Batalla de defensa aérea en la frontera (Parte I)

Roland había agregado dos líneas telefónicas cortas que conectaban su oficina con el centro de comando de la guarnición de Neverwinter y las supervivientes de Taquila para que ambas estaciones pudieran contactarlo instantáneamente si surgiera la necesidad. Por lo tanto, el castillo, el campamento del Primer Ejército y la Tercera Ciudad Fronteriza recibieron la noticia casi al mismo tiempo.

“Esto pasó demasiado pronto” Pasha estaba un poco dubitativa. “Según nuestra experiencia, deberíamos haber tenido medio mes o incluso un mes antes de que los demonios lanzaran su segundo ataque; especialmente para una ciudad como Neverwinter, ya que no pueden llegar en un día.”

“¿Por qué?” Preguntó Roland.

“Porque necesitan tiempo para dejar que el pánico se extienda. Para ese momento, no importa cómo el señor de la ciudad trate de calmar a sus súbditos, todo será en vano. El segundo ataque aplastaría la confianza de la gente y acabaría con cualquier esperanza restante. Es por eso que normalmente esperaban un tiempo antes de que comenzara el segundo ataque.” Pasha explicó. “Los demonios parecen un poco apresurados esta vez.”

“Ya veo.” Roland asintió. Pasha tenía razón. En una ciudad antigua, la gente estaba demasiado ocupada trabajando todos los días solo para alimentarse todos los días. En una sociedad tan desconectada que no se compara con la sociedad de la que provenía Roland, cinco días solo fueron suficientes para que la noticia se extendiera entre las Ratas y los clientes de algunas tabernas.

De alguna manera, el viejo rumor le parecía ahora un poco más creíble a Roland. Después de todo, la estrategia de los demonios era muy similar a la de los humanos. Era muy poco probable que actuaran de forma tan humana sin que un humano los guiara.

“¿Qué vas a hacer?” Alethea intervino.

“¿Qué más puedo hacer? ¡Voy a matarlos a todos!” Roland dijo con decisión. El tiempo parecía muy limitado. Solo habían logrado agregar la nueva herramienta de puntería en la HGM Mark I recientemente, y el escuadrón de ametralladoras que reunieron apresuradamente solo tuvo una prueba, con globos como objetivos. Pero dado que muchas brujas, incluidas Nightingale, Lightning y Maggie, habían regresado, ahora podían tomar la iniciativa de atacar.

Roland miró a Nightingale y las otras brujas. “Solo sigan el plan. Recuerden que lo más importante es …”

“Seguridad. ¡Lightning lo entiende perfectamente!” La niña levantó la mano.

“¡Maggie también, coo!”

“No te preocupes. Yo me ocuparé de estas dos pequeñas” dijo Nightingale, sonriendo.

“¿Quién es pequeña?” Lightning protestó, levantando la barbilla.

“Por supuesto que eres tú, coo.”

“¿Por qué?”

“¡Soy más grande que ustedes dos juntos después de transformarme! ¡Coo!” Maggie extendió sus alas.

“¡Eso no es lo que quise decir!”

Las dos ni siquiera habían terminado de discutir antes de que Nightingale las recogiera a las dos, una chica en cada brazo, y saliera de la sala de reuniones.

“Dejaré la tarea de defensa de la muralla de la ciudad a las brujas de la Isla Durmiente” le dijo Roland a Tilly.

Tilly respondió sin dudarlo: “Harán todo lo posible.”

“Bien. Entonces me quedaré junto al teléfono y esperaré tus buenas noticias” dijo Roland y luego ordenó palabra por palabra: “¡Muévanse! ¡Ahora!”

Pasha no habló hasta que Roland estuvo solo en la habitación. Su voz sonaba seria. “¿Hablas en serio con esto? Los demonios cambiarían de opinión una vez que vean a tantas brujas, y no verán Neverwinter como una ciudad gobernada por la gente común sino por brujas. Entonces tendrán tácticas completamente diferentes para nosotras.”

“Lo sé. Ya me has advertido sobre eso.” Roland exhaló suavemente. La bruja antigua le había hablado de su preocupación cuando hicieron el plan de defensa. En su opinión, si los demonios pensaban que Neverwinter era una Ciudad Santa bajo el dominio de la Unión, sin duda reforzarían sus defensas y atacarían con creciente agresión en las próximas batallas. En otras palabras, empezarían a ver a Neverwinter como un oponente parejo. Los demonios solo tomaban a las brujas en serio y despreciaban por completo a la gente común.

“Pensé … que los humanos preferirían evitar una guerra como esta.”

“Vendrán tarde o temprano, ¿verdad?” Roland se levantó, se acercó a la ventana francesa y miró en dirección a la frontera. “Dado que ese es el caso, es mejor librar una batalla para la que nos hemos preparado en lugar de ir sin pensar a la guerra. El Primer Ejército está formado por hombres que solían ser cazadores, mineros y granjeros comunes, y el ejército no era excepcionalmente poderoso al principio. Ahora que tienen que enfrentarse a un enemigo que no es en lo más mínimo como los que enfrentaron antes, cada oportunidad de confrontación les ayudará a ganar experiencia y prepararlos para la Batalla de la Voluntad Divina. Los llamados soldados de élite son simplemente los que han sobrevivido varias veces al borde de la vida o la muerte.”

“Debo decir que tu determinación me ha conmovido.” Alethea agitó sus tentáculos. “Eres mejor que la mayoría de la gente común desde este punto”.

Roland negó con la cabeza y dijo: “La gente común no se ganó la etiqueta de ‘gente común’ porque sean incompetentes, sino simplemente por su gran población. Por lo tanto, su fuerza a menudo se ignora fácilmente. Hay historias en el mundo de los sueños que relatan cómo entidades poderosas, ya sean dioses antiguos o dragones colosales, subestimaron el poder de los humanos y terminaron siendo masacrados por tan solo 40 personas comunes y corrientes.”

“Nunca había oído hablar de una leyenda así.”

“Pero no son del todo falsas. Me atrevo a decir que a medida que avance la tecnología, solo necesitaremos 25 personas comunes para hacer el mismo trabajo.” Roland se encogió de hombros. Luego se dio la vuelta y dijo con seriedad: “Además, podemos engañar a los demonios haciéndoles creer que Neverwinter es una ciudad gobernada por la Unión. Llegarán a la conclusión de que los ataques extraños que están a punto de sufrir son de las habilidades de las brujas e ignorarán el punto más importante: Neverwinter no es una ciudad gobernada por un señor común ni bajo el gobierno de la Unión. Es una ciudad industrializada que ha logrado fusionar la esencia de ambos.”

…

Fish Ball abrió mucho los ojos y miró sin pestañear la pradera del norte, para no perderse ninguna señal de los enemigos.

Había oído hablar de la existencia de los demonios de Su Majestad hace un año, pero la primera vez que vio cómo se veían fue durante el incidente de hace cinco días.

Cuando presenció la escena de las lanzas de hueso de los enemigos perforando el pecho de sus compañeros soldados, Fish Ball sintió que el miedo que no había sentido durante mucho tiempo lo invadió. Ningún ser humano podría atacar así. Incluso las bestias demoníacas no podían amenazar la muralla de la ciudad con esa enorme distancia entre ellas y la muralla. Por primera vez desde que se unió al ejército, se encontró con un enemigo cuyo alcance de ataque era comparable al de los fusiles de chispa. Sin embargo, no pudo contraatacar debido al rango de ángulo limitado de su arma, lo que lo convirtió en un objetivo conspicuo para los enemigos si se hubiera mantenido firme en la pared.

En ese momento, Fish Ball quiso huir.

Pero se mantuvo firme. Al principio, fueron sus reflejos entrenados los que le impidieron huir, pero luego, un fuerte sentimiento de furia y detestación lo inundó. Estaba furioso por las muertes anteriores de sus compañeros y su impotencia.

Entre la gente de la antigua ciudad fronteriza solía ​​ser alguien que era conocido por su naturaleza cobarde. La gente se reía de él dondequiera que iba y, durante un tiempo, casi creyó que era un verdadero cobarde. Pero todo eso cambió el día en que Van’er lo engañó para que se uniera a la entonces nueva Milicia por dos huevos. En el primer enfrentamiento con las bestias demoníacas en la pared, estaba tan asustado que se orinó en los pantalones, pero desde que regresó de la pared ese día, nadie se había reído de él.

Ahora, Van’er ya fue ascendido a jefe del Batallón de Artillería, sin embargo, simplemente fue transferido del Escuadrón de fusiles de chispa al Escuadrón de Ametralladoras y se convirtió en capitán de escuadrón. Fish Ball no tenía ni quejas ni celos, porque sabía que Van’er era mucho más capaz que él. Van’er incluso tuvo agallas para hablar frente a Su Majestad, y eso era algo que nunca se atrevería a hacer. Pero eso no significaba que no quisiera ser una mejor persona.

Desde que decidió servir a Su Majestad, había presenciado cosas mucho más allá de su imaginación. Había viajado en un barco de hormigón que podía avanzar río arriba sin velas, y había atacado la capital de los nobles. También ayudó a derrotar a la arrogante Iglesia de Hermes y reclamó el desierto del sur en Graycastle para su Rey.

Ya había visto tantas cosas. Entonces, ¿Por qué debería tener miedo de los demonios?

De repente, el observador gritó: “Atención. ¡Objetivos sospechosos detectados a las 10 en punto!”

En el mismo instante, Fish Ball también notó algunos puntos negros indistintos en el horizonte.

Sacó el cerrojo del Mark I y levantó el cañón hacia el cielo.

Nadie sabía que todavía estaba avergonzado de lo que había sucedido cinco días antes.

Solo la sangre de los enemigos podría ayudarlo a alejar este vergonzoso recuerdo.

[Índice]