Capítulo 24 – Convocatoria
Algo extraño sucedió de nuevo, ¿no es así?
No es que estuviera triste y no pudiera dormir por la noche a causa de la caída del cielo, pero ¿podría sentirse así porque se acostumbró demasiado a las cosas irritantes?
Maomao limpió la oficina médica mientras estaba perdida en sus pensamientos. El trabajo de las tres asistentes médicas de la corte terminó con esto. Vamos a cocinar una cena caliente una vez que estemos de vuelta en los dormitorios.
“Ahhh, ya que hoy fue tranquilo, sería bueno que mañana fuera igual. Si tengo tiempo después de esto, puedo incluso salir a come—”
El joven médico de la corte trato de invitar a En’en a salir cuando terminaron de trabajar.
“No escribiste un informe. El médico de la corte Ryuu regresará pronto, así que es mejor que lo hagas.”
En’en puso el libro de registro ante el médico de la corte, luego sacó una chaqueta para cubrir a Yao.
“Mi lady, hace frío, así que por favor caliéntese.”
“…Lo sé.”
Una bufanda estaba firmemente enrollada alrededor de su cuello.
Maomao se puso su ropa acolchada, y luego se inclinó para estar de pie ante el joven médico de la corte. Por cierto, se llama Médico de la Corte Ri, pero no lo llaman así porque había otras dos personas con el mismo apellido. Su primer nombre es Tenyuu, pero Maomao y las otras nunca lo han llamado así. La razón es que Tenyuu les dijo desde el principio, “siéntanse libres de llamarme por mi nombre”. Maomao, Yao y En’en—considerando las respectivas personalidades de las tres, nunca lo harán.
(T/N: El mismo Tenyuu que el amante de Go empleado en la oficina de Jinshi. Pero, parecen ser personas diferentes. El equivalente NL del clasificador de documentos se llama Sei [静, qing] fyi.)
“Bueno, entonces, discúlpeme”, dijo Maomao.
“Disculpe”, dijo Yao.
“Mi lady, ¿qué vamos a cenar?” En’en dijo.
(Completamente ignorado, huh.)
Parece que hoy ha estado hablando persistentemente con En’en. Tenyuu saludó desde la oficina médica, pero En’en no devolvió el saludo.
(El cerdo es bueno. Cerdo. Cerdo.)
Ya que hace frío, quiero comer cerdo grasiento—Maomao envió sus pensamientos a Yao. Una vez que salieron de la oficina médica, el aire frío les mordió los oídos.
“Hmm sí, siento que el pollo estará bien. Algo a la parrilla con un exterior crujiente”, dijo Yao.
Los pensamientos de Maomao no llegaron a Yao. Pero el pollo tampoco estaba mal.
“Entonces necesitaremos algo que vaya bien con él.”
Maomao se introdujo en la conversación.
“Hmm sí, algo como el namasu seria bueno”, respondió Yao.
En’en miró a Maomao. “En ese caso, Maomao. No tenemos suficientes vegetales, así que por favor ve a comprar algunos.”
Los ojos de En’en decían: “Los que no trabajan no merecen comer”.
No hay otra opción, Maomao asintió mientras bajaba los hombros y temblaba por el frío.
Decidió separarse de Yao y En’en y dirigirse al mercado.
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Al ponerse el sol, más de la mitad de los vendedores del mercado habían cerrado. Los puestos de la calle ya estaban cerrados, así que buscó tiendas aunque fueran algo caras.
(Me pregunto si hay calabazas de temporada. Zanahoria y daikon.)
Encontró una tienda con daikons regordetes y se acercó a ella. Miró el precio. Eran caros porque se veían apetitosos. ¿El precio era el doble que los puestos de la calle?
(Me pregunto si me darán regalos.)
Intentó regatear con el vendedor, pero cuando el viejo vio la cara de Maomao, le quitó una triste fracción del precio. Podría hacerle un mejor descuento si Yao estuviera aquí con ella.
“Toma, el dinero”, dijo ella.
“OK, dame un momento”. El viejo examinó el dinero que obtuvo de Maomao.
“Aunque no creo que sean monedas de hierro”.
(T/N: 鐚, bita, la moneda de menor valor que está hecha de hierro.)
El valor del dinero disminuye cuando se astilla. Puede que le haya hecho un pequeño descuento, pero ella no podría aceptarlo si le encontrara un defecto.
“Ahh, disculpa. Ha habido tipos malos por ahí. Últimamente ha habido muchas monedas impuras”.
“No mezclarían nada así en un cambio tan pequeño, ¿verdad?”
Aparte del oro y plata, sería más duro si hubiera impurezas en las monedas de cobre.
“Ahhh, disculpa, disculpa. Ya me han engañado antes, así que parece que me puse nervioso. Te compensaré con esto.”
El anciano hábilmente ató la zanahoria con el daikon, y añadió un nabo.
(Si haces esto, supongo que te perdonaré.)
La hoja, recogida en sal, irá bien con el congee. Añadamos la raíz al namasú.
“No es sólo el dinero. Parece que incluso cosas como los kanzashi tienen cosas mezcladas. Lo escucho mucho, la gente los compra pensando que están hechos de oro, resultando estar solo chapados. Deberías tener cuidado también, muchacha.”
Era una historia común en los mercados al aire libre. Las tiendas pueden ser cerradas de inmediato, así que estos vendedores llaman a los clientes con palabras elocuentes, les venden mercancías inferiores, y desaparecen antes de que te des cuenta.
“Dinero a parte, cuando se trata de joyas, no puedes distinguirlas. No puedes gritarles que le quiten el chapado, y ellos usan metales de colores similares, así que no puedes distinguirlos”, explicó el vendedor.
“…Hay un método para distinguir entre los metales sin necesidad de gritarles, sabes.”
“¿En serio?”
Le echó al viejo una mirada de ‘para levantar sospechas*‘. “El oro real es más pesado que otros metales, así que—” (EZ: *Lo he dicho antes y lo diré de nuevo ODIO LOS MODISMOS son la cosa más MOLESTA que existe a la hora de traducir ARGGG!! #&%$, tuve que buscar que significaba esta parte en inglés y jap dios!)
Llena un contenedor hasta el borde. Pon la cosa que quieres medir en el contenedor. Comprueba la cantidad de agua derramada y prepara un metal que pese la misma cantidad de agua.
“Si están hechos con los mismos materiales, el peso no cambiará. Si tiene muchas impurezas en sí mismo, será más ligero”, dijo.
“Ooh, ¿existe tal método?”
“Sí. Funciona para el oro ya que es extremadamente pesado. Aunque podría ser difícil para otras cosas”.
El viejo lo entendió, así que Maomao ya no tenía nada que hacer con él.
Decidió regresar rápidamente ya que hacía frío.
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(El pollo de ayer estaba realmente delicioso.)
Maomao trabajó mientras recordaba la cena de ayer. Mientras aplastaba hierbas medicinales en el mortero, se tragó su baba.
La habilidad para cocinar de En’en era bastante buena. Maomao planeaba cocinar algo también, pero no era rival para la otra dama de la corte.
En’en dijo que su hermano mayor es un chef, pero ella era bastante comparable a él.
La carne rosa pálida bajo la piel crujiente de la parrilla. Los jugos de la carne se desbordaban cuando la mordía. Estaba sazonada con sal y granos negros, que pueden ser pimienta, ¿verdad? La comida de En’en para Yao no era a mitad de precio; Maomao sentía que, sólo por los gastos de la comida, la mayoría de sus salarios se le escapaba de las manos.
Además, Maomao se había incorporado recientemente con muchas de sus comidas, así que sus gastos probablemente aumentaron.
“…”
Ahora que lo piensa, debería contribuir a los gastos de comida, reflexionó Maomao. Era más delicioso que comer en una tienda inferior. Debería pagar el coste de los materiales.
“Sí, sí”.
“¿Por qué estás asintiendo?”
Antes de que se diera cuenta, Yao estaba a su lado.
“El médico de la corte, Ryuu, ha estado llamándote desde hace un rato”, dijo Yao.
“¿Es así?” Maomao guardó las hierbas medicinales y el mortero.
“Yo lo haré, así que por favor ve. ¿Qué hiciste?”
“Nada por el momento”.
Ahh, Maomao no ha hecho nada todavía.
Por la expresión de Yao, probablemente estaba haciendo una broma. Incluso había algo de envidia en ella.
Maomao tenía más experiencia como médica que Yao y En’en, así que a las otras dos se les solía dar otros trabajos. Maomao solía ser reclutada para recoger hierbas medicinales y cosas así.
Aparentemente, Yao estaba molesta por no conseguir los mismos trabajos que Maomao. Su broma de hace un momento también surgió de ahí.
(Ella es más gentil comparada con antes)
¿Cambió Yao, o fueron los sentimientos de Maomao los que cambiaron?
“Médico de la Corte Ryuu, ¿me llamó?” dijo Maomao.
“Sí, por esto”.
El médico de la corte le pasó una carta. Maomao reconoció el sello presionado sobre cera de abejas.
(La Emperatriz Gyokuyou.)
Normalmente, la emperatriz lo haría de otra manera a través del intercambio de cartas, pero con el médico de la corte Ryuu trayéndola, ¿podría significar que había algún asunto urgente?
“Parece que quiere que vayas al palacio de inmediato.”
El contenido de la carta era el mismo. No había detalles.
“Entonces, Ruo—”
“No, tú sola”.
Si fuera a ver a la emperatriz, el calificado debería ser su padre, el eunuco. Para haber llamado a Maomao sola, ella ladeó la cabeza.
“Probablemente tengas preguntas, pero en cuanto a lo que dijo la otra parte, no me dijeron nada. Vamos, muévete.”
El médico de la corte, Ryuu, también tenía algunas ideas al respecto, pero la otra parte era la emperatriz. Incluso si el está en la posición de dirigir a los médicos de la corte, no puede responderle a ella.
“Entendido”.
Maomao decidió hacer lo que le dijeron.
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Ella fue llevada en carruaje desde el consultorio médico al palacio de la Emperatriz Gyokuyou. También estaba dentro de la corte imperial, pero como se movía de la corte exterior a la interior, era una mala conducta tener a Maomao tambaleándose sola a pie.
Pasó por muchas puertas y llegó al palacio de la emperatriz.
El palacio en el palacio interior también era magnífico, pero el actual palacio de la emperatriz Gyokuyou era probablemente más del triple de grande.
Se bajó del carruaje y se paró frente a la puerta. La puerta se abrió sola. Fue una delgada belleza la que la abrió.
(¿Era Haku’u?)
(T/N: 白羽, Bai Yu, Pluma Blanca. )
Maomao la recordó. Haku’u era una compañera con la que había trabajado en el palacio de Jade durante un tiempo. Era una de las tres sirvientas que venían de la ciudad natal de la emperatriz Gyokuyou. Las tres sirvientas eran hermanas nacidas en años consecutivos, y se parecían, pero eran fáciles de distinguir por los colores de sus accesorios. La sirvienta actual llevaba un cordón de pelo blanco, así que tenía que ser Haku’u.
Ella recordaba que las otras dos se llamaban Seki’u, y Koku’u.
(T/N: 赤羽, Chi Yu, Pluma Roja. 黒羽, Hei Yu, Pluma Negra. Los nombres de las tres hermanas fueron introducidos cuando aparecieron por primera vez en el volumen 3 de la NL, así que es agradable verlas finalmente nombradas en la NL).
“Gracias por esperar. Por favor, pasa.”
A diferencia de las tres veteranas parlanchinas, Infa y las demas, las tres nuevas chicas eran silenciosas y maduras.
Normalmente, cuando Maomao venía aquí, Infa y la otra tendrían ganas de venir a saludarla, pero hoy estaba tranquilo.
“…¿Pasó algo?”
Y convocar a Maomao solo así—
“Esta es la habitación. Por favor, pregunta directamente.”
Haku’u guió a Maomao hasta el salón, y rápidamente se fue.
Maomao entró en el cuarto. La emperatriz Gyokuyou estaba sentada en el sofá, y Honnyan estaba a su lado.
Maomao inclinó la cabeza. “Ha pasado un tiempo”.
“Sí. No te hemos visto en mucho tiempo.”
Dicho esto, la visita anterior fue la visita médica, así que, ¿ha pasado alrededor de un mes?
“¿Sabes por qué te he llamado?”
Maomao meneó la cabeza.
La voz de la emperatriz Gyokuyou era más baja de lo habitual. Aunque la emperatriz suele ser alegre, sus ojos brillaban con la expectativa de cosas divertidas.
(Esta expresión facial—)
Maomao sintió que la había visto antes.
Cuando Maomao vio a la Emperatriz Gyokuyou por primera vez. Ella recordó la expresión de cautela que la emperatriz tenía cuando se enfrentaba a la Consorte Rifa, cuando estaban siendo amenazadas por una enfermedad de causa desconocida.
“Será más rápido explicarlo sin indirectas, Honnyan.”
La emperatriz miró a la sirvienta principal.
Honnyan puso una bolsa de tela sobre la mesa. Desenredó la tela para mostrar un kanzashi.
El kanzashi estaba hecho de plata. Era una marca interesante; una jaula que parecía de cereza molida colgaba de ella. El diseño de la jaula era llamativo, por lo que Maomao entendió que no estaba hecha por un artesano común.
Sin embargo—
(Está ennegrecido en varios lugares.)
La plata se empaña rápidamente, pero las partes ennegrecidas redujeron el encanto del kanzashi a la mitad. Además, el diseño en sí mismo era espléndido, pero en conjunto, parecía que le faltaba algo por alguna razón.
Maomao ladeó la cabeza. “¿Esto es?”
“Lo que llevé en la fiesta del jardín”.
“¿A la fiesta del jardín?” Maomao tenso sus cejas.
“Sé lo que quieres decir. No hay manera de que se lo ponga en la fiesta del jardín con el aspecto que tiene ahora”, dijo Honnyan.
(Lo sé bien—)
No había manera de que Honnyan, que era bastante quisquillosa entre las sirvientas, se quedara callada y dejara que la emperatriz llevara el accesorio que incluso Maomao encontró deficiente. ¿Había algo unido a este kanzashi?
“Era algo que apresuré a hacer a un artesano, pero estaba bien hecho. Aunque ahora está ennegrecido. Además, hay una decoración dentro de la jaula. Es la mitad del tamaño de la jaula.”
“¿Decoración, dice?”
Una decoración dentro de la jaula que parece una cereza molida. Ciertamente se ve bien. Puede sonar como una campana cuando caminas.
“Eso tampoco, huh”.
La jaula tenía pequeños huecos. No parece que se haya caído.
“Llevé este kanzashi en la fiesta del jardín. Ya había desaparecido cuando dejé mi asiento una vez para cambiarme de ropa al mediodía.”
“…”
Siguiendo el curso de la fiesta del jardín durante sus días en el palacio interior, no había tiempo para cambiarse de ropa. Pero, no debería haber ninguna persona que se acercara a las consortes.
“¿Podría una sirvienta de dedos pegajosos estar mezclada?
Por supuesto, no una sirvienta que sirva a la Emperatriz Gyokuyou, sino las sirvientas que vinieron a esperar.
La emperatriz Gyokuyou meneó la cabeza. En nombre de la emperatriz, Honnyan abrió la boca.
“El kanzashi que regresó hoy se deslizó entre los regalos a la emperatriz.”
Maomao consideró que la sirvienta que tomó el kanzashi había tratado de devolverlo por una conciencia culpable. ¿O podría haber sido obligada a esconder el kanzashi entre los regalos de la Emperatriz Gyokuyou?
(Eso es imposible.)
Esto era una amenaza.
Significaba que podían acercarse a la emperatriz Gyokuyou y colarse entre los bienes del palacio.
A la emperatriz Gyokuyou le habían servido veneno otras consortes durante sus días en el palacio interior. Ella es ahora la madre del príncipe heredero y se mudó de palacio, por lo que Maomao sintió que no habría tanto peligro como antes, pero.
‘Puedes volver cuando sea.’
Las palabras que se han dicho incontables veces. Se trataba de volver a trabajar para la Emperatriz Gyokuyou.
No era algo que se dijera por familiaridad, Maomao se dio cuenta tarde de esto.
“Maomao, ¿puedes atrapar al perpetrador?”
La emperatriz Gyokuyou sonrió ansiosamente mientras sus puños temblaban.