El señor demonio regresado es amable: Capítulo 27

[su_label type=”info”]Tibe: Han pasado muchas cosas, pero no les quitaré mucho de su tiempo, tengo esa enfermedad que anda afectando a todo mundo, por ende no he tenido las energías para poder traducir capítulos, sin embargo no podía seguir dejándolos así, por eso traduje aunque sea este capítulo, en cuanto esté mejor o Absolute vuelva seguiremos con la programación habitual, pero por lo pronto tendremos capítulos sin fecha determinada, de ante mano una disculpa.[/su_label]

La mansión del alcalde era gigantesca y magnífica. Suficiente para confundirla con un palacio, era un lugar en el que un campesino ni siquiera podía soñar con entrar. ¿Pero a que se debía? De alguna manera, la mansión parecía más oscura y lúgubre que cualquier otro edificio gastado de la ciudad.

Zich y Lubella se detuvieron en el patio de la mansión. A diferencia de antes, se pavoneaban con confianza por el patio. No había nadie fuera de la mansión de quien tuvieran que esconderse.

—Es como una mansión fantasma.

—Una casa es un lugar donde vive gente. Si no hay nadie viviendo dentro, puede resultar bastante aterrador. Este lugar es luce de esta forma porque tiene mucho espacio sin usar, dando más espacio a la imaginación.

Toda la mansión estaba vacía. Tras el asesinato del alcalde, los guardias perdieron a su figura principal a proteger y fueron los primeros en irse. Luego, la familia del alcalde, que sintió un sentimiento ominoso de la residencia, se mudó a otro lugar. Incluso los sirvientes no querían quedarse, y así, la mansión que había sido la casa más elegante de toda la ciudad quedó vacía.

—El teniente de alcalde probablemente causó que esto sucediera ya que está usando la mansión del alcalde como el centro de su ritual.

—Supongo que no sería exagerado decir que esta mansión es un templo de Bellu.

—Sí. Probablemente cubrieron todas sus bases allí. Apuesto a que han preparado todo lo que tienen para nosotros.

—Esas son buenas noticias.

Como si estuviera tratando de imbuirse de confianza en sí misma, Lubella habló con gran entusiasmo. Zich sonrió.

—Incluso si disminuimos enormemente el poder de los Bellid siguen teniendo muchas fuerzas. Probablemente ya haya terminado de restaurar esa cosa llamada ‘Llave’. En circunstancias normales, nos hubiéramos retirado para llamar refuerzos, pero ya sabes, no tenemos mucho tiempo.

—Lo se.

—No se puede evitar que tengamos que solucionar este problema solo con nosotros dos. No será fácil. ¿Estás lista?

Lubella miró el bastón que sostenía. Era algo que había obtenido cuando fue elegida como candidata santa. Ella había jurado ese día que apostaría su vida por la luz y la justicia como alguien que lleva la fuerza y ​​el nombre de Karuna.

Lubella miró a Zich. Podía ver determinación en sus ojos.

—Estoy preparada—dijo Lubella.

—Ya veo, pero no te pongas demasiado nerviosa.

La determinación de Lubella le pareció demasiado a Zich así que le dio unos golpecitos en los hombros.

—Incluso si el teniente de alcalde tiene la ciudad bajo su control, si nuestra batalla crea una gran conmoción, las tropas militares irrumpirán. Entonces, si manejamos bien la situación, es posible que podamos hacer que se unan a nosotros. Al mismo tiempo nos liberará de nuestras acusaciones falsas. A menos que sean ciegos, no nos atacarán de inmediato si nos ven luchando contra los no muertos.

—Ah, existía esa posibilidad.

Incluso si Lubella había tomado una firme resolución, estaba nerviosa; pero al escuchar las palabras de Zich, aflojó los hombros.

‘Como se esperaba del Sr. Zich.’

Lubella creía completamente en Zich ahora. Ella lo admiraba por sus ideas.

—Entonces, vayamos adelante.

Con sus palabras como señal, los dos abrieron las puertas principales de la mansión y entraron.

*    *    *

Las puertas de la mansión ni siquiera estaban cerradas con algún tipo de sistema simple. Esto sugería que, en contraste con el aspecto exterior, el lugar estaba completamente deshabitado.

‘Como era de esperar, las predicciones del Sr. Zich fueron correctas.’

Y estaban seguros de que la gente de Bellid estaba conspirando dentro de la mansión.

—Vayamos a donde está la estatua del cabeza de pez.

—Yo te guiaré.

Lubella tomó la delantera. No necesitaban esconderse como la última vez por lo que llegaron a su destino en poco tiempo.

¡Clack!

Zich levantó su espada y abrió la puerta.

¡Whoosh!

En una habitación cubierta de oscuridad, un destello de luz se disparó como flechas. Con considerable fuerza y ​​velocidad, el destello de luz se dirigió al cuello de Zich. Aunque había tenido un gran impacto, falló.

—Eso me sorprendió—dijo Zich después de agachar levemente la cabeza y hacer un escape perfecto de la emboscada. A diferencia de lo que dijo, su tono era absolutamente tranquilo. Parecía que escupía sus palabras por costumbre más que por sorpresa.

Sin embargo, ese no fue el final de los ataques.

¡Wing! ¡Wing! ¡Wing!

Estallaron tres destellos de luz más.

Zich se apartó de la puerta.

—¡S-Señor Zich! ¿Está bien?

Lubella no pudo seguir el ritmo de los ataques repentinos y simplemente parpadeó, aferrándose rápidamente a Zich.

—Estoy bien. No soy tan fácilmente afectado por ataques tan simples.—respondió Zich con poca consideración y miró dentro de la habitación.—Pero dejando eso de lado, es extraño que no pudiera sentir los ataques.

—Ahora que lo menciona …

Las habilidades sensoriales de Zich eran increíbles por decir lo menos, se había beneficiado enormemente de ellas durante su vida. En primer lugar, que Zich pudiera encontrar a Lubella en el callejón fue debido a sus habilidades sensoriales.

‘¿Hay alguien que puede burlar las habilidades de detección del Sr. Zich?’

Lubella empezó a asustarse un poco.

¡Whoosh!

Las criaturas que atacaron a Zich desde el interior de la habitación se revelaron.

—¿Demonios de las Sombras?—Lubella dijo sus nombres en voz alta. Ahora podía entenderlo. Los Demonios de las Sombras eran monstruos llamados “Muerte salida de las sombras del infierno”. Con su sigilo, sin igual, estas criaturas se acercaban a sus víctimas sin hacer ruidos o dejar rastros para atacar. Teniendo esto en cuenta, podía entender cómo habían escapado de las habilidades sensoriales de Zich.

No, tenía que felicitar a Zich por sus reflejos que le permitieron escapar de los ataques de estas criaturas aun y cuando intentaron tenderle una emboscada. Sin embargo, incluso cuando se habían aclarado sus dudas, su confusión no se había resuelto. No, en realidad se había profundizado.

—¿C-cómo?

El hecho de que estos demonios de las sombras se encontraban en la habitación con la estatua de Bellu demostraba que Bellid los controlaba.

‘¿Pensé que el ritual había perdido algunos de sus poderes?’

Sin embargo, estas criaturas eran una prueba de que los poderes del ritual habían aumentado; ahora, parecía que los chicos de Bellid tenían la capacidad de convocar monstruos de nivel avanzado en lugar de solo no muertos.

Como monstruos especializados en el sigilo, los Demonios de las Sombras se abalanzaron sobre Zich sin hacer ruido. Uno de ellos saltó sobre Zich desde el frente mientras que los otros dos se deslizaron hacia las sombras. Siempre que Zich mostraba algún tipo de vulnerabilidad, se elevaban desde el suelo e intentaban acabar con su vida.

El Demonio de las Sombras que se acercó a él de frente levantó su guadaña, que tenía por manos. Su golpe fue fuerte y rápido.

Pero…

—¿Por qué me estás enfrentando de frente cuando tu punto fuerte es el asesinato?

¡Whoosh!

La espada de Zich fue mucho más rápido que él. En el momento en que la guadaña del Demonio de las Sombras lo alcanzó, la espada de Zich ya le había cortado la cabeza.

Los otros dos demonios de las sombras salieron de las sombras para atacar sus puntos débiles. Más bien, intentaron atacar.

—¡Ni lo intenten!

Incluso mientras recuperaba su espada, Zich no perdió el sentido del equilibrio. Levantó uno de sus pies y pisó la cabeza del Demonio de las Sombras que trató de salir de la sombra.

Los Demonios de las Sombras no se especializaban en durabilidad. Por lo tanto, sus cabezas crujieron como sandías a los pies de Zich que estaban llenos de maná. El último Demonio de las Sombras que intentó sacar su cuerpo completamente de las sombras tampoco tuvo éxito.

La espada de Zich volvió a volar en su dirección y el monstruo fue dividido en dos. Después de matar a los tres demonios, Zich escupió: —Bastardos, ¿contra quien creen que balancean sus sucias guadañas?

Habían manejado con éxito su peligro inmediato, pero la expresión de Lubella aún no se iluminó.

—¡Señor Zich! ¿Cómo pueden estar aquí Demonio de las Sombras?

La voz de Lubella estaba manchada con una sensación de peligro, pero para su frustración, Zich respondió con calma.

—Esos tipos Bellid deben haberlos convocado.

—¡¿Cómo?! ¡Su ritual debería haber perdido poder!

—Bueno, la respuesta es obvia: el ritual no perdió su poder.

—¡!

No fue Zich quien respondió. Lubella giró rápidamente su cuerpo para encontrar al dueño de la voz. Pero antes de que pudiera hacerlo, una vibración repentina se apoderó de ellos.

Todo el edificio se estremeció. Se sintió como un terremoto de gran magnitud. Cuando los marcos de los cuadros que colgaban de las paredes y las decoraciones se caían y se rompían en pedazos, Lubella soltó un grito. La pared se dividió en partes y Zich sostuvo a Lubella cuando estaba a punto de caer. Incluso con las vibraciones severas, Zich mantuvo el equilibrio.

—¿Q-qué ocurre?

—Parece que es la fuerza del ritual.

—¿El ritual?

‘Creí que el ritual se había debilitado gracias a nuestros esfuerzos. ¿No hicimos también que cambiara de fecha?’ Todo tipo de preguntas rondaban en la cabeza de Lubella.

—¿¡Cómo!?

—Salgamos de aquí primero. ¡Agárrate fuerte!

Zich envolvió su mano izquierda alrededor de la cintura de Lubella. Luego, con su espada, derribó la pared con gran fuerza. El maná ardió y una gran onda de choque explotó.

Las paredes de la mansión se rompieron fácilmente y Zich saltó por el agujero.

Aterrizaron en el jardín. Luego, Zich caminó un par de pasos más para aumentar su distancia de la mansión.

No mucho después de que escaparon, la mansión se derrumbó con un gran sonido. Fue un final triste y lamentable de una mansión que había sido el edificio más grande y elegante de la ciudad que había albergado al soberano de la ciudad: el alcalde.

En la parte superior del edificio derrumbándose, todos sus cimientos se hundieron. Casi parecía como si el suelo estuviera devorando la mansión con la boca bien abierta. Lubella se quedó mirando el agujero donde desaparecieron los restos del edificio. No podía entender todo lo que estaba sucediendo.

Lubella trataba de organizar el caos frente a ella cuando vio algo.

—¿La estatua de Bellu?

Flotaba arrogantemente sobre los terrenos en ruinas. Lubella pensó que la estatua se estaba burlando de ella y se sintió como un payaso, corriendo en busca de una falsa esperanza.

Algo brotó del suelo y salió disparado. Era agua, probablemente del agua subterránea que corría debajo de la mansión. El agua salio disparada hacia el cielo y cayó como lluvia en el agujero vacío convirtiendo el agujero en una fuente.

—¿No es hermoso?

Escuchó la voz de nuevo. Era la voz que había respondido la última vez a la pregunta de Lubella. Lubella volvió la cabeza.

—Teniente de alcalde.

—No me desagrada el título de teniente de alcalde, pero ¿no es hora de que me llames por mi nombre real? Mi nombre es Allid Grotim, Candidata a Santa de Karuwiman, Lubella

—¡No te he dado permiso para para que me llames por mi apellido!

—Entonces, ¿debería llamarte por tu nombre,Aine?

Lubella apretó los dientes. Pero Grotim no se sintió intimidado en absoluto, y sus pequeñas risas la agitaron. Lubella respiró hondo y calmó su mente. Este no era el momento de enojarse. Necesitaba descubrir toda la historia.

—Parece que fuiste tú quien destruyó la mansión y sacó el agua.

—Por supuesto, fui yo quien hizo eso. Es el comienzo del ritual de nuestro gran dios, Bellu.

—Mientes.

La garganta de Lubella se secó. Reprimió el sentimiento de inquietud que se alzaba dentro de su corazón y murmuró. Sin embargo, cuando respondió a Grotim, su voz áspera se quebró: —Los poderes de tu ritual se debilitaron. La fecha del ritual debería haberse pospuesto.

Grotim estalló en carcajadas. Era una risa burlona que parecía ridiculizar deliciosamente a un tonto que había sido engañado.

—Recibí informes de que ambos estaban trabajando diligentemente para evitar que el ritual ocurriera. Realmente admiro tu entereza y lamento darte una noticia decepcionante.

Contrario a lo que decia, Grotim no parecía arrepentido en absoluto. Parecía que le picaba la boca por contarles todo lo que sabía. Lubella quería taparse los oídos y no escucharlo. Pero ella no podía hacer eso así que las palabras de Grotim golpearon sus oídos sin piedad.

—Todo lo que hicieron fue inútil. ¡No obstruyó ni un poco a nuestro ritual!