Capítulo 3/7
Bien, con esto regreso a traducir y no les voy a mentir, me encanta este capítulo.
—¿Cómo vivir una vida amable?
—Sí
Lubella parpadeó. No esperaba que le hiciera una pregunta así. Incluso Weig miró a Zich con curiosidad. Zich hablaba muy en serio.
‘Incluso si quiero vivir una vida amable, no sé nada sobre ser amable. Cuando golpeo y destruyo cosas, no tengo que pensar en nada, así que es conveniente.’
Durante la mayor parte de su vida, Zich vivió como quería. Incluso si quisiera “vivir una vida amable”, no podría pensar en formas de lograr ese objetivo. Hasta ahora actuaba de acuerdo con las ideas aleatorias que surgían en su mente, pero no estaba seguro de si sus acciones estaban realmente en la línea de “vivir amable”.
‘Esta mujer podría al menos decirme por dónde puedo empezar.’
Antes de que Zich regresara, ella había sido una Santa. A pesar de que ella no era una Santa en este momento, ser seleccionada como candidata para el puesto de Santa de Karuwiman no era una tarea fácil. Desde muy joven, debía poseer la principal cualidad de la Santa, ser amable, una cualidad que Zich creía no era tan diferente de la estupidez.
—Hmm, sobre eso …
Lubella no supo responder. El vivir una vida amable… la pregunta era demasiado amplia para dar una respuesta completa.
—Antes de responder, ¿puede decirme por qué me hace esta pregunta?
—Alguien sugirió que debería intentar vivir una vida amable. Pero, solía vivir una vida bastante dura, por lo que es difícil para mí comprender qué debo hacer exactamente.
Zich confesó indirectamente que había vivido una mala vida. Sin embargo, Lubella lo elogió en lugar de reprenderlo.
—Eso es realmente impresionante. Debe haber sido un desafío intentar cambiar tu trayectoria en la vida.
Como característica de la gente amable, Lubella tendía a pensar positivamente en todo.
—Hay muchas formas de vivir una vida amable. ¿Hay algo en lo que seas bueno?
—Soy bueno destruyendo cosas.
—Y-Ya veo
Al ver cómo Lubella fue tomada por sorpresa, Weig se rió en voz baja. Podían percibir el carácter de Zich fácilmente con sus palabras..
—Entonces, ¿estoy en lo cierto al asumir que es competente en tareas que utilizan su fuerza física?
—Sí, puedes verlo de esa forma.
—Entonces, ¿qué hay de ayudar a las personas necesitadas?
—¿Personas necesitadas?
—Sí. Hay muchas formas diferentes de ser amable. Pero fundamentalmente, creo que un acto de amabilidad es un acto que le da felicidad a otra persona, sin importar cuán pequeña o grande sea.
—Un acto que le da felicidad a otra persona …
Era un área en la que Zich no tenía experiencia, no, mucha experiencia contrastante. Aunque Zich había hecho llorar a mucha gente lagrimas de sangre, nunca había hecho feliz a otra persona.
—Ya que dijo que es bueno en tareas que involucran fuerza física, ¿por qué no ayuda a la gente de esa manera?
—Entonces, ¿solo tengo que ayudar a las personas necesitadas?
—Sí. Si empieza a hacer eso, ¿no podría comprender lentamente el concepto de actos amables?
Zich asintió con la cabeza.
—Gracias por tu consejo.
—No, estoy feliz de poder ayudar a alguien que está tratando de cambiar su vida. Rezaré para que Karuna lo bendiga.
Recibir una bendición en nombre de Karuna envió escalofríos a la espalda de Zich. Sin embargo, no lo dejo ver en absoluto y recibió la bendición de Lubella mientras repetía constantemente en su mente que ya no era un enemigo de Karuwiman.
Zich bajó del carruaje y regresó a terreno llano.
—¿Por qué motivo subió allí, señor?
Con curiosidad en sus ojos, Hans miró a Zich. Parecía tener todavía mucho interés en Lubella.
—No mucho. Solo pregunté cómo puedo vivir una vida amable.
—¿Cómo vivir una vida amable, señor?
‘Espera, ¿esa loca declaración fue real?’
Hans definitivamente había escuchado a Zich decir eso antes de dejar Steelwall, pero era tan absurdo que Hans lo había borrado de su mente hacía mucho tiempo.
—¿Por qué estás tan sorprendido?
—¡No me sorprende, señor!
Aunque obviamente estaba mintiendo, Hans lo negó fervientemente. No podía decir que estaba sorprendido al ver como eso no encajaba en lo absoluto con Zich.
—¿Por qué, no encaja conmigo?
—P-Por supuesto que sí, señor.
La boca de Hans comenzó a secarse. Miró el rostro de Zich. Sin embargo, contrariamente a sus expectativas, el estado de ánimo de Zich parecía estar bien. Zich movió la leña y comenzó a tararear después de encender un fuego.
Hans se sintió aliviado de que probablemente Zich no lo golpeara; Hans, sintiendo que la atmósfera era cordial, le hizo otra pregunta a Zich.
—¿Qué le respondió Lady Lubella, señor?
—Me dijo que ayudara a las personas necesitadas. Después de que le dije que era bueno destruyendo cosas, ella me dijo que sería bueno para mí ayudar a la gente usando mi fuerza física.
—…
Encajaba perfectamente con alguien como Zich. A pesar de que Hans había pasado más años con el Zich que ni siquiera podía responderle a un sirviente y buscaba desesperadamente el amor de su padre, el reciente Zich había tenido un impacto tan significativo en Hans que solo podía recordar a Zich como era ahora … un dictador que trataba de resolver todos los problemas con el poder y la violencia.
‘Bueno, tal vez las cosas mejoren ahora que Sir Zich recibió el consejo de la dama santa, y realmente parece que quiere realizar actos amables.’
Pero incluso mientras pensaba esto, Hans no pudo evitar mirar a Zich con sospecha.
* * *
La santa de Karuwiman era el símbolo de la familia. Por esa razón, el proceso de ser santa era complicado y largo, y uno de los pasos era hacer lo que Lubella estaba haciendo en este momento como: viajar por el mundo y escuchar las opiniones y pensamientos de un grupo diverso de personas.
—Empecemos.
Una vez más, Lubella puso en marcha el carruaje después de escuchar, consolar y bendecir a un gran número de personas en un pueblo.
—¿Estás cansada?
—Sí, estoy un poco cansada.
Ante la pregunta de Weig, Lubella esbozó una sonrisa forzada. Sin embargo, como si estuviera sacando la última parte de su energía restante, levantó los dos puños.
—Pero como seguidora de Karuna, tengo que obedecer las enseñanzas de Karuna y siempre tratar de hacer lo mejor que puedo. Aunque no puedo hacer mucho por las personas, al menos puedo consolarlas. Mi cansancio es un asunto trivial.
—También tendrás una mayor probabilidad de ser seleccionada como Santa.
—Sir Weig.
Weig se rió del tono de reproche de Lubella.
—Fufufu, parece que a medida que envejezco, me vuelvo menos reflexivo.
—Deja de burlarte de mi.
—Me disculpo.
Weig bajó la cabeza con gran formalidad.
—Pero es cierto que tendrás más posibilidades de ser seleccionada.
—¡No estoy haciendo esto porque quiera convertirme en una santa!
—Y ese tipo de actitud te hace más apto para el papel de santa.
Lubella no podía vencer a Weig en una conversación ya que el hombre había pasado por todo tipo de adversidades y sabía cómo ser astuto. Lubella hizo un puchero y volvió la cabeza.
‘Ella es todavía muy joven.’
Sus emociones eran claramente visibles. No podía criticarla por ello, ya que había vivido dentro de una pequeña burbuja toda su vida. Por lo tanto, este viaje era necesario para que ella ganara experiencia y arreglara su actitud ingenua.
‘Pero en comparación con los otros candidatos, ella definitivamente encaja más en el papel de Santa.’
Incluso como candidata a santa, eso no significaba que todos fueran obedientes y amables como Lubella. Por ejemplo, hubo algunas personas que hicieron que Weig se preguntara cómo demonios pasaron la prueba. Comparada con ellos, Lubella era básicamente un ángel. Pero eso también tenía algunos defectos.
‘Ella no tiene tenacidad.’
—Una vez que termine este viaje, volverá a la Iglesia.
Weig dijo esto en voz alta para probar a Lubella. Hizo un chasquido en su lengua después de ver que la expresión de Lubella se oscurecía.
—Vuelvo a repetir esto, Lady Lubella, pero no basta con ser paciente y amable. Como seguidores de Karuwiman, no solo tenemos que consolar a las personas, sino que también debemos protegerlas. Por lo tanto, debemos tener un corazón fuerte.
—…Ya lo sé.
Lubella escuchó esto muchas veces antes y asintió con la cabeza para demostrar que lo entendía. Sin embargo, su voz era diminuta.
‘No es sencillo.’
Las habilidades físicas podían fortalecerse entrenando como un loco, pero la fortaleza mental era mucho más complicada. Hablar más sobre este tema solo servía para enfatizar a Lubella, por lo que Weig pasó a otro tema.
—Ahora que lo pienso, me pregunto si a nuestro amigo le va bien.
—¿Nuestro amigo?
—Ya sabes, ese joven que te pidió que le enseñaras a ser amable.
—¡Ah!
Los recuerdos volvieron a Lubella. No era un recuerdo antiguo, por lo que le resultó fácil recordarlo.
—Estaba muy sorprendida en ese momento. No esperaba que alguien hiciera una pregunta como esa.
—Sí, pero parecía que era importante para ese joven.
Como los Caballeros Sagrados protegían estrictamente a Lubella, una persona necesitaba mucho coraje para ir y pedir hablar con ella.
—Yo también pienso lo mismo. Sus ojos estaban muy serios cuando me preguntó. Quisiera saber si mi consejo le fue útil y cómo está trabajando para lograr su objetivo.
Lubella rezó en silencio para sí misma para que él encontrara luz en su camino.
* * *
Los seguidores de Karuwiman llegaron a la gran ciudad. Primero aseguraron un lugar para quedarse, y como estaban en una gran ciudad, visitaron un santuario para Karuwiman. Pero como Lubella estaba en el proceso de viajar alrededor del mundo como candidata a santa, no podían usar el santuario para ellos mismos así que Lubella salió de su alojamiento con un par de Caballeros Sagrados. Incluso en la ciudad, tenía que ver cómo vivía la gente de primera mano e interactuar con ella.
Sin embargo, Weig, su guardaespaldas más cercano, no se encontraba por ningún lado. Weig había recibido una orden de la Iglesia, por lo que estaría ausente por un tiempo.
—Intentemos ir allí.
Lubella señaló un callejón oscuro con algunas personas. A simple vista, parecía peligroso, por lo que los Caballeros Sagrados tenían expresiones conflictivas en sus rostros. Sin embargo, nadie pudo detenerla ya que el propósito de este viaje era que Lubella viera incluso los puntos más bajos de lo que este mundo tenía para ofrecer.
Los Caballeros Sagrados esperaban que no sucediera nada importante. Sin embargo, contrariamente a sus deseos, del callejón salieron gritos amenazadores.
—¡P-Por favor sálvenme!
—¡Te dije que te perdonaría la vida si me das el objeto! ¿Por qué no me escuchas?
¡Puñetazo! ¡Puñetazo!
—¡Agh! ¡Arghh!
Gritos de miedo, voces amenazadoras y el sonido de puños duros golpeando la carne resonaban por el callejón. Fue fácil comprender la situación.
Sin dudarlo, Lubella y los Caballeros Sagrados se apresuraron hacia el callejón.
—¡Deténganse!
El primer Caballero Sagrado en llegar gritó en la dirección de los gritos. De inmediato, el sonido de los golpes cesó. Lubella llegó un poco más tarde y comenzó a evaluar la situación. Lo primero que vio fue una persona colapsada en el suelo. Al ver que la cara de la persona estaba hinchada en diferentes áreas y que la sangre manaba de sus labios y nariz, era evidente que fue golpeado muchas veces. Con lágrimas en los ojos, el hombre miró a Lubella y al Caballero Sagrado como si fueran sus salvadores.
Entonces, Lubella desvió la mirada hacia los agresores. Había cuatro de ellos. Al ver su apariencia y modales, parecían gangsters o matones. Los delincuentes parecían desconcertados por la aparición de Lubella y el Caballero Sagrado, todos excepto una persona.
—¿Oh? ¿No son esos Lady Lubella y los Caballeros Sagrados? ¿Qué tipo de asunto los trae a todos ustedes aquí?
—¡Tú!
Lubella se sorprendió. La persona que estaba liderando este violento ataque, ¡era Zich!
—No pensé que nos reuniríamos tan pronto. ¿Puedo preguntarte qué motivo te hizo venir aquí con tanta prisa?
—¿Que motivo?
Ante la actitud desvergonzada de Zich, Lubella se quedó sin habla. Pero pronto recuperó la compostura y gritó— ¡Para poder ayudar a la gente, obviamente! ¡Yo soy quien debería estar preguntando qué estás haciendo! ¿No me dijiste que querías vivir una vida amable? Entonces, ¿qué estás haciendo ahora mismo?
Realmente había pasado mucho tiempo desde que Lubella estaba tan enojada, pero Zich ladeó la cabeza como si no pudiera entender por qué, y eso la enfureció.
—¿Pero estoy actuando de acuerdo con tu consejo, no?
—¿De qué manera estás siguiendo mi consejo?
—Me dijiste que brindara mis servicios a las personas que necesitan ayuda.
Zich señaló a los tres matones detrás de él.
—Por eso estoy ayudando a las personas que necesitan mi ayuda.
‘Yo-yo le dije que ayudara a las personas que lo necesitaban, ¿entonces, por esa razón está ayudando a estos matones?’
Una vez más, Lubella se quedó sin habla por la escandalosa, casi ingeniosa, interpretación de Zich de sus palabras.
necesitaban ayuda para golpear a ese tipo, que tal si se les manchan las manos de sangre y luego la ropa nombre viejo has tratado de quitar una mancha de sangre? imposible quitarlas, que noble de su parte
También está el riesgo de romperte un dedo por qué se mueve cuando le pegas
Juro, que me rei con el ultimo parrafo.
Zich es un desgraciado JAJAJA
Jajaja la santa nunca aclaro a quien tenia que ayudar. Ya me imagino a los ladrones pidiendo auxilio “ayuda esta persona no se quiere dejar robar” y Zich apareciendo al rescate. Gracias muy bueno el capitulo
Jajaja c-mamo