malicia. Sí, una rosa tenía espinas, pero estas espinas estaban llenas de veneno.
“¿Adónde vas?”
“Me dieron una misión inesperada, así que tengo que ir a prepararme. …seguro que puedes quedarse aquí solo por un tiempo”.
“Por supuesto que puedo. Vuelve después de que te hayas preparado. 2 horas deberían ser suficientes, ¿verdad?”
“Hmph.”
Ella resopló, como si pudiera ver a través de él, y se fue. Él quería forzarla a arrodillarse con su Atadura de Relámpagos oh con tanta fuerza, pero por alguna razón, no funcionó con ella. Quizás se debió a su elemento. Había tantas facetas de ella que le desagradaban.
‘Debería deshacerme de ella una vez que se haya ocupado de Retadane. Puedo alimentar a otro usuario de la luz.’
Sorura, que había salido de la oscura habitación del Emperador, desempolvó su cuerpo como si algo sucio le hubiera entrado. Luego se apresuró a ir a su residencia. Dentro de su dormitorio, al que sólo ella podía entrar, le esperaba un pajarito.
[¿Cómo te fue?]
No, era un golem con forma de pájaro. Además, ¡la voz de una mujer joven venía del golem!
Sorura, como si ya hubiera hecho esto unas cuantas veces, se acercó al pájaro, o a Rem, y… sonrió con euforia y dijo.
“El Emperador está haciendo exactamente lo que tu dijiste que haría. Estoy lista…. para abrir la puerta cuando sea.”
[Eso es perfecto. Nosotros nos encargaremos del resto.]
“Te dejaré el resto a ti. …Heroína Izuna.”
[Por supuesto.]
Su voz, proveniente del gólem, era un poco delicada, pero era sin duda la vigorosa voz de una joven mujer.
[Ya que yo también estoy luchando por la persona que amo.]
Kukuku se viene lo bueno!! Aunque todo en la novela fue bueno :3