Error de cálculo
La paz de la región occidental del Rey Goblin estaba parada sobre hielo delgado. Pero él lo sabía, y fue por eso que decidió tratar con el sur, para asegurarse un camino seguro hacia el Reino de Germion al este.
Por lo que necesitaba volver a la región occidental lo antes posible.
Desafortunadamente, información que no podía ignorar acababa de llegar: El Rey Rojo había tomado a Fatina con sólo 2.000 soldados contra un ejército seis veces mayor.
Esa no era una fuerza que el Rey Goblin pudiera ignorar, ya que seguramente afectaría indirectamente incluso a los pequeños señores feudales que se acaban de unir a él.
“Un plan, huh.”
Aunque los pliegues de su frente se hicieron más profundos, no había mucho que pudiera hacer.
El Rey Rojo no les estaba causando problemas directamente, no; en cambio, lo que se convertiría en un problema para ellos eran las fuerzas que han sido afectadas por la victoria del Rey Rojo. En otras palabras, el Reino de Elrain, los creyentes de Kushain, y la ciudad comercial líder de Pena.
Además, se dice que los Kushain ya se han preparado para salir de nuevo. Varios planes estaban empezando a extenderse hacia las lamentables fronteras que han sido ocupadas por los goblins.
Los pequeños señores feudales se mostraron dóciles en la actualidad debido a su reciente victoria, pero es difícil decir que eso durará cuando el Rey Goblin regrese al oeste.
Los débiles se aferran a los fuertes para sobrevivir. Eso era cierto tanto para los humanos como para los goblins. Y ahora el plan del Rey Goblin de establecer rápidamente su objetivo aquí en el sur y luego regresar al oeste se estaba volviendo más difícil de lograr.
“Si nuestros enemigos están planeando contra nosotros, entonces deberíamos usar eso contra ellos” Aconsejó Gi Za Zakuend al preocupado rey. Era el líder de los goblins chamanes y el sirviente de confianza del Rey Goblin.
También era el alumno favorito de Falun Gastair y a quien se le confió el libro de estrategias de Falun.
“Hmm.” El Rey Goblin se volvió pensativo.
El Rey Goblin no conocía a la gente que conspiraba contra él.
¿Por qué estaban apuntando a las fronteras? O tal vez era la debilidad del enemigo, la gente y la familia real a lo que apuntaban.
El Rey Goblin lamentaba lo poco que sabía de las fronteras del sur.
Se dirigió a su sirviente de confianza
“Primero, necesito información; por lo tanto, envía a Zaurosh a las ciudades estado de las ciudades libres” Dijo el Rey Goblin.
“Pero actualmente están vigilando a los señores feudales” Respondió Gi Za.
“Sólo una parte del Clan Corazón de León lo está. Entiendo tus temores, pero hay veces que tenemos que confiar en otros para hacer el trabajo” Dijo el Rey Goblin con una sonrisa irónica al decidir que los humanos serían los más adecuados para recopilar información sobre otros humanos.
Otra razón era que eran los únicos a los que podía utilizar para reunir información. La barrera entre las diferentes razas era simplemente demasiado grande.
Esta vez, el Rey Goblin fue el que reaccionó, por lo que no tuvo más remedio que prolongar su estancia en las tierras fronterizas.
Mientras el Rey Goblin leía el informe de Shumea sobre Gi Ba y los demás, miró hacia los cielos del norte de la ciudad occidental.
◇◆◆
La conquista de Fatina por parte del Rey Rojo había causado algunas brechas en la parte superior del Reino de Elrain. Los criados, nobles, oficiales militares, burócratas y guardias imperiales favorecidos por el rey se habían reunido para formar una facción anti-Rey Rojo, dominando a la facción Pro-Rey Rojo.
“Qué montón de tipos molestos” Se mofó Brandika infelizmente después de escuchar la noticia de Cell, que había sido nombrada jefa del recién fundado cuerpo de inteligencia, los Oídos del Rey.
“Aparentemente, ganamos un poco demasiado. Lo que dijiste puede haberlo causado también” Carlion agitó sus hombros y sonrió irónicamente a su enfurruñado líder de clan.
“Me dejo llevar un poco y esto sucede” Dijo el Rey Rojo mientras tragaba su licor y miraba al cielo.
Después de vaciar la botella, una fiera sonrisa apareció en sus labios.
“… ¿Y? ¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a tomar el control de este lugar?”
Él probablemente haría eso si se le dejara a su aire.
Carlion agitó la cabeza. “El estandarte de Elrain todavía nos es útil. Por fin hemos conseguido a Fatina. Sería un desperdicio simplemente tirarla.”
“Ya veo” Brandika agitó la cabeza y sonrió con confianza. “Te lo dejo a ti, Carlion.”
“Descanse tranquilo, mi rey, yo me encargaré de ello” Dijo Carlion entre risas antes de retirarse a su oficina.
Tomando asiento, exhaló profundamente, y cuando el aire de la sala se agitó, levantó la vista.
Una Cell infeliz estaba allí.
“Parece que el Reino de Elrain tiene la intención de luchar por sí mismo” Dijo Cell.
“¿El general?” Preguntó Carlion.
“Goudal Gaschall.”
“No he oído hablar de él.”
“Es el líder de los nobles. He oído que es pariente del rey, así que fue ascendido.”
Un pariente materno, Carlion corrigió internamente mientras escuchaba el informe de Cell.
Es un general que se convirtió en pariente del rey después de empujar a su hija a ser la reina del rey.
A diferencia del renombrado Kanash, su posición era algo que sólo había ganado después de ofrecer a su propia hija.
“Hmm… Supongo que ha decidido sacar la cabeza de su caparazón después de darse cuenta de que algunos mercenarios podrían llevarse toda la gloria” Comentó Carlion después de escuchar todo.
Después de un momento de silencio, Carlion el Consejero Genio habló lentamente.
“Esta es una buena oportunidad. Comencemos a trabajar hacia el Reino de Elrain.”
“… No los entiendo muy bien a ustedes los humanos, pero a este paso, el enemigo va a ganar.”
“¿Quién es el enemigo? ¿Los ejecutivos del reino? ¿Los creyentes de Kushain? ¿El Clan de los Alces al este? ¿O tal vez los monstruos?”
“No vine aquí a jugar con las palabras.”
“Ah, sí. No te preocupes. Todo sigue estando dentro de mis expectativas.”
Por un momento, Carlion miró por las ventanas con una mirada oscura y acalorada.
“… Pasemos a la segunda etapa de robar un país.”
Exhalando débilmente, Carlion tosió un poco.
◆◇◆
Un goblin de Paradua cabalgó hasta el Rey Goblin con un mensaje de la región occidental.
“¿Los humanos están atacando?” Preguntó el Rey Goblin.
“Sí, Su Majestad” Asintió el mensajero.
El Rey Goblin miró hacia el lejano norte. Cuando sintió que la sangre estaba a punto de llegar a su cabeza, la sacudió y se calmó.
El ataque del Reino de Germion o el ataque de los aventureros. Además, la rebelión de las aldeas humanas. Todas esas posibilidades corrían por la cabeza del Rey Goblin mientras escuchaba al mensajero.
Se preparó para lo peor.
“Dame detalles. ¿Qué tan grandes son las fuerzas enemigas?” Preguntó el Rey Goblin.
“No lo sabemos. En este momento, Lord Gi Ba Hagar está tratando con ellos” Respondió el mensajero.
Este mensajero fue enviado por Gi Ba. Gi Ba la Serpiente Come-Hombres sobresalía en la lucha, pero el odio que sentía hacia los humanos era demasiado grande.
“¿Qué hay de Gi Ga? ¿Shumea? ¿¡Yoshu!?”
“Mis disculpas, Su Majestad, pero eso fue todo lo que Lord Gi Ba me envió para informar.”
“… En otras palabras, no lo sabes.”
Mientras la cabeza del mensajero de Paradua permanecía inclinada, el Rey Goblin pasó corriendo a su lado y miró hacia la región occidental que estaba a 6 días de distancia. El muro que era el tiempo estaba actualmente de pie ante él.
“¿No tenemos otra opción que llevar de vuelta al ejército?” El Rey Goblin murmuró.
Si pierden el oeste, las fuerzas de los goblins estarán aisladas en el sur. Sin armas de asedio, estar aislado en el sur no sería diferente de una muerte lenta.
Gi Za y Felbi fruncieron un poco el ceño.
“¿Qué tal si buscamos el consejo de los humanos?” Sugirió Felbi a regañadientes.
Gi Za Zakuend no dijo nada. Eso era una aprobación implícita.
“Hagámoslo. Empezaremos con Zaurosh.”
Cuando Felbi se marchó para informar de la situación, el Rey Goblin se cruzó de brazos. Esa ansiedad normalmente oculta se mostraba en ese momento completamente a través de las profundas arrugas de su frente.
Cuanto más grande era el territorio, más difícil era abarcarlo todo. Eso fue algo que aprendió hace mucho tiempo. Por eso distribuyó su autoridad a los goblins dándoles territorios para que los manejaran, pero después de venir aquí, un problema en el sistema actual finalmente se ha mostrado.
El anterior informe de Gi Ba tenía problemas tanto en la velocidad como en los detalles. También estaba el problema de su falta de cooperación con las otras razas.
Para la velocidad, las mejores opciones para los mensajeros eran los jinetes de Paradua y las harpías. Todavía tienen que conquistar el sur, así que las balizas están actualmente fuera de cuestión. En este sentido, Gi Ba no podía ser culpado.
Para los detalles, sin embargo, las cosas que el rey necesitaba: el tamaño del ejército enemigo, las bajas del lado de los goblins, la respuesta actual de los goblins… las diversas informaciones que necesitaba eran difíciles de suponer incluso para los goblins nobles. Para suponer tal información los goblins tendrían que ponerse en el lugar del rey, pero eso era una tarea difícil, de hecho.
Quizás los goblins que lideran sus propias hordas puedan hacerlo, pero aparte de los goblins que luchan en las primeras líneas, ninguno tenía esa experiencia.
Cuanto más se adentraran en territorio humano, menos goblins tendrían; por lo tanto, la fuerza de su ejército se decidiría principalmente por la cantidad de su ejército que pudieran preservar. Si el Rey Goblin fuera a fortalecer su ejército, ahí es donde tendría que concentrarse.
“Ninguno de estos es fácil de resolver.”
Además, el propio ejército de goblins era una coalición de diferentes razas.
Si Gi Ga Rax estuviera en la posición de Gi Ba, o si Gi Ba hubiera cooperado con Shumea y Yoshu, probablemente habría podido enviar más información.
También era posible que simplemente no tuviera el tiempo para hacerlo.
“Podría tener que reconsiderar el dejar los territorios a los goblins nobles” Dijo el Rey Goblin.
“¿Hubo algún problema con el informe de Gi Ba?” Preguntó Gi Za.
“Sí, un poco.”
“Castiga a Gi Ba entonces. No debería haber ninguna razón para preocuparse tanto.”
El Rey Goblin sonrió irónicamente ante esa simple respuesta.
“Sería cruel por mi parte castigar a Gi Ba por algo que no le he instruido.”
“Si uno ha pecado, entonces el castigo debe ser entregado. Eso es todo.”
“No ha pecado. Simplemente no ha cumplido con mis expectativas.”
“No cumplir con las expectativas del rey es un pecado.”
Qué goblin tan estricto, pensó el rey mientras volvía a sonreír irónicamente.
No castigaría a Gi Ba.
“Hmm, supongo que podríamos estandarizarlo en su lugar.”
Si estandarizaban la información que debía ser enviada, los goblins no tendrían que suponer lo que el rey quería. Un manual, en otras palabras.
El hecho de que el Rey Goblin pudiera pensar en ello era asombroso en lo que respecta a los goblins, pero no había nadie entre ellos que pudiera entender lo asombroso que era. Todo lo que sabían era que el rey era asombroso.
“Es bueno que hayas aclarado tu mente.”
Cuando Gi Za vio que las arrugas de la frente del rey habían desaparecido, se alegró mucho.
El Rey Goblin encontró un poco embarazoso cuan puros eran los pensamientos de su lacayo.
“Sí, pero todavía tenemos que lidiar con la situación en cuestión.”
Después de convocar a Zaurosh, envió a Felbi a convocar a los señores feudales. Él era mejor mensajero en este caso que un goblin.
“Su Majestad, yo creo… No sería prudente hacer nuestro movimiento ahora.”
Zaurosh eligió sus palabras con cuidado al aconsejar al rey.
Una de las cejas del Rey Goblin se levantó mientras sonreía irónicamente. “¿Por qué?”
Zaurosh era tan diferente de cuando lo conoció por primera vez que no pudo evitar sonreír irónicamente. Desafortunadamente, malinterpretó esa sonrisa irónica significando que Zaurosh tenía algo bajo las mangas.
Zaurosh habló con un tono rígido. “Los señores de la frontera sur (pequeños señores feudales) se encuentran actualmente inestables. No podemos mantenerlos en línea ni siquiera con nuestro clan.”
Mientras el rey se ponía pensativo, Zaurosh continuaba.
“Hablando claro, si se retira todo el ejército, las tierras fronterizas quedarán aisladas.”
“¿Y el Clan Corazón de León ya no será nuestro aliado?”
Con la cabeza de Zaurosh ligeramente inclinada hacia abajo, él no podía ver la aguda mirada del Rey Goblin. Tampoco la de Gi Za, pero ésta era aún más aguda.
Gi Za nunca fue tolerante con los humanos, así que cuando escuchó que podría haber una posibilidad de que los traicionaran, su respuesta fue especialmente excesiva.
“No puedo negar esa posibilidad. Debemos priorizar nuestra supervivencia, después de todo.”
El Rey Goblin asintió.
Al ver al Rey Goblin sonreír irónicamente, Gi Za decidió guardar silencio, pero siguió mirando fijamente a Zaurosh.
Las circunstancias que rodeaban al Clan Corazón de León se habían complicado. Se podía decir que se encontraban en un buen momento, con varias ofertas extendidas a ellos.
Los pequeños señores feudales confiaban en ellos, y había muchos otros posibles clientes, como los creyentes de Kushain que han perdido a Fatina, el Reino de Elrain, o incluso la ciudad-estado comercial de Pena.
Dadas todas las extraordinarias condiciones que se ofrecían, era natural que las opiniones dentro del Clan Corazón de León estuviesen divididas. Además, sólo los goblins y el Clan Corazón de León sabían que estaban conspirando juntos.
“Comprendo tu situación. Espero que también entiendas que no podemos permitirnos perder el oeste.”
“Por supuesto, lo entiendo.”
“Entonces puedes irte. Tengo que escuchar a los pequeños señores feudales.”
Después de despedir a Zaurosh, el Rey Goblin respondió a la mirada interrogante de Gi Za.
“Si hubiera querido traicionarnos desde el principio, no nos habría dicho que podría traicionarnos. Si de verdad tenía la intención de convertirse en nuestro enemigo, sólo habría ofrecido nuestras cabezas al enemigo. Esa es la clase de hombre que es.”
“Pero…”
“Nada cambiará aunque uno le diga a otro que podría traicionarlos. No a menos que tenga la intención de hacer uso de ellos, de todos modos.”
“Hmm…”
Gi Za empezó a pensar a regañadientes, pero al final, priorizó la decisión del rey.
Después de eso el Rey Goblin habló con los pequeños señores feudales, pero al final, la decisión no se tomaría hasta mañana.
Había demasiadas cosas que necesitaban ser pensadas.
El Rey Goblin quería tener tiempo para pensar en todo eso, pero por desgracia, el Dios del Tiempo, Jurana, era cruel, y el tiempo para reflexionar se acortó.
“¡Disculpe, Su Majestad, pero ha llegado una noticia urgente!”
Justo después de la reunión del Rey Goblin con los pequeños señores feudales, Zaurosh entró corriendo.
“¡No se te ha permitido una audiencia con el rey!” Reprendió Gi Za.
Pero Zaurosh no vaciló y en su lugar superó la voz de Gi Za.
“¡El Reino de Elrain ha atacado el cuartel general de los creyentes de Kushain, la mismísima Cultidian!”
Si el reino de Elrain se hiciera más grande, su influencia alcanzaría incluso a los pequeños señores feudales.
Volver al oeste ya no era una opción.
“Ahora sí que lo han hecho.”
La crisis que se avecinaba causó que una feroz sonrisa apareciera en los labios del Rey Goblin.
¡Espero que disfruten este pequeño pack de capítulos y tengan una linda navidad!
Traductor: Krailus