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Kusuriya no Hitorigoto – Volumen 04 – Capítulo 01

Capítulo 01 – Langostas

Dicho esto, se han hecho cambios en el vocabulario. Son los siguientes:

Barrio de prostitutas > Distrito de placer (el distrito de luz roja no suena lo suficientemente pintoresco); Prostituta > Cortesana; Dama de la Corte > Dama del Palacio; Dama de la Corte Imperial > Dama de la Corte; Cuatro Consortes > Cuatro Madames; Oficial Médico > Médico de la Corte

Hay más, pero eso es todo lo que recuerdo en este momento.

Sin más preámbulos,

el siguiente arco. Esperar un montón de escenas de bullying hacia Jinshi ;D

EZ: La anterior es una nota del traductor(a) Jap-ingles y puede que sean cambios que hizo hace mucho tiempo y no note porque esos son los términos [los ya cambiados] son los que he estado traduciendo desde el principio de la novela.


Las mañanas en el distrito del placer son lentas.
Los pájaros enjaulados que cantaron hasta el amanecer, al salir los invitados, se despojan de sus máscaras de cortesía.
En el poco tiempo que falta para la salida del sol, duermen como si sus cuerdas estuvieran cortadas.

Maomao salió de su destartalada choza bostezando. Podía ver vapor saliendo del Rokushoukan ante sus ojos. Los sirvientes deben estar trabajando duro preparando los baños de la mañana.

El aire frío le picaba la piel. El aire que exhaló era blanco. El sol tardaba en salir, todavía hacía frío con sólo una manta acolchada.

Fue cuando se calmó después de las celebraciones del año nuevo, un mes después de que ella dejara el palacio interior.
Cuando su padre entró en la corte como médico de la corte, Maomao volvió al distrito del placer.

Un niño seguía dormido dentro de la choza destartalada. Se pondrá ruidoso una vez que se despierte, así que hagámoslo dormir un poco más.
El nombre del niño es Chou’u. Es un superviviente del Clan Shi, pero Maomao tuvo que criarlo por una cierta razón.

Es un mocoso de mierda con una buena educación, pero ella quería apreciar su alta adaptabilidad. Tuvo las agallas para dormir en la choza hasta el punto de roncar.

(Con ese dicho, la abuela me llamó.)

Mientras estaba en ello, fue a buscar agua caliente. No puedes no bañarte con tanto frío.

Maomao tembló cuando fue a pararse ante el pozo. Dejó caer el cubo y sacó un poco de agua.

Mientras hacía muecas por el agua helada, se lavó la cara y se despertó.

Cuando fue al Rokushoukan, las cortesanas que acababan de bañarse les secaban el pelo las kamuro.

“Hoy llegas temprano”.

Fue Meimei, con el cabello mojado, quien la llamó. Las cortesanas se bañaban empezando por las de clase superior.

“Meimei-neechan, ¿sabes dónde está la abuela?”

“La abuela estaría hablando con el dueño del burdel por allá.”

“Gracias”.

La madam dirige el Rokushoukan, pero el dueño es otra persona. Viene una vez al mes y discute con la bruja sobre esto y aquello del burdel. Es un hombre de mediana edad, alguien que la bruja conoce desde que era pequeño, por lo que no puede enfrentarse a ella.
Los rumores dicen que es el hijo del anterior dueño y la bruja, pero la verdad es que nadie lo sabe.

Parece que también tiene un negocio respetable aparte de manejar el burdel, así que parece una buena persona muy normal de un vistazo.

En realidad, su personalidad hace que las personas se preocupen si él puede enfrentar estos tiempos. Es un imbécil hasta el punto de que la administración de este burdel se convertirá en una preocupación después de la muerte de la madam.

“Apuesto a que viene a proponer una idea extraña o algo parecido otra vez.”

“¿Quién sabe? Ya veremos.”

Fue en el momento en que Meimei extendió sus manos.

“¡Idiota! ¿Qué demonios hiciste?”

La voz de la madam estalló desde el interior del edificio.

Maomao y Meimei intercambiaron miradas.

“Parece ser el caso.”

“Eso parece”.

Las dos se miraron, preguntándose qué hizo esta vez.

Un poco más tarde, la bruja salió de adentro. Un hombre de mediana edad con una mirada gentil la siguió. Todos en el Rokushoukan lo llamaban Okan-san (お館さん, el mismo kan que en el Rokushoukan. Una manera educada de llamarle algo así como Sr. Establecimiento.) Si no lo llamaran así, probablemente olvidarán que es el dueño de este establecimiento.
Al ver cómo Okan-san se frotaba la parte superior de su cabeza, debió dar un puñetazo.

“Oh, Maomao, ¿estás aquí?”

“¿No me llamó la abuela?”

“Así que lo hice.”

(¿Estás senil, bruja?)

Quiso decirlo en su mente, pero al siguiente instante un puño se hundió en la parte superior de la cabeza de Maomao.

Okan-san miró a Maomao con ojos de compasión. Cuando tuvo una sensación de déjà vu del médico charlatanen en el palacio interior, Maomao pensó, después de todo este tiempo, que debía ser porque se parece a este anciano.

A veces sospechaba que la bruja era como un ayakashi, capaz de leer la mente de las personas.

“Por ahora, viendo cómo son las cosas, ¿quieres tomar un baño? ¿Por qué no vienes a desayunar también? Trae a ese niño contigo también”.

“Eres muy generosa.”

“Incluso yo tengo momentos como estos de vez en cuando.”

Diciendo eso, la bruja se dirigió enérgicamente a la cocina.

Okan-san dijo “Bueno, entonces”, y partió apresuradamente. Normalmente tendría tiempo libre para desayunar, pensó Maomao mientras bajaba la cabeza y lo despedía.

“….”

Todos los que estaban reunidos en el comedor se quedaron sin palabras.

A menudo todos se dividen varias veces y comen juntos en el Rokushoukan. Maomao se dio cuenta de que se le permitía mezclarse con el grupo de esta vez.

“Esto es lo peor.”

Pairin-neechan sentada a su lado lo dijo mientras distorsionaba su rostro en el horror. Se la conoce como una de las tres flores que florecen en el Rokushoukan, pero si sus clientes alguna vez ven esta cara suya, seguro que se desilusionarán.

Estaba poniendo esa cara.

En cuanto a Maomao, era como encontrar larvas de mosquitos eclosionando en un charco, ese tipo de cara.

Había veinte tazones llenos de congee, sopa y tazones pequeños sobre la mesa, así como tres platos imponentemente grandes colocados a la misma distancia entre ellos.

Es estándar en el Rokushoukan tener un arroz, sopa y, por lo general, un acompañamiento. El tazón pequeño tenía namasu hoy. Y además, como había platos grandes, dos platos de acompañamiento se considerarían como un desayuno muy extravagante.

Lo que había en los platos grandes tenía un brillo negro. Lo que normalmente se trataría como un insecto dañino que destruye los cultivos, esta siendo servido en la mesa como un acompañamiento.

Son langostas.

“Abuela, ¿esto es?”

“Cállate y come. Son recuerdos de Okan-san.”

Descubrió por qué la madam estaba enfadada,
Okan-san tenía trabajo aparte de dirigir el burdel. Oficialmente, vive respetuosamente bajo el sol como propietario de una gran tienda. Pero no puede decir que su método de negocios sea bueno.

“Hay pocas cosechas este año. Parece que fue entregado a la misericordia de las personas.”

La bruja dijo irritada mientras rociaba vinagre negro sobre su congee.

Okan-san se ocupa de los granos en su negocio. El producto se recoge en forma de impuestos de los agricultores de este país, además, el país compra una parte fija. Los que distribuyen el resto son asunto de Okan-san.

“Aun así, ¿qué hacía comprando esto al precio que le pedía su socio? Es algo que no se vende bien ni siquiera en el mejor de los casos. Y hay tantos este año”.

En las bandejas había langostas fritas crujientes hervidas a fuego lento en salsa y azúcar. (EZ: Link)

“Es un desperdicio si compras demasiado y no puedes conservarlo. Si quieres ir tan lejos como para usar azúcar, es mejor que lo tires”.

El azúcar es un artículo de alta calidad. Incluso si se hierve a fuego lento en abundante azúcar, como si hubiera alguien que comiera insectos hervidos a fuego lento.
Como era de esperar, había una gran cantidad sin vender, y por ello se está sirviendo en la mesa del Rokushoukan.

Parece que Okan incluso intentó el autoconsumo, pero también tenía sus propias circunstancias. Tenía una esposa que no se sentía contenta con su negocio.
En cualquier caso, si su mujer se enfadaba con él, debía preferir el puño de la madam.

Maomao se rascó la parte trasera de su cabeza. Estaba acostumbrada a comer cosas extrañas, pero no quería empezar con esta enorme pila de insectos. Incluso con el comer dos o tres, quería aplaudir por ello.

Las cortesanas, al odiar las cosas extrañas más que a Maomao, arrugaron sus rostros y ninguna de ellas empezó tampoco.

“¡Dense prisa y coman! Es el acompañamiento del que han estado hablando. Coman cinco por persona”.

Mientras la madam hablaba enfadada, el primer par de palillos fue a por el plato grande.

(Oh?)

Fue una persona inesperada la que se los comió primero.
Despreocupado, masco al insecto con una mirada siniestra.

“Esto no es nada sabroso. Es un poco hueco”.

Era Chou’u quien estaba comiendo mientras daba su honesta opinión.

Ella estaba segura de que, con la educación como un joven maestro, él se opondría a ponerse este tipo de cosas en su boca, pero no parecía ser el caso.

¿Perdió ese sentimiento por perder sus recuerdos? ¿O ya ha comido esto antes? ¿O podría ser la adaptabilidad de un niño?

“Puedes comerlos bien, ¿no?”

Dijo Pairin, metiéndose entre Maomao.

“No es delicioso, pero no es como si fuera incomestible. Es extremadamente hueco”.

(¿Hueco?)

Si no estaba equivocada, las entrañas de las langostas son removidas antes de que se cocinen, por lo que el hecho de que sea hueco es un hecho. Así que es algo así, pensó Maomao mientras tomaba una langosta a medias.

(Mn!?)

Realmente es hueco. Más que la textura hueca cuando lo comió antes, se sentía más como si no hubiera nada por dentro. A pesar de que fue hervido a fuego lento en salsa de soja, esa sensación debe ser porque sólo hay la textura del exoesqueleto en su boca.

No es que tenga carne, ella sentía que era más bien que no tenía nada en primer lugar.

“Oye, oye, ¿por qué no me dejas comerlo por ti? Puedo cambiártelos por un pastel de luna.”

Tomó la cabeza de Chou’u, que estaba ofreciendo una negociación con Pairin, y la presionó firmemente. “Ow, owowowow”, gimió Chou’u.

Maomao tomo una langosta con sus palillos y la estudió atentamente.

Era su mal hábito habitual.
Una vez que se interese por ello, sólo pensaba en eso.

“Oh, sí, estaba pensando en hacer que fueras de compras.”

Después del desayuno, la madam finalmente recordó por qué había llamado a Maomao.
Era para ir de compras al mercado que se encuentra en la carretera central de la ciudad.

Las cortesanas no pueden salir del burdel y los sirvientes no eran listos.
El mercado tiene muchos productos inusuales, pero no son pocos los que estafan a otros. Como no se establecen, deberían vender con precios baratos, pero no hay pocos mal intencionados que no ponen carteles. Se necesita un buen sentido del juicio para comprar buenos artículos.

“Quiero que vayas a comprar incienso. El de siempre”.

Es el incienso que arde con el habitual aroma tenue en la entrada del Rokushoukan. Como es un consumible, ella lo querría lo más barato posible, pero algo de mala calidad estaba fuera de discusión.

“De acuerdo. ¿Y la recompensa?”

Cuando Maomao extendió su mano, fue abofeteada.

“Dos personas se bañaron por la mañana y desayunaron. ¿No es de primera clase?”

Bruja tacaña, pensó Maomao.

“Oyeee, pecas. Compra eso”.

“De ninguna manera.

Maomao ignoró a Chou’u, que se estaba tirando de la manga y señalando a la juguetería al aire libre. Honestamente, ella quería ir sola, pero no tenía más remedio que traer a este mocoso de mierda mientras él hacía un berrinche, rodando por el suelo, diciendo que quería seguirla.
Maomao tomó la mano de Chou’u, y caminó mientras lo arrastraba.

El mercado se instala diariamente en el gran tramo de carretera del centro de la capital.
En medio del ir y venir de carruajes tirados por caballos, más allá está el lugar donde residía el pueblo de los cielos.

Viéndolo así, terminó preguntándose si el tiempo que trabajó en ese lugar fue un sueño o algo parecido. Pero por Chou’u, junto a ella, significó que había estado en la corte imperial y que, por lo tanto, también estuvo involucrada en ese incidente.

El levantamiento del Clan Shi. Parece que más o menos también tuvo un efecto en el mercado.

Muchos de los productos especiales de las regiones del norte son tipos de granos y productos de madera, pero ella sentía que había menos de estos productos de lo normal en las tiendas. En lugar de eso, le llamaron la atención las tiendas de frutas secas y tejidos comunes de las regiones del sur y del oeste.
Y entonces, Maomao puso una cara desagradable cuando se encontró con cierta cosa.

Estaban vendiendo insectos hervidos.

Langostas otra vez.

“Eso, es absolutamente malo. ¿Alguien compraría esto?”

Chou’u lo había dicho frente a una tienda, así que Maomao le cerró la boca y se lo llevó. Honestamente, los ojos del tendero de la tienda de alimentos daban miedo.

Maomao finalmente liberó a Chou’u en un lugar a cierta distancia.

“¿Qué fue eso? ¿No es verdad que son malos?”

“Cállate.”

Maomao miró con frialdad a Chou’u. Por eso es que realmente odio a los niños, pensó muy seriamente.

“Los insectos con esa forma hueca son malos. La producción de este año ya no es buena”.

“…justo ahora, ¿qué dijiste?”

Maomao se detuvo en el acto.

“Ah, ¿que son absolutamente malos?”

“No, eso no. Lo que dijiste después”.

“¿Que la producción de este año ya no es buena?”

(¿Qué fue eso?)

Maomao miró a Chou’u.

“¿Cómo sabes eso?”

“Ummm, ¿qué era eso—?”

Chou’u se rascó la cabeza con la mano derecha. Su mano izquierda está ligeramente acalambrada, por lo que colgaba sin fuerzas a su lado.
Chou’u murió una vez, habiendo bebido la droga de la resurrección, y de alguna manera volvió a la vida después. Debido a eso, su cuerpo aún está entumecido, y había perdido la mayoría de sus recuerdos.

“No puedo recordar bien. Es sólo que, siento que escuché que cuando los insectos se vuelven huecos, habrá malas cosechas”.

Ummm, Chou’u se agarró la cabeza.

Puede que recuerde algo si le muevo la cabeza, pensó Maomao, pero ella no podía tratarlo más despreocupadamente ya que él está bajo su custodia.

Pero si lo que dijo Chou’u es verdad, entonces habrá un problema bastante serio, pensó Maomao.

“Tal vez, podría ser capaz de recordar.”

“¿De verdad?”

Contestó Maomao, y Chou’u miró hacia el carro de comida. La juguetería estaba hacia allá.

“Si me compras algo, tal vez pueda recordarlo.”

“…”

Por ahora, le estrujó sus cachetes muy fuertemente. (EZ: Jajaja el mocoso no es tan tonto XD)
EZ: Comenzamos nuevo Arco y con respecto al PDF del arco anterior….. les seré honesto no he trabajado en el XD, bueno ya no tengo la presión de Amaryllis encima [la edición de la novela se la estoy dejando a Absolute por ahora para su futuro PDF y creo que también quería hacerle un Epub] así que pronto lo tendré listo El PDF de maomao del Arco anterior para su descarga.

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Tuturu
Tuturu
hace 4 años

Ahora esta de niñera xD
ajajajaja
Gracias por el capitulo.

Nina
Nina
hace 10 meses

Te van a devolver las canas que regalaste

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