Search

Monrabu — Volumen 1, Capítulo 4

Este capítulo fue jodidamente largo. Enserio. 7,000 palabras. Fue horrible.
Oh, sí. En teoría, faltaría el cap 5 y el cap final para acabar este volumen. Qué emoción, ¿no?


Anterior |Índice| Siguiente


La solución que se le ocurrió a la diosa era un tanto simple.

Si las cosas iban mal porque la diosa desaparecía, ¡entonces solo tenía que hacer uno nuevo!

Para la diosa, esta era una buena idea.

Por ende, la diosa emprendió la búsqueda por un reemplazo.

Por supuesto, la diosa buscó a su reemplazo entre los humanos. Como los que iban a estar en problemas por la desaparición de la diosa eran los humanos, tenía sentido que los humanos fuesen responsables del problema.

Entre los humanos, la diosa eligió a una persona.

Perdona, ¿te molestaría volverte mi reemplazo para proteger de la paz de este mundo?

Para la persona elegida, las palabras de la diosa se sintieron como si se le echara agua en los oídos mientras dormía, pero, para todos los demás, éstas eran como una salvación. “Por el bien del mundo. Por el bien de la humanidad. Lo siento, pero solo puedo dejártelo a ti.” Debido a las expectativas de aquellos a su alrededor, la persona elegida dejó de dudar y decidió aceptar el papel.

Sin embargo, había un problema al tener un reemplazo para la diosa.

La diosa era vastamente omnipotente, pero de vez en cuando habrían cosas que ni ella podría hacer¹. Por ejemplo, ella no podía crear una existencia que estaba al mismo nivel que sí misma.

Ser el reemplazo de la diosa no significaba que podrían hacer de todo como la mismísima diosa.

‘¿Habrá algún modo de arreglar esto?’ Pensó la diosa.

Y así, la diosa decidió otorgarle un poder extra a su reemplazo.

 
Fue un día de febrero, después de que habían pasado el Año Nuevo y el Día de San Valentín. Como de costumbre, Yuuki se dirigió a la mansión y abrió la puerta que daba a la habitación de Sekai.
“… ¿Oh? Qué inusual.”
Ella estaba dormida. La dueña de la habitación estaba sentada en una silla, con el cuello hacia atrás, los ojos cerrados y el pecho subiendo y bajando con su respiración.
“También… apesta a alcohol.”
Esto también era muy inusual. El olor a alcohol llegaba a todas partes en la habitación, y cada vez que se respiraba, el olor estimulaba las partes más profundas de su nariz. Al tomar nota de su entorno, se podían ver muchas botellas vacías alineadas.
Ron.
Tequila.
Brandy².
Whisky.
Era desfile de varios tipos de alcohol fuerte. A juzgar por la forma en que no se limpiaron las botellas, los contenidos probablemente se vaciaron en un corto período de tiempo. Si bebiste tanto, tus ojos probablemente terminarían dando vueltas.
“¿Yuuki?”
Pachiri.
Sekai despertó.
“¿Por qué estas aquí? Hoy no debería ser un día que tú… no.” Murmuró con los ojos aún entreabiertos. No parecía que hablara dormida; su habla era normal. Parece ser que antes no estaba durmiendo y solo tenía los ojos cerrados, o de lo contrario, era alguien que simplemente se despertaba rápidamente. “Bienvenido. Siéntete como en casa.”
“Sí, lo haré. Por ahora, bueno, ¿te importa si limpio? Al menos, sacar las botellas vacías de allí.”
“No. Está bien.” Dijo mientras vertía whisky en un vaso vacío.
El líquido ámbar brilló misteriosamente contra la puesta de sol mientras se movía. De un trago, se lo bebió todo.
“Eh, oye. ¿No estás yendo muy rápido?”
“¿Eres mi guardián o algo?”
“Te pregunto porque estoy preocupado por ti.”
“Es inútil preocuparse. El cuerpo de una diosa no se le puede infringir con algo así.”
“¿No habías dicho que eras vieja y pequeña?”
“…” Sekai no tenía nada que decir en respuesta a las burlas de Yuuki.
“¿Sekai?”
“¿Sí?”
“¿Pasó algo malo?”
“No es nada de lo que tengas que preocuparte.”
“Así que sí pasó algo.”
“…” Sekai permaneció en silencio mientras tomaba un sorbo de su vaso. Ella, entonces, sonrió amargamente y se palmeó levemente las mejillas, “Parece que has malentendido algo, Yuuki. No, es probable que sea mi culpa. Probablemente te di una razón para tener ese malentendido.”
“¿…?”
“Yuuki. Algo malo pasó, por supuesto. Pero era algo inevitable.” Mordió un cigarrillo de chocolate y vertió más alcohol en su garganta, “Después de todo, este mundo está lleno con cosas que no me gustan. No tengo libre albedrío, no obtengo un bonus, ni poseo libertad alguna. Sumándole a eso, no hay nadie que me apoye ni alguien que pueda tomar mi lugar.”
“Esa es una violación de la Ley de Normas Laborales.”
“¿A que sí? Además, la vida no es como los juegos, no tiene final, ¿sabes? ¿No te parece que, en efecto, es algo inevitable?”
“¿Y por eso estas bebiendo?”
“Eso es correcto. Debo beber sin importar qué.” Diciendo eso, ella le guiña un ojo.
Era inocente y amable, una sonrisa que valía la pena proteger con tu vida. El corazón de Yuuki latió.
Sin embargo, lo notó.
Sintió algo que le hacía pensar que la sonrisa de Sekai era forzada. No era algo malo, pero era obvio que estaba tratando de embaucar, como si tratara de esconder algo—como un niño travieso que actúa muy bien frente a otros adultos. Así era su sonrisa.
(Tsk. ¿Qué pasa con ella?) Yuuki estaba molesto.
Sekai estaba ocultando algo, o mejor dicho, era algo más—desde que la conoció, en algún lugar de su corazón, un sentimiento ominoso se le había apilado en el corazón, acumulándose hasta el punto de casi explotar. Ahora, esa irritación comenzó a aflorar,
“Es cierto. Adelante, ahora hazme sentirme en casa.” Yuuki se sentó en su silla personal. “En realidad, incluso si me pides que me vaya, no podría hacerlo. El lapso para que yo haga visita está fijado, por lo que siempre seré traído a rastras por una cierta sirvienta, la cual realmente no sabe cómo contenerse. Sin embargo, no puedo decir que hoy sea por eso.”
“E-en otras palabras, es por eso, ¿no es así? ¿La manifestación de las urgencias matutinas? ¿La petición directa de querer mi cuerpo? No, pero tomar esa decisión podría ser demasiado apresurado, ¿no lo crees?”
“No intentes ocultármelo, Sekai.” Yuuki no siguió con la actuación de la diosa. “Bueno, hasta ahora no he realmente estado escuchando atentamente. Por favor, dímelo bien. Te escucharé.”
“… ¿Qué es lo que quieres escuchar, exactamente?”
“Por mi parte,” Dice estirando el cuerpo, “Sabía que te gustaba el alcohol. Después de todo, te he visto ya muchas veces bebiendo con una expresión de satisfacción. Pero, sabes, no sabía que era una alcohólica empedernida. Bueno, supongo que así es como eres normalmente, pero sucedió que llegué un día que no esperabas y tu ser normalmente oculto fue revelado ante mí.”
“Sí, eso fue completamente mi fracaso.” Se quejó con una expresión amarga. “Usualmente me retengo de beber tanto alrededor tuyo, pero hoy sentí el deseo de hacerlo. Ahora, a sabiendas que bebo tanto, vas a retirar la propuesta de matrimonio. Vaya, esconderte cosas es tan molesto.”
“No me subestimes, idiota.” Yuuki no lo aceptaba. “Ya he pasado por momentos difíciles. Como tal, sé bien cómo observar a las personas. No seré engañado por una mentira tan obvia.”
“No te he dicho una mentira.”
“Pero tampoco me has dicho toda la verdad.”
“… ¿Con qué estas insatisfecho? ¿Qué es lo que quieres saber, exactamente?”
“Quiero todo, por supuesto, todo. Las cosas que estás escondiendo, las cosas que escondiste. Todo eso.”
“Te responderé entonces.” Mordisqueó su cigarrillo de chocolate y se lo tragó en una ida. Yuuki era como un niño curioso, quemándose los dedos al tratar de entrar en una conversación adulta—eso es lo que parecía. “Siempre y cuando pueda hablar de eso, lo haré. Pero si no quiero hacerlo, no hablaré al respecto. Esa es mi decisión, Yuuki.”
“¿No somos una pajera casada?”
“Aún no ha pasado mucho desde que nos casamos.”
“Eso es cierto, pero no quiero que nuestra relación sea superficial.”
“Esa es una diferencia de perspectiva. Tu forma de pensar es diferente a la mía, quien ha vivido diez veces más de lo que tú has hecho. La relación que tenemos ni siquiera está al nivel en el que podemos hablar de si es profunda o superficial.”
Cada argumento que se hizo chocó con el otro. El diálogo entre Yuuki y Sekai subió rápidamente en escala.
“Separémonos, pues.” Yuuki fue tan lejos como para decir eso. “Estoy hablando de divorcio, un divorcio. Después de todo, nos casamos sin ninguna razón verdadera. No hay nada que nos fuerce a estar casados, así que no debería haber problema.”
Técnicamente hablando, era cierto.
Sin embargo, tan pronto como eso salió de su boca, Yuuki se arrepintió. Aun así, no pudo parar. Él sabía, o creía, que ella terminaría llorando. Y nada se siente peor para un hombre que hacer llorar a una chica.
Pero a pesar de eso, él quería averiguarlo.
Yuuki tenía una sensación de frustración. Una sensación desconocida e impaciente de querer saber algo.
Tenía que saberlo ahora, o algo así. Por el contrario, creía que era esencial para sí mismo saberlo.
“… Entonces.”
Sin embargo. La reacción de la diosa fue diferente a lo que Yuuki había predicho.
“Entonces, después de hoy, tu deber habrá culminado.” Dijo.
Ella soltó una risa amarga mientras continuaba. “No te detendré de irte. Deberías olvidarlo todo y regresar a tu vida original. Eso es lo que creo que debió ser desde un principio.”
Era como una pareja casada que llevaba décadas juntos eligiendo divorciarse después de una discusión seria. Así es como se veía su cara ahora.
Él quería hacer contraponer su respuesta. Sin embargo, como se esperaba, no pudo dar una reacción inmediata.
“… Idiota.” Exprimiendo su voz, Yuuki rompió su silencio. “Incluso si lo aceptamos, las personas a nuestro alrededor no lo harán. La organización Tsukumo no lo hará, Chiyo-san tampoco. Sobre todo, yo no lo haré.”
Después de decir eso, se levantó de su asiento y salió de la habitación. Tenía una sonrisa preocupada en su rostro, aun hasta el último momento mientras cerraba la puerta de la habitación de la diosa.
 

 
“¿Una pelea? Oh, la juventud.” Sin que necesitase encontrarla, Chiyo vino desde el otro lado. Allí estaba ella, la sirvienta, Chiyo-san, barriendo los escalones de la entrada con una escoba, “Entre chicas y chicos, pienso que las peleas son cosa común. Sin embargo, no angustie mucho el corazón de mi señora, espero y tenga eso en mente.”
“… ¿Estabas espiándonos?”
“Es tan claro como el tintineo de una campana. Si hace una cara como esa, es muy obvio.”
Ella le dio una sonrisa.
Como de costumbre, era una sirvienta difícil de tratar, pero él aún elevó la mirada cuando le preguntó “¿Qué tal una taza de té?”. Todavía había muchas cosas de las que Yuuki quería hablar.
“No escuchará nada al intentar sacarme conversación. No tengo nada que decir.” Mientras elaboraba un poco de té de Assam, Chiyo-san continuó, “Sin embargo, yo bien podría considerarlo un poco si tiene algo de lo que quiera hablar. Ahora pues, venga, dígame todo lo que quiera sobre sus problemas juveniles. Ventíleme su insatisfacción, sus quejas o incluso sus deseos. Lo escucharé todo.”
“… De alguna forma, siento como si estuvieses siendo grosera conmigo.”
“Es solo su propia imaginación.”
“En realidad, hay bastante de lo que quiero hablar. No lo tengo del todo claro, ¿sabes? En respecto a las circunstancias en las que me encuentro actualmente.”
“A veces se dice que la ignorancia es felicidad.”
“¿No se supone que soy alguien de gran importancia? Sin embargo, ¿por qué me trataron tan descuidadamente?”
“Actualmente estoy tratándolo de acuerdo a su función, o al menos esa es la intención.”
Él no pudo responder a eso. Pero tampoco podía permanecer en silencio.
“Me gustaría preguntar acerca de la organización Tsukumo.”
“Adelante. Escuchar no me cuesta nada.”
“¿Qué son, exactamente? ¿Desde cuándo han existido?”
“Bueno, ¿quién sabe?”
“¿Qué clase de poder tienen? ¿Quién es el jefe, dónde está su base y cuán grande es su influencia en este mundo?”
“Dejaré eso a su imaginación.”
“¿Cuál es el objetivo de la organización Tsukumo?”
“Su trabajo es asegurase que el mundo y la diosa subsistan tanto como sea posible. Creo que esto se lo dije ya muchas veces.”
No hubo brecha que aprovechar. Ni siquiera podía encontrar una pequeña grieta en su guardia.
Por supuesto, Yuuki había hecho sus propias investigaciones en la medida de sus propias habilidades. Terminó investigando sobre Chiyo, la sirvienta de la que solo sabía su nombre, sobre quién era ella exactamente.
Sin embargo, no descubrió nada.
Ella no da ninguna información importante por sí misma. Es como si lo que él buscaba no existiera, su historia, su origen, todo fuese algo desconocido. Incluso su edad era incierta. Si es posible, hubiera querido negociar con ella después de encontrar una de sus debilidades, pero…
“Chiyo-san, ¿desde hace cuánto estas cuidando a Sekai?”
“Bueno, ¿quién sabe?”
“¿Cuánto ha pasado desde que empezaste con tu trabajo actual?”
“Dejaré eso a su imaginación.”
“Por cierto, ¿de dónde vienes?”
Hmmm, me pregunto lo mismo.”
“¿Qué hay de tu comida favorita? ¿Tienes alguna?”
“Disfruto comer youka y uirou³, ¿por qué?”
“Así que respondes debidamente cuando se te pregunta algo así… y de manera muy anticuada, se siente como una anciana.”
“Si busca una pelea, se la compraré.”
“Aun si me muero, no te venderé una.”
Chiyo-san sirvió un poco más de té.
Yuuki tomó un sorbo después de darle las gracias. Es realmente sabroso. El té que hace esta sirvienta es definitivamente de primera clase.
Beber el té le recordó a su hermana, que también hacía buen té. Un duelo entre Haruko y Chiyo-san. El solo imaginarlo hizo arder su corazón. En cierto modo, sería una pareja de ensueño. En sentido de un sueño de pesadilla, por supuesto.
“Chiyo-san, tú te encargas de toda la mansión, ¿no es así?”
“Eso es correcto, ¿qué hay con eso?”
“Solamente tú, ¿cierto?”
“Sí.”
“Es más, ¿vives aquí?”
“Sí.”
“Así que, ¿las que personas que viven en la mansión serían solamente Sekai y tú, ustedes dos nada más?”
“Sí.”
“La limpieza y la cocina, ¿todo lo haces tú sola?”
“Sí, todo lo hago yo sola.”
“Debe de ser bastante problemático, ¿no es así? Asumo que debe requerir un montón de esfuerzo.”
“Este grado de esfuerzo no es lo suficiente para cansarme.”
“Sí que te preocupas por Sekai.”
“Por supuesto. Eso es porque ella es alguien irremplazable.”
“Chiyo-san, ¿cuál es tu posición dentro de la organización Tsukumo?”
“Dejaré eso a su imaginación.”
Así que responderá a una charla simple, sin embargo, cuando se trata de asuntos importantes, ella mantiene los labios sellados. Esta sirvienta realmente no suelta nada.
Aparenta ser una persona astuta mientras pretende responder a la pequeña charla, tratando de cumplir sus propios objetivos—en otras palabras, incluso cuando Yuuki estaba buscando algo de ella, ésta estaría buscando algo de él.
No, en lugar de buscar algo, era más como si le estuviera dando un diagnóstico. Era como si fuera una psiquiatra trabajando con su paciente de una manera indirecta, pero yendo lento y constantemente hacia el centro del problema. Era obvio que esta sirvienta estaba tratando de medir algo. Este ‘algo’ dentro de Yuuki.
“Bueno, supongo que ya acabó de ventilar las cosas.” Después de beber su segunda taza de té, Chiyo-san se puso de pie. “Gracias por cumplir hoy con su deber. Puede volver otro día. Cuando el tiempo llegue, esperaré más de usted.”
“Enterado. Así es como normalmente será.”
Asintiendo con la cabeza, Yuuki se levantó de su asiento. No ganó nada hoy, y parece que de nuevo iba a irse con las manos vacías.
Para esta reunión, los días que pasaron antes de que él fuera llamado no fueron de ninguna manera cortos.
Mientras tanto, todavía no podía creer lo que había sucedido, pero antes de elegir casarse con la diosa, estaba preparado en ese momento para que su vida terminara, pero ahora se había convertido en una guerra a largo plazo. Prometió hacer feliz a Kanaruzawa Sekai, y sin embargo, ahora, a diferencia de lo que esperaba, llevó su vida de una manera un tanto tranquila.
Pero algo sucederá. Cuando llegue el momento, él deberá estar preparado para ello.
Además de prepararse para esta batalla a largo plazo, necesitaba buscar una oportunidad. Tanto la diosa como la sirvienta tenían los labios sellados, pero definitivamente encontrará una manera de agarrarlas por la cola. En definitiva, ambas le ocultaban algo. Para evitar que Yuuki lo supiera, ellas tercamente cerraron sus bocas. Un día, Yuuki abrirá esas bocas y expondrá la verdad bajo el sol blanco, y luego, Yuuki finalmente podrá obtener una mejor posición—
“Dentro de poco, este mundo será destruido.” Dijo Chiyo-san abruptamente.
Lo dijo justo antes de que él dejara la mansión, después de separársele en la entrada y decirle , “Nos vemos la próxima vez.”
“No muy adelante en el futuro, quizá en un año o do—no, inclusive antes de eso, quizá en un mes o incluso hoy, este mundo desaparecerá.”
“… ¿Eh?”
“Bien pues, veámonos otro día. Le deseo lo mejor.”
“Eh. Espera. ¿Eh?” Yuuki parpadeó un par de veces.
Chiyo-san no parpadeó al ver la reacción de Yuuki.
No parecía que ella estuviese mintiendo. Aun así, tenía que confirmar.
“¿En serio?”
“Sí.”
“¿El mundo será destruido? No puede ser, pero ¿cómo? ¿Por qué?”
“¿Por qué no trata de adivinarlo?, porque ni yo puedo decirlo con certeza.” Chiyo-san se encogió de hombros.
“Pues, el mundo probablemente no será engullido por una guerra nuclear. Y tampoco caerá un meteorito gigante del cielo. Lo más probable es que la organización Tsukumo haya predicho que, cuando llegue el momento, este planeta, este universo, simplemente desaparecerá.”
“… ¿Se refiere a que sería como cortar repentinamente la electricidad de una computadora?”
“Sí. Creo que eso se acerca bastante a lo que me refiero.”
Chiyo-san asintió.
Yuuki no sabía todo. Sin embargo, ha experimentado más que la juventud habitual de su edad. Por lo tanto, podía sentirlo con la intuición.
Lo que ella dijo no era una mentira, ni era en intento de engañarlo. Esta sirvienta estaba simplemente transmitiendo la inevitable verdad.
Es por eso que preguntó. “Y, ¿será posible que, ella—Kanaruzawa Sekai, esté involucrada de algún modo?”
“…” Ella respondió con silencio. No tenía su sonrisa habitual mientras solo mantenía la boca cerrada. Luego, después de un corto instante, hizo una reverencia. “Pues bien, lo veo en la próxima. Que tenga un buen día.”
… Como de costumbre, no mostró debilidades.
Después de decir todo lo que necesitaba decir, Chiyo-san cerró la puerta, y la puerta de entrada quedó cerrada con llave. Ya no podía seguir persuadiéndola.
Escuchando los sonidos del mecanismo de la puerta, Yuuki realmente no sabía lo que debería hacer. Bajo el frío cielo invernal, ante la verdad que se deletreaba frente a él, ante la verdad que quería saber, Yuuki no tuvo más remedio que marcharse…
 

 
“Dicho eso, el mundo será destruido dentro de poco.”
Fuun. ¿Es así? Jee~” Al escuchar la historia de Yuuki, Koiwai Kurumi asintió.
Estaban en la Preparatoria Privada Murakumo, en el aula de la clase A del 2.° año. Después de que sus compañeros de clase se fueran después de la escuela, los dos representantes de clase estaban ocupados ordenando las impresiones para la clase,
“Nono. Espera un segundo. ¿Yuuki-kun?” Bishi. Armó la forma de un cuchillo con la mano derecha mientras llevaba una sonrisa a medio formar, “Aun si estás tratando de engañarme, intenta ser razonable. O, de lo contrario, ni siquiera podré darte una reacción adecuada, ¿no te parece?”
“¿Verdad que sí? Normalmente, ese sería el caso.”
“Incluso con algo del estilo ‘de repente me casé’, probablemente te creería. Sin embargo, ¿ahora dices que el mundo será destruido? Sólo puedo darte una mirada en blanco. Una mirada en blanco, ¿me escuchaste?”
“¿Ah, sí? No, por supuesto que sería así…”
“Primero que nada, si el mundo realmente va a ser destruido, Yuuki-kun, tú no estarías aquí ahora mismo, ¿cierto? Normalmente no vendrías a la escuela y armarías estas hojas impresas. ¿No deberías tener algo mejor que hacer?”
“Estás en lo correcto. Este no es el momento para hacer algo así.” Su lógica estaba en lo cierto. Yuuki sinceramente deseó que pudiera apoyar las declaraciones de Kurumi. “Pero, ¿sabes? No es que no esté haciendo nada, es solo que no tengo nada que hacer por el momento.”
“¿Oh? ¿Acaso quieres un consejo de vida? ¿Quizás sea que te estás apoyando en mí?”
“Bueno, sí… La verdad es que no tengo a nadie más en que fiarme…”
“Déjamelo a mí.” Pon, se golpeó el pecho con un puño, “Después de todo, es mi trabajo como una representante de clase ser alguien en quien apoyarme en momentos así.”
“Yo también soy un representante de clase, ¿sabes?…, pero, por el momento, escucha mi historia por favor. Hablar con alguien me ayudará a ordenar mis pensamientos.”
“Sí, te escucho.”
“También, si sientes la necesidad de replicarme, por favor hazlo.”
“Enterado.”
“Si quieres puedes seguir trabajando. No tienes que escucharme con tanta seriedad.”
“Igual el prólogo parece que será súper largo.”
“De todos modos, parece ser que este mundo realmente llegará a su fin.” Ante la persona que está sentada frente a él, Yuuki comienza a hablar. “Es más, tal parece que ese día podría incluso ser mañana. Después de que se me informara de esto, he estado muy preocupado.”
“Sí, sí. Ya veo~.”
“Por cierto, parece que este mundo es protegido por una sola diosa. Y como ésta hace bien su trabajo, nosotros somos capaces de vivir nuestros día a día.”
“Ya veo. Ella parece ser muy asombrosa, esta diosa me refiero.”
“Bueno, ella ha estado protegiendo este mundo desde hace más de 1,000 años.”
“¿1,000 años? Eso es bastante asombroso.”
“¿A que sí? Igual no sé qué es lo que hace o cómo lo hace. Sin embargo, en algún rincón desconocido de este mundo, donde nadie más lo sabe, ella trabaja sola.” Yuuki se llevó la mano a la mejilla y miró el paisaje fuera de la ventana.
Afuera, el club de fútbol y el club de béisbol, sin preocuparse por el viento o el frío, podían disfrutar de sus vidas juveniles.
“… Bueno, eso no parece bueno~.”
“Sí, es malo.”
Kurumi ladeó la cabeza. “¿Qué pasa?”
“La diosa. Quiero decir, el mundo está por ser destruido. Eso significa que algo malo le pasó a la diosa si es que ésta no puede proteger al mundo como siempre lo ha hecho—si lo piensas, eso sería lo primero que se te vendría en mente.”
Fuun. ¿Qué mal pudo haberle sucedido?”
“No tengo idea. Desearía que alguien me lo dijera.”
“Ya veo. Bueno, no puedes hacer nada entonces.”
“Supongo que sí… Es difícil interferir personalmente con eso.”
“¿Entonces?” Nuevamente, Kurumi ladeó la cabeza. “¿Estás bien con no hacer nada? Quiero decir, el mundo va a ser destruido.”
“No. No creo que eso esté bien.”
“Entonces, ¿sabes qué vas a hacer?”
“Pues, para decirte la verdad, ya estoy haciendo algo. Lo que tengo que hacer es, bueno, algo que he estado haciendo en secreto desde hace un tiempo.”
“Ya veo. Estás haciendo algo.”
“Por cierto, todo lo que se dijo aquí se mantendrá en secreto, ¿está bien? Solo te digo esto porque eres tú, Koiwai-san.”
“Sííí.” Bishi, da un asentimiento, “Tengo una idea aproximada de lo que has dicho, Yuuki-kun. Suena como un gran problema.”
“Lo es. Es uno bastante grande, de hecho.”
“Sin embargo, ¿no está bien eso? Después de todo, por lo que puedo ver estás haciendo lo que puedes hacer. En cuanto a lo que sea que suceda a continuación, creo que dependerá de tu suerte. Es como si hubieses hecho todo lo que podías y ahora tienes que esperar a que el destino decida el resto.”
“Es cierto… Supongo que, al final, así se desarrollará.”
“Entonces, ¿te decidiste?”
“Sep. Supongo que puedes decirlo así.”
“¿Te fui de ayuda?” Mufun, Kurumi alza el pecho.
Yuuki dio una sonrisa amarga, dándole las gracias irónicamente con un rápido “Gracias”.
“Sin embargo, si me permites decir algo, Yuuki-kun, no creo que debas pensarlo mucho.”
“¿A qué te refieres?”
“Bueno, Yuuki-kun, ¿no estás en una posición un tanto especial? Así que, lo más probable es que eventos aún más especiales ocurran. A partir de ahora, un patrón como algo que sucedió entonces probablemente volvería a suceder.” Devolvieron su atención a ordenar las impresiones, “Sin embargo, hasta donde sé, Yuuki-kun no es muy versado en la manipulación de la situación actual. Por lo tanto, probablemente te arrepentirías si fallaras, mas te sentirías aun peor si lo dejas pasar.”
“¿Crees eso…?”
“Así que, descansa con tranquilidad y da lo mejor de ti. Lo más probable es que lo que estás haciendo ahora, lo que estás intentando hacer, es el resultado de tu mayor esfuerzo. Por favor, pelea con todas tus fuerzas. Te estaré apoyando.”
“…”
Yuuki miró en silencio a la representante de clase frente a él. Koiwai Kurumi aceptó su mirada con una sonrisa.
“¿Sabes?”
“¿Qué pasa, Yuuki-kun?”
“Koiwai-san, eres una chica amable, ¿lo sabías?”
“¿A que sí?”
“Gracias, de verdad. Me hiciste sentirme mucho mejor.”
“Por cierto,” Ella sonrió e infló las mejillas. La representante de clase, Koiwai Kurumi, dijo, “Esto es por una chica, ¿verdad?”
“… ¿Por qué piensas eso?”
“Es más, es probable que ella sea una belleza.”
“No, por eso pregunto. ¿Por qué dirías eso?”
“Bueno, bueno~” Pushaa, exhaló, “Es solo que siempre estas rodeado de un puñado de mujeres hermosas. Bueno, supongo que no puede evitarse.”
“… De alguna forma, esa fraseología parece implicar algo.”
“Por cierto, yo también estoy incluida cuando hablo de ti rodeado de gente hermosa.”
Haa.”
“Hey, Yuuki-kun. Aquí arruinaste las impresiones. Haz bien tu trabajo.”
Al ser tan estrictamente reprendido, Yuuki rápidamente volvió a trabajar. El sonido de una pelota de béisbol golpeada por un bate de metal resonó en el fondo.
 

 
Eso era lo que pretendía desde el principio. Sin embargo, siendo motivado por Koiwai Kurumi, Yuuki renovó su determinación con aún más vigor.
¿Qué hay de su determinación?
¿Qué es lo que Kirishima Yuuki necesita hacer?
Solo había una cosa—hacer todo lo posible por Kanaruzawa Sekai. Para protegerla, para apoyarla, darlo todo para preservar de esa sonrisa.
Fue cuando tenía cinco años. Desde que ese hombre misterioso, con su sonrisa falsa, incisivó a su familia hacia su nefasto destino, sólo pasaban cosas irrazonables en adelante, incluso ahora, él estaba siendo sacudido por las circunstancias lo rodean—luchando contra los planes bien pensados que otros habían decidido por él.
Sin embargo, dentro de todo eso, finalmente encontró un rayo de luz.
Era piadosa, deslumbrantemente hermosa; tenía la costumbre de fácilmente ponerse a llorar, y, sin embargo, el mundo era protegido por esta única diosa. Para Yuuki, ella era su salvación, su razón de vivir.
Por eso, se apoyó en eso.
Se aferró desesperadamente a eso.
Ahora que se había agarrado, nunca podría dejarle ir.
Determinación.
Lo que tenía que hacer
Apostaría todo, Yuuki sintió que arriesgar toda su vida sería la única manera de cumplir su objetivo.
Él creía que podría ser perdonado por lo que iba a hacer.
Y ahora que había pensado en esto, finalmente pudo sentir alivio.

……
………
“No, no. ¿Qué estoy diciendo?” Volviendo a la realidad, se reprendió a sí mismo.
Recientemente, este tipo de patrón se repetía con bastante frecuencia. Extrañamente, su corazón ha estado en desorden, en pánico, una sensación de querer hacer algo, sin saber qué es—un sentimiento que varias veces le había causado frustración.
Es como si él fuera parte de una pesadilla interminable de la que no podía despertar.
“… ¿Qué estoy diciendo? En serio.”
¡Bachin! Usando ambas manos, se golpeó las mejillas, tratando de darse energía. Este no es el momento para dejarse llevar por un sentimiento desconocido.
Primero, necesitaba enfrentar la realidad.
Paso a paso, lento pero seguro. Él debe ir adelante.
 

 
“Lo estaba esperando.”
En aquel día, era marzo.
Después de un largo tiempo, llamaron a Yuuki a la mansión de la diosa.
“Entre, por favor. Lo guiaré.”
Como de costumbre, Chiyo-san lo guio después de hacer una reverencia. Aunque hoy había muchas nubes, el clima seguía siendo agradable. En el jardín, los zorzales tarareaban y jugaban mientras que las flores de ciruelo —deslumbrantemente blancas para la vista— se destacaban en el fondo.
Umm,” Yuuki preguntó mientras seguía a la sirvienta. “¿Cómo está? Sekai, me refiero.”
“¿Que cómo está? ¿En qué sentido?”
“Me preguntaba si estaba bien o… si se encontraba en buena condición. Hablaba de ese tipo de cosas.”
“Por favor confírmelo por sí mismo. Ella está bien.”
“Bueno, si es posible, me gustaría tener algo de información de antemano.”
Sin dar ninguna respuesta, Chiyo-san siguió caminando. Yuuki la siguió mientras se rascaba la cabeza.
“Hágalo por sí mismo.” Se repitió. “Probablemente será mejor que lo compruebe por sí mismo.”
“Bueno… supongo que sí.” Yuuki aceptó a regañadientes su respuesta.
La incomodidad entre él y Sekai era su propia responsabilidad. Más bien, como hombre, no podía dejar que Chiyo-san lo ayudara.
“Las cosas que verá a continuación no son ilusiones; más bien, son la razón por la que lo llamé hoy.”
Haa, ya veo. Conque es así.”
Respondiendo a las palabras de Chiyo-san, Yuuki miró hacia el cielo. Luego, después de responder, se dio cuenta. Ser guiado por Chiyo-san sin que te digan nada era normal. Sin embargo, el recorrido era distinto al normal.
Es decir, no se dirigían a la habitación habitual: la de Kanaruzawa Sekai, que siempre estaba llena de cigarros y alcohol, y tenía un aspecto algo vago, rancio y pesado. Estaban en camino a un lugar diferente.
“… ¿Umm? ¿Chiyo-san?”
“…”
Al frente se hallaba la habitación de Sekai. La sirvienta, sin embargo, giró a la izquierda por un pasillo, atravesó de una abertura en la pared, y bajó a un área subterránea.
Después de entrar por primera vez en el área, había varias habitaciones como en el primer piso, sin embargo, no se detuvieron y continuaron. Delante, había una sola puerta enorme que daba la impresión de menospreciar a los visitantes.
La puerta se abrió lentamente. Reveló un espacio del tamaño de una cancha de tenis, con nada más que un paisaje tormentoso.
“¿Qué es este lugar?”
“…”
Chiyo-san caminó hacia el centro de la sala. Yuuki, entonces, la sigue acordemente hacia el centro. La sala estaba completamente vacía. Solo estaba el aire ligeramente húmedo y las luces tenues.
“… ¿Ummm?”
Chiyo-san se puso cara a Yuuki, quien estaba confundido. “Cómo es que mi señora evita que el mundo sea destruido. ¿Quiere saber eso?”
“Por supuesto. Quiero saberlo.”
“Muy bien, lo explicaré de forma que hasta un idiota pueda entender.” Con una expresión fría , Chiyo-san continuó explicando, “En este mundo, hay mucho bien pero también hay mucho mal. Si se los deja solos, uno u otro incrementará demasiado, provocando la perdida del equilibrio dentro del mundo. Mantener el balance es el trabajo de mi señora; suena simple, ¿no es así? En síntesis, es como estar a cargo de un basurero. Tener que limpiar esas cosas negativas y asumir esas cargas… nadie quiere ser esa persona, pero es algo que debe hacerse. El mundo que la diosa creó fue hecho de ese modo. Así, el mundo puede mantenerse del lado positivo de las cosas. ¿Entendió?”
“… Creo que sí.”
“Lo que verá es la escena de mi señora ocupándose de este llamado basurero.” Dicho eso, Chiyo-san hizo una reverencia. Una reverencia muy seria. Como si ella se inclinara ante su propio amo. “Que tenga un viaje seguro. Espero que no pase nada.”
“Espera, espera.” Yuuki soltó una sonrisa amarga, “¿Ten un viaje seguro? ¿A dónde me estás enviando, exactamente? No entiendo a qué va esto. Esto pareciera ser la mitad de—“
En el siguiente momento. El mundo a su alrededor cambió por completo.
“¿Eh?”
Era un mundo sin nada, pero al mismo tiempo, todo estaba en ese mismo mundo.
Había profundidad hasta el final de este espacio. El blanco y el negro coexistían sin mezclarse en gris. No podía oír nada, pero todo estaba lleno de sonidos. El final estaba a la vista pero no podía ver lo que tenía justo al frente.
Fuera lo que fuere, nunca antes había visto esto.
Sin embargo, se sentía familiar al mismo tiempo.
Aquí no había tiempo ni espacio. Tal vez, era solo un lugar, y ese era el único significado que tenía.
Por supuesto, no era el lugar donde estuvo Kirishima Yuuki hasta antes.
¿Qué está pasando?
No necesitaba pensar en eso. Fue por Chiyo-san. Esa astuta sirvienta tuvo que haber hecho algo. Y como resultado, Yuuki ahora estaba parado en un lugar donde no sabía diferenciar la izquierda de la derecha.
¿Cuál es el significado de esto?
No escuché nada sobre esto. ¿Por qué fui arrojado a un lugar así?
Cómo es que mi señora evita que el mundo sea destruido. ¿Quiere saber eso?” Su voz hizo eco.
Trascendía el tiempo y el espacio, ya que parecía que se lo susurraba a los oídos.
Está bien. Definitivamente es por eso.
Kanaruzawa Sekai, esa diosa solitaria—la verdad de una niña que desconocía de muchas cosas, mientras que era avispada en cosas extrañas, y a veces tenía ojos que parecían mirar a otro mundo. En el momento en que se dio cuenta de que había venido para confirmarlo con sus propios ojos, una cabeza pasó volando.
Goron, gorori.
En un mundo con y sin sonido, definitivamente lo escuchó en sus oídos.
Era Sekai.
Kanaruzawa Sekai.
La persona que había aceptado su súbita propuesta sin pregunta alguna, quien para Yuuki era probablemente su compañera de por vida; su cabeza, con un bulto desde la parte superior de su cuello. Con la piel exangüe, con una expresión que parecía perder la esperanza en todo, con ojos que parecían transparentes mientras miraban hacia otro lado, estaba rodando frente a Yuuki.
“…”
El tiempo se detuvo en un mundo sin tiempo.
No entendía. ¿Por qué? ¿Por qué está pasando esto? ¿Qué está haciendo ella aquí? ¿Murió? ¿Es por eso que su cabeza está separada de su cuerpo? ¿Por qué? ¿Por qué, por qué, por qué, exactamente qué, qué está pasando?
Su cuerpo se movió durante esta confusión. Mientras gritaba el nombre de la muchacha, Yuuki corrió, enredando sus piernas. Un sudor desagradable surgió, su boca se secó rápidamente, y mientras trataba de recoger el lastimoso Sekai con lágrimas y mocos corriendo por su cara, la cabeza desapareció frente a sus ojos.
(¿Eh?)
Desapareció.
La cabeza de Sekai desapareció frente a sus ojos. Sin dejar rastro. Sin siquiera dejar una sola gota de sangre.
Extendiéndose alrededor de Yuuki, solo se hallaba el lugar sin nada y con todo al mismo tiempo.
(… ¿Estaba viendo un sueño?)
No, eso está mal.
Ciertamente era un mundo difícil de comprender, uno en que no estaba claro qué era verdad o qué no. Sin embargo, Yuuki lo vio. Lo sintió. La muerte de Kanaruzawa Sekai y su aspecto miserable. Tal desesperación no podría haber sido un sueño. Su espalda temblaba con solo recordarlo, la vista de todos los órganos internos extendidos frente a él mientras volaban.
Beki.
Boki.
Gushari.
Ella voló mientras hacía sonidos de huesos siendo perforados, como papel manuscrito que se arrugó y fue desechado después de que hayan escrito incorrectamente en él.
(… ¿Qué?)
No estaba lejos de donde estaba mirando.
Llegó volando a una tremenda velocidad sin dar alguna advertencia, pero no tuvo duda al respecto. Cubierta en sangre y apenas manteniendo su forma original; era Kanaruzawa Sekai, y sin pensarlo, Yuuki se adelantó.
Se arrastró, corrió hacia ella y levantó esa figura cortada mientras gritaba su nombre. Una y otra vez. La carne roja, la superficie blanca de los huesos y los vellos rosados de los músculos estaban expuestos y seguían siendo hermosos, pero como se esperaba, ella estaba muerta. Era solo un cadáver, un pedazo de carne.
Dándose cuenta de la inevitable verdad, los brazos y las piernas de Yuuki temblaron tanto como en momentos de una carcajada mientras intentaba gritar desde lo más profundo de su estómago. Entonces, Sekai desapareció.
(¿¡———!?)
Volvió a pasar.
Igual que antes.
Era claramente real, y había una sensación clara—la sensación de tibieza de los órganos internos, el calor de la sangre que cubría sus manos todavía estaban ahí, definitivamente. Sin embargo, se sentía como un sueño o una alucinación que no era como la realidad, ya que ella desapareció como una bruma.
(… ¿Qué es esto? Enserio, ¿qué es?)
Yuuki se quedó atónito, mudo.
Y luego, finalmente se dio cuenta.
En este lugar caótico sin tiempo ni espacio, estaban allí. Varias formas de muerte se extendían por todas partes.
En algunos lugares, había cuchillos afilados, cortándola en dos.
En algunos lugares, fue aplastada por rocas gigantes.
En algunos lugares, ella fue despojada de su carne poco a poco desde los dedos de sus pies hasta la parte superior de su cabeza.
En algunos lugares, ella se ahogó. En algunos lugares, ella se quemó. En algunos lugares, sufrió mientras espuma salía de su boca. O su piel era despellejada, o todo el cuerpo entero era perforado, doblado, mientras sangre salía de sus ojos, boca y orejas—
Era la ciudad de la muerte.
Había miles y miles de formas de muerte diferentes y las personas atrapadas en esa pesadilla, todas eran Kanaruzawa Sekai.
(¿Infierno?)
Esa fue la primera palabra que me vino a la mente.
Tenía que ser la verdad. Si esta vista no se llamaba infierno, ¿qué otra cosa se le podría llamar infierno?
Sin embargo, había algunas cosas que eran extrañas.
Una. La única persona que sufría en este lugar era Kanaruzawa Sekai.
Una. El hecho de que Kanaruzawa Sekai, esa inofensiva existencia, nunca podría cometer un crimen que justificara tal sufrimiento.
Una. ¿Por qué esta existencia divina estaba actualmente allí de esa manera? Más bien, ¿no debería ser ella quien arroje a alguien al infierno para castigarlo?
No podía entenderlo, en lo más mínimo.
No podía hacer nada.
¿Qué podría hacer?
En este mundo que era completamente desconocido, donde se cometían atrocidades insoportables, donde la persona a la que él alcanzaba con sus manos y pies desaparecía. ¿Qué podría hacer, exactamente?
Solo había una cosa que Yuuki podía hacer.
Superar su impaciencia e impotencia al gritar desde el fondo de su estómago. No estaba seguro de si le llegaría dentro de este mundo onírico. Sin embargo, tenía que llegarle. A ella que estaba en esta situación, al menos, al menos su voz tenía que alcanzarla.
La llamó.
La llamó. Una y otra vez, él la llamó.
Como si estuviera vomitando sangre, saliéndose de la parte inferior de su estómago. Nuevamente, y nuevamente, Sekai, Sekai, Sekai, SekaiSekaiSekaiSekai,
“¡Sekai!”
—La alcanzó.
Él sintió algún tipo de respuesta.
Era un mundo sin sonido, y sin embargo, el grito de Yuuki definitivamente le llegó.
Pero, poco después. Lamentó eso desde el fondo de su corazón.
“¿… ki?”
Sekai miró hacia él.
Todas ellas a la vez.
Las miles y miles que estaban experimentando la muerte, las miles y miles de Sekais, todas al mismo tiempo. Ellas dirigieron sus ojos hacia Yuuki.
Los miles y miles de pares de ojos rojos miraban al aturdido Yuuki.
Sintió una vaga inquietud.
Era como si presenciara una escena que nunca se le perdonaría por ver—
O como un criminal que estuvo expuesto en el medio de la noche—
“¿Ese es… Yuuki?”
Por un lado, Sekai estaba forcejeando.
Por otro lado, estaba temblando de miedo.
O de vergüenza.
O tal vez de enojo.
Duda.
Desconcierto.
Inquietud.
Pena.
Los ojos de ella, o mejor dicho, los ojos de ellas contenían destellos de todas estas emociones—y todas esas emociones solo hablaban de una cosa.
Kirishima Yuuki no debería estar ahí.
Kirishima Yuuki no debería estar ahí.
No mires.
No mires. Nomiresnomiresnomires. Por favor, ¿por qué estás aquí cuando no deberías estar aquí?, ¿por qué—?
Las lágrimas se desbordaron.
Las lágrimas se derramaron de los miles y miles de pares de ojos rojos.
Incluso después de que sufriera la muerte, incluso después de experimentar todo este dolor, nunca soltó lágrimas. A pesar de que ella había aceptado completamente la absurdidad de toda la situación. Ahora, lágrimas llenaban sus ojos.
Yuuki sintió que la sangre abandonaba su cuerpo.
Era demasiado tarde para darse cuenta de ello. Que ahora estaba mirando algo que nunca se le debería haber permitido ver. Que había llegado a un lugar donde nunca debería haberse metido.
Y muy probablemente, le había robado su último apoyo. Sekai había perdido su último y delgado apoyo mientras era aplastada en el olvido. Había derribado el santuario que la niña apenas había podido mantener sola.
No mires.
No vengas.
No te acerques.
Los innumerables deseos abrumaron a Yuuki.
No mires.
No vengas
No te acerques.
Mantente ajeno a todo esto.
No me recuerdes así.
Por favor, por favor.
Te lo ruego.
Yuuki.
¡Yuuki…!
“———”
Yuuki tembló. Claramente había cometido un pecado. No hay forma de redimirse, no hay forma de compensarlo, ya que el mundo comenzaba a destruir a Sekai nuevamente. Sangre, huesos y carne, fueron diseminados en miles de formas diferentes y llenaron su vista.
Por supuesto, él extendió sus manos.
Luchó una y otra vez.
Sin embargo, sus manos y piernas nunca podían alcanzar a Sekai, ya que ella continuaba siendo masacrada frente a él, hasta quedar exhausto. Aun así, trató de luchar, desesperado por agarrarse incluso a una rafia delgada hasta que se dio cuenta de que no había nada que pudiera hacer y gritó como un pollo estrangulado antes de repentinamente volver a la realidad.
“Bienvenido.” Ella se inclinó profundamente. Estaban en un espacio del tamaño de una cancha de tenis, con nada más que un paisaje tormentoso. La sirvienta, Chiyo-san, hizo un gesto magnífico que parecía salido directamente de un libro de texto.
“¿Cómo estuvo? El mundo de allá.” Le preguntó.
“…” Yuuki no pudo responder con nada.
Su corazón latía con fuerza. El sudor cubrió todo su cuerpo. Una fatiga incómoda que no podía soportar agobiaba a Yuuki.
“… Eso fue…” De alguna manera, exprimió las palabras con su lengua temblorosa. “¿Esa era la realidad? ¿Eso realmente pasó? Sekai, ella, fue así…”
“No, esa no era la realidad. La realidad es incluso peor.” dijo Chiyo a la ligera. “Eso solo fue una forma que apareció ante sus ojos, una forma que se veía como tal porque era la única forma que un humano podría entender. Lo que realmente sucede allí, nadie lo entiende del todo. Lo más probable es que si un ser humano normal llegase a ver lo que realmente sucede ahí, ese humano instantáneamente temblaría de solo verlo.”
“… No entiendo a qué te refieres. ¿Qué es eso?”
“Estoy totalmente de acuerdo contigo, Yuuki. Incluso para mí, eso es algo totalmente desconocido. Sólo sé que ese es el cómo mi señora limpia las ‘inconveniencias del mundo’. En otras palabras, bien podría decirse que es como limpiar suciedad. De todos modos, gracias a que mi señora hace sus deberes, este mundo puede mantenerse en equilibrio.”
“¿Ella puede aguantar eso? ¿Todo eso? ¿En serio?”
“Sí, ella puede. Lo hace casi todos los días, a excepción de los días en que usted está en la mansión. Ese es el deber que le pertenece a ella como una existencia divina.”
“…”
No podía decir nada más que eso.
Su ira no aumentó.
Tampoco tuvo tristeza.
Yuuki solo podía desplomarse en el suelo frío en aturdimiento.
Todo lo que tenía que hacer era imaginárselo.
Si Sekai era despellejada desde la punta de los dedos de los pies hacia arriba y cortada en pedazos antes de morir. O que muriera a causa de una estaca ardiente que se abría paso en su boca, como un pez ensartado.
Yuuki no quería experimentar esa manera de morir, ni siquiera una vez. Era como que un ‘Morirás así en un futuro’ fuese profetizado. Y no había forma de que pudiera evitar este destino. Probablemente se ahorcaría en el lugar por miedo a todo eso. ¿Y si tuviera que repetir esto todos los días?
No podría ser nada más que el infierno.
Sintió una especie de lástima o simpatía por ella, tanto que quería abrazarla sin importar lo grosero que fuera.
“Por favor…” Dijo Yuuki entonces. “Por favor, déjame verla.”
“¿Qué hará después de encontrarse con ella?”
“No lo sé. Solo quiero verla y hablarle.”
“¿Y qué cambiará el hablar con ella?”
“¿¡Que qué cambiará!? ¡No hay manera que eso cambie algo! ¡Por supuesto que entiendo eso!”
Apretó los dientes. Se mordió tan fuerte que empezó a sangrar. Luego, respiró hondo para prepararse.
“Aun, aun así. Quiero verla. Quiero encontrarme con ella y hablarle. Por favor.” Yuuki le suplicó.
“Ya veo. Entiendo lo que quiere decir.” A pesar de eso, Chiyo-san estaba serena y tranquila. “Pero, eso es probablemente imposible. Reténgase por hoy de hacerlo, por favor.”
“… ¿¡Qué rayos!? ¿¡Por qué!?”
“Si me pregunta…” Ella se mantuvo en calma hasta el final, “Es porque está cerca de desmallarse. Aunque, bueno, no parece consciente de ello.”
“¿…?”
Ese fue su límite.
La energía fue extraída de la parte superior su cuerpo por alguna fuerza misteriosa.
Entonces, vio el techo. Se dio cuenta de la razón de esto, era porque ahora había caído sobre su espalda. Al mismo tiempo de eso, escuchó una voz hablar, “Supongo que esto es esperable de un cuerpo vivo que fue expuesto a ese lado. Al menos no está soltando espuma de su boca y regándola por el suelo.”
Eso fue lo último que escuchó cuando la conciencia de Yuuki se hundió bajo el barro.
 
 
Notas:
0– Esta es una forma de hablar que, grosso modo, significa que lo que la diosa le dijo a él/ella era un evento muy sorprendente para él/ella.
1– Esto parece un guiño a la paradoja de la omnipotencia. Es una cosa muy interesante, pero la resumiré lo más que pueda para que esta nota no termine siendo una muralla. Bien pues, el punto de esta paradoja es detallar que de ninguna manera puede existir un ser totalmente omnipotente como se describe en los dogmas de la Tierra, como (por ejemplo) el Dios/Yahvé de la Biblia. La razón por la que dice esto es, por hacernos una pregunta loca, ¿qué podría hacer ese ser omnipotente si le pedimos que cree una roca que nadie pueda levantar? Pueden suceder dos cosas:
• el dios crea la roca, pero al instante habría un problema: ahora que tal objeto existía, significaba que ni el mismísimo dios (susodicho ser omnipotente) podría levantar la roca. Esto causaría que su supuesta omnipotencia se obliterara.
• el dios (o ser) no sería capaz de crear la roca. Esto demostraría que este nunca fue del todo omnipotente.
2– No sé si lo saben o no, pero Brandy es aguardiente.
3– Ambos son postres tradicionales de Japón:
•El youkan está hecho de pasta de frijol rojo, agar y azúcar. Es algo como esto:
youkan-bicolour
•El uirou está hecho de harina de arroz y azúcar y es muy parecido al mochi. Es algo como esto:
uirou
4– Esto se basa en una forma de hablar japonesa, 喧嘩を売ってのか. Lo cual, traducido al pie de la letra, es preguntar si estás vendiendo una pelea, pero es solo si estás buscando pelea o no.
5– Resulta que en japonés hay palabras que son completamente neutrales, como ya se vio antes con dios/diosa (神様); de hecho, los japoneses nunca usan los pronombres ‘él’ o ‘ella’. (TI: Es por eso es que la situación parece una sorpresa).


Anterior |Índice| Siguiente

Comentarios

0 0 votos
Calificación
Suscribirse
Notificarme de
guest

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

2 Comentarios
Más antiguos
Más nuevos Más votados
Retroalimentaciones en línea
Ver todos los comentarios
tricar0
tricar0
hace 6 años

Senti nauseas un par de veces, consegui 2 errores, pero no ando de animos como para buscarlo en el texto “/ se lo dejo a otro valiente

Apóyanos

Te podría interesar

2
0
Nos encantaría conocer tu opinión, comenta.x
Skip to content