Y aquí termina este mini pack. Realmente ando ocupado con algunas cosas, así que no subiré nada hasta la semana que viene.
Que disfruten.
—Dios, qué imbécil —refunfuñó Zich.
‘Parece que mi personalidad sí que ha mejorado. Terminé dejando escapar a un tipo como ese.’
Si no fuera por Snoc, al que Sam cuidaba como a un hermano, y por el trol que apareció en el momento oportuno, Zich ya le habría roto un par de extremidades a Drew.
Hans se acercó a Zich y le preguntó—: ¿Cuál es su relación?
—Un aventurero y un minero. No parecen tener mucho en común.
»Snoc fantasea con los aventureros. Probablemente siguió a Drew para aprender un par de cosas. Lo escuché dirigirse a Drew como “maestro”.
—Bien por él.
—Yo no estaría tan seguro —dijo Zich negativamente.
‘No hay manera de que un tipo así tenga un discípulo.’
Además, Zich nunca había oído hablar de un aventurero que educara a un discípulo. Los aventureros eran personas que estaban demasiado ocupadas con sus tareas cotidianas de supervivencia.
‘En el mejor de los casos, será una mula de equipaje, y en el peor un escudo de carne. Si tiene mala suerte, será utilizado para algo peor.’
La mayoría de la gente habría perdido el interés a estas alturas pensando: «Es su vida», pero Snoc era alguien a quien su amigo Sam quería mucho, así que el asunto preocupaba a Zich un poco; tanto como una lágrima del tamaño de una hormiga.
Sin embargo, no pensó en hacer algo increíble por Snoc. La cosa terminaba en el nivel de: «¿Tal vez debería avisar a Sam?».
—P-por cierto, gracias, señor.
—¿Ah? ¿Por qué?
Hans le dio las gracias sin más, así que Zich se le quedó mirando con extrañeza. Si Hans estaba escupiendo palabras en un estado mentalmente disfuncional, Zich estaba dispuesto a golpear a Hans en la cabeza un par de veces para curarlo.
—¿No se enfadó al haber escuchado insultos hacia mí?
No solo Zich le trató mucho mejor que de costumbre, sino que Zich se enfadó en su lugar. Eso hizo que Hans se sintiera un poco conmovido, pero Zich le respondió con una sonrisa. Entonces Zich levantó la mano y se golpeó la cabeza.
¡Bam!
—¡Ah!
Hans se llevó las manos a la cabeza.
—¿Quién dices que se puso de tu lado? Por supuesto, me enfadé. Se atrevió a insultar a mi sirviente, que es lo mismo que insultar al gran yo. A decir verdad, tú eres un debilucho.
‘¿Qué estaba esperando…?’, refunfuñó Hans en su interior sujetándose la cabeza.
—De todos modos, ese aventurero sí que era fuerte, ¿no? Se hizo cargo de un trol con facilidad.
Para Hans, que apenas era capaz de derrotar a un trol, el aventurero llamado Drew parecía poderoso.
—¿Cómo?
El tono de Zich estaba lleno de disgusto.
—¿A quién llamas fuerte?
—¿Perdón? Ya sabe, el aventurero…
¡Fus! ¡Fus!
El arbusto se sacudió otra vez.
—¿Eh? ¿Han vuelto?
—No.
Zich volvió a sacar su espada.
—Esta vez son monstruos.
¡Craac!
Una gruesa rama se desprendió y cayó al suelo, y cinco troles aparecieron a la vista.
El rostro de Hans palideció. Incluso un trol era aterrador, pero cinco era un número inimaginable. Incluso aquel impresionante aventurero, Drew, había tardado mucho en derrotar a un solo trol. En una situación así, la mayoría de la gente se habría agarrado a la vejiga para no orinarse y habría salido corriendo lo más rápido posible.
¡Clam!
Pero Zich era diferente.
‘Aún no se me ha pasado la molestia, así que ¡esto es perfecto!’
Simplemente se alegró de conseguir algo con lo que aliviarse un poco el estrés.
Zich saltó del suelo.
¡Uuuuuuuur!
Los troles gritaron ante el humano que corría hacia ellos y se lanzaron hacia Zich. Era fácil imaginar una escena en la que cinco monstruos gigantescos rodearan a Zich y lo hicieran papilla con sus garrotes. Sin embargo, el resultado fue el contrario.
Zich balanceó su espada abiertamente. Su arma era una espada larga, pero parecía un delgado palo de madera comparado con el inmenso cuerpo del trol. Sin embargo, el poderoso maná que impregnaba la espada compensaba el limitado tamaño del arma.
Los dos primeros troles se partieron en dos. Una línea plateada y recta salió del corazón del trol y cortó su cuerpo, sus brazos e incluso sus garrotes. Todo bajo el toque de su espada se dividió.
La sangre brotó de sus heridas y roció a sus compañeros. Los troles se estremecieron; nunca habían visto a sus compañeros partirse en dos pedazos al instante. Por otro lado, Zich bajó su cuerpo para evitar el chorro de sangre y continuó moviéndose.
Perforó el estómago del trol más cercano a él. Habría sido un golpe fatal para un humano, pero era una herida medianamente grande para un trol. El trol se limitó a fruncir el ceño por el dolor y no sintió una gran sensación de peligro hacia su vida. Pero, por supuesto, eso no duró mucho.
El maná del cuerpo de Zich viajó a través de la espada y comenzó a fluir hacia el cuerpo del trol de forma agresiva.
¡Blop!
Como la vejiga de un cerdo llena de agua, el trol se hinchó en un instante. Al siguiente instante…
¡Pum!
El cuerpo del trol estalló. Su piel, sangre, huesos y órganos se esparcieron por todas partes. Era una escena extremadamente desagradable, pero los trozos de trol desintegrados que contenían el maná de Zich eran aún más desagradables.
Los restos del trol se pegaron a los dos troles restantes. Los poderes regenerativos de los troles se activaron a partir de los restos, pero los impactos consecutivos de los restos superaron sus poderes. Los troles no pudieron ni siquiera gritar, y cayeron al suelo con enormes agujeros en sus cuerpos.
—¡Hm!
En un abrir y cerrar de ojos, Zich mató a cinco troles y se apartó del desastre de sangre y restos de troles. Sorprendentemente, su cuerpo no tenía ni un solo rasguño ni una mancha de sangre. Tras envainar su espada, Zich llamó a Hans, que se había quedado con la boca abierta.
—Nos vamos.
—¡Sí, señor!
Hans miró la espalda de Zich a una buena distancia y volvió a tragar saliva.
‘El aventurero llamado Drew es fuerte, pero el señor Zich está a otro nivel.’
Zich se encargó de esos temibles troles como si fueran basura en el camino, y Hans se estremeció al ser testigo de su poderoso poder.
* * *
Una noche en la mina de Iruce era lúgubre. Durante el día, los vítores y los hachazos de los mineros resonaban en los alrededores, pero ahora era como si los fantasmas fuesen a salir de las minas. Sin embargo, en este lugar desolado y ominoso, las figuras en movimiento hacían largas sombras en el suelo.
Una tenue luz iluminaba la mina. Snoc tenía los hombros encorvados mientras avanzaba con una lámpara. Era la primera vez que entraba en la mina sin sus compañeros.
—¿R-realmente está bien hacer esto? —preguntó Snoc a Drew, que le seguía por detrás.
—¿Qué quieres decir?
—Entrar en la mina de noche es peligroso…
—Creí que te había dicho que tenía permiso.
—S-Sí.
Snoc cerró la boca, pero aún se sentía ansioso.
—¿Qué? ¿No me crees?
—¡N-No! ¡Me lo creo! ¡Me lo creo en verdad! —respondió Snoc con nerviosismo. En ese momento, Drew miró a Snoc con una expresión de descontento, pero habló con más amabilidad que de costumbre.
—Sé que estás nervioso, pero un aventurero no sabe cuándo va a caer en el peligro. Por eso la experiencia es lo más importante. Por eso te sigo trayendo a mis cacerías de monstruos. Ser un aventurero no es como en los cuentos.
Snoc asintió. Sam y Zich, que no eran realmente aventureros, también dijeron lo mismo.
—Es lo mismo esta vez. Todo esto es para ti. Si tenemos una mina como esta, deberíamos utilizarla ya que hay muchas mazmorras en cuevas como esta. Puedes obtener experiencia de esto.
—Entiendo.
Drew le había advertido a Snoc de los peligros de un aventurero y lo había ayudado a preparar su mente y corazón. Snoc apartó las dudas que empezaban a aparecer en su corazón. Además, Drew mencionó una mazmorra; ¿no era ese el sueño de un aventurero? Snoc no pudo calmar los rápidos latidos de su corazón.
—Bien, pues, sigamos avanzando.
—¡Sí!
Snoc recorrió la mina con algo más de energía que antes. Desde atrás, Drew esbozó una sonrisa discreta. Siguieron caminando por el interior de la mina, y como Snoc conocía su camino dentro de la mina, no tenían que preocuparse por perderse.
—¿Sigues entrenando tu maná? —preguntó Drew.
Lo primero y único que le enseñó Drew a Snoc fue cómo activar su maná.
—Sí. Esta mañana también estuve estimulando mi maná.
—Intenta caminar mientras lo activas.
—Vale.
Snoc activó su maná, pero como acababa de aprender a controlarlo, era una cantidad ínfima. Además, si no se concentraba lo suficiente, se deshacía con facilidad.
—¡Ah!
Snoc estaba tan concentrado en su flujo de maná que no se percató de una piedra mellada y cayó al suelo.
—¡Uugh!
Se raspó las rodillas y empezó a sangrar. Aun así, Drew no mostró ningún signo de preocupación y le ordenó que siguiera caminando. Así, Snoc se levantó vacilante y comenzó a caminar de nuevo. Luego cayó al suelo una vez más y el ciclo se repitió. Después de caminar una buena distancia, el cuerpo de Snoc estaba cubierto de moratones y arañazos.
¡Bam!
—¡Ugh!
Snoc volvió a tropezar con una roca dentada y apenas pudo mantener el equilibrio. Suspiró aliviado y levantó la cabeza, pero sus ojos se quedaron inmóviles ante lo que vio. Frente a él, había una nueva mina.
—¿Qué pasa?
—N-Nada.
Snoc se apresuró a responder y levantó su cuerpo. Luego, comenzó a caminar de nuevo. Sin embargo, ni siquiera miró la nueva mina que acababa de aparecer, como si el lugar estuviera prohibido.
—¿No vamos a ir por ahí?
Drew miró la mina y preguntó. Snoc se mordió los labios y fingió estar tranquilo; entonces volvió a abrir la boca.
—Hubo un derrumbe, así que es peligroso. No deberíamos entrar. De todos modos, allí solo veríamos restos y escombros.
—Ah, ¿sí?
Drew no hizo más preguntas. Sin embargo, incluso mientras seguía a Snoc, sus ojos permanecían sobre la mina derrumbada. Sus ojos brillaban misteriosamente.
—¡Ah!
Una vez más, Snoc había dado un paso en falso. Por sus oídos, Snoc escuchó los suspiros exasperados de Drew. Sin querer decepcionar a Drew, Snoc ignoró el dolor que sentía en todo su cuerpo e intentó levantarse de nuevo.
Koo.
El cuerpo de Snoc se congeló cuando escuchó un chillido desconocido cerca suyo. Rápidamente cogió su linterna e iluminó la zona donde había oído el ruido. Una pequeña sombra estaba agazapada en la esquina de la mina.
¡Koo! ¡Koo!
La pequeña figura apuntó con su nariz y olfateó a Snoc.
—Oh, era solo un topo —suspiró aliviado Snoc. Sin embargo, este topo era extraño. La mayoría de los topos huyen ante cualquier señal de movimiento, pero este no lo hacía. En cambio, el topo puso su nariz en los tobillos de Snoc y siguió olfateando.
¡Koo!, chilló el topo mientras levantaba la vista. Snoc también se interesó por el topo. Sin embargo, Drew no le dejó entretenerse.
—¿Qué estás haciendo? Muévete rápido.
—¡Sí!
Snoc aceleró sus pasos.
¡Tum! ¡Tum!
¡Tim! ¡Tim!
Coincidiendo con el sonido de los pasos de Snoc, un pequeño animal se movió. Snoc miró debajo de él y vio que el topo lo seguía de cerca. El topo tenía la cabeza levantada como si quisiera cruzar sus pequeños ojos con los de Snoc, y la forma en que seguía a Snoc era simpática.
Snoc apartó al topo ligeramente con los bordes de sus pies. El topo se movió un poco y regresó tambaleándose a sus espaldas. Snoc volvió a empujar al topo, pero este regresó. Lo hizo de nuevo, y el topo volvió una vez más. La mente de Snoc se vio absorbida por el pequeño juego.
—¿Qué estás haciendo?
Escuchó una voz fría.
‘Cierto, ¡estoy entrenando ahora mismo!’
—¡L-Lo siento! ¡Continuaré!
Snoc volvió a reunir su maná y siguió adelante. Ya no podía poner su atención en el topo.
Koo.
Sin embargo, el topo continuó siguiendo a Snoc. Como si el topo no fuera consciente de que podía ser pisado, el topo seguía rondando los pies de Snoc. Y desde atrás, Drew observaba toda la escena con una sonrisa traviesa.
Gracias por el pack, tenía miedo de que ya se fuese a abandonar esta novela, así que me alivia mucho que se siga.
Gracias por los capítulos
Abandonaron esta novela? :c