El jardín oeste y mi exprometido
Llegamos al castillo y, luego de separarnos del príncipe heredero, fuimos guiados a nuestras habitaciones. Una persona por habitación; era una recepción considerablemente agradable. Nora, Lily y yo recibimos habitaciones aledañas. Ryuze y Ricardo tenían sus habitaciones en el piso de arriba.
Dado que llegamos al castillo por la tarde y poco después nos guiaron a nuestras habitaciones, afuera todavía quedaba bastante tiempo de luz. Desde mi habitación del segundo piso, podía ver el jardín oeste del castillo. Aunque ya los recorrimos por el camino, este gran castillo tiene hermosos jardines esparcidos aquí y allá.
Si tuviera que decirlo, el jardín oeste tenía una imagen no llamativa y tranquilizadora. En lugar de grandes y vistosas rosas y fuentes de lujo, había pequeñas flores y numerosos tipos de hierbas plantadas en un invernadero.
… Cierto. Tienen el lujo de cultivar todo tipo de hierbas del país en este jardín; este lugar ciertamente era mi agrado.
Confirmé con un sirviente del castillo que podía entrar y salir libremente del jardín oeste tanto como quisiera. Sin más demora, empecé a vagar por el jardín.
Entrando en el invernadero del jardín, examiné las diferentes plantas que se estaban cultivando.
Como aquí había muchas hierbas que normalmente no se cultivan en esta zona, probablemente fueron traídas de otro lugar para trasplantarlas. Aunque estas no estaban floreciendo, había otras más comunes similares a las flores de malva y caléndula que estaban floreciendo. Estábamos a finales del otoño; pese a que es un invernadero, parece que hay problemas técnicos dado que en algún punto las flores terminarán cayéndose.
En mi mundo original, creo que los invernaderos se inventaron en una época más avanzada, por lo que el nivel de la civilización del mundo de este manga shoujo podría ser diferente dependiendo del objeto.
Poco tiempo después, la puerta del castillo se abrió y Ricardo salió de ella.
Como escuché de parte de Ryuze que Ricardo, como era el segundo hijo, no había visitado la capital real hasta ahora. Como aún no tiene amistades aquí, parece que tiene mucho tiempo libre.
Apenas me vio, se me acercó diciendo—: Oh, ¿también paseas por aquí?
»¿Qué miras con tanto entusiasmo?
—Esta hierba de jardín. Hay muchas variedades que no se pueden encontrar en el condado Hakusu.
—Hay algunas flores, pero… la mayoría parecen malas hierbas.
Ciertamente, muchas hierbas se asemejan a la maleza, y algunas otras eran incluso más resistentes que la maleza.
—Lo más probable es que alguien en el castillo las esté cultivando para hacer té de hierbas. Y en cuanto a esto, creo que es un tipo de ortiga. Tiene los efectos de la anemia y la prevención del asma. Este jardín tiene muchas hierbas útiles.
—Ya veo. ¿Qué más hay aquí?
—Por ejemplo, en la esquina del invernadero… Aquella cosa apestosa que crece en la esquina es una planta camaleónica y tiene efectos de antídoto. Aquí hay una planta llamada tomillo que se utiliza para la desinfección.
—Me sorprendes. Estás bien informada sobre todo tipo de plantas medicinales.
—No es nada de lo que impresionarse… Sea como sea, todavía no sé los efectos de todas estas plantas medicinales. Solo conozco las más comunes.
En mi vida pasada, hubo un tiempo en que estuve fascinada por las hierbas útiles para la belleza. Gracias a eso, conozco las variedades más famosas.
Mientras hablaba de hierbas, Ricardo se me quedó viendo.
—Tú… ¿Has vuelto a adelgazar?
—Pues…, sigo con mi dieta.
Al responderle, la cara de Ricardo se paralizó por un momento.
El abuelo seguía enfadado por la anulación del compromiso, y puede que siga quejándose de que es culpa de Ricardo que yo esté a dieta.
—… Ya veo. Por cierto, señorita del condado Hakusu.
—¿Dígame?
—Después de todo esto, seguramente irás a dirigir un territorio igual que yo. ¿Cuándo piensas dejar de hablar formalmente conmigo?
—¿Formalmente?
—Sí. Deja de usar honoríficos hacia mí cuando estemos en un lugar privado. No me importa que me llames solo «Ricardo».
—¿Eh? B-bueno pues, tú también dime solo «Britney» por favor. Mientras mejoramos mutuamente nuestros territorios, ¡hagamos lo mejor que podamos! (Ganbarimashou)
—… keigo. (TI: Esto es modismo formal)
—¡D-emos lo mejor que podamos! (Ganbarou)
Gracias a esto y aquello, la distancia entre Ricardo y yo se redujo un poco… creo.
Estoy contenta de que podamos seguir en buenos términos, pero estoy desconcertada por su cambio de actitud desde nuestro primer encuentro.
«… Pensé que era un joven amo prepotente, pero ¿será que en realidad es tímido? No, parece algo diferente».
Durante nuestro primer encuentro me mostró desprecio, así que no creo que su actitud varíe demasiado.
Después de pasear con Ricardo por el jardín, nos separamos y volvimos a nuestras habitaciones. Después de un paseo tan largo, necesitaba un masaje en los pies.
Como se espera del jardín de un castillo, es imposible que pueda recorrerlo corriendo. Sin embargo, aún podía hacer entrenamiento con peas dentro de mi habitación. La sirvienta que traje del condado parecía feliz e inquieta por haber venido al castillo.
Siendo honesta, me resulta problemático tener que ir a la fiesta, pero debo perseverar para encontrar un prometido.
Dejé de pensar en la fiesta y me puse a hacer ejercicio.
De todos modos, ¿quién estará usando las hierbas de ese jardín…? Tengo algo de curiosidad.