Capítulo 96 – Las Cien Personas que Llegaron Tarde
EZ: 3/6
La ayuda que el campamento pionero había estado esperando durante más de un mes, finalmente llegó.
Temprano ese día, un clíper había bajado a toda velocidad desde el río arriba y se detuvo en el cobertizo de troncos en el oeste. Entonces, los enviados que desembarcaron del barco se comunicaron con los soldados que custodiaban el cobertizo e informaron que el grupo de la capital estaba a punto de llegar. Los soldados tomaron caballos rápidos y enviaron esta noticia al campamento a toda velocidad. Gawain detuvo inmediatamente su trabajo y se dirigió al muelle del campamento preparándose para recibirlos.
El muelle de aquí había sido reconstruido y construido sobre los cimientos del muelle temporal. Aunque todavía no había alcanzado el estándar de uso a largo plazo, ahora tenía un muelle más amplio y una estructura más sólida. Al oeste estaba el molino de madera, mientras que en el este se había reservado un vasto terreno vacío en preparación para una futura expansión. Ahora, ya había un número considerable de personas de pie en esa tierra vacía. Todos tenían curiosidad por saber cómo era el contingente*/grupo de la capital. Alrededor de la mitad de las personas de todo el campamento se habían reunido aquí. (EZ: definición; Grupo que se distingue de otros miembros en una reunión u organismo, también; Parte proporcional con que uno contribuye en unión de otros para un mismo fin.)
Gawain no detuvo todo esto. Al contrario, era algo que había permitido especialmente. El grupo de apoyo de la ciudad de St. Soniel tranquilizaría significativamente a la gente del territorio. Y en este lugar que carecía de todo tipo de entretenimiento, el trabajo monótono en sí mismo resultaría en la acumulación de presión. Tener algunos sucesos novedosos en el territorio era una de las formas más efectivas de elevar el espíritu de las masas.
Amber estaba de pie en el paseo del muelle, apoyada en sus puntillas mientras miraba hacia la parte alta del Río Blanco. Su cuerpo temblaba y se balanceaba aquí y allá sin descanso. Después de esperar un rato, ya no podía aguantar más. “¿Por qué no están aquí todavía? Siento que pronto me van a salir telarañas”.
“Qué increíblemente rápida debe ser esa araña.” Gawain le dio a esta chica un giro de ojos. “Acabas de llegar y llevas aquí menos de quince minutos, ¿de acuerdo?”
“Oye, oye, ¿cómo crees que es la gente de la capital?”
“No te pongas en plan tonto. ¿No has estado en la capital o algo así?”
“Tch, no es divertido hablar contigo.” Amber frunció los labios, pero empezó a parlotear de nuevo a los pocos segundos. “Oye, oye, ¿te enteraste? La figura que lidera el contingente parece ser muy extraordinaria…”
“Verónica, la única hija de Francis II. La ‘Princesa Santa’ que se dedicó a la Luz Santa desde hace dos años.” El rostro de Gawain estaba vacío de expresión. “Mm, fue en efecto un poco contrario a mis expectativas. No pensé que esta princesa, que supuestamente permanece en la Catedral de la Luz Santa todo el año y nunca participa en ninguna agenda política, saldría y dirigiría personalmente este grupo… Lástima que no la conozco bien. Tampoco puedo deducir nada de eso.”
Amber se burló por la nariz con gran desdén. “Tch, ustedes, puñado de aristócratas, tienen tantos recelos innecesarios. Insisten en analizar y llegar a esquemas y tramas de todo, deseando que incluso un pedo suyo tenga consecuencias y conexiones con el pasado.” (EZ: Muy cierto XD Jajajaja [dato acá me estaba muriendo de la risa al traducir esto xD])
Heidi que estaba detrás de Gawain inmediatamente frunció el ceño. “Completamente grosera. No hay ninguna mejora en absoluto.”
Los ojos de Amber se abrieron por completo; estaba a punto de discutir con Heidi, pero Gawain levantó de repente la mano. “Ahórratelo, están aquí.”
En la orilla del río, a la sombra del bosque, la sombra de una vela cruzó los árboles y apareció en la superficie del agua del río Blanco.
Un gran y elegante barco blanco y varias navetas pequeñas y medianas que parecían ser guardias flotaban en el río.
Había un emblema muy claro de la familia real de Anzu en él; su aspecto exterior también encajaba con el que informó el enviado. Sin duda, era éste.
Y al mismo tiempo, la gente de ‘Roble Blanco’ también vio el campamento en la orilla del río a la distancia.
Los artesanos y aprendices estuvieron encerrados en sus camarotes durante muchos días. Su resistencia en todos los aspectos había llegado a su límite. No habían pasado uno o dos días desde que esperaban llegar a la orilla. En este momento, al oír la noticia de que su destino estaba cerca, naturalmente estaban especialmente emocionados. Muchos salieron de debajo y se apretujaron en la cubierta para mirar a la distancia. Un vasto, limpio y flamante campamento apareció a la vista de todos.
La escala de ese campamento era mucho más grande de lo que habían imaginado, y su orden era asombroso.
Las personas a bordo no pudieron evitar empezar a hablar en voz baja. Estaban al tanto de lo que había sucedido en el territorio de los Cecil. También sabían que el campamento pionero había empezado a construirse hacía sólo unos meses, y que el número total de personas que participaban en su construcción era de sólo 800 refugiados. Dada la velocidad de construcción que conocían, en tan poco tiempo y con tan poca mano de obra, el poder levantar una tienda desordenada y rodearla con una valla se consideraba un excelente progreso. Ese campamento río abajo…
…no parecía haber sido construido en tan poco tiempo, sin importar cómo la miraran.
Incluso vieron un encantador muelle de madera junto al campamento. ¡Había incluso unas cuantas casas de madera en el campamento!
Verónica también estaba de pie en la cubierta. Sólo que ella estaba en la cubierta a la cabeza del barco. Los artesanos, aprendices y marineros no se atrevieron a acercarse a esta zona. Los que estaban a su lado eran una mujer de pelo corto y aspecto mediocre, vestida con túnicas blancas de sacerdote(sacerdotisa?), y un hombre de mediana edad con una chaqueta de seda, con el emblema de la Orden de Caballeros sobre su pecho.
A diferencia de los que sólo sabían exclamar en voz alta en un desorden, Verónica observó en silencio el campamento pionero de los Cecil en la distancia. Sus ojos con un brillo que bailaba en ellos podían ver más, más lejos y más claro.
Notó claramente que al norte del campamento, en la ribera norte del Río Blanco, había innumerables cosas desalentadoras dispuestas en fila.
Verónica los miró atentamente después de usar la Luz Sagrada para fortalecer su visión. Su corazón tembló instantáneamente; su mente tranquila, que normalmente estaba inmersa en la Luz Sagrada, se agitó incontrolablemente e incluso casi afectó su expresión.
Esos eran en realidad esqueletos de color rojo sangre que parecían los restos de numerosos titanes. Yacían en un montón en la orilla del río. Estos enormes esqueletos estaban alineados al menos unos pocos cientos de metros a lo largo del río. Una neblina roja oscura se desprendía de esos esqueletos, y parecían desintegrarse cada minuto y cada segundo. Con sólo una mirada amplia, había visto varios esqueletos apuntalados que ya estaban severamente deformados y desgastados, como si se fueran a disolver en arena fina en cualquier momento.
Evidentemente, esos esqueletos habían sido expuestos ahí intencionadamente, como botín de guerra para mostrar sus brillantes logros en batalla.
Verónica controlaba muy bien sus emociones, pero el hombre de mediana edad a su lado no podía reprimir su sorpresa. Este guardia que llevaba el emblema de la Orden de Caballeros murmuró varios conjuros suavemente después de notar los artículos al lado del campamento. Después de eso, el brillo de la energía arcana emergió en sus ojos. Miró en dirección al campamento usando Visión de Águila e instantáneamente no pudo evitar exclamar: “¡En el nombre del rey! ¡¿Qué huesos de monstruo son esos?!”
“Hace más de dos meses, el Duque Gawain Cecil advirtió a mi padre sobre las aberraciones de la Ola Oscura que resurgen en este mundo. Pero, tal y como yo lo veo, esta advertencia no despertó suficiente atención.” Verónica habló con indiferencia; había un ‘casi alejado del mundo mortal’ y un ritmo puro en su voz. “Sin duda, esos monstruos existen de verdad, y ese antiguo héroe los derrotó una vez más.”
El hombre de mediana edad concluyó en un tono solemne, “¡Este asunto debe ser reportado a Su Majestad!”
“Sí, Vice Comandante Cohen”, dijo Verónica en voz baja. “Pero al hacerlo, la situación general se vuelve aún más difícil.”
“Se refiere al este…” El vicecomandante de la Orden de Caballeros, Cohen, sólo podía suspirar. “Es una calamidad natural y un desastre provocado por el hombre…”
Roble Blanco finalmente atracó.
Gawain vio como el gran y atractivo barco blanco reducía constantemente su velocidad. Sus velas fueron completamente retraídas, y algunas olas antinaturales con poder mágico surgieron a ambos lados del barco y lo empujaron con precisión al frente del muelle. Muchas personas estaban de pie en la cubierta, mirando curiosamente en dirección al campamento. Mientras tanto, varios marineros salieron de atrás de la multitud. Empujaron la plataforma y la colocaron entre la cubierta y el muelle.
La multitud del barco se dividió en dos lados. Un escuadrón de soldados corrió por la plataforma para formar dos filas junto al muelle. Después de eso, tres personas aparecieron en la cubierta. Los dos primeros eran una mujer inexpresiva vestida con túnicas de sacerdote y un hombre de mediana edad con el uniforme de la Orden de Caballeros que parecía refinado y no muy diferente de un general. Entre estas dos personas había una joven vestida con una sencilla túnica blanca, con cabello rubio pálido, de aspecto suave y dulce, y un aura impresionante.
Gawain confirmó con una mirada que la persona que estaba en el medio era la legendaria Princesa Santa Verónica — porque había visto retratos de ella cuando estaba en la capital.
“Maldita sea, es muy hermosa.” Amber no pudo evitar murmurar. “Se ve aún más hermosa en persona que en los retratos… ¿Qué comió mientras crecía…?”
Mientras murmuraba suavemente, miró a Gawain, pero vio que la mirada de Gawain no persistía en absoluto en esa bellísima e irreal Princesa Santa. En su lugar, sus ojos se fijaron en la mujer de aspecto ordinario al lado de la Princesa. Esto la tenía desconcertada. “Oye, oye, oye— ¿qué estás mirando? ¿Podría haber… un problema con tus estándares estéticos?”
Gawain fue sacudido de su aturdimiento de una sola vez. Miró a Amber confusamente. “¿Estándares estéticos? ¿Qué hay de los estándares estéticos?”
“¿Por qué miras a la persona que está a su lado en vez de mirar a la bellísima e irreal princesa de ahí?”
Gawain dio casualmente una respuesta superficial. “Vamos, se parece a alguien que conocí en mi vida anterior, así que la miré más tiempo.”
Mientras ellos conversaban, las tres personas que desembarcaron del barco caminaron hasta el suelo. Gawain terminó decisivamente la charla con Amber y se acercó. “Bienvenidos, bienvenidos, su llegada ha sido la mejor noticia de los últimos días.”
“También es mi mayor honor poder conocer al legendario héroe de hace setecientos años.” Verónica se inclinó ligeramente. Su disposición etérea y pura y el ritmo de apariencia inhumana mezclado en su tono hizo que Gawain vacilara ligeramente, pero volvió rápidamente a la normalidad.
Entonces Verónica sonrió. “¿Debo conversar con usted como si fuera un anciano?”
Con esta pregunta, el aura única que ella reveló por accidente se refrenó rápidamente; toda su persona también se volvió más ‘viva’.
“No hay necesidad de ser muy riguroso con las formalidades. Conversar con un anciano como yo que se arrastró fuera de su tumba, si fuéramos a ser verdaderamente particulares con las formalidades, ambos nos cansaríamos muy rápidamente.” Ahora, Gawain ya estaba muy acostumbrado a su identidad de ‘Viejo ancestro que salio de su ataúd’. Con algunos breves comentarios, había convertido la atmósfera en algo familiar para él. “Conversemos como iguales. Que todos a bordo del barco bajen a tierra y descansen. Aunque no tenemos nada muy bueno aquí, estar en un terreno plano siempre será más cómodo que estar en una nave. Después, les daré a todos un recorrido por este campamento…”
Mientras siguió hablando, sus ojos pasaron por delante de la mujer de aspecto ordinario de pelo corto junto a Verónica.
Todo lo que le había dicho a Amber sobre que era una ‘conocida’ era naturalmente falso.
Porque no tenía forma de explicar la situación real a nadie.
Ante sus ojos, la que estaba al lado de Verónica no era una mujer con una túnica de sacerdote. —En cambio, era una bola de luz translúcida con los rasgos faciales de un humano!