Hacia el territorio vecino
Me enteré hace poco que la tasa de solicitudes de empleo en la finca del condado Hakusu es asombrosamente alta.
Los cocineros hacen deliciosas comidas para el personal, las fuentes termales son de libre uso, sus hijos pueden ser educados, y si con suerte hasta podrían conseguir prototipos de jabones y lociones faciales.
Estas y otras ventajas han llamado la atención.
Luego de que mi primo, Ryuze, reemplazara a todos esos pésimos sirvientes, mi relación con los sirvientes se ha vuelto relativamente pacífica.
Nuestras deudas aumentaron, pero al usar la arcilla y los minerales del territorio de mi amiga Nora, pude desarrollar nuevos productos para obtener ingresos.
Recientemente, he trabajado en conjunto con su territorio para desarrollar polvos corporales.
Lo hago triturando un mineral llamado talco hasta volverlo polvo y mezclándolo con almidón de maíz y aceites esenciales. Funciona para contener la transpiración pegajosa y mantener la piel suave y seca.
Otra cosa que hice fue un bálsamo labial de cera de abejas. La cera de abejas se obtiene de las colmenas y es un componente de la secreción de las abejas. Se puede usar para hacer velas y cera para el suelo, pero también es un ingrediente hidratante excelente que se puede usar en productos cosméticos.
En el pasado, había hecho algunos para mí, pero teniendo en cuenta los labios resecos y agrietados de Britney, estoy segura de que se venderá bien.
«En estos momentos, parece haber muchos aplicándose miel directamente en sus labios, pero claramente eso tiende a volverse de textura pegajosa».
Por las noches, para evitar ir sonámbula a la cocina, decidí dormir con las piernas atadas. (NT: lol)
Hasta ahora, no ha habido señales de que me haya desatado y entrado en la cocina. Me mantendré atenta por el momento.
Los campos de limón de Ryuze van bien; han arraigado raíces sólidas en el suelo del condado.
También hice el yogur de limón que tanto he querido. Tiene un sabor tan refrescante, y por suerte las ventas parecen ser razonablemente buenas.
Después de la fiesta, no ha habido contacto con el príncipe heredero Marlow o Angela. Ryuze y el príncipe heredero se han estado enviando cartas, pero parecen haberme descartado de sus pensamientos.
«Al menos eso se ha mantenido tranquilo».
Sin embargo, la fuente de los problemas estaba en otro lado.
«El deudor de mi abuelo… Tengo que reunirme con nuestro vecino, el conde de Astal».
Una buena parte de la deuda que mis tíos crearon ha sido reunida por Ryuze y pagada, pero todavía hay un camino que recorrer antes de que esté completamente pagada. Mi primo dice que, al menos una vez, debería mostrarme ante ellos.
«Claro, yo también quiero mantener una relación favorable con el territorio vecino».
Y así, Ryuze y yo decidimos visitar el condado vecino de Astal.
El segundo hijo del conde de Astal, Ricardo, no está presente en el territorio porque actualmente asiste a la escuela en la capital real.
En el interior del carruaje, Ryuze y yo estábamos sentados cara a cara hablando sobre nuestro destino.
—Oye, Ryuze-oniisama. ¿Era necesario que yo también visitara el territorio vecino?
—Lo es. Has estado confinada dentro de la mansión, así que quiero que poco a poco empieces a salir para ver el mundo. Bueno, aunque lo llame salir, nuestro viaje es solo hasta el territorio vecino.
—Al menos estoy familiarizada con el condado Astal, lo cual me alivia…
—Ya que estamos, creo que también sería bueno presentarte a al hijo mayor. Aunque tiene la misma edad que yo, es un hombre delicado… y soltero.
—… No estoy de acuerdo con esto. Ryuze-oniisama no tiene integridad.
Me pregunto si en lugar del segundo hijo ahora está apuntando a que me case con el hijo mayor.
—Se llama Millardo. Suele estar confinado a su habitación por enfermedad, así que después del matrimonio, Britney podría hacerse con la autoridad del condado.
—… ¿Ese es tu verdadero objetivo, Ryuze-oniisama? Aún si eso fuera a suceder, no necesariamente jugaré mis cartas de manera que te resulte ventajosa.
—Fufufu. Tú lo has dicho, Britney.
—Gu-gufufu…
… Es válido expresarse, cuánto menos.
«Por más que hablemos de eso, Millardo, siendo el hermano mayor de Ricardo, bien podría tener el mismo gusto por las mujeres».
Antes de que hablemos de matrimonio, estoy segura de que incluso el compromiso sería rechazado.
«Sigo siendo regordete, después de todo».
He empezado a adelgazar un poco más desde que comencé a atarme las piernas mientras dormía, pero mi apariencia sigue siendo la de una joven cerda blanca.
—Eso me recuerda que al parecer Ricardo te ha estado enviando ilegalmente el contenido de su clase.
—… Me sorprende que Onii-sama lo sepa. Hace unos días llegó una carta con un contenido muy interesante.
—Ricardo me consulta sobre una variedad de cosas. Conozco muchos de sus secretos.
—… Lo que tú digas.
Un día después, nuestro carruaje llegó sano y salvo a la finca del conde de Astal.