La historia tiene lugar en un verano particularmente caluroso en la década de 1990, en un pequeño y tranquilo pueblo japonés llamado Sotoba. Una serie de muertes misteriosas comienzan a extenderse en la aldea, al mismo tiempo que una familia extraña se muda a la mansión abandonada de Kanemasa. El doctor Toshio Ozaki, director del único hospital de Sotoba, inicialmente sospecha una epidemia; sin embargo, a medida que continúan las investigaciones y las muertes comienzan a acumularse, se entera, y se convence, de que son obra de los “shiki”, criaturas parecidas a vampiros, que asolan la aldea. Un joven llamado Natsuno Yuuki, que odia vivir en la aldea, comienza a ser perseguido y rodeado de muerte.