Sin saber cuántas veces en medio de la noche ha soñado con el pasado, siempre hay una voz suave que le susurra al oído las palabras “maestro”, “maestro”. Ese llamado hace que su corazón se ablande, pero esa sensación rápidamente se vuelve amarga.
Ha pasado cientos de años en el vacío y en la soledad en Qing Zhu Feng Shang (Cima de bambú), solo queda un melocotonero seco que está a punto de morir, junto con un qin que tiene cuerdas rotas. Todos los días se la pasa concentrándose en refinar sus técnicas de cultivo, no por las posibilidades de recibir una lesión interna grave, sino por cualquier razón que no conocía. Quería esperar, proteger a esa persona, pero no volverá a ver a “esa persona” nunca más…