17
Lecan actualmente se encontraba en la cima de una pequeña colina, mirando a una gran bestia agazapada en la ladera de una montaña.
La vista normal del monstruo solo podía avistar cosas muy cercanas, por lo que él no será descubierto a esta distancia.
El ojo que aparentemente puede ver maná tiene un rango máximo de cien pasos.
Después de todo, una bestia tan gigantesca probablemente no tiene necesidad de detectar enemigos lejanos.
Parecía estar durmiendo. Era el momento oportuno.
Lecan se llevó una mano al pecho y tocó una joya. Era la joya azul que obtuvo de la señora Rubianafal. Podía sentir algo de maná en ella; podría tener algún tipo de efecto. Eso de momento era un misterio, pero hoy serviría como amuleto de buena suerte. La cadena fue hecha pensando en la delicadeza; Lecan planeaba reemplazarla más tarde.
Puso la joya mágica dentro de su camisa, borró sus pasos y se aproximó cuidadosa pero silenciosamente al monstruo.
Llegó hasta el lado del monstruo, este se mantuvo con los ojos cerrados.
«Espero me concedas el primer golpe».
Lecan mantuvo su fiel espada en alto y fijó su mirada en el cuello del monstruo.
Tenía varias cicatrices. Eran de los ataques de Lecan. Cada una no fue más que una herida superficial.
Lecan arremetió con su espada. El resultado traicionó sus expectativas.
«¿Qué?».
Su espada se hundió profundamente en el cuello de la bestia.
Después de una pausa momentánea, el monstruo despertó al retorcerse violentamente, y soltó un rugido estremecedor. El ojo en su frente se fijó firmemente en Lecan.
Lecan adoptó una postura. Tenía que estar preparado para esquivar el aliento gélido en caso de que viniera.
Entonces, el monstruo tomó una acción ligeramente cómica. Empezó a girar torpemente con sus cortas piernas.
Lecan saltó rápidamente hacia atrás unos treinta pasos.
«Como pensé».
El monstruo intentó disparar sus espinas dorsales puesto que tenía cerca a su oponente. Pero había agotado sus espinas en la batalla de ayer y hace tres meses. Ya tenía nuevas espinas en crecimiento, pero es probable que no puedan ser disparadas antes de que sean los suficientemente grandes.
El monstruo finalmente rotó lo suficiente como para volver el lado con espinas hacia Lecan, y luego sacudió su enorme cuerpo.
Mirándolo fijamente, Lecan recorrió otros diez pasos hacia atrás.
Las espinas salieron disparadas.
Estas espinas solo podían volar en línea recta desde su ubicación inicial. Cuanto más lejos estaba Lecan de allí, mayores eran los espacios entre cada una de las espinas disparadas. Esquivar estas espinas entrantes era pan comido para aquellos con reflejos superiores como Lecan.
Lecan esperó su oportunidad para atacar en el mismo lugar. No podía esquivar las espinas dorsales si estaba muy cerca, pero el monstruo cambiará a otros ataques si se aleja demasiado.
El monstruo finalmente se quedó sin espinas que disparar después de la cuarta ronda. Algunas de sus espinas seguían pegadas en la parte superior de su espalda, pero esas seguramente eran inútiles contra enemigos que andan en la tierra.
En su lugar, la bestia apuntó su cabeza directamente a Lecan, y exhaló. Lecan retrocedió otros veinte pasos.
No pudiendo esquivar el aliento por completo, la capa exterior de su abrigo recibió el impacto. Lecan estaba bien. Tal como había pensado, el pelaje del Oso Dominante podía detener el aliento gélido a esta distancia.
Ahora que sabía esto, solo necesitaba seguir esquivando el aliento mientras mantenía la distancia.
Cada vez que el monstruo se movía ligeramente hacia delante, Lecan daba un paso hacia atrás.
Cuando el monstruo exhalaba su aliento gélido, Lecan se movía hacia donde no caería el ataque.
Este juego de tira y afloja duró unas doce respiraciones antes de que el monstruo finalmente desistiera con el ataque de aliento y curvara el cuerpo.
Lecan dio la vuelta y se echó a correr justo cuando el monstruo empezó a rodar. Corrió conduciendo al monstruo hacia un lugar con rocas al descubierto.
No hay nada que pueda obstruir su corrida. El monstruo nunca le alcanzará si seguía usando ráfaga.
Después de guiar por un rato al monstruo, eventualmente dejó de rodar, salió de su forma de bola y se desplomó sobre el suelo.
Podría estar fingiéndolo.
Lecan se acercó cuidadosamente a la cabeza del monstruo.
Cuando estaba a veinte pasos de distancia, se apresuró con ráfaga, asestando un golpe en el pescuezo del monstruo, y volvió a usar ráfaga para retroceder veinte pasos.
El monstruo se estremeció mientras gruñía, pero entonces se volvió a desplomar sobre el suelo.
Parecía haber perdido su capacidad ofensiva debido al agotamiento. Ha de haber gastado todo su maná.
De todos modos, su ataque de recién penetró profundamente de nuevo. ¿Qué diantres estaba pasando?
Volviendo a emplear ráfaga, se abalanzó hacia el monstruo y le golpeó el pescuezo.
Sorprendentemente, ese golpe se hundió profundamente en el cuello del monstruo.
El monstruo cerró los ojos y dejó de moverse.
Sorpresivamente, el punto azul desapareció en su detección de vida. Estaba muerto.
Pero ¿por qué?
¿Por qué su ataque fue más efectivo hoy mismo?
¿Se debió acaso a una circunstancia por parte del monstruo?
O quizás fue que algo en Lecan cambió.
¿Qué ha cambiado por parte de Lecan, de todos modos?
Y fue ahí que lo entendió.
La joya azul.
La joya que recibió de la señora Rubianafal.
Esta joya debe tener la capacidad aumentar el poder de ataque.
Eso pensó por un instante, pero se burló de la idea.
Incluso en su mundo anterior, los jefes de piso en las mazmorras a veces soltaban habilidades que aumentan el poder de ataque.
El propio Lecan ha conocido aventureros que poseen esas habilidades: Tajo, quiebre, acelerado. Carajo, hasta terminó en un duelo a muerte con un poseedor de tajo. Apenas hubo conjurado el hechizo de activación, los golpes de la espada de ese tipo consiguieron cortar una coraza hecha de piel de Dragón Roca e incluso partir en dos la fiel espada de Lecan de aquel entonces.
Sin embargo, son habilidades que en última instancia solo se otorgaban a los aventureros que se enfrentaron a las profundidades de una mazmorra y derrotaron al jefe de esta; una técnica que solo se puede obtener en un caso extremadamente raro, y no es algo que se pueda pasar a otra persona.
También se puede hacer que unas joyas posean el efecto de preservación de estado o restauración automática si un reforzador de especial talento refuerza las joyas usando una gema mágica con maná único. De hecho, la fiel espada de Lecan tiene incrustada una joya reforzada con restauración automática.
No obstante, nunca ha escuchado hablar de un accesorio que dé el efecto de un aumento de ataque.
Si algo así existiese realmente, sería un artefacto de clase legendario.
Lecan intentó hacer un pequeño experimento.
Trató de cortar el cuello y las piernas de la ya muerta bestia mágica, con la joya azul equipada y con ella guardada en el almacenamiento.
El resultado lo volvió obvio.
Esta joya azul ha sido reforzada con un efecto que proporcionaba un enorme incremento al poder de ataque. No hay otra manera de verlo.
Su valor es inconmensurable.
El solo hecho de haber conseguido esta joya hizo que su viaje a otro mundo ya valiera la pena.
De todas formas, ¿la señora Rubianafal estaba al tanto de este efecto?
No puede ser el caso. Si fuera así, le habría entregado esta joya a su padre o a su hermano.
Pero, si por casualidad lo sabía, ¿por qué se la daría a Lecan?
Incluso después de ponderarlo por un buen rato, no pudo encontrar una respuesta.
Viendo que estaba oscureciendo, dejó de pensar en ello y sacó la gema mágica del monstruo empleando el efecto de la joya a voluntad. Era una gema mágica sorprendentemente poderosa. El enorme cuerpo del monstruo se deshizo en arena frente a Lecan.
Regresó a su cabaña casi volando, y se desplomó sobre su cama.
A la mañana siguiente, Lecan se despertó, tragó comida y agua en conserva del almacenamiento e inmediatamente se fue al bosque.
Entonces, empezó a experimentar.
Con diferentes espadas.
Con armas contundentes.
Con armas punzantes.
Con armas arrojadizas.
Atacando con los puños.
Atacando con un palo.
Y el resultado confirmó que esta joya azul efectivamente poseía un efecto que provee mayor poder de ataque. No se trata de un reforzamiento para cortes ni de un aumento de daño.
Empero, el efecto no se manifestaba con armas arrojadizas o con puños desnudos; solo cuando Lecan se equipó una armadura en los puños fue que se manifestó.
En otras palabras, esta joya azul aumenta el poder de ataque solamente cuando se ataca con un arma equipada, no da efecto sin equipar una.
Sacó una varita que podía disparar bola de fuego rojo y experimentó con ella, pero no hubo mejora en el ataque mágico.
Esto significa que el efecto solo se aplica a los ataques físicos.
Al día siguiente y al otro siguiente, Lecan siguió yendo al bosque para inspeccionar los efectos de la joya azul.
Descubrió que el efecto no se activaría si el ataque no se realizaba con cierta fuerza.
En otras palabras, el efecto no se manifestaría al hacer cosas como cortar carne con un cuchillo o un tenedor, o coser tela con una aguja.
Por otro lado, arremeter un simple palo a un objetivo con suficiente fuerza desencadenaría el efecto.
En lugar de simplemente aumentar el poder de ataque de un arma, quizá sea más como aumentar la fuerza ofensiva total del individuo que blanda un arma.
En cuanto a los requisitos de activación, Lecan no tenía ni idea de si había algo más aparte del tener que sostener algo.
En aras de comprobarlo, Lecan necesitaría pedirle a alguien más que experimente por él, y no tenía intención alguna de hacer eso.
Lecan tuvo la hipótesis de que solo aquellos cuya capacidad ofensiva exceda un cierto umbral podría activarla, pero por ahora, sabiendo que él mismo podía usarla, era más que suficiente.
Iba a reemplazar la cadena, pero canceló ese plan.
Si por casualidad al hacerlo se estropeara el efecto de la joya, él no podría volver a vivir tranquilo.
En su lugar, añadió un bolsillo dentro de su camisa.
Esto era para que la joya no se caiga aún si se llegara a romper la cadena.
Pero, de todos modos, planeaba guardar la joya en ámbitos normales.
Tenía dos razones para ello.
Primero, para desarrollar sus habilidades mientras está en un estado sin efectos reforzados.
Segundo, puede que en este mundo también haya gente que posea apreciar.
Hasta ahora no ha tenido la libertad ni la necesidad de estar en guardia para algo así; sin embargo, una vez que abandone la casa Zaidmahl y empiece a deambular por el mundo, necesitar tener un mínimo de precauciones para tales escenarios.
No podía dejar que nadie se enterara del secreto de esta joya.