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Release that witch – Capítulo 1347


Produciendo el Mensaje Silencioso


“¿Enserio?” El humor de Roland instantáneamente mejoró. La forma de hablar de Barov insinuó claramente que la creación de la instalación no fue tan simple. “¿También escuchaste la señal?”

Este llamado ‘Proyecto de Torres de Hierro’ fue el primer paso en el plan de comunicación inalámbrica de Roland: para satisfacer los requisitos de tener grandes antenas para la transmisión de ondas de radio de longitud de onda larga, el Ministerio de Construcción erigió torres de transmisión de casi cincuenta metros de altura entre la Montaña de la Ladera Norte y Silver City. La mayoría de las torres de transmisión eran simplemente postes largos con el grosor de un hombre adulto y, por lo tanto, parecían agujas delgadas desde lejos. Además de bolas marcadoras aéreas llenas de hidrógeno que permitían la extensión o contracción de los cables metálicos, las antenas se extendían hasta 100 metros.

Las torres no se consideraban difíciles de construir y la construcción no era nada destacable, pero las torres de comunicaciones se consideraban ingeniería sistémica. El quid del proyecto fueron los transceptores en la base de las torres. En el transcurso de la depuración, se desencadenaron múltiples ondas electromagnéticas. Afortunadamente, en el mundo donde no había interferencias, todo lo que se transmitía se recibía claramente. (NTE: Quid: aspecto en que reside la importancia de algo o en que consiste su dificultad.)

“Sí, Su Majestad” respondió Barov con entusiasmo. “Fue como lo predijo, el sistema produce espontáneamente algún tipo de respuesta mágica. Es solo que… No tengo claro si Silver City fue responsable de ello.”

“Creo que la respuesta llegará muy pronto” murmuró Roland para sí mismo. “Infórmale al Jefe de la Oficina Administrativa que nos iremos juntos, no creo que quieran perder la oportunidad de presenciar cómo se hace historia.”

Después de pasar por varios años de desarrollo, la Montaña de la Ladera Norte ya no era el sitio minero de su pasado con algunos pasadizos angostos. En las laderas se construyeron anchos caminos cementados y vías férreas y los pasajeros a bordo de los trenes podían llegar a la cima en cuestión de minutos.

No muy lejos de la torre de hierro había una hilera de casas simples y sencillas de un solo piso construidas con ladrillos rojos, donde los carámbanos colgaban de las esquinas de los techos bajos. Su grandeza distaba mucho de ser comparable con las nuevas fábricas de la orilla sur del río Redwater. En términos de apariencia, nadie lo relacionaría jamás con ‘una nueva era’.

Dentro de la casa, Anna instruyó a los miembros de la Sociedad de Artesanías Maravillosas mientras realizaban la última ronda de preparativos. Al ver a Roland, ella gesticuló subrepticiamente, diciéndole “todo va bien” antes de continuar sumergiéndose en su trabajo.

Roland no pudo evitar sonreír.

Cuando se establecieron los planes iniciales para las ondas electromagnéticas, se generó una acalorada discusión en la Oficina Administrativa. La mayoría de la gente era muy consciente del impacto que el proyecto tendría en el mundo humano: si la información y las noticias pudieran transmitirse en tiempo real, el control sobre Neverwinter y su fuerza de combate verían grandes mejoras.

Las líneas telefónicas, los correos de aviación y emblema de sonido eran evidencia: bajo el uso combinado de los tres, las viejas facciones nobles de Graycastle nunca encontraron la oportunidad de reagruparse y regresar. Muchos de los funcionarios creían anteriormente que recuperar su estado de poder centralizado era un proceso largo y repetido, pero después de ser derrocados por el Primer Ejército, nunca tuvieron la oportunidad de provocar olas. Esto se debió al hecho de que cuando se enfrentaron a transmisiones de información altamente efectivas, los nobles se encontrarían con el Segundo Ejército ante cualquier señal de conspiración, tanto que la policía intervendría y les impediría tener espacio para reunirse.

Pero las líneas telefónicas estaban cableadas después de todo. Los dos últimos medios de comunicación estaban relacionados con el poder mágico que los funcionarios apenas podían comprender. Pero el Proyecto de las Torres de Hierro no tenía líneas de conexión y, en teoría, era incluso más fuerte que cualquier cosa que el poder mágico pudiera replicar. Esto era aún más inconcebible. Aunque los libros de texto de educación primaria introdujeron los conceptos básicos de las ondas electromagnéticas, la teoría era intangible. Con respecto a algo que no podían ver ni tocar, muchos se mostraron escépticos. En cierto sentido, era aún más difícil de imaginar en comparación con los biplanos.

Por supuesto, el debate no afectó el progreso real. Después de todo, habían aparecido demasiadas rarezas en Neverwinter bajo el gobierno de Roland. Incluso si de repente anunciara que tiene planes de ascender a la Luna Sangrienta, la Oficina Administrativa aún haría un gran esfuerzo por él.

Pero las comunicaciones inalámbricas no eran la especialización de Roland y no estaba tan seguro de ello en comparación con su desarrollo en máquinas. El equipo de transmisión era un producto construido completamente a partir del prototipo de la Oficina de Diseño de Graycastle y nadie sabía si realmente funcionaba. Cuando vio el gesto de Anna, ya no le preocupaba perder frente a sus súbditos.

“Entonces, comencemos.”

Roland tomó la mano de Anna y la guió hasta el transmisor.

“Erm… ¿Roland?”

“Este es el fruto de los esfuerzos del Ministerio de Ingeniería y es natural que seas la primera en probarlo” Le guiñó un ojo a Anna varias veces y respondió. A pesar de estar involucrado en el proceso de depuración y haber confirmado la viabilidad del proyecto, solo la prueba oficial quedaría registrada en los anales.

“Todavía queda la posición del receptor, ¿Quién de ustedes quiere ser el primero en experimentarlo?”

Barov y los demás se miraron y levantaron las manos al mismo tiempo. “¡Su Majestad, déjeme intentarlo!”

Después de una ronda de debate, el antiguo director confió en su antigüedad experimentada y salió victorioso. Se convirtió en uno de los dos participantes involucrados en la “primera” prueba de comunicaciones a larga distancia.

En teoría, la transmisión del telégrafo podía realizarse con una sola persona, pero la separación de envío y recepción a dos personas era más conveniente a efectos de verificación. Para las personas que nunca se habían topado con las comunicaciones inalámbricas, el punto clave estaba en convencerlos, ¿Podría la otra parte a más de 100 kilómetros de distancia realmente recibir el mensaje enviado desde aquí? El método más simple era permitir que el receptor desprevenido transmitiera la información conocida solo por el remitente.

Después de simplemente explicar el método de prueba una vez, Roland hizo que el jefe de guardia cubriera los ojos de Barov. Anna dibujó tres líneas horizontales y dos puntos en una pizarra pequeña: la línea horizontal representaba un tono largo mientras que el punto representaba un tono corto.

Anna presionó el interruptor y envió el mensaje después de que todos verificaran la información en la pizarra.

‘Tres tonos largos, dos tonos cortos.’

En el momento en que el circuito eléctrico se conectó, chispas azules florecieron en el centro.

Como el interruptor no estaba conectado a ningún zumbador, aparte de la luz azul, la habitación estaba en completo silencio.

Todos subconscientemente contuvieron la respiración. La luz liberada fue tan tenue que incluso los que estaban afuera tuvieron dificultades para presenciarla, y mucho menos Silver City, que estaba a unos cientos de kilómetros de distancia.

Incluso Roland no pudo evitar tener piel de gallina en todo su cuerpo.

En ese instante, sintió como si algo hubiera barrido su cuerpo.

Sin duda, fue un error de concepto. Bajo amplificación de baja potencia, las ondas electromagnéticas no pudieron afectar el cuerpo humano. Pero en su mente, trazó la escena vívidamente. La chispa eléctrica parecía un destello que murió instantáneamente, pero la corriente eléctrica enviada oscilaba entre el inductor y el capacitor. Las oscilaciones por segundo, capaces de alcanzar millones de veces, provocaron que el campo eléctrico fluctuante se extendiera desde la antena y el cable de tierra en todas las direcciones.

En el mundo silencioso, fue el primer mensaje silencioso producido por el hombre: nadie podía escuchar el sonido, pero era más fuerte y más claro que cualquier otro sonido emitido.

Incluso después de unos cientos de kilómetros, la transmisión no desapareció y fue registrada por la antena en Silver City.

Dos receptores dieron la bienvenida a la transmisión.

Después de capturar las ondas electromagnéticas, el polvo de metal dentro del tubo de vidrio del antiguo cohesor se coaguló, lo que redujo la resistencia eléctrica dentro del circuito, lo que permitió que la bombilla originalmente apagada emitiera una cálida luz amarilla. Su mayor uso fue informar al receptor que había un mensaje reverberando en el cielo.

La otra máquina era el detector de galena. El detector de galena no requería ninguna fuente de alimentación externa y estaba constantemente en el extremo receptor. Un trozo de mineral de plomo y un cable conductor formaron un semiconductor natural que produce una corriente eléctrica débil debido a la radiación interna, lo que permite que el receptor escuche el sonido producido con un auricular de teléfono. (NTE: pequeña aclaración. Dice “mineral de cobre y un cable conductor” pero la radio de galena usa, como su nombre lo indica, galena, un mineral de plomo y azufre por lo que cambie el cobre por plomo, desconozco si algún mineral de cobre, como la malaquita o azurita, pueda funcionar como diodo de la misma forma que hace la galena.)

Cuando no se reciben frecuencias, el detector de galena emite un zumbido vago en lugar de tics claros, pero se mantiene abierto para recibir las frecuencias transmitidas con precisión.

El siguiente paso fue simplemente invertir el proceso.

La distancia ya no era un problema, la frecuencia era tan rápida como la luz. En otras palabras, era la luz misma.

Anna repitió el mensaje tres veces antes de bajar el interruptor.

Según el acuerdo, si Silver City recibiera la transmisión, enviaría exactamente el mismo mensaje. Si se hacía a través de la carta convencional, el tiempo que tardaba el mensaje en enviarse de un lado a otro era de aproximadamente cinco a siete días. Por correo aéreo, requería al menos un día.

Pero justo después de que Anna bajó el interruptor, apareció una luz en el receptor.

¡Todo el proceso tomó solo unos segundos!

La multitud no pudo evitar agitarse.

Ajeno a todo, el Barov con los ojos vendados escuchó con atención antes de anotar lentamente el mensaje que recibió.

Cuando se quitó las vendas de los ojos y los auriculares, ya no necesitaba preguntar sobre los resultados: la sorpresa en los ojos de todos era una respuesta evidente.

¡En el papel había tres líneas horizontales y dos puntos!


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