Espada del Amanecer — Capítulo 57

Capítulo 57 – Elfos, Monedas e Irrigación

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Tan pronto como la voz de Amber cayó, Gawain volteó la cabeza y la miró fijamente, dándole escalofríos. “¿Qué… qué significa esa mirada tuya…”

Gawain parecía como si estuviera mirando a un alienígena. “¿Por qué conocerías a un druida?”

“¿Por qué no puedo conocer a un druida?” Amber tenía sus brazos abiertos. “Por lo menos, soy una mitad-elfo, ¿ok? Todas las facciones de druidas en el mundo se originaron de los elfos, ¿no lo sabes?”

Si hubiera sido cualquier otro con orejas puntiagudas quien dijera eso habría sido convincente, pero no cuando esta desgracia de los elfos lo dijo. Gawain miró de arriba a abajo durante un tiempo a la chica bandida que seguía pareciendo audaz y confiada en justificarse, entonces finalmente dijo: “¿Quieres decir que lo conoces en el sentido de que le robaste algo a ese tipo, y él trató de perseguirte y matarte?”

“¡Eso es un insulto!” Amber saltó al instante. “¡Cómo puede alguien atraparme robando!”

Gawain: “…”

¿Por qué parecía haber algo raro en su refutación?

Pero, aunque dudaba verbalmente de ella, por su aspecto, parecía realmente conocer a un druida, e incluso lo presentó como si fuera un vendedor, “Déjame decirte que ese tipo que conozco no es sólo un druida, sino un druida erudito. Sabe un poco de todo. Su facción druida es el propio ‘Corazón del Bosque’. Es particularmente bueno para tratar con plantas y animales. Es absolutamente confiable…”

Gawain pudo finalmente creer sus palabras, pero no indagó sobre cómo Amber y el misterioso druida se conocieron o su nombre y origen. Obviamente, no sería educado hacer estas preguntas ahora. Después de escuchar el discurso de venta de Amber, sólo hizo dos preguntas: “¿Aún puedes contactar con él ahora? Si es así, ¿cuánto tiempo te llevará traerlo aquí?”

“Es fácil localizarlo aunque la gente dice que los druidas son difíciles de encontrar, pero ese tipo que conozco tiene un área bastante fija donde opera. Está en el área a lo largo de las fronteras del sur. En cuanto a cuánto tiempo tomará traerlo aquí…”

Mientras Amber seguía hablando, le daba a Gawain una mirada significativa. “Podría usar paseo de las sombras para llegar a él, pero para volver, me temo que tendría que volver usando el camino normal y apurar el paso. La velocidad a la que volvamos dependerá del medio de transporte, ¿sabes?”

Gawain comprendió inmediatamente lo que quería decir. Con un movimiento de su gran mano, puso unas cuantas monedas en las manos de ella. “Ve y cómprate unos zapatos nuevos.”

Amber lo miró fijamente. “… ¡no aceptaré esto! Y deberías al menos darme algo de dinero para darle al tipo un adelanto, ¿no? Aunque seamos conocidos, todavía tienes que pagar para contratarlo, ¡OK!”

“¿Por qué no lo dijiste antes?” Gawain sólo bromeaba con Amber. Después de todo, era divertido ver a la chica saltando arriba y abajo, pero dejando las bromas a un lado, tomo algunas tiras doradas y plateadas más que se comprimieron en tamaños uniformes de su otro bolsillo. “Tómalo. Hazlo, y lo que quede será todo tuyo.”

Amber inmediatamente tomó los brillantes tesoros.

Debido a que la casa de la moneda necesaria para hacer monedas aún no estaba lista, las “Moneda de los Cecils” era todavía un mero concepto. Así que por el momento, Gawain pidió a los artesanos que consiguieran algo de oro y plata de los tesoros y los convirtieran en piezas más pequeñas para comerciar con el resto del mundo.

El uso de metales preciosos directamente para el comercio no era raro en este mundo. Además, el comercio era todavía muy primitivo. El oro y la plata con un cierto grado de pureza eran considerados como monedas. Normalmente, el oro y la plata se convertían en monedas sólo porque era más fácil de transportar, inspeccionar y contar. Pero los comerciantes también aceptaban usar el oro y la plata directamente para las transacciones. Sólo que este tipo de transacción incluiría el proceso adicional de inspección de la pureza y el cálculo. De este modo, cuando se compraban mercancías directamente con oro y plata, el precio se incrementaba ligeramente.

Por supuesto, todo esto se basaba en la premisa de la credibilidad de la moneda. Si llegaba el día en que las impurezas en las monedas de los nobles llegaban a un nivel que podía perjudicar a los comerciantes, entonces los lingotes de oro y plata no oficiales prevalecerían a su vez sobre las monedas emitidas por la familia real y los grandes duques y se convertirían en la principal forma de moneda, y si se utilizaban las monedas de oro y plata para comprar cosas, en cambio sería más caro.

Por supuesto, todo esto se basó en la premisa de la credibilidad de la moneda. Si llegaba el día en que las impurezas en las monedas de los nobles llegaban a un nivel que podía perjudicar a los comerciantes, entonces los lingotes de oro y plata no oficiales prevalecerían a su vez sobre las monedas emitidas por la familia real y los grandes duques y se convertirían en la principal forma de moneda, y si se utilizaban las monedas de oro y plata para comprar cosas, en cambio sería más caro.

Por eso el emblema del dios del comercio era un par de balanzas. A ambos lados de la balanza se colocaban un par de tijeras y un ojo. Las tijeras y las balanzas eran cosas que los mercaderes llevaban consigo. La primera se usaba para cortar tiras de oro y plata mientras que la segunda se usaba para pesar. En cuanto al ojo, los mercaderes necesitaban una buena vista para saber la pureza de los metales.

En realidad, si no fuera por el trastorno obsesivo-compulsivo de Gawain, que quería fundir los metales en monedas refinadas y únicas, podía utilizar un método más simple y crudo para hacer las monedas. Sólo necesitaba fundir los metales en barras redondas, y luego cortarlas en rodajas finas. Luego usar un sello de acero para aplicar el emblema de los Cecil. En el año 536 de Anzu, el Gran Duque del Oeste usó este método para ahorrar tiempo y trabajo y reducir el costo. Las monedas de ese año fueron apodadas “El Dinero de Extorsiones de los Avaros”. Fue porque en ese momento, la ley del Oeste requería que todos los comerciantes que entraban en la región Oeste debían cambiar un tercio de sus monedas por las monedas del Oeste. Y siempre que cruzaban cualquier punto de control, tenían que usar estas monedas inferiores para pagar los peajes.

La moneda y la economía de este mundo eran muy desconcertantes.

Amber se fue felizmente, y la chica  mirad-elfo casi se escapó flotando mientras todos miraban. Heidi no pudo evitar preocuparse. “No va a huir con esas piezas de oro y plata, ¿verdad?”

“¿Malversación de fondos?” Gawain murmuró. En su melancolía, se preguntaba si esa desgracia de elfo podría ser capaz de tal cosa…

No importa. En esa circunstancia, él debería tener algo de confianza en ella. De todas formas, no tenía nada más con lo que contar.

No había nadie más que afirmara conocer a druidas, ¿verdad?

Después de que Amber se fue, Gawain volvió a prestar atención al tema del cultivo de la tierra.

Norris, el viejo granjero, había mantenido la cabeza baja en silencio y esperaba, a diferencia de la gente pobre ordinaria que se inquietaba, miraba a su alrededor y se apresuraba a hablar. En cambio, parecía como si estuviera esperando a que Gawain hiciera preguntas.

“¿Hay algún otro problema en esta tierra?” preguntó Gawain. “Es mejor sacar a relucir cualquier problema que pueda surgir lo antes posible.”

“Si tengo que decirlo, diría que la tierra está más alta que la orilla del río, lo que dificulta que el agua se canalice en los canales. Tendríamos que cavar zanjas desde aguas arriba o pozos”, respondió Norris. “Pero lo bueno es que durante las lluvias torrenciales, no tenemos que preocuparnos por la inundación de la tierra”.

Canalizar el agua… Si hubiera una bomba o alguna maquinaria de elevación, sería un problema fácil de resolver. O tal vez, podrían confiar en la “tecnología característica” de este mundo encontrando un mago especializado en elementos de agua para realizar la irrigación. Pero obviamente la segunda forma es poco fiable. Una vez que el campo comience a funcionar normalmente, sólo habría una creciente cantidad de responsabilidades en el plato de Heidi. Ella ya no tendría la oportunidad de venir y servir como una bomba de agua humana. Si contrataran a un mago oficial para que se encargara de irrigar la tierra… Ni siquiera el Reino Violeta en el norte o los elfos en el sur harían algo tan extravagante. Además, aunque no hubiera un límite a los recursos monetarios de Cecil, ¿cuántos magos estarían dispuestos a hacer el “trabajo sucio” que sólo la clase baja haría?

Preferirían tomar la mitad de la compensación para encender fuegos artificiales para banquetes en los castillos del Rey o de los nobles para complacer a esas madames y señoritas aristócratas que se atiborran de píldoras hasta conseguir la mortífera tez pálida que les hacía no parecer ni humano(a)s ni fantasmas.

Por ende, Gawain descartó inmediatamente la idea de encontrar un mago para que fuera una bomba de agua humana, y en su lugar consideró la solución desde una perspectiva mecánica. Por supuesto, si él hiciera las cosas de la manera que se hacía normalmente en este mundo, la manera en que los nobles resolverían tales problemas sería poner a trabajar a más siervos. Pero en opinión de Gawain, era demasiado desperdicio usar mano de obra en tales asuntos.

Justo entonces, una antigua y efectiva maquinaria vino a mi mente. “¿Alguna vez han oído hablar de algo llamado molino de agua?”

Heidi, Norris y el Caballero Philip se quedaron boquiabiertos.

Por supuesto, nadie había oído hablar de tal cosa.

Gawain miró a Heidi. “¿Tienen papel y lápiz?”

Después de conseguir el bolígrafo y el papel, Gawain comenzó a hacer un simple boceto. Era una alta estructura parecida a una rueda sostenida por ejes. En el borde exterior de la “rueda” se fijaron ordenadamente tambores inclinados y tablas de madera. En el lado de esta “rueda” se dibujaba un canal de agua que se extendía hacia afuera.

Debido al tiempo limitado, sólo dibujó una parte de la estructura de la rueda de agua, y fue un dibujo aproximado. Pero esta simple pero asombrosa máquina tenía un principio sorprendentemente simple. Sólo necesitaba dar una breve explicación. “Esta cosa es un molino de agua. El agua del río fluye por debajo, empujando estas tablas de madera, impulsando la rotación de la misma. Luego el molino de agua llevará los tambores llenos de agua a la parte superior, y el agua se vierte en este canal. Este proceso continuará, lo que hará que el agua se eleve a un terreno más alto. La altura a la que puede llegar depende del tamaño de la misma y de que los materiales sean lo suficientemente fuertes”.

Dicho esto, añadió, “Por supuesto, esto es sólo un bosquejo. El principio es también muy simple, y se pueden construir muchos modelos diferentes basados en este principio…”

Heidi se quedó sin palabras al quedar totalmente cautivada por este simple pero increíble artilugio.

Podía deducir fácilmente que esta máquina sería absolutamente útil. Pero antes de ver este boceto, nunca pensó que tal cosa pudiera existir.

No necesitaba mano de obra, ni tampoco poderes extraordinarios. Podía trabajar las 24 horas del día, realizar trabajos que de otra forma requerirían muchos siervos, y estaba impulsada por el poder de la naturaleza.

De repente experimentó la “belleza” al ver tal maquinaria, una palabra que normalmente no se asociaría con una estructura tan burda.

No obstante, Gawain seguía suspirando. “Desafortunadamente no hay bambú aquí, de lo contrario sería mucho más fácil construir…”

Heidi no entendió lo que dijo. “¿Ah? ¿Qué acabas de decir?”

“No, nada.” Gawain agitó su mano. “¿Tienes alguna idea sobre esta máquina?”

Heidi estaba a punto de decir que era un diseño genial cuando vio a Norris coger tomar bolígrafo y dibujar algo en un papel en blanco. El viejo granjero dijo mientras dibujaba. “Si la colocáramos directamente en la orilla del Río Blanco, sería propensa a ser afectada por el estado del río. No sería útil durante la estación seca. Si se pudiera cavar otro canal del río, durante la estación seca…”

Notando el repentino silencio a su alrededor, Norris se estremeció e inmediatamente tiró el bolígrafo con miedo, temblando al retroceder: “Mi Lord, sólo estaba…”

Sin embargo, la respuesta de Gawain le sorprendió. “¿Puedes escribir?”

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