[su_label type=”info”]Tibe: Muy bien, espero que poco a poco regresemos al ritmo que teniamos en un inicio. Cualquier duda, queja o sugerencia dejenla en los comentarios.[/su_label]
Lubella sintió como si el cielo se derrumbara sobre ella.
Casi se cae de la repentina pérdida de fuerza en sus piernas. Apenas podía mantener el equilibrio y no podía evitar que su cuerpo temblara.
—¿Por qué? ¿No se estaba debilitando la fuerza del ritual? ¿No estaba disminuyendo también el número de muertos vivientes?
—Ah, eso es porque manipulé el entorno para que pareciera que ocurría eso. Quería engañarlos para que pensaran que el ritual se estaba debilitando. ¿Que les pareció? ¿No hice un buen trabajo?
—¡L-lo controlaste!
—Sí, tuve el control todo el tiempo.
Grotim le guiñó un ojo a Lubella.
—Cuando el ritual terminé, podre controlar a los no-muertos sin límites. Pensé bastante en cómo podría convencerlos a ambos de que el ritual se estaba debilitando lentamente. En cierto modo, esta podría ser la obra maestra de mi vida. Al ver cómo ustedes dos han sido engañados tan a fondo, estoy más que encantado de lo bien que ha salido todo.
Grotim chasqueó los dedos.
¡Silbido! ¡Silbido!
Algo debajo del lago comenzó a salir a ráfagas. Pronto, criaturas y monstruos no muertos se esparcieron por todo el lugar y comenzaron a rodear a Zich y Lubella. Todos ellos eran poderosos monstruos y criaturas no-muertas de alto nivel. Lubella ni siquiera pudo reaccionar en debido a su estado de shock y vio impotente a las criaturas no muertas y los monstruos que la rodeaban a ella y a Zich. Su boca se movió, pero no salió ningún sonido.
—Como puedes ver, puedo convocar no muertos y monstruos sin problemas.
Las criaturas y monstruos no muertos comenzaron a avanzar más allá de las áreas circundantes, y Lubella gritó en estado de shock: —¿¡Atacaras a los ciudadanos …!?
—Ah, no tienes que preocuparte. No planeo hacer eso todavía. Solo los estoy enviando más lejos para expandir las áreas circundantes. Estoy siendo muy cauteloso porque ambos se escaparon de mí la última vez.
Grotim se rascó la barbilla.
—Pero si ustedes intentan resistir, podría sorprenderme tanto que mis secuaces se emocionen demasiado.
Tan pronto como dijo esto, escucharon gritos de personas sorprendidas al ver criaturas y monstruos no muertos. Sin embargo, parecía que Grotim les estaba diciendo la verdad. Por ahora, las criaturas y monstruos no muertos en realidad solo actuaban como guardias para rodearlos. Lubella exhaló un suspiro de alivio al ver que no había habido víctimas humanas hasta el momento; sin embargo, sabía que la situación podía cambiar en cualquier momento.
Al mirar a los numerosos monstruos y criaturas no muertas que la rodeaban, Lubella volvió a centrar su atención en Zich. Mientras sostenía su espada, Zich estaba en guardia.
—¿Qué pasó?
—¿Qué quieres decir?
—¡Me dijiste que lo que hicimos debilitaría con éxito el ritual!
—Ah, creo que puedo responder a esa pregunta—Grotim intervino y comenzó a hablar: —Según mi investigación, parece que trataste de interrumpir el ritual haciendo dibujos extraños en las estatuas. Pensaste que la fuerza vital incrustada en la estatua iba directamente bajo el agua y la estatua central lo controlaba todo. Ese hombre a tu lado soltó una tontería de que el ritual podría revertirse. ¡Pero como fiel seguidor del gran Bellu, puedo asegurarles que no hay forma de detener el ritual!
Las palabras de Grotim destrozaron por completo las esperanzas de Lubella.
—Además, ¿también dijo que sabía cómo devolver la fuerza vital de las personas a sus cuerpos originales? Como Karuwiman, deberías haber sabido que es imposible. No puedo creer que hayas creído en las ridículas palabras de ese hombre.
Según Grotim, era imposible curar al hermano menor de Timmy. Lubella se desanimó al pensar en el cuerpo esquelético del niño.
—Cuando vi por primera vez esos ridículos dibujos en las estatuas, me reí mucho. ¿Pensaste seriamente que esos dibujos podrían ser un círculo mágico? Eres demasiado ingenuo. ¿O te aferraste desesperadamente a la única solución frente a ti mientras te alejabas de la realidad? Si eso es lo que pasó, te compadezco muchísimo. Bueno, supongo que incluso si sonara como una broma, debiste haber querido creer en las palabras de ese hombre.
Grotim le dio a Zich una mirada de total tranquilidad por su victoria. Por otro lado, Zich no le respondió en absoluto.
—Entonces, ¿estás diciendo que puedes llevar a cabo el ritual ahora mismo?
—Sí. Todo está listo.
—¿¡Entonces por qué perdiste tu tiempo, engañándonos haciéndonos pensar que estábamos interrumpiendo con éxito el ritual!?
—Por ti, Aine Lubella.
—¿Por mí?
—La Candidata a Santa de Karuwiman. Eres un satisfactorio, no, un botín extraordinario de este plan maestro. ¿Cómo puedo quedarme quieto cuando tengo frente a mí una posesión tan preciada? Tengo que tenerte a nuestras ordenes.
Grotim se cruzó de brazos.
—Cuando llegaste por primera vez a la mansión del alcalde, en realidad estaba muy feliz. Pensé que la voluntad de Bellu me agradaba. Pero como se esperaba de un vil seguidor del dios Karuna, lograste escapar de mis manos.
Por primera vez, su voz expresó un claro disgusto.
—Cuando intenté capturarte por primera vez, fracasé por culpa de los Caballeros Sagrados. La segunda vez, fallé porque ese mocoso a tu lado dañó la Llave. Honestamente, cuando ese hombre a tu lado dijo que escaparía justo en frente de mí, sentí que toda la energía de mi cuerpo se iba porque pensé que nunca tendría otra oportunidad de atraparte de nuevo. Pero luego, dijo algo muy gracioso después.
En ese momento, las palabras de Zich le habían sonado muy tontas a Grotim, pero volvieron a hacer que se sintiera esperanzado.
—Dijo que sabía cómo interrumpir el ritual y que volverías para destruir la estatua principal.
Cuando Zich dijo esto, la cabeza de Grotim se llenó de esperanza de nuevo al pensar que tenía otra oportunidad de capturar a Lubella.
—Lo planeé para que ambos pensaran que estaban bloqueando con éxito el ritual y aparecieran frente a mí de nuevo. ¿No fue extraño? ¿No fue extraño encontrar las estatuas tan fácilmente cuando ninguno de los dos tenía idea de dónde estaban?
Lubella también pensó que era extraño. Había sofocado sus sospechas al pensar que se debía a lo grandiosas que eran las habilidades de Zich. Pero pensando en ello, encontraron las estatuas demasiado rápido en tan poco tiempo sin tener ni idea de su ubicación.
—Para que pudieras encontrar las estatuas fácilmente, empleé a muchos soldados para protegerlas. Sin saber que te estaba engañando, hiciste un buen trabajo cayendo en mi trampa.
—Entonces no tenías planes para detenernos en primer lugar.
—Incluso si hubiera ordenado a mis soldados que te capturaran, no habrían podido encontrarte de todos modos. ¿Y por qué tendría que hacer algo tan inútil cuando ustedes dos aparecerán frente a mí a la hora que quiero que hagan? Es por eso que incluso publiqué a propósito un dibujo descuidado de ese hombre para que ustedes dos pudieran moverse más fácilmente.
Era como si hubieran estado jugando en la palma de sus manos todo el tiempo.
—Pero no te decepciones demasiado. Gracias a ti, no utilicé el ritual de inmediato y pudiste prolongar la vida de los ciudadanos de Porti por unos días más. Con esto, has hecho tu parte.
—¿Qué hubiera pasado si no hubiéramos venido a ti?
—Entonces no habría podido haberlo evitado. Habría comenzado el ritual a pesar de que podrías ser arrastrada hacia él. Además, estábamos en una crisis de tiempo. Tenemos que terminar todo antes de que el Reino o Karuwiman comiencen a interferir con nuestros planes.
Grotim hizo una gran sonrisa después de que terminó de hablar.
—¿Satisfice tu curiosidad? Quería que volvieras aquí porque estoy a punto de ejecutar el ritual. No puedo dejar que el ritual te arrastre después de todo el trabajo que hice.
—Por eso destruiste el edificio, porque ya no importa si te atrapan.
—Sí. De todos modos, no importa, todos en Porti pronto se convertirán en nuestros fieles soldados. No tenemos que seguir ocultándolo.
Lubella cerró los ojos por un momento. Todo tipo de emociones y arrepentimientos se agitaron en su mente. Sin embargo, cuando volvió a abrir los ojos, Grotim quedó impresionado por la expresión de sus ojos.
—Tal y como se esperaba de una candidata a Santa de Karuwiman ¿eh? Te calmaste en un corto periodo de tiempo.
—Es gracias a todas las sorpresas que planeaste para mí. Gracias a ti, creo que pude aprovechar al máximo mis experiencias, que era el propósito de este viaje.
—No importa cuántas experiencias obtengan, hay muchas personas que nunca crecen mental o físicamente. Sin duda, podrías haber sido la próxima santa. Realmente es mucho mejor para nosotros. Todo tu trabajo no ha tenido sentido.
—Nunca se sabe hasta el final.—Lubella sacó su bastón.
Grotim la miró con burla.
—Bueno, saludo tu valentía. Los amenacé con la vida de los ciudadanos hace un momento, pero no los voy a tomar como rehenes. De todos modos, todos serán talentos para nuestro ejército. Pero puedes hacer tu mejor esfuerzo.
Grotim chasqueó los dedos por segunda vez.
Las criaturas y monstruos no muertos comenzaron a moverse al unísono hacia Lubella y Zich. Su fuerza combinada era alarmante, y Lubella se encontró dando un paso atrás a pesar de su firme resolución.
—Señor. Zich.
—Sí.
Zich no había dicho una sola palabra desde su primer encuentro con Grotim. Lubella pensó que era porque Zich se sentía culpable por causarles más peligro sin querer. Sin embargo, Lubella no culpaba a Zich en absoluto. Aunque probablemente tendría que enfrentar un dolor horrible después de ser capturada, quería decirle esto a Zich: —No te culpo en absoluto.
Incluso en esta peligrosa situación, le sonrió a Zich.
—De hecho, te estoy agradecida. Aunque los resultados terminaron siendo así, no cambia el hecho de que seguiste tratando de ayudarme. No, si no estuvieras aquí, mi vida podría haber terminado en ese callejón sucio donde me encontraste.
—Qué vista tan conmovedora.
Grotim se burló de las palabras de Lubella, pero Lubella lo ignoró por completo.
—Aunque fue un poco torpe, ahora sé con certeza que realmente te esforzaste por llevar una vida amable. Ese sueño tuyo es realmente algo valioso y precioso. Va a ser muy difícil, pero haz todo lo posible por escapar. Haré mi mejor esfuerzo por detenerlos. Solo recuerda que aunque otras personas se rieron de tus esfuerzos y sueños, yo siempre te animé.
—Oye, oye. No hay forma de que lo deje ir. No intentes cuidarlo así. Es demasiado bueno para alguien como él.
Después de burlarse de Lubella, Grotim volvió a centrar su atención en Zich.
—Y también debes asumir la responsabilidad. Seguiste dándole falsas esperanzas a esta mujer y la hiciste girar aquí y allá. Asume la responsabilidad poniendo tu vida en juego. Si eres hombre, deberías hacer al menos eso. Incluso si no sabías nada …
—¿Qué es lo que no sabía?
Zich finalmente abrió la boca. Grotim se sorprendio. La voz de Zich era demasiado tranquila a pesar de la situación en la que se encontraban.
‘¿Acaso este mocoso no conoce la situación en la que se encuentra?’
Podría ser verdad; después de todo, él fue quien dibujó esos extraños y feos dibujos como un círculo mágico en esas estatuas. En primer lugar, podría no ser siquiera una persona cuerda.
—Esos dibujos raros que hiciste en las estatuas, no sé de dónde sacaste una idea tan extraña de que esas cosas funcionarían, pero todos tus esfuerzos fueron inútiles. En lugar de resolver el problema, todo lo que hicieron fue jugar directamente en mi mano y ser acorralados.
—Ah, ¿eso?
La voz de Zich seguía tranquila. Y como si no fuera nada, lanzó la bomba.
—Ya sabía todo eso.
—¿A que te refieres?
—Sabía que estabas tratando de atraer a Lubell haciendonos llegar a las estatuas.
—¡!
—¡!
Grotim y Lubella estaban en lados opuestos en todos los aspectos posibles, pero en este momento, estaban unidos en su conmoción. Miraron a Zich con los ojos muy abiertos. La conmoción de Grotim pareció haber afectado a las criaturas y monstruos no muertos porque también se detuvieron.
—Suspiro. No tengo tiempo para tus tonterías. Si eso es cierto, ¿por qué me trajiste a Lubella?
—Obviamente, fue para acabar contigo.
Zich hizo girar sus espadas para hacer su punto, y Grotim se burló de sus palabras.
—¿Y cómo haras eso? ¿Crees seriamente que tienes alguna posibilidad de victoria en esta situación?
Criaturas y monstruos no muertos los rodeaban. Aunque Zich era hábil, parecía imposible escapar.
—Sería imposible con solo nosotros dos.
Era molesto admitirlo, pero era cierto. Si Zich estuviese de vuelta en sus días de Señor de los Demonios, podría haber destruido a todas las criaturas y monstruos no muertos en una fracción de segundo, pero era imposible hacerlo en su estado actual. Sin embargo, fue porque sabía todo esto que Zich hizo este plan de doble trampa.
—¿En serio pensaste que iba dibujando esos malditos círculos mágicos porque pensé que tendrían algún tipo de efecto en tu poder?
—¡!
—¡!
Los corazones de Grotim y Lubella recibieron otro golpe.
—¿Estuviste dibujando esos círculos mágicos aunque sabías que no habría ningún efecto?
—Sí.
—¿Con qué propósito?
Hasta ahora, Grotim pensaba que Zich y Lubella estaban jugando en la palma de su mano mientras los miraba desde arriba. Sin embargo, si Zich tenía razón, su sentimiento de superioridad habría sido una ilusión y sus situaciones cambiarían por completo.
Mientras Zich continuaba explicando con calma su versión de la historia, el ceño de Grotim comenzó a hacerse más profundo.
—En primer lugar, la razón por la que vinimos aquí es simple. Es para derrotar a un bastardo como tú.
—¿Derrotarme?
—Sí. No quería que escaparas y me dejaras atrás una sensación de incomodidad.
Además, Zich no quería desperdiciar la oportunidad de aplastar el espíritu y la esperanza de Grotim. Grotim guardó silencio, pero después de unos momentos, se echó a reír.
—¡Jajajajajajaja! ¿Para derrotarme? ¿No eres capaz de recordar lo que acaba de salir de tu boca? ¡Me dijiste con tu propia boca que sería imposible que ustedes dos me derrotaran! ¿Y ahora acabas de cambiar de opinión? ¡Jajajajaja!
Debido a lo mucho que se reía, Grotim se apretó el estómago y las lágrimas brotaron de sus ojos. Luego se secó las lágrimas y dijo: —Como era de esperar, no estás en tu sano juicio. Bien, digamos que todo va según tu plan. Entonces, ¿qué va a pasar ahora? ¿Vas a decir que mentiste acerca de lo imposible que era el que solo ustedes dos me derrotaran?
—No, eso no fue una mentira. Nosotros dos solos no tenemos ninguna posibilidad contra ti.
Zich se encogió de hombros y la sonrisa no abandonó su rostro.
—Como dije, si solo somos nosotros dos.
—¿Qué quieres decir? ¿Me estás diciendo que tienes apoyo o algo así? Lamento informarte, pero es demasiado tarde para que venga el Reino o los Karuwimans.
—Hay uno. Una persona de apoyo.
—¿Qué?
—Dijiste que estaba equivocado al pensar que podía interrumpir el ritual y anduve llevando a Lubella a todas partes. Pero eso no fue todo. Solo estuve tratando de ganar tiempo.
El rostro de Grotim, que había estado sonriendo hace un momento, se endureció.
—No te advertí que estaría destruyendo esas estatuas sin ninguna razón. Lo hice porque quería que pensaras que volveríamos contigo. Estaba tratando de obligarte a atrasar la fecha del ritual.
La voz de Zich era viva y su tono era alegre. Por el contrario, el rostro de Grotim comenzó a empeorar lentamente.
—Pensé que definitivamente aplazarías la fecha del ritual ya que querrías a Lubella, una ‘posesión preciada’. Debes habernos ayudado para que pudiéramos encontrarte lo antes posible. Bueno, fue un poco gracioso cómo te engañé para que pensaras que estábamos todos en la palma de tu mano.
—Señor Zich, entonces ¿estás diciendo que lo que hicimos antes e incluso esta situación fue todo de acuerdo con tu plan?
—Sí, eso es lo que estoy diciendo.
El rostro de Lubella no era tan diferente al de Grotim. No, su rostro parecía más sorprendido que el de él.
—También me engañaste.
—Es porque no sabía si eras buena actuando. ¿No eres mala mintiendo? Además, mi plan no se habría visto afectado si supieras o no acerca de este plan.
La respuesta segura y audaz de Zich dejó a Lubella sin habla.
—¿No me lo dijiste antes? Te disculpaste por dudar de mi conocimiento y luego te dije que no es necesario que te arrepientas.
—¿No fue solo modestia?
—No, no fue.
Preparada para la pelea de su vida, Lubella perdió todas sus fuerzas ante las palabras de Zich.
—¡N-no me hagas reír!
Grotim finalmente se dio cuenta de que lo habían engañado todo el tiempo, y su rostro estaba rojo brillante.
—¡Apoyo! ¡No hay forma de que tengan algo así! ¡Mira la situación ahora mismo! ¡No hay nadie más que ustedes dos! ¡Deja de decir mentiras descaradas!
—No miento.
—Entonces, ¿quien es ese apoyo del que estás hablando?
—Ah, ¿quieres saber?
Fue en ese momento.
¡BOOM!
Una explosión masiva estalló cerca de la mansión. Zich sonrió alegremente.
—¿Conoces a Belri Weig?
‘¿O lo conoces como la máquina asesina de Tasnia?’
supe que el apareceria cuando dijo que ellos no pueden pero sigue siendo epico
Gracias por el capitulo