Parte 10
El escenario está en silencio.
No sólo es porque finalmente tenemos al primero que está de acuerdo con “aniquilar a la humanidad”, sino, lo que es más importante, la que lo dijo es “ella”.
Una senadora, la mejor mecánica del pueblo, la médico en jefe y la hermana mayor en quien confío.
“La razón es simple. Primero, por favor, miren esto.”
Viscaria detiene su discurso y se detiene por un momento mientras parece estar esperando algo. Probablemente esté esperando a que la pantalla del escenario muestre algo.
“Este es el número de personas que he diagnosticado. Este es el número de veces que se ha realizado extracciones. Y esto es-“
Ella continúa mostrando los datos y explicando la situación con suavidad. Con un tono indiferente/despreocupado, transmite el tema directamente, según su estilo habitual.
“En pocas palabras, si la propuesta de que los humanos vivan sigue adelante, habrá diez robots muriendo cada año.”
Se oye murmullos.
“Este es sólo un número optimista, pero si hay más derrumbes o congelamientos severos, este número probablemente aumentará al doble o al triple. También, en el segundo año, el número de muertos aumentará en número, así que en otras palabras, probablemente habrá cien muertos en cinco años. Estos desarrollos no son algo que se pueda tomar a la ligera”.
Su explicación se basa en datos, pero es por eso que es realmente convincente.
“Habiendo tratado a todos hasta este punto, siento que todos ustedes han hecho lo suficiente, y que sus cuerpos están muy arruinados por el bien del Blancanieves….pero creo que es hora de cambiar eso. Hemos luchado durante más de cien años, y es hora de dejar de lado la carga que llevamos”.
De nuevo hay silencio en el escenario mientras todos escuchan atentamente las palabras de Viscaria,
“Para evitar que otros malinterpreten lo que tengo que decir, prefacio que no importa cuál sea el resultado elegido, no voy a renunciar a mi misión. Si se niega la propuesta de eliminar a la humanidad, seguiré haciendo todo lo posible para tratar a todos o reparar al Blancanieves. Nunca me permitiré rechazar el tratamiento de los demás sólo porque nuestros puntos de vista choquen. Sólo quiero que todos lo sepan desde un punto de vista objetivo, y los deméritos de permitir que los humanos sigan viviendo…. eso es todo por mi parte”.
Una vez que ella se detiene, el escenario está zumbando. Esas opiniones parecen excepcionalmente claras a quienes han optado por renunciar a sus votos o dejar para un juicio posterior.
“Entonces, número doce.”
Cattleya llama a la siguiente persona.
Y entonces, la Reunión cambió de dirección.
“En realidad, yo…. apoyo el aniquilar a la humanidad.”
Parte 11
Se siente como si se hubiera roto una presa.
Después de eso, hay una clara disminución en el número de personas que claramente expresan su apoyo para que la “humanidad continúe sobreviviendo”, mientras que los que apoyan la “aniquilación de la humanidad” han aumentado en número. Hace un momento, todo el mundo no estaba dispuesto a decir algo tan reprochable, a no “exterminar a la humanidad”, pero una vez que Viscaria Acanthus, una persona prominente en el pueblo, ayudó a dar un empujón, pareciera que había una atmósfera en la que todos podían decir lo que quisieran.
“He perdido mi visión. Si es posible, quiero volver a ver las caras de todos. Si puedo obtener las partes adecuadas, podré volver a ver la luz del día. Por favor, permíteme recuperar mis partes del Blancanieves”.
“Nuestro hijo no puede mover las piernas. Mis partes no pueden hacer que se mueva. Pero, si las partes del Blancanieves están disponibles, este niño podrá volver a caminar. Por favor, dejen que este niño lo haga”.
“Mi marido ha estado durmiendo desde hace veinte años. Si las piezas de la Blancanieves están disponibles.”
Debido a las “extracciones”, los aldeanos perdieron partes de sus cuerpos, incapaces de mover sus miembros libremente, comenzaron a preocuparse por la salud de sus familias o perdieron a sus amantes. Hay todo tipo de pensamientos expresados, pero los aldeanos transmiten todos sus deseos y tienen una mentalidad común. Los sollozos se oyen desde la arena, e incluso yo, escuchando desde lejos, no puedo evitar sentir lo mismo que cuando pienso en el sufrimiento que todos sienten.
Una vez que treinta personas terminan su discurso, se hace una pausa en la reunión.
En este punto, la atmósfera en el escenario es completamente diferente a la anterior. La parte que apoya la idea de que los seres humanos deben seguir viviendo ha desaparecido por completo, mientras que más de la mitad de ellos está a favor de eliminar a la humanidad, cada vez con mayor intensidad.
—esto es malo.
Han pasado dos horas, y sigo en cortocircuito. Sigo tendida en el suelo helado, atormentado por la ansiedad y la impotencia.
Si esto sigue así, la propuesta de acabar con la humanidad será aprobada. El jefe presionará el “interruptor” que se ha preparado, y el Blancanieves quedará arruinado para siempre. Para entonces, será demasiado tarde, y aunque nos arrepintamos, no podremos despertar a nuestros maestros de nuevo. Finalmente logré encontrar una tercera ruta donde tanto humanos como robots pueden coexistir.
—¡Muévete….!
Rezo, rezo de todo corazón.
—¡Muévete, cuerpo mío!
Reinicio, parada forzada, restablecimiento de emergencia, inserción de trabajos de respaldo— he probado todos los métodos, pero mi cuerpo es incapaz de reaccionar.
Mi conciencia se desvanece de vez en cuando. Cuando un cortocircuito dura mucho tiempo, se me obliga a apagar todas las funciones para proteger los circuitos mentales. Si eso sucede, todo será en vano. El camino donde los humanos y los robots pueden trabajar juntos para sobrevivir y moverse hacia el futuro; eso desaparecerá para siempre.
—Ahh.
El mundo ante mis ojos se oscurece cada vez más.
—Tiempo….ah, ah.
Mi sistema visual se ha apagado por la fuerza y no puedo ver nada. El fin está cerca.
Las voces de la arena se hacen cada vez más lejanas. Alguien está pidiendo que la humanidad sea aniquilada. Esa voz se vuelve cada vez más fugaz, y finalmente desaparece.
—No, no es esto…. Escúchenme todos. Nosotros, no tenemos que pelear, de esa manera…. todo esto… es….
En el momento en que mi conciencia se desmaya,
Veo una luz.
Una luz azul brilla en el fondo de la oscuridad, y la arena ante mis ojos se desmorona.
-¿Qué?
Siento que una figura enfrente de la arena aparece ante mí, y mi conciencia es cortada.
Parte 12
Mi conciencia permanece borrosa, atontada como si estuviera en un sueño, y sólo puedo oír voces.
La reunión continúa.
“Por las razones mencionadas, apoyo de todo corazón la aniquilación de la humanidad.”
La reunión es ahora una cuenta atrás para eliminar a la humanidad. Todos los oradores han apoyado la “aniquilación”, y no se han esperado otras opiniones.
Entiendo. Es cierto que las palabras de Viscaria lograron cambiar el curso de la reunión, pero es sólo la caída inicial. Los aldeanos están sufriendo mucho debido a la falta de partes, como cada gota de agua que llena una copa, y en este momento, las emociones se desbordan en la arena como una inundación.
Es por esto que la dirección actual no va a ser cambiada fácilmente. Los daños de los auto-sacrificados en los últimos cien años se han mostrado finalmente. “La misión de los aldeanos”, “la raison d’etre* de los robots”, tales palabras parecen claramente débiles ante cualquier persona. (EZ: *razón de ser esta e francés y lo dejo así)
“¿Hay alguien que quiera hablar?”
La voz de Cattleya resuena de nuevo. Hay silencio en la arena, y nadie más levanta la mano. Esto no indica que no tengan nada que ver, pero que todos ya sabían cuál sería el resultado, y eligieron permanecer en silencio.
—¿Está, acabado…?
En este mundo oscuro, en este mundo de voces, siento el fin de todo.
“¿No hay nadie más que quiera decir algo? De lo contrario, pondremos fin a las discusiones y comenzaremos a votar”.
No quiero rendirme, pero ya no hay tiempo. Mientras nadie más en la arena quiera decir, la reunión terminará. Habrá votaciones, se elegirá la preposición para eliminar, se presionará el botón, el Blancanieves se detendrá para siempre, y la humanidad -nuestros maestros- morirán para siempre.
—alguien…
Murmuro sinceramente en mi corazón. Mi voz no puede alcanzarlos.
Sin embargo,
“—¡Esperen!”
Alguien grita.
Hay conmoción en la arena. Después de una pausa, hay una voz desde el micrófono del escenario.
“¡Esto es demasiado extraño! Todo el mundo, todo el mundo está actuando de forma extraña!”
Es una voz muy joven.
“Hace un momento, todo el mundo estaba tan, tan orgulloso de nuestros maestros! Todos hicieron lo mejor que pudieron! Practicando una y otra vez para el Festival! Pero, ¿por qué? ¿Por qué cambiar cuando decimos cambiar? ¿Por qué es que no importa aunque nuestros maestros mueran?”
Con una expresión infantil, sigue quejándose en voz alta,
“¡Díganme! ¿Qué hay de los últimos cien años? Todos los días, todos los días, trabajamos tan duro para nuestros maestros, ¿por qué razón? ¿Por el bien de quién pasamos los últimos cien años? ¿Con qué propósito pasamos los últimos cien años? ¿No se le extrajeron a todos tantas partes? ¿Por el bien de quién murieron nuestros camaradas en los últimos cien años? Si destruimos el Blancanieves aquí, ¿no serian sus muertes en vano? No necesitaban morir, y están muertos!? Y, y, si nos rendimos aquí—”
La voz de la chica está temblando.
“Entonces, ¿¡por qué motivo murió Gappy!?”
Hay un ruido sordo y fuerte. Puedo oír que es el sonido del estruendo en el estrado.
La arena se vuelve silenciosa.
La chica se ha callado. Y también todos lo están. Incluso la anfitriona de la reunión, Cattleya se queda callada.
Y yo—recuperación del sistema—standby—reinicio—tiempo de reinicio para la recuperación funcional—treinta segundos—veinte segundos—diez segundos—cinco, cuatro, tres, dos, uno—
Reactivación.
Abro los ojos. Me pongo de pie. Y sigo caminando.
Hay una chica en el escenario que parece confundida. Es el escenario central, la arena para la reunión del pueblo. Una vez que aparezco, la arena estalla en conmoción. “¡Es Amaryllis…!” “¿¡Dónde ha estado…!?” Todo el mundo me está mirando.
La chica que hablaba me mira conmocionada y yo camino directamente hacia ella.
“Siento llegar tarde.”
“Amaryllis…”
“Has trabajado duro, Daisy.”
Levanto la mano hacia adelante, acariciando su suave cabello castaño. Mientras la sigo acariciando, lágrimas comienzan a salir en los ojos de la niña.
Ella entierra su rostro en mi pecho, y luego parece recordar algo mientras levanta su rostro.
“Amaryllis… ¿vas a apoyar la eliminación? o dejarlos vivir?”
El malestar de sus ojos se manifiesta en los míos. Y yo sonrío, respondiendo,
“Ninguno de las dos. Si tengo que decirlo, ¿mitad y mitad?* (EZ: es partirlo a la mitad el dicho de ella, pero para que suene mejo acá lo dejo así)
“¿Eh? ¿mitad y mitad?
“Sí, mitad y mitad.”
Y luego, sigo adelante, agarro el micrófono y hablo en voz alta,
“¡Tengo una preposición de emergencia!”
Parte 13
Preposición de emergencia…
Esta es una tercera opción después de la propuesta de “eliminar a la humanidad” y “hacer que los humanos sigan viviendo”, que se llama “una preposición para que tanto los humanos como los robots coexistan”.
Con todos mirándome en el escenario, empiezo a explicar con confianza.
“Hace unas horas, fui a comprobar la superficie.”
La arena se puso bulliciosa.
“Este es el material que sirve como prueba.”
Muestro la imagen que vi de la superficie en la pantalla del escenario. El cielo después de cien años, la cálida luz del sol, el calor que está regresando. Transfiero todos los datos almacenados en mis circuitos mentales, incluyendo los cadáveres de los robots de trabajo que encontré a lo largo del camino. Espero que los humanos y los robots coexistan, y creo que la forma más adecuada de hacerlo es revelar todo lo que hay en las imágenes.
“Como todos saben, hay un gran generador construido en la superficie. Esa es la instalación que se utilizó para proporcionar energía a los robots de trabajo como todos los que están aquí cuando se construyo el Blancanieves. Si la temperatura de la superficie se restablece, esto significa que podemos hacer que este generador se reinicie. Las líneas eléctricas pueden ser aseguradas, empezando por el aire acondicionado, y las posibilidades de que vivamos juntos con nuestros maestros serán mejores que antes”.
La arena comienza a explotar en conmoción. Los aldeanos intercambian miradas, temblando como si se sintieran perturbados por mis palabras.
Por supuesto, hay resistencia.
“Si el generador no puede funcionar de nuevo, ¿qué hacemos…?”
Hay una voz aguda y mordaz en las primeras filas.
“Si volvemos a la superficie, y sigue sin funcionar, entonces estamos todos condenados”. “¿¡No dirás que no hay problema!?
“Eso es.”
Ante una pregunta tan feroz, no puedo evitar tartamudear. No puedo decir algo tan irresponsable como “no hay ningún problema”.
En este momento.
“¡No hay problemas! No sólo tenemos los hornos de cristal principales en ese tipo de generador, sino que también tenemos subgeneradores tradicionales. El combustible fósil habitual debería ser suficiente! Así que no se preocupen!”
—¡Ah!
Sorprendido, miro hacia la voz. Hay una mujer pelirroja en medio del escenario, de pie con una mano en la cintura. Intercambia miradas conmigo.
—Viscaria.
“Podemos poner el generador en marcha de nuevo. Déjamelo a mí”.
Ella lo concluye con firmeza.
Este alivio de ella me tiene muy agradecida. El hombre que me pregunta parece sorprendido por el inesperado contraargumento, “Bueno, lo que sea, si es así…” y regresa a su asiento.
Entonces aprovecho la oportunidad para decirlo,
“Es cierto que no puedo estar seguro de que vaya a tener éxito. Este plan necesita mucha mano de obra, comenzando desde la fase de preparación. Pero, por favor, cálmense y piénsenlo. Incluso si nos quedamos en el pueblo, terminaremos destrozados por otro terremoto que se produzca. No es demasiado tarde. Ya que aún tenemos las baterías funcionando hasta este punto, esta es la mejor oportunidad para escapar del pueblo”.
Confiadamente relato. Las caras de los aldeanos están llenas de vida, y cada vez es más alentador.
Y antes de terminar mi discurso, doy un “golpe final”
“Todos, antes de que vinieran aquí, supongo que han visto “ese vídeo”, ¿verdad? Yo también lo he visto, y para ser honesta, estoy muy perturbada. Pero,”
Saco un chip de mi bolsillo y lo levanto lo suficientemente alto para que todos lo vean. Es un microchip del tamaño de una pequeña uña, un chip de memoria de alta calidad.
“Ese vídeo no es el único que contiene este chip, está medio guardado, pero hay un vídeo en su interior.”
Las imágenes se transmiten en la pantalla.
Es una grabación de la vida diaria.
La primera aparición es una mujer alta y delgaducha. Esta mujer de cabello negro y suelto está sentada en un banco, leyendo un libro. De pie, educadamente a su lado hay una chica. La chica está vestida de sirvienta, y la antena que se extiende desde sus orejas muestra claramente que es un robot.
La maestra, y el robot sirviéndole a ella. Esta es una escena común desde lejos.
La mujer y la robot se apoyan mutuamente como hermanas, leyendo el mismo libro. La robot mira a la mujer o se apoyará en sus hombros adorablemente. Cuando esto sucede, la mujer sonríe con gracia, deja de voltear el libro y le presta su hombro a la chica. (EZ: una de las escenas de Ame no hi no iris?)
Este vídeo inicial dura aproximadamente un minuto, y luego, el vídeo cambia a otra escena. Es el escenario de un humano y un robot trabajando juntos en una pequeña fábrica. El robot produce las mercancías y el hombre las inspecciona. Una vez realizada la inspección, el ser humano da una palmadita en el hombro al robot de una manera muy reconfortante. Sólo cuando salen de la minifábrica se acaba el vídeo. Son como hermanos íntimos.
Y así, tales escenas cambian una y otra vez, las escenas de humanos y robots viviendo juntos, trabajando juntos, ayudándose unos a otros.
Cada vídeo dura menos de un minuto, y en total, parece no ser más de quince minutos, sin ningún sonido. Por último, está el logo del productor, que muestra que se trata de un video promocional utilizado para promover la convivencia entre humanos y robots.
Tal vez está hecho para mostrar, que las imágenes están hechas para un cierto propósito, o tal vez sea una idealización de la humanidad.
Pero a pesar de esto, las imágenes despiertan los preciosos recuerdos en lo más profundo de nuestros corazones. Los humanos morirán algún día, pero los robots no mueren fácilmente. Los robots que perdieron a sus maestros y fueron dejados atrás experimentaron largos recuerdos que no se desvanecerán, viviendo hasta que se conviertan en metal desechado.
De esta manera, las viejas memorias permanecen apiladas dentro de los Circuitos Mentales, y pueden ser repetidos una y otra vez sin desvanecerse. La clara tristeza que no puede ser olvidada permanecerá siempre grabada en nuestros pechos.
Antes de darme cuenta, todos están llorando. Recuerdan los momentos que pasaron con sus maestros, los momentos que son tan preciosos como las piedras preciosas.
Recuerdo mi tiempo trabajando en el jardín de infantes. Los niños animados, las madres sinceras, y el amigable director.
Miro hacia atrás, y Viscaria también está llorando. Probablemente recuerda al superintendente de la fábrica de reparación de automóviles. Ese es el que ella recordaba de vez en cuando, el momento en que se sonrojaba cuando hablaba con ella. Hay una barrera entre los humanos y los robots que nunca puede ser superada, y son incapaces de unirse.
Götz también estaba llorando. Debe haber estado pensando en el director cuando aún el era actor. Cuando estaba a punto de ser desmantelado, el director lo conservó y lo preparó hasta que se hizo famoso, su benefactor.
Los niños también lloran. Recuerdan a sus padres muertos y a los hermanos con los que se separaron. Para mí, una robot niñera, los entiendo muy bien.
Todos ellos están abatidos, solos. Recuerdan los días de felicidad a los que nunca podrán volver, su anhelo de maestros llenos de dolor y desamparo durante los últimos cien años, un tiempo en el que han soportado tanta soledad. Pero no odiamos esto, sino que disfrutamos del trabajo de todo corazón, ofreciendo nuestros cuerpos. Porque siempre tenemos el sueño de trabajar juntos con nuestros maestros.
El vídeo termina.
Hago una profunda reverencia, y bajo del podio.
Pronto, suena la voz de Cattelya.
“¿Hay alguien más que quiera decir algo?”
Hasta Cattleya está llorando. Seguramente está pensando en su amado esposo.
—¡Ah!
En este momento.
El jefe aparece en el escenario. Su cabeza está dando vueltas.
Aguanto la respiración; los ojos de todos se concentran en un punto.
—¿Qué va a decir?
Me siento incómoda. No tengo nada más que pueda convencerlos. Si soy derrotada por el Jefe aquí, no hay forma de retroceder.
El jefe se sienta en el podio.
Y todo lo que dice es,
“Hora de votar”.