La invitación de la princesa
Después de saludar a los aristócratas, el príncipe heredero Marlow se acercó a Ryuze con una sonrisa.
—¡Eh, Ryuze y Britney!
Aunque se dice que ambos se llevaron bien durante su asistencia a la academia de la capital real, verlo así me hace percatarme de lo cercanos que son. Ryuze tenía una sonrisa natural que raramente mostraba en casa.
Sin embargo, desearía que no me arrastrara a la charla.
Ser saludada tan íntimamente por el príncipe heredero hizo inútil seguir intentando evitar llamar la atención.
Escuché murmullos como: «¿Esa gorda es cercana al príncipe heredero?» y «En el mejor de los casos, es solo una acompañante de Ryuze-sama, ¿no?» entre otras cosas. Escuché muchas especulaciones egoístas.
«… En lo posible me gustaría no destacar, así que por favor dejen de difundir rumores sobre mí».
Asistí a la fiesta para buscar un prometido, pero como se esperaba solo recibía reacciones frías de los hombres. Además de tener que escuchar las risas provenientes del poblado conformado por señoritas nobles, ¡ahora ha aparecido la villana Angela!
«Vaya que no tengo suerte, ¿a que sí? —Me sentía algo miserable—. ¿Por qué diablos estoy aquí?».
La publicidad del jabón y demás productos ha sido adecuadamente hecha por Ryuze, y todo lo que he hecho es estar de su lado sin ser de ayuda. Bueno, difícilmente una niña de doce años tendrá mucho poder persuasivo para esas cosas.
Mientras estaba mansamente parada junto a mi primo, el príncipe heredero Marlow inesperadamente cambió la conversación de Ryuze a mí.
—¡Por cierto, Britney! ¿Qué te pareció el jardín oeste del castillo?
—¿El jardín? ¿Se refiere a la zona donde se plantaron varias hierbas?
—Vi que fuiste a verlo. Todo eso forma parte de mi colección. Incluso asigné específicamente las habitaciones de todos ustedes en un lugar donde estuvieran a la vista.
—Um, escuché que teníamos permitido entrar y salir libremente…, así que salí sin pensarlo demasiado y entré al jardín.
—Ah, ¡sabía que te interesaría! ¡Eres como mi alma gemela!
—… ¿Eh?
—En verdad quiero hablar contigo al respecto, pero ahora mismo no tenemos tiempo. ¡Espero que después puedas ir conmigo a verlo de nuevo! ¡Más tarde hay que seguir con la lluvia de ideas para las aplicaciones!
—¿Eh? ¿Cómo?
Sin que yo entendiera lo que estaba pasando, el príncipe heredero Marlow me dio un apretón de manos, sacudiéndolas de arriba abajo repetidas veces.
Me reconoció voluntariamente como un alma gemela… Pero ¿qué clase de conversación era esta?
«Se mostraba interesado en cosas como el jabón, la loción facial y similares, pero eso definitivamente era inusual para cualquier muchacho».
De todos modos, agradecería que se guardaran estas conversaciones cuando estamos en público.
«¡Mira! ¡Hasta Angela está observándonos!».
Sentí que sus ojos violetas se fijaron en mí. Espero que esto no sea una bandera para convertirse en su seguidora.
Al tiempo que el príncipe heredero se volvió para seguir hablando con Ryuze, Angela, que estaba detrás de él, también se movió.
—¿Qué tal? He oído que te llamas Britney. Pareces ser muy cercana a Onii-sama.
«Madre de… ¡Me habló!».
No había modo de rechazar a la princesa que decididamente comenzó a hablar conmigo. Hasta me llamó por mi nombre…
—Para nada… No llevamos mucho conociéndonos. Parece llevarse bien con mi primo; fue gracias a él que lo conocí.
—Es inusual que Onii-sama muestre esa cara. Si no te molesta, ¿podrías ser mi amiga?
Si hay aquí algún aristócrata capaz de rechazar una invitación directa de la princesa, me encantaría conocerlo… Para mí, eso es imposible.
Satisfecha con mi respuesta, la princesa levantó ostensiblemente los bordes de sus labios que fueron cubiertos por un lápiz labial rojo vino que tampoco le quedaba bien. Era demasiado oscuro y notorio pese a solo estar en su boca, la hacía parecer un especto.
«¡Me va a comer!».
—Oh, cierto. Como parece que te llevas bien con Onii-sama hay algo que quiero que me digas.
—Y… ¿eso qué sería?
—No quiero decirlo aquí; ven a mi habitación más tarde. ¡Asegúrate de venir, eh!
—… De acuerdo.
Tan pronto como dije eso, empecé a gritar en mi mente:
«¡Agh! ¡Soy tan idiota! ¿¡Por qué le respondí tan tranquila!?».
Pero, bueno; no me queda otra opción que aceptar la petición de esta señorita de la realeza.
«Nuevamente, he dado otro paso hacia el camino de la destrucción…».
◇ ◇ ◇
Tan pronto como la fiesta terminó, una de las sirvientas kurokos vino a buscarme y me guio a la habitación de Angela. La princesa aparentemente ya había regresado a su habitación y me estaba esperando.
Nora notó que algo andaba mal, y me acompañó preocupada.
Al parecer la habitación de Angela estaba en el lugar más soleado del lado este del castillo.
En el jardín este se plantaron varios tipos de plantas simples como en el del oeste, pero la sirvienta kuroko me dijo que todas son venenosas.
Al igual que en el manga, Angela tiene la misma edad que Britney. No obstante, incluso a la edad de doce años, parece ya haberse vuelto digna de ser la villana.
Nos detuvimos frente a la habitación de Angela para que la sirvienta kuroko llamara a la puerta. Entonces, se nos permitió entrar.
Parece que Nora también recibió permiso para entrar… Con nosotras tres juntas, esto se parece cada vez más a la obra original.
—Estaba esperando que llegaran.
Angela se encontraba en una habitación decorada con negro, blanco y rojo que me hacía sentir muy inquieta. La chica de cara sencilla se alegró al vernos. (TI: ¿Qué diablos con esa habitación? ¿Acaso eres una sith lord?) (NT: ¿A que sí?)
—Ustedes dos, por favor, siéntanse como en casa.
Después de ser guiadas a un sofá rojo brillante, nos sentamos nerviosamente. La sirvienta kuroko nos sirvió un poco de té negro.
—Bueno pues, sin más preámbulos… Britney, hay algo que quiero preguntarte.
—¿Qué sería?
Supongo que aquí es cuando me pedirá que me convierta en su seguidora. Mientras mi corazón latía fuertemente, Angela comenzó su discurso:
—Según lo que he escuchado, en contraste con tu figura pareces estar bien informada sobre la belleza.
—¿Eh? ¿La belleza? —pregunté reflexivamente a la inesperada pregunta.
Sn embargo, de mi lado apareció una voz de consentimiento. Era Nora.
—Así es. Britney ha estado creando varios productos de belleza en el condado Hakusu —expresó Nora, inclinó hacia Angela con emoción.
Como amiga, puede que tuviera la intención de promocionar a su amiga a la princesa con buena voluntad. Sin embargo, esa atención era innecesaria.
Quería salir de este lugar lo más pronto posible tras hacer que me etiquetaran como «no útil». Después de esto, no quiero volver a involucrarme con Angela nunca más.
Quise decir: «No tengo nada de eso», pero Angela se pronunció antes de que yo pudiera hacerlo.
—Bien pues, ¿qué pensaste al verme hoy? Me gustaría escuchar tus sinceras impresiones —preguntó la princesa; su emperejilado pelo dorado pálido contrastaba a sus ojos violetas.
Quedándome sin palabras, empecé ponderar por un rato.
«Pero eso…, ¿cómo debería responderle?».
Si yo fuera la Britney del manga shoujo, seguro que comenzaría a adularla aquí y ahora. Incluso en el manga, Britney exageraría diciendo cosas como «Qué maravillosa, qué hermosa» la villana.
«Sin embargo, si no quiero convertirme en uno de los seguidores de Angela…, ¿habré de dar mi verdadera opinión?».
Ella solo tiene doce años y si le hago daño a Angela, me echarán de la habitación.
«Vale. Daré mi más honesta opinión».
Resuelta, me dirigí a Angela:
—Su Alteza, me gustaría poder hablar con franqueza.
—Bien, lo permito.
—… La ropa de hoy no le sentaba bien a Su Alteza en lo más mínimo.