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Goblin Kingdom — Volumen 2, Entreacto (18)

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Entreacto:

Cien Li (400KM) al norte, una mirada al abismo

Estado
Nombre Gi Go Amatsuki
Raza Goblin
Nivel 92
Rango Noble; Espadachín Vagabundo
Habilidades <<Maestría De La Espadas B->>  <<Hombre Auto-Fabricado>>  <<Veterano>>  <<Caballería>>  <<Alma Del Guerrero>>
Protección Divina Dios De La Espada (La Paruza)
Atributos Ninguno

Muchos días han pasado desde que Gi Go Amatsuki dejó al rey con el hermano menor de Shumea, Yoshu. Desde entonces han estado viajando sin rumbo a través de los bosques y las llanuras.
Aunque sin rumbo, no era posible viajar sin una dirección, así que decidieron hacer de las montañas del dios de la nieve al norte su destino. Parte de la razón fue también porque Gi Go Amatsuki deseaba luchar con los bandidos allí.
Gi Go Amatsuki y Yoshu no atravesaron el bosque sino un sendero cercano al territorio humano. En cuanto a por qué, bueno… Yoshu tenía sus propias ideas.
“El rey va a crear un Reino Goblin, ¿Verdad? Si es así, entonces no debería hacer daño recopilar información sobre los humanos mientras viajamos” Dijo Yoshu.
Por eso Gi Go Amatsuki y Yoshu caminaron en algún lugar entre el bosque y las llanuras.
Yoshu no mentía cuando dio esa razón, pero también tenía otras razones para seguir esa ruta. Quería algunas cosas del territorio humano.
Estaba acostumbrado a vivir solo con las necesidades mínimas debido a su excesivamente adaptable hermana, pero Yoshu seguía siendo un humano criado en la ciudad y no era apto para vivir en el bosque.
Siendo un antiguo esclavo, también estaba acostumbrado a la vida como aventurero, por lo que quería tener en sus manos algunas herramientas convenientes. Fue para conseguir esas herramientas que intencionalmente sugirió esta peligrosa ruta cerca del territorio humano.
Gi Go llevaba una túnica que lo cubría de pies a cabeza, mientras que Yoshu llevaba un escudo en la espalda. Desde lejos, no se veían diferentes de un par de viajeros humanos.
Durante los viajes de Yoshu con Gi Go Amatsuki, sorprendentemente encontró que Gi Go era bastante inteligente. No parecía un goblin en absoluto.
¿Fue porque era una clase noble o porque los goblins en realidad siempre fueron inteligentes y fue sólo el prejuicio de los humanos lo que los llevó a despreciarlos? O entonces por otra parte, podría ser simplemente la influencia del rey. Yoshu no lo sabía. Pero a pesar de todo, Gi Go era tan inteligente como un aventurero de sangre caliente o un esclavo de batalla.
Por ejemplo, el problema de mantener una hoguera encendida durante la noche.
Se sabe que las bestias temen al fuego. De vez en cuando, puede haber una o dos bestias inteligentes que atacarían a pesar de un fuego encendido, pero en general, las bestias se alejan de los lugares donde hay fuego.
Por supuesto, esto no tenía nada que ver con los goblins, ya que son monstruos que merodean bajo el manto de la noche, robando ganado y destruyendo campos… Al menos, eso es lo que se supone que son. Pero cuando Yoshu le explicó a Gi Go la importancia del fuego – lo cual hizo bajo el pretexto de que era para evitar matar innecesariamente — Gi Go lo entendió e incluso fue tan lejos como para turnarse con Yoshu para vigilar.
Los goblins solían comer carne, pero también podían comer otras cosas. Pero por mucho que comieran, no los llenaría. Era una sensación similar a la de los humanos que sólo comían verduras.
“Sé que me obligaron a acompañarte, pero…” Murmuró Yoshu.
“¿Pasa algo?” Preguntó Gi Ga.
“No, no es nada. Consigamos algo de pan en el pueblo.”
“Hmm… Bueno, sólo consigue la comida que quieras.”
Yoshu no mencionó que en realidad quería ver si el pan podía llenar la barriga de Gi Go o no. En el tiempo que ha pasado con Gi Go, ha llegado gradualmente a considerar la coexistencia de humanos y goblins como una realidad.
El cuerpo del dios del fuego estaba en su apogeo en el cielo. Los únicos sonidos en los alrededores eran los aullidos de las bestias que gritaban de vez en cuando y las bestias voladoras luchando en el cielo. Los cálidos rayos del sol eran como la mirada del mismísimo dios del fuego mientras descendían sobre las verdes copas de los árboles bendecidas por el dios del bosque y el dios de la tierra. La voz cantante del dios del viento suavizó el calor que descendía del cuerpo del dios del fuego mientras soplaba y rozaba la piel de la pareja que viajaba.
En esta tranquila atmósfera que era el símbolo de la paz, Yoshu miró hacia el vasto cielo azul.
“Es un día estupendo hoy” Dijo.
“¿Hmm? Ah, sí” Asintió secamente Gi Go.
Yoshu sonrió irónicamente ante la respuesta desinteresada de Gi Go, y luego empezó a cantar.
“Sembrad semillas con la primavera y vivid con el viento. Tomad agua con el verano y aguantad las dificultades. Alegraos con el otoño y rezad por la cosecha. Ríanse con el invierno y duerman con la nieve. Somos los hijos del dios del fuego, somos los hijos del dios del fuego.” (Aruniha, Aruno yusushiagaari. Rannina aruno, gibaseagaari. Arunine, arano, mirinogaari. Fefuru, arono sahishiagaari. Rodou-o-serudo rodou-serdia.)
Al sonido de la profunda pero perfectamente clara melodía, Gi Go quedó estupefacto. Miró con los ojos muy abiertos a Yoshu.
“¿Qué pasa?” Preguntó Yoshu cuando notó que Gi Go le miraba fijamente.
“¿Puedes cantar?” Preguntó Gi Go.
“Sí. No es suficiente ser trovador, pero aprendí un par de canciones de mis viajes en el pasado” Dijo Yoshu con una sonrisa.
Ese era el único entretenimiento que Yoshu tenía entonces, pero no mencionó esa parte.
“Las palabras son diferentes de las que normalmente usas.”
Gi Go y Yoshu empezaron a caminar de nuevo.
“Es un idioma antiguo. Hoy en día no los oyes, pero todavía se usan en las canciones. Son palabras de antes de la gran guerra de los dioses.”
“¿La gran guerra de los dioses?”
“¿No lo has oído? La corrupción de Deetna y la rebelión de Altesia del inframundo. Fue a causa de las dos grandes guerras de los dioses que el lenguaje se dispersó.”
Yoshu notó que Gi Go estaba cada vez más interesado.
“¿Te interesan las canciones?”
“Sí, he oído a Lord Lili cantar antes. Era una buena canción.”
Yoshu se volvió pensativo. Por ‘Lord Lili’ Gi Go probablemente se refería a la mujer aventurera que desapareció con la santa.
“Ya veo. En ese caso, te enseñaré cuando tengamos tiempo.”
“Por favor” Dijo feliz Gi Go, haciendo sonreír a Yoshu.
Fue entonces cuando un grito agudo resonó desde la dirección del bosque.
“¡Tch! ¡Ah, Gi Go!” Exclamó Yoshu.
Gi Go había sido el primero en correr. Encontrar la fuente del sonido era un asunto trivial para alguien como Gi Go, cuyas habilidades físicas y auditivas estaban reforzadas.
“Sígueme” Dijo Gi Go, mientras sacaba su aún envainada espada curva y corría hacia el bosque.
Gi Go corrió directo hacia la doncella que gritaba. Cuando vio a los goblins atacándola, se puso ante ellos con ira en su cara.
“¿¡Gi gi!?”
Había unos 8 goblins normales atacando. La repentina aparición de un monstruo gigante hizo que los goblins entraran en pánico y titubearan.
“Vosotros bastardos no estáis bajo mi rey, ¿Verdad?”
Incluso un goblin normal sería mucho más grande y estaría mejor equipado si estuviera bajo el rey. Era lógico entonces que estos goblins fueran salvajes.
Los goblins se pararon entre el miedo a la muerte y el atractivo de una doncella, mientras una aterradora mirada les disparaba desde el interior de la capucha de ese monstruo con túnica.
“Gi gi…”
Los 8 goblins se retiraron gradualmente, pero entonces un goblin salió repentinamente de los matorrales desde una dirección diferente opuesta a la suya. Afortunada o desafortunadamente, ese goblin fue directo a por la doncella, provocando que perdiera completamente a Gi Go.
“Tonto” Dijo Gi Go mientras agitaba su espada envainada y golpeaba el brazo del goblin.
Mientras el goblin se retorcía en el suelo ante el dolor, los otros goblins, que habían estado dudando hasta ahora, saltaron sobre Gi Go.
La espada curva de Gi Go se balanceó, y en un abrir y cerrar de ojos, tres brazos se habían roto.
La velocidad de la espada curva de Gi Go no era algo que los goblins de la clase normal pudieran igualar. En el tiempo que les llevó atacar una vez, Gi Go atacó tres veces.
Antes de que nadie se diera cuenta, todos los goblins normales estaban llorando en el suelo.
“Eres demasiado rápido” Dijo Yoshu tras llegar finalmente.
“Hmm… Pensé que era alguien fuerte, pero parece que estaba equivocado” Dijo Gi Go, suspirando, mientras miraba por encima a los goblins que rodaban por el suelo.
“Bueno, es un camino relativamente seguro… De todos modos, ¿Puede ponerse de pie, señorita?” Dijo suavemente Yoshu mientras ofrecía una mano.
“Ah, sí” Contestó la joven doncella humana.
“Umm… Ustedes son…” La doncella dijo mientras desempolvaba su ropa y luego tímidamente doblaba sus brazos sobre su pecho.
Yoshu sonrió. “Como puedes ver, somos aventureros viajeros. Íbamos hacia el norte cuando oímos un grito. Ah, soy Yoshu por cierto, y este es el Sr. Gi Go.”
La doncella inclinó tímidamente su cabeza cuando la figura encapuchada cuyo rostro no se podía ver se volvió hacia ella.
“Te escoltaremos hasta tu pueblo. Sería malo que volvieras a tener problemas.” Sonrió suavemente Yoshu, y la doncella asintió.
Gi Go los seguía en silencio desde atrás, mientras que la doncella se giraba bruscamente hacia él de vez en cuando.
Ella habló con Yoshu. “Umm… Eres humano, ¿Verdad?”
“Si, así es” Dijo Yoshu, suspirando internamente a la doncella que miraba furtivamente a Gi Go.
Aparentemente, ya se ha descubierto que Gi Go no era humano.
“No eres una mala persona, ¿Verdad?” Preguntó la doncella.
“Bueno, déjame ver. Estoy bastante seguro de que una mala persona no se llamaría a sí misma mala, pero sería problemático si me asociaras con algún bribón violento” Dijo Yoshu de una manera despreocupada, tranquilizando el corazón de la doncella.
La doncella se llamaba Sarsa. Aparentemente, era aprendiz de una familia de doctores.
Había varios caminos hasta el pueblo, así que Sarsa y Yoshu pudieron intercambiar bastante información. Había poco entretenimiento en aldeas remotas, y el propio Yoshu era un buen orador, por lo que podían hablar de muchos temas antes de llegar a la aldea.
Cuando llegaron a la aldea, se les prometió alojamiento a cambio de algunas historias. Todo este tiempo, Gi Go mantuvo su capucha abajo en silencio, tomando sólo comida de Yoshu cuando se la ofreció.
Gi Go no entró en la casa, sino que se sentó junto a la valla que rodeaba el pueblo mientras miraba hacia el oeste.
Su mente estaba llena de sus duelos; de su duelo con el rey, y de su duelo con el poderoso guerrero humano, Gowen.
Precisamente porque había perdido, anhelaba saber cómo debía mover su espada para que pudiese ganar.
“¿Ya has ganado contra el rey en tu mente?” Preguntó Yoshu.
“… Desafiar al rey fue un error. No puede haber victoria en un error” Respondió.
“Es el pan de este pueblo. Pruébalo.”
“Gracias.”
Cuando Gi Go mordió el pan, sus ojos se abrieron de par en par.
“Delicioso, ¿Verdad? Trituramos el trigo, lo enrollamos en un panecillo y luego lo horneamos para hacerlo” Explicó Yoshu.
“… Los humanos son realmente increíbles” Dijo Gi Go.
Después de comer el resto del pan, Gi Go cerró los ojos y se apoyó en la valla.
“Todavía hay algo que quiero preguntar. Hace poco se encontró una mazmorra por aquí.”
“¿Una mazmorra?”
“Sí, una mazmorra. Por lo que sé, las mazmorras están divididas en tres clases. La Trampa de la Bodega del Dios Maligno, la Sala del Tesoro de los Dioses, o la Morada del Titán Gigante. Pero sin importar el tipo, se dice que todas las mazmorras contienen muchos tesoros y obstáculos.”
“¿Oh? ¿Y?”
“Se dice que los no-muertos aparecen frecuentemente en las mazmorras. ¿Qué te parece? ¿Deberíamos echar un vistazo?”
“Los muertos vivientes no morirán aunque los corte… ¿Es lo que estás diciendo?”
“Exactamente.”
“Gracias. El juramento que el rey me impuso es porque perdí ante el Dios de la Espada. Necesito ser lo suficientemente fuerte para superar al dios espada antes de poder volver con el rey.”
Para ello, tenía que luchar.
“Vayamos mañana entonces. Informaré a los aldeanos” Dijo Yoshu, y luego regresó a la aldea.
Ya estaba anocheciendo.
Un espadachín goblin giró su espada hacia el poniente cuerpo del dios del fuego.
“Oh rey, nuestro rey. Si mi voluntad es cortada a la mitad, que vivas feliz, un sirviente cobarde menos. Pero si soy capaz de vencer al dios de la espada, si soy capaz de hacer un magnífico regreso, entonces…”
Cuando su espada curvada volvió, movió su muñeca y la volvió a girar.
¿Deseaba una revancha o quería ser reconocido?
Gi Go blandía su espada mientras reflexionaba sobre esa pregunta.
—304 días para la batalla con los humanos.
◇◆◆◇◇◆◆◇


Traductor: Krailus
Editor: Reika


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Carlos raven
Carlos raven
hace 3 años

Ay mi corazón :'( pobre Gi go. Animo campeón, que tu regreso ante el rey será legendario o eso espero :3

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