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Cerda Villana — Capítulo 15


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No quiero tener una fiesta de té

 
Han pasado tres meses desde que recuperé la memoria.
Como de costumbre, he estado enseñándole a los niños, y, por otro lado, he continuado mi investigación sobre productos de belleza.
El jabón ha tenido un efecto positivo en mi cuerpo, y el limón ha hecho mi cabello sedoso y suave. Últimamente mi acné ha comenzado a disminuir.
Sin embargo, el peso de mi cuerpo aún no ha disminuido. Apenas llegué a los 75 kilos no ha cambiado nada…
(¿Por qué? Si disminuí el tamaño de mis comidas y he estado haciendo ejercicio.)
Es todo un misterio. Mi brazo y mi trasero siguen todo puyo, puyo. ¹
(… ¿Tendré que ganar músculos?)
Aumentar la fibra muscular hará que incremente el consumo de calorías. También suavizará mi cuerpo y mejorará mi postura; en mi vida anterior, en la televisión decían que me daría más esperanza de vida. Todas estas son razones positivas.
Decidí añadir entrenamiento con pesas a mi ejercicio normal.
(Hablando de músculos… proteínas.)
El concepto de proteína no existe en este mundo, pero hay soja y productos lácteos. Comer más de esos debería bastar para el consumo de proteínas. Más allá de eso, la carne y los huevos también son buenos para ingerir.
—Bien. Es momento de esforzarse.
Los niños sumaban y restaban agua con un barril y una pesa. Añadir o sustraer agua al barril elevaría o bajaría la pesa respectivamente.
En lugar de soltar un tsukkomi² a mi repentino comportamiento excéntrico, los niños continuaron estudiando en silencio. Son buenos chicos.
Uno de los niños, Ryan, es un genio del estudio. En un abrir y cerrar de ojos había dominado la lectura y la escritura. Ahora le presto libros de la biblioteca que leí cuando era joven.
Ryuze y el abuelo están al tanto de que estoy enseñando a los niños. Ellos no se quejarán aún si presto un libro.
—Ojou-sama, el libro que me prestó fue bastante divertido. Muchas gracias.
—Qué bueno. Entonces, ahora lee este.
—Tiene un poco de grosor, qué alegría. Merecerá la pena leerlo.
Los ojos de Ryan parecían brillar.
No me gustan mucho los niños, pero después de invitarlos a estudiar, creo que Ryan y María son bastante tiernos. Aunque los llamo niños, es solo por la perspectiva que viene de mi vida anterior. Ahora que soy Britney, no hay mucha diferencia en edad…
Hasta ahora, Britney no ha tenido amigos de la misma edad.
Ha habido pocas oportunidades de hacer amistad con las hijas de otros nobles, y aún si se hubiese presentado la oportunidad, se habrían distanciado rápidamente de ella. Quizá era mucho pedir mantenerse en contacto con una cerda blanca egocéntrica.
Yo me pasaba sola gracias a eso, así que pasar tiempo con los niños es una buena distracción.
Tras los estudios seguí con mi investigación del jabón, pero cuando eché un ojo afuera de la sala de investigación que Ryuze me había dado, encontré a María mirando con curiosidad.
Al encontrarse nuestras miradas, ella pareció quedar incómoda.
—Sentí algo que olía bien… no me prestes atención, por favor.
—Ah, sí, es el olor del jabón. ¿Te gustaría hacer uno conmigo?
—¿Eh?, pero…
—Siempre estoy investigando por mi cuenta… Si tuviera una asistente, estaría muy agradecida.
Después de decirle eso, María se arremangó, y entró en la habitación.
No necesito a nadie para el trabajo manual, pero tener un compañero para charlar mientras trabajo sería entretenido.
(Ella es una niña, después de todo. Claramente tendría interés en cosas como el jabón.)
María, habiendo entrado en la habitación, advirtió las muchas hierbas y aceites esenciales ordenados en el interior.
—La manera de hacer jabón es un secreto comercial. Al momento, solo Ryuze-oniisama, algunos de sus subordinados, y yo sabemos cómo hacerlos.
—¡Entiendo! ¡No le diré a nadie lo que vi aquí!
Sea como fuere, las algas ya se convirtieron en lejía. Lo único que queda por hacer es ponerlo en una olla para que no haya que preocuparse de que se pueda filtrar…
María pareció divertirse haciendo jabón. Intenté poner en el jabón la miel y el aceite esencial de manzanilla que a ella le gustaba.
Después de eso, le pedí que lo vertiera en un molde.
Ryuze había preparado un estante de almacenamiento en un lugar con buen flujo de aire para que se secaran más rápido. El trabajo se hizo mucho más fácil después de que mi primo comenzase a ayudar…
Una vez que el jabón terminó de solidificarse, decidí dárselo a María.
Al profundizar nuestra relación de esta manera, María me dijo que quería trabajar para la finca del Conde en el futuro.
Aún tenía solo once años, y para servirme necesitaría de una buena educación de criada. De todos modos, eso es un asunto para el futuro.
(Me alegra haber aumentado el número de aliados, pero me preocupa que María sea aislada por las criadas actuales…)
Su madre era una de las criadas que se encargan de la ropa, y ella muy probablemente odie a Britney. La mayoría de las criadas lo hacen, después de todo. El sueño de María tiene muchos obstáculos.
(No tengo una criada exclusiva al momento, así que le preguntaré al abuelo si puedo ofrecerle ese puesto a María.)
Sin embargo, esa acción me salió mal.
Mi abuelo me dijo—: En vez de hacer amistad con un plebeyo, deberías hacer amigos entre la nobleza.
Aunque no dije nada al respecto, comenzó a hablar sobre reunir a las hijas de los nobles para una fiesta de té en nuestra finca.
—¡E-espera, abuelo! ¡No quiero tener una fiesta de té con otras niñas nobles! —interrumpí sus palabras al entrar en pánico. Sigue siendo muy problemático hacerse amiga de las hijas de otros nobles.
Basándome en mi maliciosa infancia, era fácil predecir que esas hijas de otros nobles me despreciarían.
(Además, no quiero exponer esta figura gorda y poco atractiva a otras chicas…)
En mi mente, aparecieron los ojos de desprecio que me dirigían cuando era más joven.
En aquel entonces, pese a que estar más delgada de lo que soy ahora, las pequeñas nobles igualmente ridiculizaron a esa Britney que era solo un poquito gorda. Escondiendo sus bocas con abanicos plegables, intercambiaban miradas y se reían entre sí.
Aunque no se rieron de mí directamente, fue suficiente para que alguien tan lenta como yo lo entendiera.
Ahora que lo pienso… la base del mal genio de Britney y su complejo sobre su figura probablemente salió de esa experiencia.
—Prepararé muchos de tus dulces favoritos.
Mi abuelo, sin haber entendido la situación, siguió fastidiando sobre la fiesta de té. Tal vez esa lentitud era hereditaria, algo que mi yo anterior había heredado.
—No, ya dije que estoy a dieta. ¡No comeré dulces! —levanté la voz involuntariamente.
Trataba de progresar desesperadamente, pero mi cariñoso abuelo, que se suponía era mi aliado número uno, se volvió un obstáculo.
—Britney, ¿por qué te niegas a comer dulces? ¿Es por la anulación de tu compromiso, como pensaba?
—No, es por salud. Los obesos son susceptibles a enfermarse… Encuentro la figura de mi cuerpo desagradable. Quiero adelgazar.
—No tienes que esforzarte tanto… pero esto lo complica. Ya he enviado invitaciones por escrito…
Escuchando esas palabras, toda mi mente quedó completamente en blanco.
(Abuelo… ¿¡Qué has hecho en mi ausencia!?)
Sentí la urgencia de agarrarme por el cabello y gritar.
 
 

Notas:

1– Gelatinoso.
2Tsukkomi viene del verbo tsukkomu, que se puede traducir (dependiendo del contexto) como entrar en, acotar o profundizar. Quizá algunos no sepan de esto, pero en general un personaje tsukkomi tiene a corregir las actitudes de otros. Por ejemplo, le daría un golpe en la cabeza a alguien que cometió un error, o algo por el estilo.


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