Otro que se suma al pack :3
-Búsqueda en la mina-
Un contrato de silencio es un hechizo de tipo prisión sin elemento predominante así que cualquier persona con magia suficiente puede hacerlo. Este hechizo tiene dos partes involucradas, el creador y el receptor, el creador es quien crea las condiciones del conjuro a su conveniencia para proteger la información que dará y el receptor es quien está sujeto a esas condiciones como pago por haber recibido la información.
Este hechizo no tiene límite de condiciones y solo se puede llevar a cabo si el receptor está realmente de acuerdo con ellas. Aun así hay que tener cuidado de no dejar vacíos en la condiciones que permitan al fuga de información por parte del receptor, hay que ser muy precavido.
Roo: ¿Cuáles serían las condiciones?
Arkatox: usted no podrá decirle a nadie lo que yo le contare en ninguna forma de comunicación.
Roo: ¿a qué te refieres?
Arkatox: no podrá decirlo de forma verbal o escrita, ni tampoco de forma verbal o no verbal, es decir, no podrá decirlo por lengua hablada, escritura, lenguaje de señas, lenguaje corporal, muecas, mímicas, ni ningún otro tipo de lenguaje.
Roo: ¿no te parece un poco exagerado?
Arkatox: no puedo arriesgarme.
Roo: está bien, acepto esa condición.
Arkatox: además, quiero agregar dos condiciones más.
No desconfío de Roo pero debo asegurar el bienestar de Yin a través de todos los medios posibles, hubiese preferido no tener que contarle nada pero esta persona es demasiado astuta y lo averiguara de una u otra forma, en lo personal prefiero no tenerlo encima indagando sobre nosotros en el futuro.
Roo: no creo que existan más formas de transmitir información, no es necesario.
Arkatox: prefiero prevenir.
Roo: de acuerdo, dime las otras condiciones.
Arkatox: si existe un intento de leer su mente por parte de un tercero o si usted intenta transmitir lo que yo diga de otra persona, sea en contra de su voluntad o no, todo lo que yo diga a partir de ahora hasta el término de nuestra conversación será totalmente eliminado de su mente sin dejar ningún rastro de ello.
Roo: esa condición es de locos, necesitarías una enorme cantidad de poder mágico para crear este contrato si acepto es condición.
Arkatox: no se preocupe por eso, créame que tengo lo suficiente para hacer muchos contratos así de complicados.
Es algo exagerado pero nunca se sabe lo que pueda pasar en un futuro, además tampoco sé cómo son las personas que rodean al vizconde ni que habilidades tienen.
Roo: bien, acepto eso también entonces, dime tu última condición.
Arkatox: mi última condición es que si en este momento existe un hechizo que trasmita nuestra conversación a alguien, ya sea creado por usted o un tercero, quiero que sea desactivado de inmediato sin poder reactivarse hasta el final de nuestra conversación. Además, si hay un hechizo que grabe de cualquier forma posible nuestra conversación también será desactivado sin posibilidades de reactivarlo hasta que nosotros terminemos.
Roo: eres muy precavido pero realmente no hace falta, acepto esa condición también solo porque estoy muy interesado en saber.
Acuerdo hecho, creo que con esto el limitado todos sus canales de escape, solo espero no tener que desconfiar en algún momento de esta persona, realmente creo que es un buen sujeto.
Rápidamente recite en conjuro sin problemas y pudimos atar las condiciones previas para terminar el contrato. Una vez lanzado no hay forma de deshacerlo a menos que yo lo anule así que puedo contarle todo tranquilamente.
Poco a poco fui contándole todo a Roo, como fue que mis tres amigos y yo llegamos a este mundo, como conocimos y protegimos a la princesa, donde estábamos y que estábamos haciendo por ella, el entrenamiento que tuvimos y el viaje que estamos emprendiendo tres de nosotros para encontrar las armas.
Cada palabra fue escuchada con especial atención por el vizconde desde el momento que dije que la princesa Yin estaba viva y a salvo bajo nuestro cuidado y el de Fred en el monasterio. Se ve especialmente relajado desde eso también así que debe haberse sacado un peso de encima con ello.
No puedo decir lo mismo cuando escucho que pudimos confirmar la muerte de los reyes a través del soldado que murió poco después de llagar al monasterio, su cara reflejaba un pesar y dolor inmensos, realmente debe haber amado a los reyes a los cuales les juro lealtad.
Arkatox: pero me gustaría decir algo más, realmente aun no podemos estar cien por ciento convencidos de que los reyes murieron, nunca vimos ningún cuerpo solo lo supimos por un soldado que apareció en el monasterio.
Roo: también pienso lo mismo, las posibilidades son bajas pero es posible que esa persona haya sido manipulada para dar esa falsa noticia o derechamente no era un aliado sino un enemigo moribundo con su último acto de lealtad a su líder.
Roo piensa lo mismo que yo, este pensamiento lo tengo desde que escuche la noticia pero nunca me anime a decírselo a la princesa, si los reyes estuviesen realmente muertos solo estaría dándole falsas esperanzas que luego serán solo dolor.
Conversamos con lujo de detalle todo, desde el entrenamiento hasta las prolongadas el día que los tres nos separamos en las puertas de la ciudad, todo fue absolutamente contado al vizconde.
Roo: es increíble que ustedes sean quienes están cuidando a la princesa, todos los nobles incluyéndome creíamos que todos sin excepción estaban muertos.
Arkatox: sé que puedo confiar en usted pero recuerde el contrato por favor.
Roo: no te preocupes, esta conversación nunca ocurrió.
Arkatox: gracias.
Roo: soy yo quien te agradece, no sabes que feliz soy al saber que al menos nuestra princesa está bien.
Roo inclino su cabeza, acto que un vizconde no debería realizar en frente de un plebeyo como yo.
Arkatox: por favor levante la cabeza, solo hago lo que se debe hacer.
Roo: eres muy humilde.
La conversación ha terminado y el vizconde está llamando a la servidumbre para que nos sirvan más licor pero declino su invitación humildemente, deseo ir a descansar para prepararme para mañana.
Dejo al vizconde y me encamino al cuarto de huéspedes a descansar. Nada más paso el resto del día.
Al día siguiente me levanto temprano y salgo del cuarto, frente a la puerta me encuentro con un sirviente esperando por mí, al parecer tiene que guiarme al comedor para desayunar.
En el cuarto donde soy guiado estaba solamente Ahiko que al parecer también espera por mí. Desayunamos juntos y luego soy guiado por ella hasta el despacho de su padre.
Ahiko: disculpe la intromisión padre, traje a Arkatox.
Roo: entonces no perdamos más tiempo y vayamos al lugar afectado en cuestión.
Ahiko: ¿puedo ir con ustedes?
Roo: por supuesto, será muy bueno para ti el ver a un adepto en acción.
Diciendo eso solo logra ponerme más nervioso de lo que estaba por mi primera misión.
Arkatox: sobre la misión, me gustaría saber que desea que haga concretamente.
Roo: buenos, veras…
Según Roo las minas de la ciudad se están agotando y moverse a otro sitio para explotar el terreno no sería conveniente para el ambiente, al parecer está en contra de dañar los entornos y por eso desea seguir usando la vieja mina.
Pero para este último fin mencionado es necesario hallar yacimientos de minerales que colinden con los túneles subterráneos ya abiertos por la faena minera existente, y eso es lo que debo hacer.
En resumen, debo escanear el terreno subterráneo y encontrar betas que estén cerca de los túneles para que estos sean extendido o profundizados hasta llegar al lugar exacto del mineral en cuestión.
Cualquier mineral está bien pero me piden que trate de encontrar la mayor cantidad de plata y hierro posible, al parecer son los dos metales más utilizados en el reino y los que tienen más rotación en el mercado.
Desde un punto de vista empresarial no diría que es una mala visión pero usar los metales comunes solo traerá los compradores habituales, en lo usual es donde está la verdadera ganancia. Claro está que lo anterior se anula si lo inusual es realmente escaso y lo común está en proporciones muchísimos mayores, en ese caso enfocarse en lo raro sería un error.
Puedo estar equivocado o no en mi pensamiento anterior, pero eso ya depende de cada empresario y su forma de ver las cosas.
Mientras caminamos al lugar en cuestión Ahiko me pregunta muchas cosas, tanto sobre magia como sobre mí, es un poco incómodo tener a una chica de mi edad preguntando tanto, parece más una pequeña niña que una bella mujer.
Supe que Ahiko tenía la misma edad que yo mientras caminábamos, de hecho la primera cosa que me preguntó fue mi edad y su reacción fue muy adorable cuando se alegró de saber que teníamos la misma edad.
Aprendí muchas cosas sobre ella en este tiempo de caminata, tales como su pasión por aprender magia y explorar el mundo que aún es desconocido para ella, su amor por la ciudad minera y por sus padres, entre otras cosas.
Al principio pensé que este era un pueblo minero como se me dijo en el gremio de magos pero al llegar a este lugar una de las primera cosas que aprendí es que este lugar ya a crecido lo suficiente para ser considerado ciudad así que dejé de llamarlo pueblo.
Poco más de cuarenta minutos nos tomó llegar hasta la mina, en ella había mucha actividad y la cantidad de gente no era menor.
Si me preguntasen como era diría que era la mina más insegura que podía haber visto, los trabajadores no usaban cascos, no se amarraban al subir en altura para picar la piedra, no estabilizaban las parecer con pilares y vigas, etcétera.
Tampoco es que piense demasiado en ello, digo, es una mina en un mundo tecnológica y políticamente más atrasado con respecto al nuestro, seguramente no existen políticas de prevención o de explotación minera, simplemente avanzan a ciegas tratando de encontrar algo.
Si no fuese un mundo de magia y los monstruos pensaría que estoy en la época medieval de nuestro mundo.
Rápidamente el vizconde pidió a los jefes en terreno que evacuaran la zona para que pueda yo estar tranquilo, realmente no es necesario pero no replicare a un noble frente a la gente.
Escucho las voces de los trabajadores que están saliendo de la mina diciendo como es obvio que fracasare y que están perdiendo valioso tiempo, solo me queda escuchar y demostrar que no es como ellos dicen.
Una vez evacuado el lugar me sitio justo en la entrada de la mina, me siento seiza en el mismo lugar y pongo mis dos manos en la tierra, nada de esto es necesario pero si uso un hechizo sin recitar lo encontraran extraño así que esta es la mejor forma de engañarlos para que no pongan atención a mi inexistente canto.
Rápidamente uso mi hechizo de radar simple para ver solo la estructura de la tierra y empiezo a ver con claridad la extensión de la mina y sus túneles. Enfoco aún más mi poder mágico y concentro mi mente en encontrar los distintos minerales que pueden estar en la tierra cercana a la mina.
Estaba en ello cuando escuche una voz desde mi espalda.
Ahiko: increíble…
¿Increíble?, aún no he hecho nada que amerite esas palabras así que no comprendo el motivo de su impacto.
Ignoro ese pensamiento y me enfoco en la búsqueda, inyecto más de mi poder mágico en el hechizo, el cual se potencia aún más dándole al radar más potencia.
Lotería, empiezo a encontrar muchas betas de plata, hierro, molibdeno y cobre, pero hay algo en la tierra que no estoy identificando y que está aún más profundo debajo de todos los minerales que mencione anteriormente.
Aplico más poder mágico y el radar vuelve a potenciarse, lo que antes era solo una mancha difusa ahora lo veo con claridad, lo que está más abajo es un enorme yacimiento de mithril y un gigantesco yacimiento de oro. Este último es tan grande que si lo explotaría debilitarían demasiado la tierra y podría derrumbarse la mina y parte del pueblo.
Estaba en ello cuando la tierra comienza a temblar violentamente, al parecer es un terremoto.
Lo pienso por un segundo y me doy cuenta de algo, este terremoto es mi culpa. Al parecer use demasiada energía mágica en mi conjuro y está afectando a la tierra dando nacimiento a este movimiento telúrico.
Ahora entiendo lo que Ahiko encontró increíble, era la cantidad de poder que estaba usando el cual no era para nada normal según los estándares de una persona normal, explicar esto será un incordio.
Si Ahiko pudo sorprenderse por el poder que use quiere decir que lo percibió en su totalidad, esta chica es mucho más talentosa que nosotros en la magia, incluso yo aún no puedo percibir el total de mi mana y poder elemental.
Me levante y mire hacia atrás solo para ver rostros sorprendidos y preocupados, seguramente pensaron que estaba haciéndole algo a la mina, la única que tenía una sonrisa en el rostro es Ahiko así que supongo que es la única que está feliz por lo que acaba de ver, sus ojos brillantes no se despegan de mí.
Me acerque hasta Roo y lo mire seriamente.
Roo: ¿Qué tal estuvo?
Moví mi cabeza en señal de negativa a lo que Roo respondió con un cambio en su mirada, pero antes que dijese algo hablé.
Arkatox: lamento decirle que tendrán demasiado trabajo por aquí.
Roo: eso quiere decir que…
Arkatox: así es, encontré demasiado hierro y plata en la zona, junto con molibdeno y cobre.
Cuando mis palabras terminaron los trabajadores explotaron en gritos de felicidad, celebraron a brazos extendidos el descubrimiento, también se mostró alegre el vizconde y su hija, pero ella parecía peculiarmente calmada lo que le daba un toque de lindura. Cuando lograron bajar la voz seguí hablando.
Arkatox: además de eso tengo dos noticias para usted, vizconde.
La mirada de su rostro no sabe que decirme, está feliz y preocupado a la vez por lo que acabo de decir. Ahiko me mira detenidamente si emitir emoción alguna esperando a lo que dire.
Arkatox: encontré también un enorme yacimiento de mithril a poco menos de cien metros de profundidad bajo el túnel mas hondo, y junto a él un gigantesco yacimiento de oro que podría ocupar fácilmente toda la base de la mina y la mitad del pueblo, además con una profundidad considerable.
Los mineros, el conde y Ahiko enmudecieron, no sabían cómo reaccionar a esta buena noticia.
Roo: ¿el yacimiento de oro cuantos metros de profundidad tiene?
Arkatox: me atrevería a decir que son por lo menos entre trecientos y cuatrocientos metros de tamaño.
Todos parecían muy felices pero antes que pudiesen decir o festejar algo añadí.
Arkatox: pero existe la posibilidad de que no puedan explotar ese mineral.
Roo: ¿porque lo dices?
Arkatox: es posible que haya un derrumbe a gran escala si debilitan demasiado el piso sacando ese mineral, incluso es posible que la mitad de la ciudad se vea afectada en el hundimiento del piso.
Afligido, así es como se veía ahora el vizconde que seguramente se desanimó al saber que no podían tocar el oro y el mithril de abajo.
Arkatox: pero si aceptan sugerencias de mi parte podría enseñarles como extraerlo sin el peligro de derrumbe o el peligro de muerte para sus trabajadores.
Roo: ¿tienes el método?
Arkatox: si lo tengo, de hecho es muy sencillo y no tiene nada de especial, con gusto les diré como.
Una vez más los trabajadores celebraron mientras Roo se me acerco para estrecharme la mano, no tiene mayor dificultad lo que les diré y podrían haberlo pensado por ellos mismos, pero mejor les daré un empujón.
Una vez fui liberado por los agradecidos trabajadores me aparte a un costado de la alegre multitud, fue en ese momento cuando fui alcanzado por Ahiko.
Ahiko: muchas gracias por toda su ayuda.
Arkatox: no te preocupes por eso, ese fue el motivo de que pasara por esta ciudad en primer lugar.
Ahiko: aun si dices eso quiero decírtelo, antes ya habían venido varios magos pero ninguno fue capaz de detectar nada.
Arkatox: seguramente por eso es que llamaron a un adepto como yo a tomar esta misión.
Ahiko: fue increíble tu manera de usar el hechizo si cantar absolutamente nada, y eso sin mencionar el sorprendente poder mágico que emitiste al buscar los minerales, nunca había sentido un poder tan grande como ese, ¿todos los adeptos son como tú?
Arkatox: según tengo entendido no es así, me dijeron que soy algo especial y poco común.
No pienso mencionar nada más allá de esto, sé que ya no me ven como una persona común pero tampoco quiero que me vean como una súper arma, después de todo yo soy una persona común y corriente al que dotaron con poder, prefiero seguir pasando desapercibido para las grandes masas.
Dicho esto, creo que últimamente estoy fallando en eso, mi lema de vida es “la paz llega al no resaltar” pero desde que llegue aquí no he parado de ser observado por muchos, pasó aquí y también en el gremio cuando hicimos el examen.
Arkatox: que hayas podido detectar mi poder elemental quiere decir que por lo menos ya has avanzado muchísimo en tu entrenamiento.
Ahiko: así es, es dedicado muchos años para llegar a donde estoy.
Ahora siento que hago trampa, yo no llevo ni un tercio de año aquí y ya puedo hacer estas cosas, simplemente me hace sentir como el peor tramposo que pueda existir, realmente los dioses debieron ayudarnos muchos si nos dieron tan altas capacidades a la hora de usar magia, basta con verme a mí, soy un completo novato y puedo hacer estas cosas.
Ahiko se ve pensativa, al parecer quiere preguntarme algo pero no se atreve.
Arkatox: ¿quieres decirme algo?
Ahiko: la verdad si, mencionaste que este lugar estaba de paso, ¿eso quiere decir que te diriges otro lugar después de irte de aquí?
Arkatox: así es, debo ir al país vecino después de dejar este lugar.
Ahiko baja la vista y luego me vuelve a mirar con una sonrisa.
Ahiko: espero te vaya muy bien en tu siguiente parada.
Arkatox: eso espero yo también, gracias.
Sonrío y le ofrezco estrechar su mano.
Arkatox: fue un gusto haberte conocido, con todo lo que hablamos ayer durante la cena y hoy pude ver que eres una gran chica.
Ahiko: lo mismo digo, en estos dos días te conocí mucho aunque siendo sincera me da la sensación de que era nuestro destino conocernos.
Arkatox: lo mismo digo.
Estrechamos nuestras manos y sonreímos uno al otro, fue muy reconfortante saber que pude ayudar y hacer feliz a esta gente pero también me alegra de haber conocido a esta chica, quien aunque es hija de un noble es modesta y hace las tareas que todos los ciudadanos tienen que hacer por su hogar, tareas tales como recoger agua de un rio distante.