El señor demonio regresado es amable: Capítulo 32

—¿¡C-Cómo… es que puede ser real ese círculo mágico de aspecto ridículo!?

—Bueno, es algo un poco diferente. ¿No te dije que el círculo mágico hace caer el poder del ritual, extiende su tiempo y devuelve la fuerza vital que tomó? Bueno, solo la parte sobre la devolución de la fuerza vital es cierta. A través del círculo mágico, el poder sagrado de Karuna va al agua subterránea, y cuando el ritual se activa, dispersa la fuerza vital mezclada en el agua. La mayoría de la fuerza vital es liberada, pero si el dueño de la fuerza vital todavía sigue con vida, regresa con el.

Lubella recordó al hermano de Timmy; Zich había prometido curarlo.

‘¡Él estaba diciendo la verdad!’

Si lo que dijo Zich era correcto, el hermano de Timmy volvería a estar sano.

Como no conocía la historia completa, Weig murmuró: — ¿Un círculo mágico de aspecto ridículo? ¿Que es eso?

Lubella se lo explicó.

—¿De verdad?

Weig ahora podía entender por qué Grotim se había enojado tanto con Zich. Si Grotim fuera una persona normal, Weig podría haberse sentido un poco mal por lo mucho que Zich arruino todo para el. Pero sentir simpatía por esos bastardos Bellid era demasiado . Además, Weig estaba mucho más interesado en otra cosa.

Miró a Zich, que estaba agachado junto a Grotim. Weig conoció a Zich cuando Zich le hizo a Lubella una pregunta tonta sobre cómo vivir una vida amable.

‘Nunca pensé que nos volveríamos a encontrar así.’

Por ahora, parecía que Zich estaba protegiendo a Lubella, y Lubella miraba a Zich con confianza total.

‘¿Pero qué es este círculo mágico que obstaculizó el ritual de Bellid?’

Como Karuwiman, Weig realmente quería este círculo mágico, no, lo necesitaba a toda costa.

‘¿Cómo es que este joven sabe algo como esto?’

Weig se preguntó sobre esto. Al ver lo aterrorizado que se veía Grotim, parecía que ni siquiera los Bellids eran conscientes de la existencia de este círculo mágico. Entonces, ¿cómo es que Zich tenía este conocimiento cuando ni siquiera los Bellids y sus archienemigos, los Karuwimans, lo sabían?

‘Bueno, parece que no es nuestro enemigo, así que es un alivio.’

Aunque Weig no conocía la identidad de Zich, seguía agradecido con él.

—¿Cómo te sientes ahora? Nos guiaste con tus soldados para que pudiéramos encontrar las estatuas fácilmente. ¿Estabas feliz pensando que tu plan nos engañó? Pero gracias a eso te ha salido el tiro totalmente por la culata ~

—¡Bastardo! ¡Bastardo! ¡Bastaaaaaardo!

Grotim se retorció, pero la contención de Weig era demasiado fuerte. Grotim no pudo hacer nada más que retorcerse como un insecto.

—¡Jejeje! Pareces un camarón flotando en la orilla del mar. Ah, ya que Bellu tiene cabeza de pez, ¿lo estás imitando actuando como un animal acuático? ¡Guau! Esa es una asombrosa demostración de fe. Lo aplaudo.

—¡CÁLLATE!

—¿Pero y si no quiero?

Zich tocó el costado de Grotim con la rama de un árbol que recogió de quién sabe dónde. El empujón no dolió. ¿Cuánto poder podría tener una pequeña rama de árbol? Sin embargo, la humillación que sentía Grotim era incomparablemente mayor que el dolor que habría sentido al ser apuñalado con un cuchillo.

—¡Hijo de puta! ¡Si no fuera por ti!—Grotim gritó como si estuviera vomitando sangre—. ¿Por qué? ¿¡Por qué diablos ayudaste a Lubella!?

—Te dije. Quiero vivir una vida amable.

—¿¡Qué te hizo creer en ella!? ¡La acusé de bruja! ¡¿Ya la conocías de antemano?!

—Por supuesto no. Solo la vi como dos veces antes.

—Entonces, ¿cómo pudiste creerle?

Incluso Lubella sentía curiosidad por esto. Sin ninguna duda o vacilación, Zich había ayudado a Lubella, quien fue acusada de bruja por toda la ciudad. No sabía por qué Zich había hecho todo lo posible por ayudarla.

—Porque sí.

—¿Porque sí?

Zich había arruinado sus planes, pero la respuesta que le dio era increíblemente simple. Grotim se quedó sin habla.

—Solo mira su cara. Dice, ‘Soy naturalmente buena’ por todas partes.

Tanto Weig como Lubella pensaron que su respuesta era absurda y Grotim se puso aún más furioso.

—¡Bastaaaaaardooooo!

Grotim escupió maldiciones mientras se retorcía en el suelo de nuevo. Sin embargo, Zich no respondió esta vez.

‘¡Ah, jugar con él fue divertido!’

Si Grotim hubiera escuchado los pensamientos de Zich, su boca habría comenzado a echar espuma.

‘La razón por la que creo en Lubella …’

Por supuesto, Zich tenía otra razón; simplemente no podía contárselo a nadie más. Recordó lo que vio antes de su regresión cuando su cabeza estaba a punto de volar por la espada de Glen Zenard. El grupo de héroes lo miraba con animosidad y odio, pero entre ellos, solo Lubella actuó de manera diferente.

‘¿Cuánta gente lloraría por un bastardo moribundo como yo?’

Había sido una escena impactante para Zich, así que la recordaba vívidamente.

‘Eso me es suficiente para creer en Lubella,’

*      *      *

Porti estaba sumida en el caos. La economía de Porti había ido cuesta abajo desde la caza de brujas contra Lubella, y comenzaron a surgir informes sobre personas desaparecidas que el teniente de alcalde había reprimido con su autoridad. Además, los daños que causaron los muertos vivientes y los monstruos fueron significativos e hicieron que la ciudad estuviese zumbando por un tiempo. Sobre todo, sufrieron la mayor pérdida por el colapso de su gobierno con la muerte del alcalde y la detención del teniente de alcalde y otras figuras de alto nivel.

Sin embargo, los cargos falsos de Lubella se retiraron rápidamente. No solo estaba vivo el teniente de alcalde, sino que también había estatuas de Bellid por toda la ciudad que mostraban claramente la participación del grupo en el caso.

—¿Ya terminaste?

—¡Sí señor!—Hans respondió mientras llevaba una maleta gruesa. Zich también levantó el equipaje que dejó en el suelo.

—Entonces vamos.

—¿Es necesario que nos vayamos tan pronto?

Zich y Hans pasaron un tiempo excepcionalmente relajante y cómodo en el templo de Karuwiman durante los últimos días. Zich había salvado a Porti, ayudó a retirar los cargos falsos de Lubella y desmanteló los planes de Bellid. Por eso, los Karuwiman le mostraron la mejor hospitalidad que pudieron brindarle.

Desde que dejaron la residencia del Conde, Hans había pasado por una gran cantidad de sufrimiento, por lo que quería quedarse el mayor tiempo posible en el templo. Pero Zich fue inflexible.

—Ya descansamos lo suficiente. Tenemos que empezar a movernos para hacer más actos amables.

—¿N-No podemos hacer suficiente de eso aquí, señor?

—Tienes razón, pero me di cuenta de algo de este incidente. Supongo que puedo decir que encontré mi vocación.

—¿¡De verdad? ¿Puedo saber de que se trata?

Los dos se dieron la vuelta para ver a Lubella y Weig acercándose a ellos. De manera similar a como se conocieron, Lubella vestía una túnica blanca y un aura pura y limpia salía de ella.

—Pareces completamente una figura religiosa. Hace solo un par de días, parecías una persona sin hogar en un callejón.

Hans se sintió desconcertado por las groseras palabras de Zich, pero Lubella estuvo de acuerdo con él y replicó con humor.

—Fue una experiencia que valió la pena, ya que no solo escuché las voces de los débiles, sino que pude experimentar sus luchas de primera mano.

Weig miró a Lubella. Debido a la escala y la dureza de esta experiencia, Lubella había cambiado significativamente.

‘Pero no está mal.’

La mente y el corazón de Lubella eran suficientes para que se convirtiera en la Santa, e incluso sus habilidades eran mucho mayores que las de los otros candidatas. Sin embargo, era cierto que carecía de fortaleza mental en áreas como la confianza; por eso Weig siempre había esperado que actuara con más firmeza y confianza. Pero ahora, el comportamiento actual de Lubella era lo que siempre había querido de ella.

‘Realmente le debemos un gran favor.’

Con su mentalidad ahora perfecta, Lubella definitivamente se convertiría en la Santa. Antes había un 90% de probabilidades de que se convirtiera en la próxima Santa, pero ahora, incluso ese otro 10% estaba asegurado.

Zich le preguntó a Lubella: —¿Vas a seguir ayudando a los débiles?

—Por supuesto. Como seguidora de Karuna, es un deber que se espera de mí. Pero de ahora en adelante, no caeré en mis prejuicios y pensaré que los débiles tienen razón y que los fuertes están equivocados. Aprendí esta lección de la manera más difícil.

—Si piensas así entonces valió la pena haberte ayudado.

—Sí. He aprendido mucho gracias a tu ayuda. También es gracias a Grotim que planeó todo esto, aunque no siento una pizca de gratitud hacia él.

—¿Que sucedió con él?

—Grotim fue llevado a la capital del reino. No podrá mantener su vida, pero probablemente será torturado de varias formas para que podamos sacarle información.

Weig respondió: —Bien por él.

Zich rezó para que el futuro de Grotim solo estuviera lleno de dolor y desesperación, y se rió por dentro.

—También he dominado el círculo mágico que el Sr. Zich me ha enseñado. A partir de ahora, podremos responder a los horribles rituales de Bellid con mayor facilidad.

—Me alegra haber sido de ayuda.

—¿Estás realmente seguro de que no quieres recibir una recompensa por ello?

—He recibido suficiente.

Zich ya había recibido una gran cantidad de dinero como recompensa, pero Lubella no parecía satisfecha con eso.

—No es nada comparado con lo que hiciste. No, incluso el precio de este círculo mágico debería ser cientos de veces mayor que la cantidad que te dimos.

—No estoy tan interesado en el dinero.

Si se lo proponía, Zich podría amasar una fortuna, por lo que solo necesitaba el dinero suficiente para sus viajes inmediatos.

—Entonces, no se puede evitar. Por favor, dime si alguna vez necesita mi ayuda. Te ayudaré lo mejor que pueda.

—Te lo agradezco.

Zich expresó a la ligera su agradecimiento.

—Pero por cierto … ¿realmente no sabes quién inventó este círculo mágico?

La persona que inventó este ridículo círculo mágico realmente podría ayudar a los Karuwimans en su lucha contra las Bellids.

Zich negó con la cabeza.

—También me enteré de este círculo mágico por coincidencia. No sé quién es el inventor.

—Es una lástima.

Lubella dejó escapar un suave suspiro.

‘Bueno, es una mentira a medias.’

Era cierto que Zich se enteró del círculo mágico por coincidencia. Sin embargo, sabía quién lo había inventado, pero de todas las personas posibles Lubella era la menos indicada para saber esa información.

‘Este círculo mágico, eres tú quien lo inventó.’

Zich miró a Lubella mientras ella expresaba descaradamente su decepción y lástima.

Incluso Zich, a quien no le importaba cómo lo miraban los demás, no podía decirle a Lubella esto: “En el futuro, harás este círculo mágico de aspecto ridículo para luchar contra los Bellid.”

—Pero no importa cuántas veces lo piense, es asombroso cómo esas extrañas imágenes pueden tener un efecto.

‘Tú eres quien pensó en esas extrañas imágenes…’

—Bueno, incluso Lady Lubella tuvo sus dudas al principio. Por supuesto, cuando Grotim estaba tratando de hacernos creer que esas imágenes estaban surtiendo efecto, la engañaron.

Lubella enrojeció al recordarlo.

—Ah, ahora que lo mencionas, ¿no te dije que los círculos mágicos eran falsos y que no había necesidad de que te sintieras mal por dudarlo? Me retracto de mi palabra. Puedes sentirte mal por eso.

—De verdad eres un mentiroso.

Lubella estaba atónita por lo sinvergüenza que era Zich,

—Entonces, deberías tener más cuidado a partir de ahora. También hay gente como yo en este mundo.

—No creo que haya muchas personas como tú.

Zich era una figura verdaderamente única.

—¡Fufufu! Supongo que Lady Lubella tiene un nuevo amigo.

Weig se llenó de alegría al ver a Lubella, a quien cuidaba como su nieta, conversar animadamente con otra persona. Luego le preguntó a Zich,

—Mi oferta sigue en pie. Sr. Zich, si cambia de opinión, Karuwiman siempre le dará la bienvenida.

—¿Una oferta?

Lubella sintió curiosidad por las palabras de Weig.

—Le pregunté si quería convertirse en un Caballero Sagrado de Karuwiman. Ha hecho mucho por nuestra causa y sus habilidades son mucho mayores que las de su rango de edad. Además, ayudó a Lady Lubella por el único motivo de hacer un acto amable. Si su fe por Karuna es profunda, creo que es más que apto para ser un Caballero Sagrado.

¡Un Caballero Sagrado de Karuwiman! Hans pensó que era absurdo. Hans no podía creer que Weig se ofreciera a permitir que Zich, quien era lo más cercano a un cabrón, se convirtiera en un noble Caballero Sagrado. Sin embargo, parecía que solo Hans pensaba esto, Lubella se animó con la noticia.

—¡Es una gran idea! ¿Qué le parece, Sr. Zich? Puedes servir a Karuna con nosotros.

Ella miró a Zich con ojos llenos de expectativas, pero Zich evadió su mirada y negó con la cabeza.

—Le agradezco tu oferta, pero no tengo ninguna intención de convertirme en un Caballero Sagrado.

‘¿Creen que estoy loco? ¿Lo suficientemente loco como para ser un Caballero Sagrado?’

Incluso si la relación de Zich con los Karuwiman era mucho mejor que antes de su regresión, esto era otro asunto. ¿Cómo podría Zich lanzarse a una guerra en nombre de Karuna y usar la armadura blanca por la que los Karuwimans eran conocidos?

‘Ugh, solo pensar eso me da vergüenza.’

Caminar por el camino del Señor Demonio por segunda vez era preferible a eso.

—Ah, que lástima.

Lubella bajó la cabeza; parecía decepcionada por la noticia. La expresión de decepción de Lubella podría haber sacudido el corazón de la mayoría de los hombres haciéndolos reconsiderar la oferta, pero Zich se mantuvo firme. No tenía intenciones de convertirse en un Caballero Sagrado de Karuwiman.

—Entonces, ¿qué hay de convertirse en un Caballero Sagrado Honorario? Es un puesto que le damos a personas que no necesariamente sirven a Karuna pero que nos han brindado mucha ayuda-

—No gracias.

Su respuesta fue inmediata de nuevo.

—Entonces, no se puede evitar. Pero si cambias de opinión, búscame. Karuwiman siempre te dará la bienvenida.

—Entendido.

Zich pensó que nunca se uniría a Karuwiman.

—Nos salimos del tema. Sr. Zich, dijo que encontró su vocación, ¿verdad?

—Ah, sobre eso.

Zich se encogió de hombros con orgullo; parecía que estaba satisfecho con la respuesta que encontró.

—Como sabe Lady Lubella, mi objetivo es vivir una vida amable. Sin embargo, no sabía cómo hacer eso o siquiera lo que era un acto amable. Pero siento que en estos días le he agarrado la onda.

—Sí, esa fue la primera pregunta que me hiciste.

—Pero a través de este incidente, me di cuenta de una forma de vivir una vida amable que se adapta perfectamente a mis gustos y habilidades.

—¿De que se trata?

Zich sonrió. Su sonrisa se parecía a la de un hombre sabio que encontró la iluminación; incluso había un poco de santidad mezclada con su sonrisa.

—Es ir por el mundo dándole una paliza a los malos para luego matarlos.

—¿Qué?

Lubella soltó esa pregunta por instinto.