Absolute: Si no sabían, yo la semana pasada estuve gravemente enfermo. No pude hacer nada de lo que se suponía que se debía subir la semana anterior. Incluso este capítulo debió salir el Domingo pasado… Y bueno, al igual que hice en Facebook, me disculpo con sinceridad si esto les afectó de algún modo.
Disfruten
Entre Líneas 1
—¡¡Frío!! Hace demasiado frío… —Su voz se oía muy frágil, el cuerpo se congelaba a cada momento.
Estaba cubierto de sangre, sentía un vacío tremendo en el estómago; sus viseras habían sido arrancadas, su conciencia se desvanecía poco a poco. El poco tiempo que tenía para recordar se le iba rápidamente, pero no recordaba nada. Absolutamente nada se le vino a la mente.
Su visión empezó a cambiar como si de repente mirara a través de un vidrio rojo, el cual se llenó de demasiados cuadros y símbolos que no entendía, escuchó una extraña voz que provenía del interior de su cabeza.
[….Iniciando unidad de infiltración Neo 3.5…]
Era una voz antinatural y mecánica que resonaba en su interior, poniéndolo más nervioso de lo que ya estaba.
[…Activando modo normal…]
—¿Qué está pasando? —Se preguntó mientras se lamentaba.
Las dudas lo abatieron en aquel desolado lugar de ruina y muerte, el frío inundaba cada parte de su cuerpo llegando a lo profundo de sus huesos.
[….Inhabilitando sistema operativo de personalidad temporal…]
Aquel cuerpo humano yacía en suelo temblando y sacudiéndose violentamente, un grito ahogado se perdía entre las convulsiones continuas. La sangre seguía esparciéndose en el suelo, su piel palidecía aún más.
[…Activando dispositivos de defensa y ataque…]
El cuerpo de aquel sujeto dejó de moverse, el silencio había vuelto de nuevo. Todo seguía calmado, ni una brisa soplaba y el cielo presentaba los primeros signos del amanecer, una luz rojiza tenue se podía ver en el horizonte.
[…Activando conexión con la red principal…]
Una nueva perturbación terminó con el calmado y silencioso tiempo que se desplazaba lentamente mientras amanecía, el sonido metálico de motores eran repetidos por los vacíos ecos de la ciudad completamente destruida.
[……………]
—Jajajajajaja, jajajajajaja —una risa extraña provino del supuesto cadáver.
El sol rojo se mostraba por el noroeste, el cielo se tornaba de un color violáceo, los rayos del sol mostraban crudamente un terrible escenario de ruinas y cadáveres esparcidos como unas flores marrones, arrugadas por todo el lugar.
[……………]
—Ya lo recuerdo, ¡por fin lo recuerdo! —aquel cadáver se levantó con una voz eufórica.
El hoyo en el estómago había desaparecido completamente, su sangre de ser viviente le regresaba nuevamente al cuerpo, la herida que le había provocado la muerte se había desvanecido por arte de magia. El supuesto cadáver levantó su mirada encontrándose con unos ojos brillantes y luminiscentes de color azul.
[…Código de identificación establecida…]
Un ejército de mil unidades de máquinas de combate había llegado después de recibir un mensaje de alerta proveniente de este lugar, rápidamente rodearon al sujeto que minutos antes era cadáver y unas horas atrás era…
—[Especificando misión… (10%)] —una voz mecánica provino del ejército metálico.
Luego el silencio predomino en todo ese basto ejército. Se podría decir que todos eran iguales; cuerpos metálicos con una estructura humana de ciento setenta centímetros, color blanco metálico, lámparas que iluminaba azul como ojos, ruedas de neumático donde debían estar sus pies, espadas filosas donde debería estar la mitad de su miembros superiores y pequeños cañones láser en los hombros metálicos, muy distintos a los cleanser. Estos eran conocidos como Swordsman.
Entre ellos se destacaba uno, su apariencia era única entre los demás. Tenía todo lo que un humano normalmente tendría, lo único distintito de un esqueleto metálico humano era la espada de ciento cincuenta centímetros que llevaba en su espalda, su cuerpo era más delgado que el de los otros, este era líder Swordsman.
—[Estableciendo base datos encriptados… (20%)] —Las lámparas del líder Swordsman brillaron.
La máquina se precipito contra aquel sujeto con intensiones asesinas, desenvainando la espada que llevaba consigo. Dirigió sus afiladas intenciones al cuello de ese humano.
[…Activando sistema jerárquico de mando…]
Aquel sujeto esquivó sin esfuerzo el filo dirigido a su cuello, igualando la velocidad de la máquina. Logró esquivar el segundo intento y, sin dificultad, hizo lo mismo con los siguientes. La máquina aumentaba su velocidad cada nueva estocada dirigida a ese sujeto, pero la persona en cuestión esquivaba sin problemas y, de la misma manera, desviaba la filuda y letal espada solo con sus manos desnudas.
—[Descargando nueva base de datos… (30%)] —Los otros Swordsman solo yacían inmóviles.
Observaban sin tratar de interrumpir el combate entre el sujeto y su líder, analizando cada movimiento, grabando y guardándolos en su memoria cibernética, apropiándose de cada detalle como nueva referencias para encuentros futuros o enviándolas a la red principal.
[…Estableciendo códigos de mando…]
El sujeto en cada instancia reducía sin problemas la distancia entre él y la máquina, esquivando fácilmente aun dentro del rango de la espada. La máquina se encontraba cada vez más presionada y sus movimientos rápidos se ralentizaban por el pequeño espacio que continuaba reduciéndose. Después de unos segundos, la máquina trató de alejarse para tomar cobertura pero un estrepitoso sonido metal crujiendo lo detuvo.
El brazo metálico con la cual sujetaba la espada le había sido arrancado muy fácilmente, y quien lo había hecho era nada más que ese sujeto que sonreía mientras apreciaba el brazo metálico en su poder.
El sujeto separó el brazo de la espada para luego volverla suya. La blandió cortando el aire, la espada en sus manos silbaba con cada estocada dirigida a la nada; en sus manos parecía ser más letal que antes cuando estaba en posesión de la máquina.
Se veía como humano, un humano que horas atrás había muerto. Una sonrisa desmesurada y cínica se dibujaba en su rostro, tenía una mirada perturbadora y con un brillo vacío, dejo salir una voz escalofriante, gruesa y asfixiante.
—¿Quien más quiere retarme? —Caminó en círculos, mirando a cada Swordsman que lo rodeaba, mostrando superioridad a cada momento— ¡¡¡¿Quién quiere hacerlo?!!! —gritó tan fuerte que las máquinas mostraron aquella singularidad propia de un humano intimidado.
—[Misión establecida… (45%)] —Los Swordsman dejaron de moverse por un momento, para luego levantar sus brazos metálicos.
El sujeto se mantenía en el centro del circulo hecho por las máquinas, mirándolas con deprecio e ira.
—[Misión: “Obedecer a unidad de infiltración Neo 3.5”… (60%)] —Sacudieron sus cabezas al unísono esperando nuevas órdenes.
[…Ejecutando jerarquía de rango superior…]
Miraba desdeñosamente aquellas máquinas, llenándose la boca de un sabor agrio, levantó la espada que aún mantenía en su mano derecha, señalando una de las tantas unidades con la punta de esta.
—Tú, acércate —dijo el sujeto, llamando al Swordsman que señalaba.
Aquel Swordsman se separó del gran grupo, caminó a prisa donde se encontraba el cuerpo de aquel humano que no podía desobedecer, se detuvo a unos centímetros de aquel sujeto.
—[Refugio 14: Encontrado… (65%)] —La voz mecánica de las máquinas resonó al unísono.
Aquel sujeto se movió rápidamente y en sola fracción de segundo había cortado limpiamente al Swordsman, como si de papel se tratara.
—Jajajajajaja… —Su risa era macabra y llena de locura.
El rostro siniestro de aquel sujeto mostraba una mirada cínica y perdida. La vida que su cuerpo no tenía se compensaba con su fuerza devastadora que podía tratar a cualquiera como un insecto. No había moralidad en su ser, nada que lo pudiera limitar. Era sin lugar a dudas libre de hacer lo que quisiera, pero prisionero de aquello que recordaba su mínima humanidad.
No, no era necesario saber quién fue, no importaba; si aún disfrutaba del dolor ajeno, no importaba nada más. Su cuerpo ya no era lo mismo que cuando nació o eso quería creer, ni siquiera recordaba esa fecha, ni mucho menos cuando realmente aquel antiguo cuerpo frágil murió, ya no importaba aquello.
Solo tenía un estúpido y ferviente deseo que aquellas cosas que lo observaban nunca tendrían, aquel deseo anhelado que disfrutaba tenerlo tan lejos, inalcanzable y limitado por aquellas reglas predispuestas en su ser.
—Esto les pasará si no cumplen con la misión que yo y únicamente yo les ordeno —señalando a la máquina cortada, luego lanzó la espada a su portador original— es una buena espada… cuídala por mí y mata tantos como puedas —mostrando una sonrisa de satisfacción.
—… —el líder Swordsman logró atraparla con su mano izquierda para luego volver donde se encontraban los demás.
—Jejejejeje —dejó salir una pequeña risa sarcástica.
Aquel sujeto caminó tranquilamente hacia el norte, las máquina le abrieron paso sin presentar ningún comportamiento hostil, para luego sentarse sobre el cadáver putrefacto de un hombre que se encontraba en su camino. Levantó la mirada, observó con detenimiento al cielo de violáceo claro para luego hablar con un tono irónico.
—Es un buen día, demasiado bueno para atacar y destruir si piedad alguna. Seguro nos estarán esperando. Es un buen día así que aplazaremos esto por unos siete días más, será una gran sorpresa para ellos y más para él, quiero ver su cara de culpa cuando lo esté partiendo, jajajajajaja… De seguro será divertido, además, hermano, pude sentirte hace poco. Contigo será una animada y hermosa masacre, jajajajajaja… —su voz se entrecortaba en su tono lleno de ironía.
Aquel sujeto que horas atrás era un cadáver y por siete largos años había fingido perfectamente ser un humano común y corriente, quien era conocido como Marx Tailez.
Él era la guadaña que aguardaba a ser desenfundada para su único propósito, asesinar humanos.
—Quiero ver la expresión de mi viejo camarada, Lux Arqueides. ¿Cuál será? ¿Cuál será? ¿Cuál será? Jajajajajaja… —Y nuevamente una risa maniaca resonó en New Land.
Aquel sujeto era Marx Tailez, pero también era la unidad de infiltración Neo 3.5, una máquina con apariencia humana.