Cambié el nombre del hechizo Círculo de Protección a Círculo Protector.

Doy este aviso para quienes leyeron el capítulo 12 antes de que hiciera este cambio de traducción.

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Capítulo 13:

Altar Megalítico (1)

«Arco 1: Erica Aurelia y las Ruinas del Visitante»

Una triste melodía resonó desde la lejanía.

En los muros y el techo había una galaxia de cristales de brillantes cristales azules.

A nuestros pies, el torrente de agua negra que salía del megalito superaba con creces el volumen del mismo.

El sonido de las olas, el olor de la marea, la humedad del viento, la añoranza, todo eso entraba en mi mente de forma suave y sigilosa, en un intento de crear la ilusión de que no se trataba de un mar subterráneo, sino de un amplio océano con un cielo estrellado.

Intentaban hacerme sentir que era el nostálgico océano del Clan del Visitante.

Agité la cabeza para despejarme esos delirios.

Tenía que mantenerme firme.

Nunca había viajado en barco, e incluso antes de mi reencarnación no había dado un paseo en barco durante más de cinco horas en toda mi vida.

¡Así que no tenía sentido pensar en ello como si fuera nostálgico!

—¡Klaus-sama! ¡Anna-sama! ¡Esto se ve bastante peligroso, escapemos aho…!

Al mirar hacia atrás, vi a los hermanos Hafan forcejeando y sufriendo en medio del mar negro.

¿¡Eh!? ¿¡Esto se convirtió en algo serio!?

—Triste, cuánta tristeza… aah, Onii-sama, Erica-sama… por favor, ayuda… mi cabeza…

—¡Ku!… ¡mantén tu mente firme, Anna…! Concéntrate en la circulación de poder mágico, ¡mantén activada tu Resistencia Mágica!

Anna estaba temblando con una cara pálida mientras murmuraba incoherentemente.

Klaus la abrazó y se protegió a sí mismo envolviéndose con la barrera del Círculo Protector.

Empujó una poción de recuperación mágica en la boca de Anna y la obligó a beberla.

Klaus también se bebió una botella de la poción, pareció haber conjurado algunos hechizos ya que las barreras de defensa empezaban a amontonarse.

—¡Eh! ¿Están bien?

—¿¡No te está afectando, Erica!?

—Eh, sí… más bien, quiero que me digas qué pasó…

—Ah… Ya veo, los de Aurelia son inmune a esta magia.

Bueno, en eso no se equivoca.

Además, fui calificada por mi padre como alguien particularmente inmune incluso entre la gente de Aurelia.

Ahora mismo me resulta útil, qué bueno, ¿no?

—Recibí una interferencia mental tremendamente fuerte. Me invadió con nostalgia y soledad,  al punto que parecía que iba a acaparar toda mi alma.

—Pensé que iba a perder el corazón y desaparecer…

—Eso sí que fue peligroso.

—Sí que eres insensible… No creí que llegaría el día en que tendría envidia de Aurelia.

De alguna manera, no se sentía como si me estuviese elogiando.

Sólo para estar seguros, me colé en el Círculo Protector de Klaus.

Mirando hacia el megalito, los cambios seguían progresando.

El bulto de cristales estelares se derritió y se hizo más pequeño, como si hubiera estado erosionándose durante un largo período de tiempo.

Los cadáveres de los monstruos que se encontraban dispersos en la catedral también se vieron afectados bajo el mismo efecto provocado por las aguas negras.

Desde las partes blandas, como la carne y los órganos internos, se derretían junto con sus pieles, escamas y huesos…

—¿Eh? Klaus-sama, si permanecemos en este líquido como estamos ahora, ¿no estaríamos también en peligro?

—No te preocupes. Parece ser un tipo de efecto mágico que no funciona con criaturas inteligentes.

—Habría sido peligroso si mi mente hubiera sido destruida con la interferencia mental de recién.

Los hermanos Hafan explicaron la información obtenida mediante el uso de Visión Glam.

Bueno, esto me hace sentir celosa de la gente de Hafan.

Pero, creo que lo entiendo.

Originalmente, Anna debería haberse encontrado atrapada en el colapso de la octava capa.

Ella, por supuesto, no tendría la Varita de Caída de Pluma o incluso el Círculo Protector de Klaus.

Anna habría expandido magia de defensa, consumiendo la mayor parte de su poder mágico, pero sin éxito en evitar sufrir lesiones, y pues habría llegado a la catedral en esas condiciones.

Lo que la estaría esperado era la destructiva magia de interferencia mental y el agua negra que derretía y absorbía todo lo que tocaba.

Si es así, esta agua…

Como para afirmar mi respuesta, el agua negra que se extendía por toda la habitación empezó a moverse.

Al poco tiempo de disolverse por completo, el agua negra se acumuló en el lugar donde estaba el megalito de cristal estelar, que se había vuelto del tamaño de un dedo meñique.

El agua negra ascendió de forma arremolinada mientras se condensaba.

—¿Eeeh? Entonces, después de todo…, ¿¡este es el espíritu maligno!?

—¿Espíritu maligno? ¿No era el altar de un dios? Pero, ¿puede haber un espíritu maligno como éste? ¿Eh, Onii-sama, Erica-sama?

—Yo tampoco he oído nada de eso. Es cierto que el líquido es como una especie de cuerpo espiritual, similar a la estructura mágica de un espectro…

Ups. Hablé en voz alta.

De todos modos, un espectro, eso es aún más ridículo.

Debe ser el espíritu de un alquimista que fue asesinado por sus compatriotas como consecuencia de haber creado la Piedra Filosofal.

Y bien, ¿eso no sería un fantasma?

La masa de agua negra se expandía y contraía repetidamente, y paulatinamente tomaba forma.

El cuerpo en estado líquido cambió, con escamas duras cubriendo la superficie de su cuerpo.

Dos cuernos retorcidos que se asemejan a los de una oveja o una cabra.

Miembros tan gruesos como troncos con garras.

Un gran cuerpo montañoso cubierto de caparazones y protuberancias.

Era similar a un dragón.

Era similar a una tortuga.

Un monstruo que nunca antes se había visto ni oído en el mundo actual.

Quiero… Quiero decir, aun si no pudiera comunicárselo a nadie…

Si pintaras de negro a la combinación de Lapras y Sandslash en ese juego en el que entrenabas monstruos mientras tratabas de coleccionar un montón de ellos, se vería así. ⁰

… ¡¡¡GRRRAAAAAAA!!!

El rugido del monstruo resonó en la catedral.

La estruendosa voz que estaba a punto de hacernos añicos los tímpanos fue suficiente para hacer que nuestras piernas, que estaban a punto de ponerse en marcha, se congelaran debido al miedo.

—¿¡Qué demonios es eso!? Dijiste que es un espíritu maligno, no puedo juzgar si está vivo o muerto, pero es un dragón u otro tipo de monstruo.

—Debería ser un espíritu maligno… él era el legendario alquimista llamado Zaratán, creador de la Piedra Filosofal, aquel que condujo al Clan del Visitante a este continente y encontró los nodos de oro.

—¿Cómo un hombre tan formidable se convirtió en un espíritu maligno?

—Ese era un humano. Sin embargo, como fue traicionado por mis ancestros, ese rencor…

¿Un rencor?

Sabía que si tienes rencores podrías convertirte en un espíritu maligno. Pero, ¿alguien tomaría este tipo de apariencia sólo por rencor?

Sentí que el monstruo negro me miraba, distorsionaba los labios y se reía.

No, no era mi imaginación.

Los gruñidos del monstruo cambiaron gradualmente a algo parecido a una voz humana.

Este yo… este… yo…, ¿un humano? ¿Un alquimista? Kukukuku… todo está mal… Tú…

La gran complexión del monstruo temblaba.

¿Se ha vuelto loco?

… No, esta vez es diferente.

Está enfadado. Está enojado, temblando de una emoción que no puede ser reprimida.

¿¡Lo has olvidado, Aurelia!?

Siempre lo recordé… ¡No olvidaré nada incluso después de ser congelado durante cientos de años!

¡¡Tu olor y el dolor que me diste!!

—¿Dolor…? Entonces, realmente eres…

Oh, qué nostálgico…

Esa cara, ese cabello dorado, esos ojos verdes…

… Pero aun así, tú… sobre mí… tras solo unos pocos cientos de años, ¿lo olvidaste?

¡A este yo!

¡¡¡Ustedes mataron… a este yo!!!

Todo mi cuerpo se estremeció como si hubiera sido golpeada por algo duro y mi vista se distorsionó instantáneamente.

El aire fue expulsado a la fuerza de mis pulmones, y me sentía desorientada debido a mi cerebro, cuyo suministro de oxígeno resultó interrumpido, como si me empujaran a una piscina en un ataque travieso.

Y para cuando me percaté, estaba siendo presionada contra el suelo de piedra por la pata delantera del monstruo negro.

¡Ja, ja, ja, ja, ja!

Esto fue solo un golpecito… ¡así de débiles son las criaturas llamadas humanos!

Parece que este hecho no ha cambiado incluso después de cientos de años.

—Gu… tsu… ka… jaa…

Kukukukuku, no te preocupes, locura dorada.

Esto no te matará… No te mataré…, ¡así de fácil…!

Morirás después de que lo pruebes… Mi dolor, mi pesar, mi soledad, mi, mi…

¡Confié en ustedes! ¡Pensé que eran mis verdaderos amigos!

Pero… pero, ¡¡me traicionaron!!

Gotas negras caían de las cuencas vacías de esos ojos que me miraban.

Oh, no cabe duda.

Era diferente de la leyenda y los escenarios del juego, pero sin duda fue traicionado por los antepasados de Aurelia.

Recuerden…

Hasta que la llama de su vida desaparezca, tállenlo dentro de su alma… ¡alabada sea la diabólica locura dorada!

Zaratán no es mi nombre.

Así como ustedes son la raza humana, yo soy de una raza llamada Zaratán. ¹

Soy el único Zaratán.

El opulento Zaratán.

Soy yo el que perdió la oportunidad de tallar mi nombre en el futuro para la eternidad… ¡¡¡por culpa de ustedes, traidores de Aurelia!!!

Era un monólogo lleno de rabia, y a la vez lleno de sufrimiento, como si se desgarrara a sí mismo.

Asentí un poco mientras era apretujada.

La emoción de su rencor había entrado suavemente en mi mente de alguna manera, en lugar de la habilidad de interferencia mental que apelaba a la nostalgia y el pesar.

En el momento en que mi corazón se agitó, una pequeña explosión estalló frente a mí.

Como fue empujado por el impacto, la sujeción de Zaratán se aflojó.

En ese momento, algo se enrolló alrededor de mi cuerpo y me arrastró con gran energía.

—No sé… No sé nada, Monstruo. Ignóranos, y no te inventes una historia sin permiso.

Los hermanos Hafan estaban ante la salida del santuario interior.

Klaus usó la Varita de Saeta de Fuego y arremetió al monstruo negro con su bastón, mientras Anna agarraba el extremo opuesto de la cuerda mágica que me rodeaba.

Es verdad, mi bolso… cuando fui aplastada por Zaratán, se me había caído.

—¡Erica-sama! ¿¡Estás herida en algún lado!?

—Nn… Estoy bien. Gracias por su ayuda, Anna-sama, Klaus-sama.

—Pues yo no estoy bien.

—¿P-perdón? ¿Qué pasa, Klaus-sama?

—Si mueres como te plazca, no voy a estar bien. Métetelo en el alma más allá que las palabras de ese monstruo. ¡Los hombres de Hafan protegerán a las mujeres antes que nada! ¡Así que no hagas una cara de resignación hacia esa cosa!

No fue así. No hice una expresión tan ominosa.

…No la hice, ¿verdad?

No importa, y te agradezco que me hayas ayudado, pero me lo estás poniendo difícil.

—Onii-sama… sé más honesto…

—¡Anna!, ¡no des réplicas innecesarias! ¡Desata la cuerda lo antes posible!

Anna desató la cuerda mientras suspiraba y me devolvía la bolsa y las varitas.

La hermana de Klaus tenía problemas con él.

Quiero que ustedes vivan a gusto.

Anna tenía un montón de cartas de hechizo y un bastón, estaba diagonalmente detrás de Klaus.

Volví a mis cabales y me puse de pie, teniendo preparada la varita que Anna me había entregado.

Aunque fue muy tarde, Zaratán ya había recuperado su postura y caminaba lentamente hacia nosotros.

Un olor a quemado estaba presente en el aire, pero el cuerpo del monstruo ni siquiera mostraba rastros de quemaduras.

¿Fue obstruido por esas duras escamas, o es que ya se regeneró?

Nostálgico… Lo había olvidado todo…

Ya recuerdo. La magia de un alquimista astuto.

Me sorprendió ya que fue hace mucho tiempo, pero esos trucos de magia nunca pasarán.

—Ya veo. Si ese es el caso, la próxima vez te sorprenderás con las extraordinarias habilidades de Hafan. No creas que tendrás la oportunidad de vivir la experiencia de ver mi magia dos veces.

¡Ja! ¡Qué niño tan engreído!

No pareces ser un aurelio. El olor es distinto.

¿Fuiste atraído por una pequeña suma de dinero, o has sido engañado por los encantos de la chica?

No es algo que sepa de todas formas, pero al final serás traicionado por Aurelia como yo.

Lo rechazo. No tengo rencor ni interés en ti.

—¿Vas a retirarte? Hazte a un lado, Monstruo. Si no devuelvo pronto a esta dama y a mi hermana, recibiré un buen regaño de mi padre, que es 100 veces más aterrador que tú.

Klaus continuó cuidándonos mientras permanecía en una postura imponente, desestimando al enorme monstruo al que se enfrentaba con un gran gesto.

Aunque en el fondo debe sentirse terriblemente asustado.

Su punto fuerte era su sentido de la responsabilidad, que no cambió desde muy joven.

(Pero…)

Miré con fugacidad la varita que me entregó Anna.

La cabeza de la vara era sal de roca. El astil era un cerezo.

Había una piel de jabalí envuelta alrededor del mango.

El material del núcleo… la pata de un cerdo que fue preservado.

Sí, era la Varita de Grasa.

Creo que era una instrucción de Klaus, pero… ¿qué quería que hiciera con esta varita?

El monstruo y Klaus aún se miraban fijamente bajo una atmósfera tensa.

En esta situación de conflicto, mi confusión se acentuó.

Notas:

0– Notas del Capitán Obvio: ¡Esta es una clara referencia a Pokemón!
1– «Zaratán» es otra referencia a Dungeons & Dragons. Zaratán es el nombre de una tortuga tan grande que parece una isla. (referencia en inglés)

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