Ending Maker: Capítulo 52 – 3

<Capítulo 52: Encuentro Inesperado – 3>

EZ: Capítulo Único, disfrútenlo

Los chismes pueden viajar rápidamente.

Los rumores sobre Jude y Cordelia se habían extendido más allá del norte e incluso llegaron a la capital del país, donde vivía la familia real.

‘¡No! ¡¿Por qué?! ¡¿Qué pasó?!’

Porque era algo extraño e inusual.

Amantes que se amaban, pero que se veían obligados a romper por la oposición de sus familias, por lo que se escapaban por la noche con su amante: un escenario así era exclusivo de las historias románticas tristes.

¿Pero dos personas que ya estaban comprometidas tendrían una fuga nocturna amorosa?

Los dos tenían todo el apoyo de sus familias, ya que estaban comprometidos desde que nacieron, ¿y aun así lo hicieron?

Las reacciones de los que escucharon los rumores sobre Jude y Cordelia fueron en gran medida las mismas.

“¿Qué dijiste?”

“¿Eh? ¿Qué diablos acabas de decir?”

Una historia difícil de entender.

Por eso sentían curiosidad por toda la historia.

Además, la historia de Jude y Cordelia estaba llena de cosas atractivas que la condimentaban.

“¿Has oído hablar de las cartas que Lady Cordelia dejó…”

“Oh vaya, qué atrevida”.

Las cartas de Cordelia expresando su amor por Jude eran bastante directas y francas.

“Supongo que querían tener un tiempo a solas”.

“Ah… creo que de alguna manera entiendo por qué”.

“¿No es así?”

Era difícil crear una situación en la que dos personas no casadas del sexo opuesto estuvieran a solas el uno con el otro, aunque estuvieran comprometidos, fueran de linaje noble o pertenecieran a las 12 familias del norte.

Porque muchas personas les seguirían por detrás para esto y aquello, como su sirvienta exclusiva o su caballero escolta.

“Cómo han podido hacer eso… esos dos han ido demasiado lejos”.

“En efecto… Lady Cordelia debe seguir manteniendo la dignidad de una joven dama noble”.

“Para ser honesta, estoy un poco decepcionada con ella”.

“Debe haber leído demasiadas novelas románticas. Hohoho.”

De una forma u otra, un escándalo era un escándalo.

Al igual que Emma Ficus, había muchas personas que decían cosas malas sobre Jude y Cordelia ya que esta era la oportunidad perfecta para ellos.

Y como siempre, los malos rumores estaban destinados a difundirse más que los buenos.

‘Pero… ¿no es un poco envidiable sin embargo?’

“De hecho, yo también…”

“Tengo un poco de envidia”.

La historia de los dos no era simplemente un escándalo en el que pudieran criticar y despreciar a los dos.

Porque contenía elementos que eran anhelados por las jóvenes e incluso por las mujeres bastante mayores o las que ya tienen varios hijos.

“Los dos deben amarse de verdad, ¿no?”

“Como en una historia romántica”.

Para los nobles, la mayoría de los matrimonios eran arreglados por sus familias.

Un matrimonio político.

Un matrimonio con una pareja desconocida.

Un compromiso repentino con alguien que hasta ayer creían que era otra persona.

Un matrimonio forzado sin amor por ambas partes.

Pero Jude y Cordelia eran diferentes.

A pesar de ser novios desde que nacieron, los dos se amaban con intensidad, estaban realmente enamorados como los protagonistas de las historias románticas.

Mentirían si no sintieran envidia.

“Y… ¿has oído hablar de los rumores de Sr Bayer? Es muy apuesto, ¿verdad?”

“Lady Cordelia es famosa por su belleza desde hace mucho tiempo”.

“El Conde Chase es un poco demasiado…”

“Oye, también se ha rumoreado que Lady Adelia hubiera sido la mujer más bella del norte si sólo cerrara la boca, ¿verdad?”

“Lo recuerdo”.

Los dos brillaban como una chica incomparablemente bella y un chico absolutamente apuesto incluso cuando se les consideraba por separado, así que ¿cómo de grandes brillarían ahora cuando son pareja?

En cualquier caso, los rumores sobre Jude y Cordelia se extendieron rápidamente más allá del norte e incluso hasta la capital debido a estas razones.

Y, de hecho, los rumores ya se habían extendido al sur, por lo que todo el reino conocía la historia de Jude y Cordelia.

De la pareja de fantasía a pareja del siglo.

La historia de amor de dos personas que fue reconocida por todo el reino.

‘Mierda, qué es esto… ¿Qué demonios es esto?’

Cordelia se sintió mareada al escuchar su historia de boca de la princesa Darianne, mientras Jude asentía con una cara muy sonriente.

“Es una historia muy emocionante. Realmente la envidio, Lady Cordelia”.

“Gr-, gracias”.

Mientras los ojos de la princesa Darianne brillaban con admiración, Cordelia se vio obligada a sonreír y reconocerlo.

‘¿Cómo sucedió esto?’

Claramente comenzó como una excusa para evitar la mirada vigilante de Dahlia y Maja.

Lo siguiente que supo fue que todo el reino -no, quizás todo el continente- les reconocía públicamente como una pareja de enamorados.

“Por cierto, Su Alteza”.

“Sí, Sr. Bayer.”

“¿La segunda historia… no se ha difundido todavía?”

“¿Segunda historia?”

“Es la historia secreta detrás del viaje de Cordelia y yo. Nuestra conexión con los Guardianes de la Cruz Sagrada…”

La princesa Darianne parpadeó en blanco ante las palabras de Jude, y Sir Cornwell, que escuchaba a su lado, tosió y abrió la boca.

“La razón por la que los dos huyeron por la noche fue para ayudar realmente en la misión de los Guardianes de la Cruz Sagrada. El Conde Hræsvelgr, el jefe de los Jackdaws, informó que también estuvieron muy activos en las operaciones militares de las tierras bárbaras.”

“Vaya, ¿en serio?”

“No conozco los demás detalles, pero eso es lo que he oído”.

Ser el comandante de los caballeros del duque no significaba que pudiera leer los informes militares que el conde Hræsvelgr enviaba a la capital real.

Era una historia aproximada que recogió del intercambio de información entre sus compañeros caballeros.

“Pero… podríamos averiguar los detalles ahora”.

Habiendo hablado hasta ahora, Sir Cornwell miró a Jude, que esbozó una sonrisa.

“No puedo contarles los detalles porque es confidencial… pero la verdadera razón por la que Cordelia y yo nos escapamos de casa fue para cumplir nuestra misión de los Guardianes de la Cruz Sagrada”.

Ante las palabras de Jude, Sir Cornwell le instó a decir un poco más, pero fue en vano.

Jude mantuvo su sonrisa y Sir Cornwell se limitó a fruncir el ceño al no poder presionar directamente a Jude para que lo dijera.

Sir Cornwell era a la vez vizconde y comandante de los caballeros del duque Spencer, pero no estaba precisamente en condiciones de ordenar a Jude lo que debía hacer.

‘Porque él también es un noble.’

Aunque Jude no tenía ningún título y era poco probable que lo heredara por ser el segundo hijo, un noble seguía siendo nobleza.

‘Y tal vez… recibirá un rango de barón tarde o temprano.’

El Conde Hræsvelgr había informado de las contribuciones de Jude y Cordelia en las tierras bárbaras, por lo que era muy probable que recibiera el título de barón de mayor rango y no el de caballero de menor rango.

Así que Jude volvió a sonreír tranquilamente, y Sir Cornwell pareció disgustado al no poder decirle nada a Jude.

Pero no para la princesa Darianne.

Al escuchar la conversación entre Jude y Sir Cornwell, sus hombros se hundieron de repente, y habló en un tono muy decepcionado.

“Entonces… ¿todo fue una mentira?”

“¿Qué?”

“La historia de amor entre ustedes dos”.

Ella había anhelado algo así y le parecía increíble, así que también deseaba ese tipo de amor.

‘Por favor, di que no’.

Ante la mirada de la princesa Darianne, Jude se volvió hacia Cordelia, que estaba visiblemente avergonzada.

‘¿Qué debo hacer?’

‘¿Qué quieres decir? Hagamos lo que siempre hacemos’.

“Espera, ¿lo que siempre hacemos?

‘¿Entonces harás llorar a la princesa Darianne?’

Cordelia se estremeció ante la pregunta de Jude antes de volverse hacia la princesa Darianne y volver a estremecerse al ver los ojos húmedos de la princesa.

“Princesa Perdarianne”.

“Sí, Sr. Bayer”.

“Lo que dije antes… ¿Lo recuerda?”

La princesa Darianne parpadeó en blanco y ladeó la cabeza ante la pregunta de Jude, y no tardó en sonreír alegremente.

“Dijiste que era un viaje de amor”.

“Sí, así es. Nuestra fuga de amor ha terminado, y ahora estamos en nuestro viaje amoroso. La razón por la que huimos fue por la misión de los Guardianes de la Cruz Sagrada… pero nuestro amor mutuo no es una mentira.”

“Wow…”

Dijo admirada la princesa Darianne mientras sus manos tocaban sus mejillas y volvía a mirar a Cordelia con esa mirada.

Y volvió a atacarles con la mirada.

Las miró fijamente con sus grandes y hermosos ojos que estaban húmedos, pero tenían una sensación diferente a la de antes.

“J-, Jude tiene razón. Realmente… nos.… amamos”.

Cordelia lo afirmó torpemente y el rostro de Darianne se iluminó.

“Entonces Lady Cordelia… no, Cordelia-unnie. ¿Puedo llamarte unnie?”

“¿Eh? Eso… sí, sería un honor”.

Aunque fuera en privado, no era común que una princesa llamara a alguien “unnie”.

Cuando Cordelia respondió con dificultad, la princesa Darianne cerró ligeramente los ojos y soltó una pequeña sonrisa antes de decir.

“Entonces, esa carta también… ¿es real? Siempre quiero estar junto a mi amado señor Bayer… No quiero separarme de él… Ni siquiera la muerte podrá separarnos…”

Ante las frases que recitaba como una niña que soñaba, Cordelia sufrió un enorme golpe mental, pero no pudo hacer nada.

No podía decir que no.

‘¡No, espera! ¿Cómo se ha vuelto tan exagerado?’

¡Ciertamente dije que quería estar con mi amado Sr. Bayer, y que no quería separarme de él, pero nunca dije que la muerte bla bla!

Pero era un rumor que ya se había extendido, y el rumor original se había vuelto exagerado cuando se extendió.

“Me pareció que era muy bueno. ¿Es real? ¿Cordelia-unnie?”

Ante la pregunta de la adorable Darianne, Cordelia sintió que un sudor frío le recorría la espalda, pero se vio obligada a sonreír y asentir.

“Es un poco exagerado, no, mucho es…”

“¿Exagerado? ¿Así que no dijiste que amabas al Sr. Bayer? No quieres separarte de él…”

“No, no. Eso es cierto. Eso es lo que escribí”.

Ay, Cordelia. Ay, Cordelia. (T/N: Estos son los pensamientos de Jude.)

Su cara y su cuello se pusieron rojos, y el sudor le caía a chorros mientras no sabía qué hacer, pero los caballeros y Hans en el mostrador pensaron lo mismo ante su aparición.

‘Qué linda. Quiero matarlo’.

Lo primero fue para Cordelia. Lo último fue para Jude.

Y Jude, que era la causa directa de todos estos acontecimientos y una de las partes implicadas, hizo lo posible por contener la risa.

‘Ah, Cordelia, por favor. ¿Por qué eres tan linda?’

Pero fue en ese momento que pensó que.

‘¡Hey! ¡Ayúdame!’

‘Sí, Madam’.

Jude respondió inmediatamente a la señal de SOS de Cordelia mientras abría la boca para cambiar la situación actual.

“Por cierto, Su Alteza”.

“Sí, Jude-orabeoni. ¿Puedo llamarte orabeoni?”

“Por supuesto. Gracias por este gran honor”.

“Hehehe, gracias por permitirme también. ¿Pero qué pasa? ¿Tienes más historias de amor que contar?”

“Por supuesto, tenemos muchas historias que contar, pero… creo que deberíamos posponerlo por ahora”.

Dicho esto, Jude volvió a mirar a Sir Cornwell y volvió a hablar.

“La razón por la que Cordelia y yo nos detuvimos en esta aldea fue para conseguir hierbas medicinales”.

“¿Hierbas… medicinales?”

“Sí, es una hierba medicinal llamada Hierba de los Siete Colores que crece en estado salvaje en la Mazmorra del Archimago Arkeman”.

Tan pronto como Jude pronunció sus palabras, el ambiente de la posada volvió a cambiar.

Los ojos de Sir Cornwell se volvieron fieros, y los caballeros indecisos también cambiaron rápidamente sus miradas y su postura.

‘Como lo esperaba.’

Esta reacción.

Está claro que la princesa Darianne y su grupo también vinieron a este pueblo a buscar la Hierba de Siete Colores.

Si es así, ¿cómo responderán a mis comentarios actuales?

Jude miró a la princesa Darianne que no podía ocultar sus sentimientos como los de una niña.

Apretó las manos con fuerza y parecía estar inquieta mientras se dirigía a Sir Cornwell.

“Sir Cornwell”.

Cuando ella le preguntó qué hacer mientras lo miraba con esos ojos, Sir Cornwell suspiró antes de asentir.

“No se puede evitar. Son hijos de las 12 familias del norte, así que creo que podemos discutirlo”.

Para ser exactos, era porque los dos eran hijos de las 12 familias del norte que tenían que hablarlo con ellos.

Si fueran plebeyos, los habrían expulsado o en caso extremo, eliminado, pero eso era imposible si eran hijos de las 12 familias del norte.

“Jude-orabeoni”.

“Sí, Princesa Perdarianne.”

“Por favor, llámame Darianne. Porque es mi apodo”.

“Sí, Princesa Darianne”.

Jude corrigió su dirección, y la princesa Darianne se mordió los labios una vez antes de sonreír y decir nuevamente.

“Sir Cornwell y yo también vinimos a buscar la Hierba de los Siete Colores”.

“¿Quieres decir… la Hierba de Siete Colores?”

“Sí, también he oído la historia de que crece en estado salvaje en la Mazmorra Arkeman”.

Ella no reveló su fuente de información, y Jude no le preguntó.

Lo importante era que ambos querían la Hierba de los Siete Colores.

‘Espera, ¿queremos la Hierba de Siete Colores? Lo que queremos es otra cosa.’

‘Sí, así es. Pero quiero que la princesa Darianne y Sir Cornwell lo consideren así’.

Cordelia parpadeó en blanco y pronto comprendió la intención oculta de Jude.

‘Wow, un verdadero estafador’.

‘Gracias por el cumplido, princesa’.

La intención oculta de Jude.

El futuro plan de Jude.

“Jude-orabeoni, por favor acompáñanos. Conseguiremos juntos la Hierba de Siete Colores y la compartiremos”.

Ante la sugerencia de la princesa Darianne, Jude gritó bingo en su mente pero no lo hizo evidente. En lugar de aceptarlo de inmediato, preguntó con un tono cauteloso.

“¿Estará… bien?”

Dirigió la pregunta no sólo a la princesa Darianne, sino también a Sir Cornwell. Y de hecho, la respuesta ya estaba decidida.

‘Porque lo decidió la princesa Darianne y no tienen razón para rechazarlo.’

Ya habían identificado a los dos como Jude y Cordelia.

Además, Sir Cornwell también sabía que Jude y Cordelia habían hecho una contribución en las tierras bárbaras.

En otras palabras, sabía que los dos no eran nobles ordinarios ni niños inocentes.

‘Es más bien que nuestro poder aumentó en lugar de nuestro número de objetivos de escolta’.

Naturalmente, no sería agradable para ellos que otros se entrometieran, incluso si las identidades de los forasteros han sido probadas y fueron invitados por la princesa. Pero no tenía ninguna razón para rechazarlo con fuerza, así que simplemente lo aceptó.

“Contaré con ustedes”.

“Gracias, Sir Cornwell”.

Jude respondió con suavidad y volvió a mirar a la princesa Darianne.

Y en el momento en que se enfrentó a la princesa Darianne y a su grupo, les contó su plan.

“Princesa Darianne, tengo una sugerencia”.

Era un plan en el que todos saldrían ganando, ya que una piedra golpearía a tres pájaros de un tiro y todos los presentes estarían contentos, aunque Jude y Cordelia, naturalmente, lo estarían más.

Jude entonces comenzó a hablar.

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