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El señor demonio regresado es amable: Capítulo 30

—Está bien, ya le advertí.

 

Zich miró a su alrededor. Criaturas y monstruos no muertos se estaban acercando a ellos. Tenía que permanecer en su lugar mientras protegía a Lubella.

 

—Bueno, eso lo vuelve más fácil.

 

Zich se movió tan rápido como el viento.

 

¡Choque! ¡Corte! ¡Choque! ¡Corte!

 

Zich evitó los ataques que venían hacia él, bloqueó además los ataques que venían hacia Lubella y retorció su espada entre las criaturas no muertas y los monstruos para matarlos. Zich lanzó una serie de ataques sin detenerse, pero los únicos que cayeron fueron los muertos vivientes y los monstruos.

 

Por otro lado, era importante considerar que la eficiencia de Zich en la batalla se encontraba reducida a la mitad ya que también tenía que proteger a Lubella. A simple vista, parecía que Grotim tenía una ventaja. Sin embargo, el rostro de Zich seguía tranquilo y pacífico mientras que el rostro de Grotim comenzaba a verse cada vez más feo.

 

—¡Entonces que vas a hacer! ¡Si no acabas conmigo rápidamente, la ‘Maquina asesina’, Belri Weig, vendrá y acabara contigo!

 

—¡Cállate!

 

—Te lo advierto desde la bondad de mi corazón. Si no huyes en este momento, podrías tener serios problemas.

 

—¡Te dije que te callaras!

 

Grotim comenzó a responder muy alterado. Su nerviosismo y miedo comenzaron a tragarlo gradualmente.

 

—Supongo que no se puede evitar.

 

Grotim endureció su corazón y sacó algo de sus bolsillos. Era el libro llamado “Llave”. La página que Zich había rasgado estaba arreglada y ahora parecía nueva. Tan pronto como Grotim abrió el libro, un aura siniestra surgió a la deriva.

 

¡Chillido! ¡Chillido! ¡Chillido!

 

Los gritos resonaron por todo el espacio. Sonaban como una combinación de gritos de personas torturadas, el sonido de uñas raspando una pizarra y fantasmas gritando maldiciones en el aire.

 

¡Kwaaaaaa!

 

¡Gurgg! ¡Gurgg!

 

¡Tatatatatak!

 

Los monstruos y los no-muertos también comenzaron a gritar en voz alta. Como si se estuvieran animando por los sonidos que salían del libro, era una escena aterradora para la vista.

 

—¡Está bien, lo admito! ¡Eres un bastardo molesto! ¡Incluso más que esos bastardos Karuwiman! ¡No puedo creer que me esté distrayendo tanto un tipo que acaba de aparecer de la nada!

 

—¿Qué? ¿No me estás alagando demasiado?

 

Era muy raro que un Bellid odiara a alguien más que a un Karuwiman.

 

—Di lo que se te de la puta gana. ¡En poco tiempo no podrás usar tu boca!

 

Grotim levantó su libro. Como si el libro tuviera su propia voluntad, las páginas del libro comenzaron a darse vuelta por sí mismas.

 

—¿Vas a usar eso? Si usas el poder de la Llave, ¿no se retrasará el ritual?

 

—¡Un poco! ¡Un poquito! ¡No importará si lo uso una sola vez para matarte!

—¿Puedes siquiera usarlo apropiadamente? El alcalde que también usaste como “Llave” murió en mis manos. ¿No son muy limitados los poderes que puedes controlar?

 

—¡No necesito mucho poder para matarte!

 

—¿Qué pasa con Lubella? Nuestra preciosa Lubella podría ser barrida por tu ataque.

 

—Bueno, no se puede evitar.

 

A medida que la situación empeoraba para él, Grotim empezó a medio darse por vencido con Lubella. Zich chasqueó la lengua.

 

—Que triste. Pensaba seguir usando a Lubella como escudo en dado caso de que él no pudiera renunciar a ella.

 

—¡Por favor ten esos pensamientos en tu mente para que no los escuche!

 

Lubella también parecía estar harta de las payasadas de Zich así que le gritó.

 

¡Estruendo!

 

Una columna de agua se elevó del lago. Era lo suficientemente grande como para tragar varios edificios con facilidad. Como si fuera una serpiente gigante, comenzó a torcer su cuerpo; luego su cabeza comenzó a dirigirse hacia Zich y Lubella.

 

Los muertos vivientes y los monstruos comenzaron a imponerse sobre Zich y Lubella. Sin preocuparse por ninguna de sus lesiones, se empujaron sin cooperación ni conexión. Todo el propósito era evitar que Zich y Lubella escaparan.

 

—¿Debería también quedarme quieta incluso en esta situación?

 

Aunque la situación era muy peligrosa, Lubella mantuvo la calma. Estaba segura de que Zich no la dejaría sola y huiría.

 

—Sí, justo como dices. Sin embargo, prepárate para usar tu magia curativa.

 

—No te preocupes. Esa es mi especialidad.

 

El estilo de espada de Zich cambió. Antes, su estilo de espada era defensivo y se enfocaba en la interceptación, pero ahora su estilo de espada era rudo, agresivo y enfocado en cortar a tantos enemigos como pudiera.

 

¡Corte! ¡Golpe!

 

El estilo de espada amenazante de Zich destruyó todo lo que estaba a su alcance. La pared, formada por criaturas y monstruos no muertos, comenzó a aflojarse y desmoronarse a la vez. Sin embargo, su nuevo estilo de espada tenía algunos inconvenientes ya que sacrificó su defensa por la ofensiva.

 

Algunos ataques atravesaron la defensa de Zich e hirieron su cuerpo. Aunque Zich se movia para evitar heridas fatales, recibió un par de golpes bastante graves. Sin embargo, concentró la mayor parte de su defensa en bloquear todos los ataques hacia Lubella, por lo que ella no recibió un solo golpe. Además, cualquiera que haya herido el cuerpo de Zich murió tan pronto como hizo contacto.

 

—¡Te curare!

 

Todas las heridas de Zich desaparecieron en un segundo. Incluso el veneno de su cuerpo se había ido. Los poderes sagrados de Lubella eran extremadamente impresionantes. Con el apoyo de Lubella, Zich pudo hacer retroceder a los no muertos y a los monstruos con cierto éxito.

 

Grotim empezó a dispararles con la columna de agua.

 

—¡Muereee!

 

¡Boom!

 

La formidable presión del agua se elevó sobre la tierra y se acercó más como si planeara aplastarlo todo. Zich lo miró fijamente y lo vio bajar.

 

¡Corte!

 

Zich reajustó su postura en el pequeño espacio que había hecho para separarlo a él y a Lubella de las criaturas y monstruos no muertos. Retiró su espada y tensó todos sus músculos.

 

La espada vibraba mientras el mana comenzaba a rodearla como un remolino. Los ojos de Zich se volvieron más agudos.

 

Una columna de agua salió disparada y golpeó donde estaba Zich. En la dirección opuesta, Zich atravesó lentamente el aire hacia donde se dirigía la columna.

 

¡Estallido!

 

Con ese sonido claro, el espacio se distorsionó y las fuerzas intangibles salieron disparadas. Zich continuó disparando ataques de espacio perforante en la columna de agua. Pronto, los disparos se tragaron la columna.

 

El suelo retumbó. La presión con la que la columna de agua golpeó el suelo fue lo suficientemente grande como para barrer a los muertos vivientes y los monstruos al instante.

 

—¡Huff!

 

Grotim respiró pesadamente. Mientras fruncía el ceño, miró hacia la Llave.

 

‘¡Maldita sea! ¡Como era de esperar, consume demasiada energía!’

 

Como dijo Zich, perder al alcalde había sido crítico.

 

—Pero aún así,con esto …

 

Parecía que el maldito Zich había hecho algo, pero Grotim pensó que todo era inútil.

 

‘Pero si ese tipo intentó salvar a Lubella, esa chica aún podría estar viva.’

 

Si ese fuera el caso, su victoria era clara.

 

‘Si encuentro a la candidata a Santa y hago que Belri Weig se mezcle en el ritual y lo mato, mi posición en la Iglesia será más firme que la de cualquier otra persona.’

 

El solo pensamiento de su dulce futuro lo alegraba. Pero era demasiado pronto para celebrar.

 

—¿Esto es todo? Parece que no importa lo que pase, siguen siendo solo adoradores de una cabeza de pez.

 

Grotim escuchó una voz grosera y molesta, y sus ojos se agrandaron como si fueran a salirse.

 

—¿C-cómo?

 

Después del colapso de la columna de agua, toda el área se inundó. Los restos de monstruos y muertos vivientes que habían sido arrastrados por el desastre flotaban por todas partes como bloques de madera. Sin embargo, sus objetivos, Zich y Lubella, estaban completamente bien.

 

Estaban empapados del agua, pero eso era todo. No parecían heridos ni tenían un solo rasguño en el cuerpo.

 

—¡Mis poderes deberían haberte tragado!

 

—Ah, ¿eso?

 

Zich dejó de exprimir el agua de su ropa para responder.

 

—Un ataque que usa masa y presión de agua no es malo. Pero no importa cuán grande sea la columna de agua, la superficie con la que entramos en contacto no es mucha. Si perforamos el área y disminuimos la presión del agua, todo lo que nos golpea es una cascada que cae un poco más alto de lo habitual.

 

Zich volvió la cabeza.

 

—Pero bueno, aquí hay alguien a la que no le gusta mucho la idea.

 

Lubella estornudó mientras parecía un ratón empapado en agua. Parecía alguien que acababa de salvarse de ahogarse.

 

—¿Estás bien?

 

—No me siento muy bien. Esta agua subterránea apesta al olor de Bellu.

 

—Ah, es una lástima.— Zich expresó su pesar.

 

—¡No me hagas reír! Había mucho poder en mi ataque. ¿Cómo pudiste dispersarlo tan fácilmente?

 

—Pobre de ti, no sabes nada.—dijo Zich mientras chasqueaba la lengua—Se llaman habilidades que lo hacen posible, idiota.

 

Era además la habilidad que el Señor Demonio había aprendido en una época de caos.

 

—Está bien, entonces, ¿qué vas a hacer ahora? Debido a tu gran poder, todos tus subordinados fueron destruidos.

 

—No te creas la gran cosa solo por bloquear un ataque masivo. ¡El poder de la Llave no se trata solo de—!

 

—Ah, suficiente.—Zich cortó las palabras de Grotim—Estás acabado

 

—¡Qué tonterías…!

 

¡Choque!

 

Se escuchó el sonido de una explosión, pero a diferencia de antes, estaba muy cerca. Como un molino de viento oxidado, Grotim volvió lentamente la cabeza.

 

Estaba allí, frente a las paredes de la mansión del alcalde, donde se habían acumulado los escombros húmedos. Su habitual cabello blanco y ordenado estaba hecho un desastre, y su cuerpo estaba manchado con todo tipo de fragmentos de sangre, carne y huesos. Su mirada helada le hacía parecer el ángel de la muerte del más allá. No, para Grotim, él era el ángel de la muerte. El mejor guerrero de Karuwiman había llegado.

 

—Te lo dije. Si calculas mal el tiempo para retirarte, podrías tener un problema serio—alardeó Zich.

 

Lubella estaba feliz de ver a Weig.

 

—¡Sir Weig!

 

—¿Se encuentra bien, Lady Lubella?

 

Los ojos de Weig se suavizaron de inmediato como si estuviera hablando con su nieta. Lubella sintió que no podía controlar sus emociones. Después de la partida de Weig, Lubella había crecido interiormente al experimentar tantas dificultades, pero frente a Weig, le resultó difícil contener las lágrimas.

 

Las lágrimas cayeron de sus ojos y Weig sintió que su último pedazo de paciencia se desvanecía cuando vio a Lubella llorar. La cuidaba como a su propia nieta.

 

—¡Tú, bastardooooo!

 

El grito de Weig resonó por toda la zona. Estaba lleno de tanta rabia que incluso Lubella se estremeció, y Grotim se tambaleó hacia atrás después de recibir la ira de frente

.

‘Vaya, qué jodidamente aterrador’—pensó Zich dentro de su mente. Así de furioso estaba Weig.

 

—¡B-Belri Weig!

 

Grotim había hablado sin cesar de que su ejército era más que suficiente para luchar contra Weig o que podía mezclar a Weig en el ritual, pero ahora estaba pálido.

 

—¿Eres el hijo de puta de Bellid?—Duras palabras salieron de la boca de Weig—¿Un pedazo de basura que sirve a una maldita cosa como Bellu trata de ofrecer una ciudad entera como sacrificio? ¡E incluso molestas a Lubella! ¡Maldito viejo!

 

Como si estuviera enojado por los insultos dirigidos a Bellu, Grotim hizo todo lo posible por mantenerse firme.

 

—Incluso si eres el ‘Asesino de Bellids’, ¿crees que puedes vencerme, a mi, quién tiene la Llave?

 

‘Vaya, antes de que se ganara el apodo de “Máquina de matar de las Planicies de Tasnia”, su apodo era “el Asesino de Bellids”.

 

Era impresionante cómo un Caballero Sagrado podía seguir ganando apodos sangrientos como ese; era un talento.

 

¡Estallido! ¡Estallido! ¡Estallido! ¡Estallido!

 

Esta vez, cuatro columnas de agua se dispararon desde el estanque. Cada uno de ellas era tres veces más grande que la anterior. Lubella se tapó la boca mientras presenciaba el poder que llevaban mientras las columnas se movían.

 

—¡Muereee!

 

Como si estuviera en un ataque de pasión, gritó Grotim, y la columna de agua se dirigió hacia donde estaba Weig. Como si Grotim intentara atrapar a Weig, cada una de las columnas giraba en diferentes direcciones. Pero Weig no escapó.

 

—¡Ha!

 

Weig resopló y levantó su espada con el símbolo de Karuwiman inscrito en su cuerpo, y la balanceó.

 

¡Golpe!

 

Pronto, las columnas de agua que se habían acercado a Weig estallaron. Debido a lo rápido que habían llegado a Weig, corrientes de agua revoloteaban por todas partes. Era como si la lluvia cayera del cielo seco.

 

Grotim lo miró con absoluta sorpresa cuando Weig preguntó: “¿Eso es todo?”

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Anonimo
Anonimo
hace 3 años

Gracias por los caps

Brian
Brian
hace 3 años

Gracias por el capítulo valió la pena esperar. Pobre infeliz le toca enfrentar a un abuelo enfurecido por molestar a su nieta

Tr26
Tr26
hace 3 años

Gracias por el cap

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