Parte 3
Al día siguiente.
Pongo los codos sobre la mesa helada, recordando sin ganas todo lo que ha sucedido en los últimos días.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco… seis.
Seis murieron. No puedo contarlos todos con una mano, y doblo el pulgar para indicar una sexta.
No es la primera vez que vemos muertos en el pueblo. En este cruel mundo subterráneo que está sellado en el hielo, el deterioro de los robots es rápido, y hay una grave escasez de piezas reemplazables. Ya que desde que nos dimos cuenta de que las piezas de repuesto de Blancanieves estaban empezando a agotarse, aproximadamente una o dos mueren cada año desde que empezamos a “extraer”.
—pero seis….
Nunca desde el “fin de los tiempos” hace cien años nos hemos encontrado con tantas muertes a la vez. Todos los aldeanos se llevan muy bien entre sí, por lo que todo el pueblo está lleno de tristeza.
Y hay otra razón por la que mi corazón se siente tan pesado.
—”Gappy es tan asombroso… Contribuyendo a nuestros maestros, incluso hasta el final…”
Las palabras de Daisy resuenan con las de Gappy.
—”He contribuido con algo, a los maestros…”
Servir a nuestros maestros, vivir para ellos y morir por ellos. Esta es nuestra misión como aldeanos, o razón de ser. Gappy murió después de cumplir su misión. No hay nada de lo que avergonzarse. Este podría ser el más alto honor de todos, morir por este honor.
—pero.
No puedo evitar sentir dudas en mi corazón. La imagen de mis amables maestros, y ese material que parece pintarlos completamente diferente.
“—¡Ilyis!”
Mientras sigo pensando en ello.
“¡Oye, Amaryllis! ¿Me oyes….?”
Levanto la cabeza, y delante de mí está el rubio casanovas*. Me sacude de los hombros con una mirada de asombro. (EZ: *en español es difícil encontrar un término que se valla con el no?, en inglés es “flirt”)
“Ah…” Finalmente me recupero. “Ah, lo siento. Sólo estoy pensando en esto.”
“¿Estás bien? Rápido, te daré un beso para despertarte…… auh”.
Le doy un buen puñetazo en la cara a este desvergonzado casanovas, y me dirijo hacia los demás. Viscaria, que llega tarde, llegó antes de que me diera cuenta, así que todos los miembros están presentes.
“Lo siento. Entonces, empecemos”.
Me siento en la silla otra vez, me aclaro la garganta y digo,
“Estamos celebrando una reunión de emergencia. El jefe no está, así que esta reunión del Senado la realizaré yo, la Subjefa…. primero, miren esto”.
Tok, con mis dedos, doy un golpecito en la mesa, y el holograma aparece sin sonido. Es una imagen combinada de los gráficos del Pilar y los grupos de contornos.
“Hace cuatro días, tuvimos un terremoto que realmente nos devastó. Nuevamente, ofreceré mis respetos a los seis compatriotas que murieron… y aquí está el problema.”
Dejé que el gráfico brillara.
“Debido a los terremotos y las heladas durante este período, el número de víctimas sigue aumentando. El resultado es que nuestro suministro de piezas está al límite. Tenemos dieciséis partes que ya no se pueden cambiar. Todavía tenemos reemplazos, pero incluso eso tiene límites”.
“Probablemente vamos a ver algunos muertos la semana que viene.”
Eisbahn dijo, ” Tus palabras son demasiado descuidadas.” Götz lo reprende.
“Ahora bien, en cuanto a las contramedidas que pueden ser efectivas…”
Yo muestro las soluciones en la pantalla.
■ Resolver la escasez de piezas
(1) Reducir los suministros emitidos.
(2) Prolongar el modo de suspensión.
(3) Realizar otra extracción
“—Estos son los malos pensamientos que tengo.”
Una vez terminada mi explicación, “¿Una pregunta, si me permiten?” Götz levanta la mano.
“Sí, claro.”
“Personalmente, diría que no tengo ninguna objeción específica… pero cualquiera de estos requerirá el permiso del Jefe, ¿no?”
“Hmm.”
Me abofeteó verbalmente y asentí.
“Es verdad… no podemos tomar decisiones oficiales sin el Jefe…”
Miro la mesa. Normalmente, la cabeza del Jefe rondaría ante mí, pero en este momento, lo único que se necesita son materiales para la reunión.
“Esto es preocupante…”
Perdimos completamente contacto con el Jefe desde días antes de que ocurriera el “terremoto”. Incluso a través del contacto de emergencia instalado en todos los aldeanos, no ha respondido. Esto no tiene precedentes.
“Probablemente fue atrapado en un colapso, atrapado en alguna parte.”
Eisbahn señala con indiferencia.
“Pero aun así, al menos podemos averiguar dónde está a través de la señal de la baliza, ¿verdad?”
“Eso significa que la baliza también está dañada ahora, no es así?”
“¿Pero cómo es posible que esa dura y robusta baliza se rompa tan fácilmente….”
La baliza es una instalación práctica para la búsqueda de personas en peligro, por lo que, por supuesto, es muy robusta.
“¿Qué opinas, Viscaria?”
“Bueno….”
La robot más experta en tecnología inclina la cabeza, extendiendo las antenas.
“Se me ocurre otra posibilidad. Puede estar en un lugar donde las ondas electromagnéticas no lo puedan alcanzar.”
“¿Un lugar donde las ondas electromagnéticas no lo pueden alcanzar? Pero todo el pueblo está básicamente cubierto, ¿verdad?”
“Sí, así que es una pequeña posibilidad.”
—Eh, pero…?
Un cierto recuerdo se me viene a la mente. Un lugar donde las ondas electromagnéticas no pueden llegar. Un lugar donde un faro no pueda responder.
“¡Ah!”
Me levanto, y plantea una posibilidad.
“¡El Cuarto Secreto!”
Parte 4
Después de una hora de viaje en el coche de hielo.
Volvemos a entrar en “esa habitación”.
Un techo alto, una disposición que se extiende hasta el fondo. Cuando entramos por primera vez, podríamos decir que nos sorprendió, y ahora que estamos entrando nuevamente después de un mes, se siente tan refrescante. Nos paramos ante las estanterías que tenemos ante nosotros, con la mirada fija en los objetos bien dispuestos. La decoración interior es deslumbrante, y la sala está repleta de un encanto más deslumbrante que la biblioteca más lujosa, un museo de lo más elegante.
Pero por otro lado, este lugar nos hace recordar “esa filmación”. Esta duda nunca desaparecerá hasta que se eliminen los datos.
—esto es….
Y en el suelo alicatado con una alfombra elegante, hay un rastro de algo húmedo rodando por ahí. Nos hacemos señas con la cabeza y seguimos el rastro hasta el fondo del lugar.
Al final, llegamos a un lugar con un gran monitor. Hay un robot acostado en una silla, y también un sofá de aspecto suave, probablemente un asiento de primera calidad. El sofá se voltea y se dirige hacia nosotros.
“—Así que vinieron.”
Sentado en el sofá hay una cara barbuda familiar.
“Jefe Manzanilla…”