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Bursters!! Capítulo 24

Pack (2/3)

Edición y Corrección: Gif


Trato y Opciones

Kaiga y Hikari salieron de la sala de seguridad viéndose un tanto preocupados. Esta vez, Shuryo había enviado a dos oponentes que de alguna manera, habían recibido entrenamiento Burster desde hace bastante tiempo.
No paso mucho tiempo hasta que Kaiga fuera hasta la sala de profesores en busca de su hermana y le comentara la situación.
—… y así están las cosas Miu-tan.
— Haaaa… ¿Realmente son tan fuertes como dices?
— No podría mentirle a mi hermosa hermanita, la adorable Miu-tan.
—…Soy la mayor aquí, ¿sabes? — respondió Miu molesta.
— Con esa apariencia es imposible Miu-tan.
Miu, enojada por el comentario tan innecesario de su hermano, y dada su baja estatura, se bajó de su silla y le propino un seco y duro golpe en los testículos. Kaiga cayó de rodillas, completamente pálido y ahogado, demostrando el doloroso escarmiento propinado por su hermana.
— ¡…!!
— ¿Sigues creyendo eso, boca floja? — pregunto Miu con desprecio.
— ¡HMmmmmM!! ¡Nop!… pero tardare en sentir las piernas de nuevo… — respondió Kaiga ahogado y adolorido.
— He dejado pasar lo del “tan” porque eres mi hermano, pero no te pases de listo.
— Entendido y anotado… UFFF…
Mientras su pobre hermano se cubría las joyas de su futuro, la loli-sensei pensaba en algún método para abatir este nuevo problema. Sabía que si Shuryo perdía interés en Yashiro, ya no tendrían punto débil que explotar.
Luego de estar en pensamientos por un tiempo, Miu logra dar con una posible solución, o alguien que podría ayudar mejor dicho.
— Oye, Kaiga, ya levántate ¿quieres?
— No es muy fácil levantarse cuando las piernas te tiemblan como gelatina, ¿sabes?
— ¿Quieres otro correctivo? — pregunto Miu amenazantemente.
Rápidamente, como si hubiera tenido un aumento de adrenalina, Kaiga se levantó de inmediato y estaba listo para cumplir con las demandas de su hermana.
— Okuma Kaiga, listo para actuar Señor.
— ¡¿HUH?!
— ¡Hiiiii!, perdón, Señora.
—… Haaaaa… mira, creo que Kenjuro conoce a alguien que puede ayudarnos.
— ¿En serio?
— Si, pero creo que a alguien no le gustara mucho la idea…
— ¿..?
— Iré a llamar al vejete, tú ve por los chicos.
— ¡A la orden!
Kaiga se fue a ver si lograba encontrar a los chicos antes de que desataran otra hecatombe dentro de la escuela, en especial Yashiro o Enju, quienes tenían fama de tener poca paciencia.
Mientras el profesor iba en su búsqueda, Misora y Ryuji se fueron del salón. Curiosamente, esta vez Misora no hizo las típicas provocaciones y se fueron en paz. Esto calmo bastante a la clase, al punto que se podía sentir el suspiro de alivio que más de uno hizo al verlos irse en silencio.
— Fiuuuu… parece que esta vez nos salvamos…
— Realmente, cuando Shirazaki y Fuudo se ponen furiosos dan miedo.
—Tousaku y Kasai no se quedan tan atrás…
— ¿Y qué me dices de Tsukino? Ayer parecía otra persona.
— Ahora que lo dices, es verdad. Nunca vi a Tsukino de esa forma.
La charla entre los compañeros por el incidente del otro día se puso de moda dentro de la escuela. Casi todo el cuerpo estudiantil sabía más o menos del asunto entre Fuudo y Shirazaki.
— Diablos… creo que llamamos demasiado la atención ayer… — dijo Enju.
— Ya lo creo, no dejan de mirarnos… — dijo Momoka algo nerviosa.
—… Haaa, no tiene caso, solo vámonos de aquí.
Yashiro y las chicas decidieron irse del lugar, debido a la incomodidad del ambiente. Luego de vagar un poco por el lugar, llegaron a una zona a cielo abierto.
— AHHH DIOS… ¿Cómo puede ser tan molesto una simple mirada? ­— exclamo Enju.
Ante el ya mencionado ambiente del salón, Enju no pudo evitar exclamar una queja al cielo, mientras se desparramaba en una banca del lugar.
— Es inevitable luego de todo lo que hicimos ayer… — dijo Momoka sonriendo amargamente.
— Lo sé… pero es molesto aun así…
En el tiempo en que Enju y Momoka hablaban de la situación, Yashiro fue a una máquina expendedora que había cerca de lugar y compro algo para tomar. Obviamente, compro algo para sus amigas.
— Hey, Enju, Momoka-san. Traje algo para beber. Solo olvidemos todo esto por ahora…
— Gracias, Yashiro-san.
—…Bien.
Momoka aceptó la invitación de su amigo, mientras que Enju le saco la lata de la mano de manera algo grosera.
— «Al menos puedes aceptarla de buen modo…» — pensó Yashiro incómodo.
El chico decidió simplemente dejarlo pasar. No necesitaba más problemas. No obstante, parece que el trago que Yashiro compro no era del agrado de Enju.
— PUajjj… Ahg… odio este sabor…
— Oh, vaya…
—…Discúlpame Enju.
— Agh… no te preocupes, solo dame un poco del tuyo.
— ¿Huh?
Yashiro ya había tomado varios tragos de su bebida pero parece que a Enju no le importaba mucho. Aunque a Momoka se le vino un pensamiento con el cual no pudo evitar ponerse algo sonrojada.
— Solo déjame un par de sorbos para sacarme este sabor de la boca…
—…Haaaa… bien, solo no te bebas todo ¿sí?
— Gracias. — dijo Enju sonriendo.
Enju agarro sin miedo la bebida de Yashiro y tomo varios sorbos sin siquiera pensar en las repercusiones. Parece que el sabor de este si era de su agrado. Sin embargo varios estudiantes vieron el gesto y no pudieron evitar comenzar a murmurar sobre ello.
— « ¿Qué estarán murmurando por allá?» — pensó Enju aun con la lata en la boca.
— ¡Lo sabía!
— ¡…!
Un grito inesperado alerta al grupo y ven a una estudiante señalando en dirección a ellos.
— ¡Te lo dije! ¡Shirazaki y Kasai están saliendo!
— ¡…!! PFFFFFFFTTTT, COF, COF… ¡¿QUE!?
Al escuchar eso, Enju escupe de una sola vez toda la bebida, ahogándose a medio camino. Yashiro estaba pasmado al igual que Momoka, mientras ambos miraban a Enju con la sorpresa en sus rostros siendo más que obvia.
— ¡No me miren a mí! ¡Yo no sé qué dice esa loca!
Enju no sabía que cara poner, estaba casi en pánico.
— No hace falta que lo cubras Kasai-san.
— ¡¿HUH?!
La chica que había lanzado la granada fue hacia ellos y enfrento a Enju. La entusiasmada chica estaba mirando a la susodicha, aunque improbable, pareja.
— ¡No estoy cubriendo nada, chica loca!
— Vamos… primero sus formas de pensar y actuar son casi iguales.
— ¡…!
Efectivamente, tanto a Enju como a Momoka les molesto el comentario, ya que es lo mismo que Misora les dijo antes. Sin embargo las razones no acaban ahí.
— Además fue el quien te salvo de Kurakage, ¿verdad?
— ¡…!
— No puedes negar que Shirazaki-kun estuvo cool en ese momento. — comento la chica con una sonrisa pícara.
—… Bueno… quizá un poco. — respondió Enju avergonzada.
— Enju-chan…
— Pe-Pero no siento nada por este chico, ¡EN SERIO!
Incluso si Enju es de temperamento fuerte, sentir los ojos fríos de su amiga sobre ella, eran como puñales filosos clavándose en su conciencia.
— Para rematar el otro día, Shirazaki se mostró preocupado por ti. Incluso te llevo como una princesa hasta la enfermería. ¡Kyaaaa!
— ¡ESO FUE EN CONTRA DE MI VOLUNTAD! — respondió Enju sonrojada y molesta.
— ¿Y el beso indirecto también fue en contra de tu voluntad, Kasai-san?
— ¿Huh?… … ¡AHHH!
Por fin Enju cae a cuenta de lo que había hecho. Al beber de una lata de la cual Yashiro ya había tomado varios sorbos, eso contaría como beso indirecto. Aunque suene algo cursi y sobre pensado, no está equivocado.
— ¡No-No es así, este idiota me trajo una bebida que no me gusta! ¡Solo me enjuagaba la boca!
— No necesitas sonrojarte tanto Kasai-san. Bueno, debo irme. ¡Adiós!
La inesperada chica se fue tan rápido como apareció, en un instante. Dejando a Enju y Yashiro en una posición más que incomoda. Momoka los miraba a ambos como si fuera una psicópata.
— ¡Momo cálmate, sabes que no hay nada entre Yashiro y yo!
— ¡S-Si Momoka-san, no creerás en algo que dijo alguien que ni siquiera conocemos!
— Ehhhh… pero ahora que lo pienso, todo lo que dijo es verdad, y en efecto, Enju-chan esta roja como un tomate…
— ¡Cualquiera se pondría así con comentarios como esos! Solo déjalo pasar Momoka-san.
—Ummmm, ¿puedes dejarnos hablar unos minutos Yashiro-san?
— Ah… pero.
— ¿PoR FAvoR? — dijo Momoka completamente inexpresiva.
— S-Si…
Su amigo no pudo hacer más que bajar la cabeza y retirarse temporalmente del lugar. Dejando a su amiga temblando como una hoja.
— O-Oye Momo, de verdad no hay nada entre Yashiro y yo, ¿Si?
— vidia… — murmuro Momoka.
— ¿Qué?
— ¡Me das envidia Enju-chan! — grito Momoka avergonzada.
—… ¿perdón? ¿Yo te doy envidia? ¿De qué? — pregunto Enju confundida.
— Si… siempre eres natural con Yashiro, no temes tirártele encima y hacer cosas que yo no podría… como ese beso indirecto.
— ¡DE ESO NO ME HABIA DADO CUENTA, DEMONIOS!…Haaaa, oye Momo, Yashiro y yo solo somos amigos, tu eres la que está enamorada de ese chico. « No puedo creer que este alentando a mi amiga a salir con ese mono…»
— Guuug… pero me da bastante vergüenza hacer lo que tú haces…
— No tienes que hacerlo, dah… solo espera el momento adecuado. Ese simio aceptara en un segundo, te lo garantizo.
— ¿De verdad lo crees?… — pregunto Momoka algo deprimida.
— Por supuesto…«de hecho creo que aceptaría a cualquiera…»…
En esa laguna de pensamiento, por algún motivo la cara de Akira salió por unos momentos.
—…« Casi…a cualquiera…»
Enju continuo tratando de animar a su amiga insegura por varios minutos, hasta que por fin las aguas se calmaron. Luego de ello, fueron a buscar a Yashiro.
— ¡Yashiro-san!
— ¡Yashiro!… ¿dónde demonios se metió este mono ahora?
10 minutos antes…
— Momoka-chan cada vez parece más sombría… ¿Por qué se molestó tanto por esa chica?
— Para gustarte tanto el cuerpo de las chicas eres algo lento…
— ¡…!
Yashiro había ido a esperar a la cafetería del edificio, la cual se encontraba cerca. No obstante mientras se murmuraba a sí mismo, una voz conocida llega a sus oídos.
— ¡FUUDO!
Ryuji se había encontrado con Yashiro en la cafetería. Ante este hecho, Yashiro salto de la silla y se puso en guardia.
— Haaa… relájate, no vengo a luchar. — respondió Ryuji levantando los brazos.
— ¿Huh? ¿Entonces qué quieres? — pregunto Yashiro sin bajar la guardia.
— Solo sígueme… este no es buen lugar. — dijo Ryuji mientras se volteaba.
— HA, ¿Crees que te seguiré solo porque me lo pides? Piensa de nuevo macarra.
— No quiero llegar a medidas extremas renacuajo… SOLO SIGUEME.
El aura de Ryuji comenzó a emanar débilmente de su cuerpo, junto con aquel tono agresivo de voz tan común de él. Aunque no estaba de acuerdo en lo más mínimo, Yashiro recordó a las chicas, quienes podían quedar en el fuego cruzado, además de aquel recuerdo de ambas en el hospital. Definitivamente no era algo que Yashiro deseara volver a ver. Bajo los brazos, asintió con la cabeza y siguió a Ryuji.
Volviendo al presente.
—… He seguido a este idiota por casi 15 minutos… ¿A dónde demonios quiere ir?
Finalmente luego de caminar un buen rato, llegan a un edificio de muchos pisos en el medio de la academia.
— E-Esto es…
— Es la sede de la Academia. Shirazaki, Shuryo-sama ha pedido hablar contigo.
La rabia se apodero del rostro del muchacho por unos segundos. Incluso Fuudo podía sentir el odio salir de su mirada. Sin embargo, decidió ignorarlo, entrar al edificio y subir por el ascensor. Ninguno de los dos dijo nada hasta llegar  hasta la doble puerta de madera que daba al despacho del director, a la oficina privada de Shuryo Kenjohime.
— Ya llegamos. No intentes nada raro Shirazaki, Misora y yo estamos justo tras esta puerta.
—… Solo cállate y abre la puerta…
Yashiro ni siquiera se dignó a mirar a la cara a Fuudo, solo le dijo que abriera la puerta en tuno sombrío y frio.
—…Hmpf…
Ryuji, aunque se le hirviera la sangre por el altruismo del muchacho, no podía comenzar a luchar con él, por órdenes del mismísimo director.
— Shuryo-sama, abriré la puerta.
El chirrido de una de las puertas hechas de madera hizo acto de presencia y Misora sale de la sala.
— Ohhh, Ya-chin♥. Shuryo-sama te espera dentro. Trata de no romper nada, ¿sí?
Misora simplemente saluda a Yashiro y se pone del otro lado de la doble puerta, mandándole un beso con una sonrisa. El muchacho ni se inmuta ante esto y simplemente entra en la sala, seguido del seco sonido de la puerta cerrándose a sus espaldas.
— Bueno, ya era hora de conocernos frente a frente…
Shuryo se encontraba de espaldas a Yashiro, mirando por su ventanal con ambas manos en su espalda. Este gran hombre se da la vuelta y su seria expresión choca contra la de Yashiro.
— Shinkuuma-kun…
— Mi apellido no es ese, bastardo… deberías saberlo.
— Ohhh, si… te cambiaste el apellido por el de esa mujer… Shirozuki…Shinrazaki…
— Shirazaki…imbécil.
— Ahhh, si… Shirazaki, recuerdo a esa mujer…
Tan pronto Shuryo toco el tema de su madre adoptiva, Yashiro llego al borde de su escritorio con un odio asesino en su mirar.
— Como toques a mi familia, estas muerto anciano…
— ¿Puedo llamarte por tu nombre verdad?…
— …
— Tomare eso como un si… Yashiro-kun, ellos ni siquiera son tus padres. Solo te apañaron en un momento de necesidad…
— ¡Me han tratado mejor que como tú lo hiciste!
— Discúlpame si el trato no fue de tu agrado… mi compañía es grande y no puedo estar en todos lados…Pero debes entender que tu poder significar mucho para nosotros.
— ¿Nosotros?…
— KenjoCorp. Yashiro-kun… significas mucho para nuestra empresa. No eres alguien que tuvo una mejoría de poder, como ese tal Kano Seiji u otros tantos, ni tampoco un entrenamiento súper intensivo como Fuudo, Tousaku o incluso mi propia hija Akira.
— Seiji dijo que fue un Burster creado por tu propia mano…
—…En cierto modo es correcto… pero a la vez incorrecto.
— ¿…?
— Kano-kun fue uno de los primeros en los que intentamos una súper mejoría. Pero tu Yashiro-kun… Tú fuiste realmente creado por nuestras manos. Un humano que no poseía este don. Fuimos nosotros quien te dimos este maravilloso poder.
— ¡LO QUE ME DIERON FUE UNA MALDICIÓN!
El aura Burster reacciono a la ira de Yashiro, provocando una leve explosión que fisuro un poco el suelo y voló los papeles del escritorio.
— Lo llamas maldición, pero… ¿cómo crees que sería tu vida sin ella?
— ¡…!
— Rechazado por tus amigos, forzado a mentir para no avergonzar a tu familia. Un simple…fracaso… que permanecería oculto por toda su vida. Fue mi compañía Yashiro-kun. Fuimos nosotros quienes te dimos la oportunidad de cambiar tu vida… y próximamente, la de todos.
— ¡¿La de todos?!
— Si…con los datos que pudimos recuperar de tu explosión podremos hacer que todos en el mundo sean como tú. ¡Imagínalo! ¡Un mundo donde nadie será débil o inferior! ¡Todos seremos poderosos e iguales! — dijo Shuryo mientras levantaba los brazos.
Shuryo soltó esas palabras, que para los oídos de Yashiro no eran más que falacias de grandeza de alguien mal de la cabeza.
— Lo que buscas no es igualdad.
—… ¿Qué?
— Lo que quieres es poder… el poder de hacer lo que quieras. ¡No eres un salvador! ¡Eres un aspirante a tirano!
Shuryo callo las palabras del chico con un fuerte palmazo a la mesa. Ambos se miraron fijamente por poco tiempo, hasta que Shuryo bufo y volvió a erguirse.
— No espero que un niño comprenda esto, pero hay algo que si debes considerar.
— ¿Considerar que cosa?
Shuryo extendió su mano hacia el chico, lo cual deja a Yashiro muy sorprendido.
— Únetenos, Yashiro-kun… contigo, nuestros objetivos de abolir la debilidad de los humanos ya no será solo un sueño… ¡SERA UNA REALIDAD!
Yashiro miro la mano de Shuryo y tubo que morderse el labio con fiereza para aguantar la rabia que le deba ese gesto.
— Piénsalo Yashiro-kun… Ellos te acogieron pero… ¿Qué sabes de ellos? ¿Sabes su pasado? ¿Sus motivos?
El muchacho hacia un esfuerzo cada vez mayor para contener las ganas de golpear a aquel hombre justo en el rostro. Todo lo que decía aquel hombre, al menos la parte sobre de no saber nada, era cierto.
— « Es verdad que no se nada sobre ellos pero… PERO…»
Yashiro golpeo con mucha fuerza la parte posterior de la mano de Shuryo, rechazando completamente su trato.
—… Así que esta es tu decisión…
— « Por más que no sepa mucho sobre ellos, no cambia el hecho de que me ayudaron cuando más lo necesite. ¡No traicionare aquellos que me dieron una mano de verdad, Shuryo!»
Una mirada firme como su pensar, Yashiro no mueve una ceja ante el imponente director. Quien retira su mano.
— Bien, creo que ya no tenemos nada de qué hablar… puedes retirarte.
Sin decir una sola palabra, Yashiro y Shuryo se voltearon, dándose la espalda. El muchacho salió por la puerta, viendo de reojo tanto a Ryuji como a Misora, quienes se mostraban serios.
El ascensor llego en poco tiempo y el chico se retiró del edificio.
— Fuudo, Tousaku…
— ¡Si! — exclamaron ambos.
Ambos chicos entraron en el despacho de Kenjohime y se dispusieron a escuchar a su jefe.
— Ese chico no puede escaparse. Haremos que acepte este trato por las buenas… o las malas.
— Entendido, Shuryo-sama. Nyshishi…
— Entendido.
— « No dejare que nuestra creación más importante se escape entre mis dedos tan fácil. Cumpliré mi objetivo a cualquier precio…» — pensó Shuryo mientras observaba por su ventanal.


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