Una mas para ustedes 😀
-Encuentro destinado-
Al pasar la puerta y alejarnos de la ciudad, nos despedimos entre nosotros dándonos ánimos, chocando nuestras manos en señal de despedida. Ahora nos dividiremos tomando cada uno su camino, así que alegremente les deseamos suerte a los otros en el viaje que emprenderán.
Me encaminé, ahora completamente solo, hacia las montañas. Mi camino ahora está destinado y su primera parada es la aldea minera Celso, luego el país vecino Rutenburth para cobrar mi recompensa en la ciudad fronteriza, para finalmente ir a mi destino en ese mismo país. No sé ni quien me buscó ni porque yo, por ahora mi destino es el bosque Erkonth.
Después de que me había despedido de todos, ya no había vuelta atrás, no podía regresar arrepentido y al iniciar este viaje me comprometí a llevar a cabo la misión de cuidar a Yin hasta el final.
Partí rumbo al lugar señalado por Louise, obtuve antes indicaciones de Fred así que creo estaré bien, lo único que aún me tiene preocupado es que solo tengo una semana para hacer todo lo que debo hacer, incluyendo encontrar a quien me contactó por telepatía.
Para agilizar más las cosas empezare a usar lo que aprendí mientras estudiaba los libros de magia. Si no me equivoco las personas que tienen elemento tierra son capaces de manipular este elemento a su antojo hasta cierto grado, pero ya que nosotros somos Arks no debería haber límite para lo que podemos hacer.
De ser así entonces puedo usar tanto como quiera la tierra y también debería poder usar sus derivados o modificar la estructura de esta. Pensando de esa forma lógica entonces también debería poder hacer que sus efectos naturales se maximicen o se anulen.
Pensando en ello me puse manos a la obra, cerré los ojos y trate de sentir todo lo que sea conformado por tierra a mi alrededor, y para mi sorpresa funciono. Una imagen apareció en mi cabeza conformado por líneas blancas en un fondo negro, como si fuera una especie de radar 3D, y en él podía captar la forma y movimiento de todo lo que estaba encima de la tierra.
Ya sea movimiento natural como las ramas de los árboles bailando por el viento, o movimiento de cosas manufacturadas como las carretas tiradas por caballos, todo aparecía en mi cabeza. También soy capaz de sentir a los seres vivos como animales y personas así que es muy ventajoso, pero también detecto dos falencias en mi forma de utilizar esta habilidad. La primera es que no tiene un rango mayor a los 200 metros y la segunda es que debo cerrar mis ojos y concentrarme mucho para hacerlo.
Como soy recién un novato en esto de la magia supongo que es normal así que me dedicare durante este viaje a mejorar esto hasta que sea capaz de usarlo rápidamente si tener que cerrar mis ojos. También buscare la forma de expandir su rango de efecto.
Guiado por la curiosidad ahora quiero saber que tan lejos soy capaz de sentir enfocándome solamente en la tierra e ignorando todo lo demás. Puse este pensamiento en marcha y trate de sentir solo la tierra y para mi sorpresa el rango se incrementó inconmensurablemente. Ante mi aparecía la tierra de kilómetros, no, mejor dicho de cientos de kilómetros. Increíblemente para mi sorpresa en mi mente apareció el mapa de la estructura del continente completo.
Fuí capaz de verlo al completo y me parece increíble que este continente sea más grande que los continentes europeo y asiático juntos, pero si es un planeta que no conocemos así que quiere decir que no debo apresurarme a pensar que es exactamente igual en tamaño al nuestro.
Ahora bien, si soy capaz de hacer esto entonces lo siguiente es comprobar si puedo anular los efectos que tenga la tierra sobre mí. Detenidamente imagine el peso de mi cuerpo aligerarse esperando a ver qué pasaba y como esperaba me empecé a sentir más ligero. Si mi suposición es correcta entonces fuí capaz de anular en dos tercios de la fuerza que la gravedad ejerce en mí, pero deje la suficiente para poder mantenerme apegado al suelo.
Comprobando lo anterior me puse a correr y mi velocidad fue increíble, si avanzo a esta velocidad entonces iré por lo menos tres o cuatro veces más rápido que los demás chicos, lo que me ayudara a terminar mi misión en el rango de tiempo esperado.
Contento por todo lo que pude aprender me puse a correr hacia mi destino, había perdido treinta minutos sentada bajo un árbol mientras pensaba en todo lo anterior así que debo avanzar ahora. Me encaminé al pueblo minero Celso rápidamente a una velocidad que raramente un humano alcanzaría corriendo.
En un corto periodo de tiempo avance más de cien kilómetros llegando cerca de mi lugar de destino, pero lamentablemente mientras más me acercaba encontraba más fallas de mis técnicas. Por ejemplo, la técnica de anulación de gravedad es muy efectiva y puedo avanzar muy rápido pero mi poder mágico es consumido rápidamente y además el desgaste físico es mayor.
Que mi poder mágico se agote no es problema pero el cansancio puede jugarme en contra así que deberé descansar un poco pronto.
Ya después de haber avanzado cinco kilómetros más sentí que mi cuerpo llegaba al límite y decidí descansar. Hace ya unas varias decenas de kilómetros entre en un bosque así que puedo descansar tranquilo sin la preocupación de que alguien pueda verme desde lejos.
Ya era pasado medio día cuando decidí tomar rumbo nuevamente, pero antes utilizo la magia radar para saber dónde estaba y si estaba cerca de mi lugar de destino. Ahora mi hechizo tenía un rango de un kilómetro y era capaz de usarlo con los ojos abiertos porque lo use constantemente mientras corría, se podría decir que lo “subí de nivel”.
Aun no logro ver el pueblo con el hechizo de detección completa así que use el de terreno, las casas al ser hechos de ladrillos y cemento, los que derivan de la tierra, parece que son detectados de igual forma por este hechizo que solo muestra tierra así que puedo usarlo para esto. Por lo que puedo ver no era tanto lo que me faltaba, debe ser como mucho dos kilómetros de distancia.
Para estar seguro de que avanzare sin problemas vuelvo a usar el radar de detección completa para ver si había alguna amenaza cercana pero me alegro decir que no, pero estoy detectando a otra persona en la dirección del rio que está a unos pocos cientos de metros de mí, no sería nada si no fuera porque al parecer también hay un oso acercándose por su espalda.
Rápidamente pero sin usar el hechizo de gravedad me acerque al lugar y pude visualizar una pequeña carretilla con un gran barril de madera fuertemente atado y una chica agachada en el rio recogiendo agua en un balde.
Veo al oso acercarse a la chica y rápidamente me acerque para evitar que le hiciera algo pero al parecer fue en vano, la chica se gira, sonríe y acaricia a la bestia. Sinceramente no tenía idea que en este mundo podías domesticar los animales salvajes.
La chica se gira hacia mí y cambio de expresión a una asustada, yo inconscientemente le mostré mis manos para mostrarle que no tenía nada y sonreí.
Arkatox: Hola, disculpa, ¿tienes un momento?
La chica aun parecía desconfiada así que metí mi mano al morral de mi cintura, saque el comprobante de la misión y se lo mostré desde lejos para que estuviese tranquila.
Arkatox: Soy un mago enviado por el gremio para completar una misión elevada hace ya algunos meses.
La chica parece haberse tranquilizado tras mirar el comprobante y el sello en él, sonríe nuevamente y se acerca a mí.
Joven: disculpa mi rudeza, debo mantener mi guardia al entrar al bosque.
Arkatox: no te preocupes.
Joven: mi nombre es Ahiko, soy la hija del vizconde y alcalde del pueblo Celso así que había visto antes este comprobante.
Arkatox: mi nombre es Arkatox, soy un adepto de tierra.
Ahiko: ¿adepto de tierra?, eso quieres decir que eres más fuerte que un mago, ¿cierto?
La joven emite una sonrisa mayor a la anterior, seguramente debe ser porque los magos anteriores no fueron capaces de resolver su problema y un adepto es difícil de encontrar.
Arkatox: bueno sí, soy un adepto aunque oficialmente todos los del gremio somos llamados magos, fui recomendado por la sede para tomar esta misión.
Ahiko: si el gremio te recomendó la misión debes ser muy fuerte.
La chica rápidamente pone el agua del balde en el barril y se dispone a tomar la carretilla para dirigirse al pueblo, pero antes de eso me gustaría preguntar por el oso. Al parecer ella se percató que miraba a la bestia y hablo antes de que pudiese decir algo.
Ahiko: ¿le temes al oso?
Arkatox: no, pero nunca había visto un oso que pareciese más una mascota.
Ahiko: es inofensiva, incluso puedes tocarla, su nombre es Kea y es una hermosa hembra.
Ahiko extiende su mano y el oso se acerca para recibir sus caricias.
Arkatox: bueno, veo que es verdad.
Ahiko: tócala con confianza.
Extiendo mi mano también y el oso, o mejor dicho la osa, se acerca para recibir mis caricias. Un segundo después de tocarla esta bella chica peluda se acerca y apega su cuerpo al mío como si fuera un gato cariñoso.
Arkatox: bueno, creo que me hecho de una nueva amiga.
Ahiko: yo opino igual
Arkatox: es muy suave
Ahiko; si, y con respecto a la ciudad, ¿vamos?
Arkatox: vamos.
Ahiko si disponía a tomar la carretilla pero la alcance antes que ella, puede que ella este acostumbrada a hacer esto siempre pero por hoy la dejare libre de esa tarea y la llevare yo, al fin y al cabo mi magia de anulación de gravedad hace de esta tarea algo sin importancia.
Ella al parecer se muestra agradecida, sonríe y me guía hasta el pueblo minero Celso. En el camino conversamos de varias cosas incluyendo el fracaso de todos los magos anteriores que vinieron al pueblo, de cómo este lugar es constantemente atacado por bandidos y, aún más importante, de cómo los minerales extraídos de este lugar lentamente se han empezado a agotar en los últimos tiempo. Tomamos una confianza mutua solo en este tiempo de caminata.
Al llegar a Celso ella me ofrece pasar a su casa, su madre me atendería muy bien. Debido a la larga carrera que había dado hasta acá sin comer nada acepte su invitación.
Al llegar a su hogar fuimos recibidos por una mujer joven con una gran sonrisa.
Ahiko: estoy de vuelta madre.
Madre: bienvenida a casa, ¿Quién es el joven que te acompaña?
Ahiko: es un adepto enviado por recomendación desde el gremio de magos.
Madre: ¿en serio?, mucho gusto joven, mi nombre es Tomoko, soy la madre de Ahiko y esposa del alcalde de la ciudad.
Arkatox: mucho gusto señora, mi nombre es Arkatox y soy un adepto de tierra.
Tomoko: no es necesario que me digas señora, solamente dime Tomoko, es muchísimo más cómodo para mi si no hay formalidad de por medio.
Arkatox: Entonces así lo haré Tomoko.
La mujer sonríe cuando la llame por su nombre y acto seguido nos hizo pasar, al parecer me llevara hasta el despacho de su esposo, eso me fue dicho por ella cuando golpeo en una puerta para entrar.
Al entrar a la habitación junto a la puerta de entrada lo primer que vi fue estanterías con libros, cuadros en paredes y uno que otro adorno floral. Justo en el centro de la habitación en frente de la puerta de entrada había un escritorio grande con cajoneras y una silla. Sentado en aquel lugar había un hombre de bigote con cabello rubio muy elegante, seguramente es el alcalde de la ciudad y el padre de Ahiko.
Padre: Que sucede Tomoko, debo acabar pronto esto para poder cenar con todos ustedes sin preocupación.
Tomoko: disculpa las molestias cariño pero un joven mago ha llegado al pueblo enviado por el gremio.
Dicho esto el hombre me mira y también mira a su hija que estaba parada junto a mí, luego vuelve su vista hasta la mía nuevamente.
Padre: oh vaya, entonces este trabajo puede esperar, un gusto conocerte chico, soy Roo, el alcalde de este pueblo.
Arkatox: un gusto conocerle señor, mi nombre es Arkatox, fui enviado por recomendación desde el gremio de magos debido a que soy un adepto de tierra.
Roo: no es necesario que me digas señor, solamente dime Roo, es muchísimo más cómodo para mi si no hay formalidad de por medio.
Arkatox: entonces así lo hare.
Qué curioso, tanto Tomoko como Roo me dijeron lo mismo al instante de conocerme, puede que me haya equivocado al escuchar a Ahiko pero juraría que dijo que era una vizconde, pensé que sería más magnánimo o más elitista.
Roo: ¿sucede algo?
Arkatox: puede que esté equivocado, pero escuche que es un vizconde así que me imaginaba que usted o su familia seria de otra forma.
Al escuchar mis palabras Roo se rio por unos instantes para luego responderme.
Roo: bueno, así es. Mi familia es noble pero eso no quiere decir que nos comportemos como una, simplemente no nos gusta sentir distancia con las personas, al fin y al cabo los nobles le debemos nuestro estatus y nuestras riquezas a los habitantes de los pueblos, no es para sentirse orgulloso.
Que increíble manera de pensar, según se de la historia de nuestro mundos las personas con un título nobiliario eran muy altaneros o no se mezclaban con los plebeyos, esto es muy distinto a lo que pensé.
Roo: naturalmente tenemos nombre oficial de noble pero no lo usamos, creo que un noble no merece reconocimiento a no ser que haga suficientes acciones por su gente que lo haga merecedor de él.
Arkatox: ¿y seria mucha molestia si me dice su apellido también?
Roo: oh, ¿tú sabes lo que es un apellido?, entonces no eres una persona cualquiera.
Arkatox: ¿a qué se refiere?
Roo: las habitantes de los pueblos, conocidos como plebeyos dentro de la nobleza, muchas veces no saben que es un apellido porque solo tienen nombre, el apellido es algo otorgado por el rey a un noble.
Arkatox. Ya veo.
Roo: los nobles normalmente dicen sus apellidos al presentarse pero los plebeyos no los memorizan, por eso mi familia opto por no presentarse así. En este pueblo nadie más que nosotros tiene uno así que no entienden el concepto, y no solo aquí, así es en todos los pueblos, solo en las ciudades la gente sabe de la existencia de los apellidos.
Arkatox: eso suena lógico para mí.
Roo: que tú sepas de la existencia del apellido me dice que tú vives en la ciudad o que eres un noble.
No supe que decirle a Roo, ciertamente tengo un apellido aunque no me fue dado por un rey, simplemente no sabía que era tan importante aquí.
Roo: ¿Qué tal si me dices tu nombre completo?
Después de pensar rápidamente creo que lo mejor es decirle mi nombre real, si llegamos a tener algún problema por esto simplemente le contare la historia de cómo llegamos a este mundo.
Arkatox: mi nombre completo es Arkatox Ichikami.
Se siente un poco raro tener que decir el nombre primero que el apellido, el impacto cultural simplemente golpea fuerte a un legítimo japonés como yo. Aun así lo dije en este orden porque así lo entenderán más rápido, si me presentara como Ichikami Arkatox sería muy extraño para ellos.
Roo: entonces si tienes uno.
Arkatox: aunque yo no pertenezco a la nobleza, es una larga historia que preferiría no contar.
Roo: no te preocupes, si no quieres contarnos entonces no te obligare.
Arkatox: muchas gracias.
Roo: es un poco tarde pero responderé tu pregunta, mi nombre completo es Roo Von Befta.
Se siente de verdad noble que tenga un apellido de ese tipo, pero su forma de decirlo se me hace un poco conocido. Según tengo entendido Von es un palabra alemana que significa “de” y que se pronuncia como “fon”, me pregunto si alguien de nuestro mundo también llego a este de alguna manera y utilizo alemán para su apellido.
Eso explicaría porque Roo tiene un cabello rubio mientras que Tomoko y Ahiko lo tienen negro.
Roo: según escuche de ti y mi esposa cuando entraron fuiste enviado por el gremio.
Arkatox: así es, me recomendaron para esta misión debido a que un mago normal no puede completarla y ya que soy un adepto me pidieron que la tomara.
Roo: ya veo, entonces por favor descansa por hoy y mañana te mostrare la mina.
Arkatox: si no es mucha molestia, me gustaría saber en detalle lo que debo hacer.
Roo: de acuerdo, escucha.
Según dijo Roo el pueblo se mantiene gracias a las minas de minerales, pero debido a los constantes ataques de bandidos han tenido que fortalecer a sus defensas. Esto ha tomado una buena suma de dinero que actualmente no posee este pueblo.
Pero que el pueblo no tenga financiamiento no es debido a la mala gestión del vizconde sino a distintos factores como los robos de los bandidos que no se pueden repeler, la disminución de los minerales en las minas, el mal precio de estos en el mercado actual, entre otros factores. Al parecer el factor más relevante y que es el problema más importante actualmente en el pueblo es que se ha acabado el oro que extraían y también el mithril, aunque este último siempre fue escaso en todas partes lo que hace que su valor comercial sea tan alto que simplemente con lo poco que sacaban anualmente ya daba más de la mitad del presupuesto del pueblo para la misma cantidad de tiempo.
Arkatox: ¿es tan raro el mithril?
Roo: por supuesto, una simple arma de este material puede costar cientos de monedas de oro en el mercado, incluso una vez escuche que una espada encantada de mithril se vendió por cuatro mil monedas de oro.
Arkatox: ¿Espada encantada?
Roo: si, este metal permite encantar las armas hechos con él para que sean afines con el elemento de quien las usa, fortaleciéndola y ejerciendo más daño. Por ejemplo, si tú encantaras una espada dándole a ella la propiedad del elemento tierra y cortaras a alguien aplicando tu poder mágico en ella provocarías más daño y neutralizarías espadas que sean de elementos más débiles que el tuyo.
Eso sí suena interesante, mi elemento podría ayudarme en batalla aun si no uso hechizos.
Arkatox: pensé que los nobles pueden acumular fácilmente monedas de oro en miles y miles, según escuche en la ciudad el financiamiento no debería ser un problema.
Roo: es cierto pero eso solo aplica para los nobles que se sitúan en lo más altos de la sociedad, aun si nuestra familia es noble solo tengo el título de vizconde y me debo a mi gente así que no escatimare en gastar para ellos.
Arkatox: pensé que vizconde era un buen título.
Roo: no digo que no lo sea, pero tampoco es uno tan alto o prestigioso ante los ojos de todos los demás nobles, solo piénsalo, por debajo de mí título solo está el barón.
Arkatox: ¿Cómo se deciden los títulos en este reino?
Roo: como en todos los reinos, son hereditarios o se ganan por mérito. Nuestra familia la heredo pero tengo entendido que mi bisabuelo fue un plebeyo con actos muy heroicos en la guerra así que fue dado el título de barón y luego fue nombrado vizconde por sus acciones.