Les pido perdón a los que estuvieron esperando por más caps, el tema es que el traductor cubano se quedó sin pc y sus proyectos entraron en hiatus.
Por ahora yo me encargaré de actualizar ICDS, respetando el horario que usaban el staff cubano…. y eso. Intentaré no morir.
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El Elementalista que Selló, el Elementalista que Salva (2)
“¡Kuhuuuung!”
“¡Haaaap!”
Unos 20 minutos después de eso. Mientras caminaba por este duro Evento de Mazmorra(Event Dungeon), aprendí una cosa importante. Era que en lugar de usar 5 minutos para pelear con los yetis, era mejor usar Golpe Heroico (Heroic Strike) para matarlo de un solo golpe, y luego recuperar mi maná mientras caminaba con el Circuito Peruta.
Por muy fuertes que fueran los yetis, éstos no aparecían muy a menudo. No obstante, cuando lo hacían, nunca aparecían solos. En cualquier caso, si usaba el Golpe Heroico para matar a los yetis con los que me encontraba, me percaté de que no me encontraría con más hasta que mi maná ya estuviera lleno.
Además, a medida que el Circuito Peruta tomaba el maná del ambiente y lo circulaba dentro de mí, la temperatura del entorno me afectaba menos. Para bloquear el frío del que ni siquiera la Bata de Protección contra el Frío podía resguardarse completamente, circulé desesperadamente el Circuito Peruta.
[¡El Circuito Peruta ha subido al nivel 5! ¡La circulación del Circuito Peruta ahora puede recolectar más maná y la velocidad de circulación aumenta!]
“Oooooh.”
Mi teoría de que el entrenamiento se hace mejor en situaciones desesperadas resultó ser cierta. Ligeramente frustrado, pero feliz, seguí circulando frenéticamente el Circuito Peruta. En mi mano había una ballesta. Como Peika no estaba para hacer frente a ataques de largo alcance, tuve que usar la ballesta para cumplir con su papel. Al mismo tiempo, vi a un yeti parado en la distancia.
“¡Kiaaaa!”
“Bien, también podría entrenar mi habilidad de Tiro con Ballesta.”
Estoy prácticamente colmado de huesos esqueléticos, y el enorme cuerpo del yeti era el blanco perfecto para ensayar. Levanté la ballesta y apunté a su ojo. El perno transversal se recargó automáticamente y se disparó, emanando un aura roja. Golpeó el brazo del yeti y explotó. Mi puntería se desvió.
“Qué difícil. Tendré que aprender a apuntar mejor.”
Dicho eso, como tanto el arma salió de un monstruo con nombre del piso 30 y el Cartucho de Perno Flamígero eran los ítems de mayor rango a mi disposición, el daño que causaron ciertamente era mayor que lo que produciría un movimiento de mi lanza. Aunque el daño no podía compararse con cuando hago un ataque concentrado con mi lanza, el yeti indudablemente me golpeará si lo intento.
Después de descubrir que el perno funcionaba en los yetis, abrí mi inventario y conté el número de pernos en el cartucho. Parece que el cartucho tenía una magia de expansión espacial, ya que cabían los 1.577 pernos de hueso.
“¡Toma esto y muere!”
Instantáneamente empecé a disparar sin parar con mi Ballesta de Hueso Plateado. Los pernos de hueso salieron volando casi sin demora entre cada disparo y explotaron sobre el yeti, que fue incapaz de esquivarlos. Al sentir el continuo retroceso mientras los pernos salían volando, tuve la sensación de que estaba usando una ametralladora. ¡Esta arma es mejor de lo que pensaba!
[Tiro con Ballesta Rango Inferior ha subido al nivel 2. Aumenta tu precisión y chances de obtener un golpe crítico.]
“Ooh, la habilidad también subió de nivel.”
Eso fue peligroso. Casi me olvido de mi objetivo original… ¡A seguir disparando flechas! El yeti, cuyo pelaje estaba chamuscado y sangraba profusamente, emitió un rugido de furia mientras se precipitaba hacia mí. En el trayecto, despertó a dos yetis más. Estos yetis nunca estaban solos.
“No creo que pueda matarte con la ballesta todavía… ¡pero tus amigos también pueden comerse unos pernos!”
Sujeté mi ballesta. No importa cuán fuertes fueran o el poder que tuvieran para congelar a sus oponentes, eso no cambiaba el hecho de que todavía eran criaturas vivientes. Parecía fácil ocuparse del que sangraba profusamente, especialmente desde que el atributo fuego de los pernos quemó su piel, lo que facilitó el paso de las flechas. Esto debe ser el motivo por el que Loretta me vendió el Cartucho de Perno Flamígero.
[Obtuviste el Cuerno de Yeti.]
[Obtuviste 5,800 de oro.]
“Estos tipos sí que sueltan varios ítems.”
Sangre de Yeti, Cuero de Yeti, Cuerno de Yeti. Estos eran los tres objetos que los yetis soltaban después de ser asesinados. Pensando que no podían ser sólo objetos de basura, revisé sus descripciones, que sólo los etiquetaban como [material]. De momento decidí aferrarme a ellos.
[Master, se está poniendo frío. Siento que algo se acerca.]
“Ya casi estoy, Peika. Espérate un momento.”
Aceleré mi ritmo. Con mi ballesta en la mano, me mantuve preparado para atacar. No es por presumir, pero aprendo rápido cuando se trata de cosas que se usan con mi cuerpo. Después de unas cuantas batallas con la ballesta, empecé a entender cómo apuntar para dar en el blanco. Por otra parte, el nivel de habilidad ascendió con facilidad al nivel 3.
“Kuu, esto se está poniendo frío… Diablos, ¡esta extraña sensación también se está volviendo más fuerte…!”
Algo me llamaba, buscándome desesperadamente. Pero casi como si algo estuviera bloqueando nuestra comunicación, el vínculo entre nosotros fue cortado. Incluso yo me estaba poniendo más y más molesto.
“¡Guaaaaang!”
“¡Cállate!”
[¡Golpe Crítico!]
Justo cuando quería desahogarme, apareció un yeti y me atacó con sus garras. Disparé dos pernos, golpeándole el ojo izquierdo y la boca con precisión. El yeti cayó y se estremeció de dolor. No lo entendía. Mis ataques con Tiro con Ballesta Rango Inferior de nivel 3 son así de fuertes, pero ¿por qué los arqueros que conocí eran tan débiles? ¿Es la diferencia en la calidad de nuestras armas?
Ballesta de Hueso Plateado. Es un arma mucho mejor de lo que creía originalmente. El hecho de que se recargara automáticamente no la hacía diferente de un rifle automático.
[¡… Re…gresa…!]
“Lo escuché.”
¡Era la voz de un elemental! Apresuré mi paso. El viento se volvió más áspero, y cada vez aparecían menos yetis. Antes de que me diera cuenta, habían pasado dos horas desde que entré al calabozo. Quería encontrar a Peika y volver a casa rápidamente.
[Master, ¡es un elemental! ¡Un elemental ha aparecido!]
“¡Maldición! ¡Talaria!”
[Has invocado a Talaria. Durante los próximo 10 minutos, podrás volar a placer o caminar en el aire. Al volar, recibirás un aumento adicional de 100% en tu velocidad de movimiento. Tiempo restante: 09:59:99]
Aunque no quería usarlo porque podría congelarme hasta morir, no tenía otra opción ahora que Peika estaba en peligro. Después de usar Talaria y volar en el aire, volé lo más rápido posible en dirección a Peika.
El viento se estrelló contra mi cara y trató de separar mi nariz y mis orejas, pero lo soporté y seguí adelante. Tenía la Bata de Protección contra el Frío y estaba usando la Lanza Negra de Tierra. Con el calor añadido de la Bendición de la Reina Elfa, pude arreglármelas un poco.
[¡Shaaaaaa!]
[¡No sólo vinieron elementales, sino ahora llegó un humano]
[Este lugar es la Prisión de los Elementales Congelados. ¡No es un lugar en el que un humano pueda entrar!]
¿Qué tanto volé? Los cristales de hielo que habían empezado a aparecer en el aire me hablaron cuando se chocaron contra mí. Aunque mi HP no bajó mucho, los lugares en mi Bata de Protección contra el Frío donde los cristales de hielo se estrellaron se volvieron blancos y se solidificaron. Elementales, ¡estos cristales eran elementales!
“Escúchenme. ¡Tengo que salvar a ese elemental!”
[¿Un Elementalista?]
[No lo escuches. ¡Sus palabras son demasiado amables!]
[¡No escuches, no escuches!]
“¡No me ataquen! ¡No tengo intención de atacar a los elementales!”
[¡No escuches, no escuches!]
[Me agrada.]
[¡Dije que no escuches!]
Afortunadamente, la bendición de Loretta ayudó a que uno de los elementales se pusiera rápidamente de mi lado. Toqué cuidadosamente el cristal de hielo que se acercó a mi mano. Quizás porque ya no era hostil hacia mí, no noté frío al tocarlo.
[Él es cálido. Siento como si me derritiera.]
[¡Él es del exterior! ¡El linaje del traidor!]
“No sé a qué te refieres con traidor, pero ¡no soy él! Por favor, todos, ¡dejen de atacar!”
[Si no te ataco, ¿me sacarás de aquí?]
“Sí, lo haré. Siempre y cuando no hieras a otros.”
[¡No lo haré! ¡No le haré daño a nadie!]
[Él nos traicionará. Lo hará de la misma manera que el resto lo hizo en el pasado.]
[Pero él no es como ellos.]
No me importaba realmente. Mientras hablaban entre sí, yo volé por el aire tan rápido como pude. Antes de que me diera cuenta, otro cristal de hielo se me acercó. Aunque aparecieron más cristales de hielo en mi entorno, ninguno de ellos me atacó deliberadamente como antes.
[Esta persona es un Elementalista, alguien que se preocupa por los elementales.]
[La persona que encerró a ese bebé también era un Elementalista.]
[Él no tenía cualificación alguna.]
[¡Él no tenía cualificación alguna!]
[Él fue el culpable, pero atrapó a ese bebé aquí con el resto de nosotros.]
[Él cerró la puerta para que nadie pudiese entrar.]
[Pero, ¿por qué abriría la puerta?]
La encontré.
“¡Peika!”
[¡Master! ¡Master!]
Después de verme, Peika exclamó de alegría. Sin embargo, no podía estar completamente feliz. Aunque Peika estaba ilesa, detrás de ella se escondían hadas y elementales que temblaban por el duro entorno.
Sin mencionar que Peika estaba luchando contra algo. Debido a que mi maná no estaba siendo drenado, me tomó un rato darme cuenta. Así que eso era. Este lugar era el Reino de los Espíritus, un lugar donde Peika podía usar maná libremente sin tener que depender de mí.
Aunque los relámpagos de Peika destrozaron las ráfagas de hielo, un aliento mezclado con nieve impidió que su relámpago continuara. El enemigo era fuerte.
[¡No puedo hacerlo sola, Master!]
“¡Espera!”
Inmediatamente descendí a su ubicación. Al mismo tiempo, la cosa que estaba atacando a Peika con su aliento me miró. Mi corazón se estremeció por un momento. Un cuerpo más grande que el de un humano, una melena que deja salir una luz plateada, un rostro malhumorado como si estuviera sufriendo, y una furia carmesí que se adueñaba de sus ojos.
“¡Un elemental enloquecido…!”
Ese lobo plateado era el dueño de este espacio y el núcleo del sello, un elemental enloquecido. ¡Era un elemental que se había desarrollado lo suficiente para materializarse! ¡Ni siquiera Peika podía materializarse aún!
“¡Peika, ven acá!”
[¡No! ¡Debo proteger a estos niños!]
“Chicos, ¿pueden ayudarme? Ellos son elementales al igual que ustedes y hadas que también son de la misma raza. ¿Pueden protegerlos?”
[Las hadas sólo se quedaron viendo mientras nos sellaban.]
[Los elementales siempre volaban irreflexivamente sobre el Jardín de las Hadas.]
[Pero siguen siendo de nuestra raza. No me agradas, pero las ayudaré.]
Mientras algunos de los cristales de hielo centelleaban volando hacia las hadas y los elementales, aterricé junto a Peika. Como Talaria aún estaba funcionando, mis pies no estaban cubiertos de nieve. Más bien, estaban parados en el aire por encima de la nieve.
[Krrrr…]
“Ya veo, eres un elemental especial. Justo como Peika…”
Había elementales con poderes especiales, elementales a los que se les reconocía como seres únicos, se les permitía la vida eterna y se les daba la capacidad de crecer. Aunque los elementalistas querían formar contratos con tales elementales, la regla de que sólo podían formar contratos con los elementales a los que sus almas estaban conectadas siempre está presente. Sólo porque descubrieran un elemental especial, no significaba que pudieran formar contratos con el mismo.
Aun así, hubo Elementalistas que emplearon todo tipo de métodos diferentes para tratar de formar contratos con ellos. Ninguno pudo tener éxito a lo largo de la extensa historia de los Elementalistas, y todos sabían lo que les pasaría a los elementales cuando fracasaran. Siempre se volvían locos.
Aunque los culpables eran los Elementalistas, el precio lo pagaban los elementales. Era injusto.
[Krrr…]
Mirando al lobo en cuclillas mientras mostraba sus dientes plateados, saqué mi lanza. Los cristales de hielo volaron hacia mí.
[¿Matarás a ese pobre bebé?]
[¡No lo hagas! ¡No puedes matar a este bebé!]
[Es peligroso. Te protegeré.]
“No se preocupen. Sólo jugaré con él hasta que recupere la cordura.”
Proclamé con confianza mis intenciones a los cristales de hielo y apunté con mi lanza al lobo. No me gustaba el castigo. Era lo mismo que con mi padre. Aunque me había metido en todo tipo de situaciones peligrosas, nunca me había golpeado despiadadamente. Aunque casi me mató durante los entrenamientos, nunca me golpeó porque hice algo malo. Como tal, nunca olvidé el método de enseñanza de mi padre, porque juré vengarme de él de la misma manera.
Dicho esto, era cierto que la paliza era la mejor medicina para los locos.
[Krrr… ¡Kuaaaang!]
“Muy bien, ¡ven! ¡Jugaré contigo hasta que estés satisfecho! ¡Peika, ayúdame! ¡Ustedes también ayúdenme!”
[¡Ok, Master!]
[Confiaré en él.]
[Si matas a ese bebé, te mato.]
Al mismo tiempo que los elementales se juntaron a mi alrededor, Peika se elevó en el aire y disparó relámpagos de su cuerpo. Abrió su abanico plegable y se tapó la boca. Su pelo negro ondeando en el viento era increíblemente hermoso.
[¡Más vale que te prepares, perro!]
[¿Qué hacemos?]
“Simple. Sólo protéjanme de la energía helada.”
[No somos tan fuertes.]
“Les daré fuerza.”
Abrí una poción de maná. Como el líquido del interior comenzó a congelarse, lo tragué rápidamente. Terminé bebiendo un granizado; en realidad fue bastante sabroso.
Cerré los ojos y compartí mi maná con los elementales que me rodeaban. Control Elemental. Era la habilidad necesaria para que yo usara la Tempestad Elemental, y también era la que permitía que un Elementalista sin un elemental contratado usara las habilidades de un Elementalista. ¡Me permitía emplear elementales libres que existían en el mundo a cambio de mi maná!
[Me estoy volviendo más fuerte.]
[Qué místico, es un Elementalista increíble.]
[Él es un héroe.]
[¡Es un héroe!]
[¡Guoooooo!]
[¡Master, ahí voy!]
“Estoy listo.”
Agarré mi lanza con fuerza. Gracias a Encanto de Fuego(Flame Enchant), la energía de fuego proveniente de la Lanza Negra de Tierra pareció estar calentando todo mi cuerpo. Continué con este vigor, y grité.
“¡Comencemos con la paliza!”
Con Control Elemental me imagino un futuro en que pueda manejar todos los elementos incluso si no es de forma maestra como con sus elementales contratados, también puedo ver el punto en que dispare elementales con su ballesta como si fuera una metralleta.