Buenas a todos, aquí el jefe Dani (suplente-esclavo). Me place informarles que tenemos una nueva novela original.
Se trata de una obra que un autor —recientemente incorporado a BluePhoenix— quiso publicar. Actualmente, Gif es el encargado de este proyecto y yo solo estoy de supervisor para confirmar que todo ande bien.
Espero y les guste. Por favor denle una cálida bienvenida a nuestro nuevo autor asociado, Lancelot.
Lancelot: ¡¡Buenas a todos!! Soy el nuevo autor de BPT, Lancelot. Es mi primera novela pero realmente le tengo confianza. Agradecimientos a OzKaR por hacer que Absolute y Gif se movieran luego de 2 meses de espera (-.-) Dejando eso de lado, disfruten de la historia tanto como yo al escribirla.
Editores: Gif, AbsoluteImbecil, Ozk4r
[Muerte y Nacimiento]
Burst… un poder con el que una persona nace en este mundo. Los hay de todo tipo y formas, desde tipos simples como flexibilidad extrema hasta poderes increíbles como materializar objetos de la nada o controlar elementos como agua y fuego. Hay, sin embargo, ocasiones en que algunos son ignorados por este don. Como en este caso…
«Algunos creen que son superhéroes… algunos que es una maldición… otros simplemente no le dan importancia… ¿para mí? Es algo…».
En algún lugar de Kanto, se encontraba un laboratorio subterráneo lejos de la civilización, con el equipo más avanzado que se podría conseguir. Un grupo de científicos estaban haciendo pruebas con una persona que se encontraba atada a una especie de estructura en X dejándolo completamente inmóvil. Esa persona poseía cabello castaño y corto bastante despeinado, un cuerpo delgado con obvios indicios de maltrato y violencia, ojos verdes que parecían los de un pez muerto, solo vistiendo unos pantalones negros.
«Para mí… es algo… que jamás pude tener.» —pensó.
— Aumenten la dosis en un 40% —ordena un científico
— Se-señor, ¿no cree que es demasiado? —contesta un asistente
Mientas los científicos discutían de un momento a otro, unos pasos se escucharon provenir de un pasillo iluminado con luces artificiales, una figura femenina con cabellos dorados y rizados magníficamente, ondeaban mientras avanzaba por el laboratorio hasta llegar a la sala donde se encontraba el sujeto. Las puertas se abrieron dejando ver a la hermosa dama; ojos verdes y cortantes, cabello rubio rizado hasta la cintura, un cuerpo bien proporcionado con una bata blanca de laboratorio abierta y pantalones de marca. Todo lo anterior junto con una sonrisa que denota superioridad y confianza.
— ¡Buenas noches, Akira Ojou-sama! —responden los científicos con entusiasmo mientras se inclinan respetuosamente.
Akira Kenjohime (de 15 años), la hija y futura heredera del conglomerado Kenjo Corp. Considerado por muchos uno de los más grandes en no solamente en Japón, sino del mundo entero, comerciando desde medicamentos, hasta maquinaria bélica.
— ¿Cómo prosigue el experimento de aumento Burst? —pregunta Akira.
—Estamos aumentando gradualmente la dosis, pero no parece haber compatibilidad —responde un científico.
— …¿Aún sin avances?
— ¡Hiig!
Akira le dirige una mirada muy cortante al científico que le respondió, dejando ver su disgusto ante la falta de progreso en el experimento. El miedo en la reacción del empleado se podía sentir. Akira no era solo una niña rica, era una persona de cuidado.
— Lo sentimos mucho, Ojou-sama —interrumpe el director del laboratorio.
— Tch… Apártense de mi camino —ordena Akira bastante molesta.
Mientras Akira se mostraba con una cara de evidente molestia por lo que estaba ocurriendo, baja hasta llegar a un gran panel acrílico que le permitía a los científicos observar al sujeto en cuestión, el cual seguía amarrado y con la mirada hacia el suelo.
De repente, Akira golpea el vidrio con su palma, lo cual hace reaccionar un poco al chico inmóvil.
— Hey… ¿Cuánto crees que estamos gastando por estos estudios, rata?
— …
Akira realizó una pregunta con una cara casi asesina por el enojo, pero el chico no pareció darle importancia y ni siquiera levantó su mirada.
— ¿Hasta cuándo piensas resistirte en cooperar? ¿Piensas que vendrán por ti?
Akira reformula su punto.
— Ojojojojo, ¿ya olvidaste lo que pasó? Fuiste vendido como un objeto. Ellos se deshicieron de ti. Eras una carga.
Akira se siguió riendo delante del chico después de soltar esas palabras tan arrogantes y crudas; el sujeto seguía sin levantar la mirada, sin embargo.
— «Como si pudiera olvidarlo… Así es, fui vendido, hace ya 8 años.»
Hace 8 años atrás, el mismísimo chico que ahora se encontraba en el laboratorio era un niño normal de 6 años. Shiinkuma Yashiro vivía feliz junto a sus padres en una casa en el campo, sin preocuparse por nada. Todo parecía ir bien. Hasta que ellos llegaron.
— Esto es lo que estamos dispuestos a pagar por el… articulo.
Unas personas habían llegado a la casa del niño en un auto lujoso y luego entraron en su living room para discutir unos asuntos con sus padres. Un hombre, vestido de traje negro y lentes oscuros, les muestra un maletín lleno de efectivo a los padres de Yashiro. Ambos sueltan suspiros de impresión ante la cifra increíble que les ofrecen.
— ¿¡Ehhh!? … ¿¡T-Tanto!?
— No estamos jugando, señores. Somos una empresa seria —afirma el segundo empleado.
La seriedad de los hombres de negro se podía denotar, realmente lo decían enserio. Querían comprar al hijo de estas personas, a Yashiro.
— Pe-Pero…no…no podemos vender a nuestro propio hijo. ¡No somos ese tipo de personas! —dice el padre con nerviosismo.
— ¿Esta complemente seguro de eso, señor? Porque no creo que estas personas opinen igual.
Sin cambiar su expresión el hombre saca del interior de su saco una lista de personas. En ella figuraban nombres de casinos, hipotecarias, prestamistas y otras empresas similares, con unas cifras bastante altas a su lado. Tanto el hombre como la mujer toman temblando la lista y sus expresiones se vuelven cada vez más desesperadas.
— ¿C-Cómo saben sobre esto? —preguntan, temblando.
— Ya se lo hemos dicho recién, ¿cierto? Somos una empresa seria.
El hombre que puso el maletín anteriormente les recalca nuevamente lo aclarado, dejando ver que su “seriedad” es mayor a la que se creía antes. Luego de esa aclaración, el 2do empleado que se encontraba allí al lado prosigue a hablar.
— Ahora bien… ¿Qué dicen? Pagaran todas sus deudas y aún les quedara dinero extra, Solo pedimos a ese pequeño inútil que tienen.
— ¡…!
Los padres pusieron una expresión aun más pálida.
— Oh sí, señores. También conocemos la condición de su hijo.
Los padres bajaron la mirada, siguieron temblando en silencio.
—¿Y bien? … ¿Cerramos el trato?
Ambos hombres estiraron sus manos con dirección a los padres, los cuales ya habían cortado su última fibra de cordura. Completamente arrinconados, aceptan el trato de los hombres con sonrisas eclipsadas de oscuridad y manía.
— Je…, jejeje…, por fin me librare de ellos —murmura el padre.
— Por fin…, me librare de este peso que no me dejaba ni dormir —dice la madre temblando.
Ambos padres habían perdido la cordura. Yashiro por su lado estaba jugando en su habitación cuando ambos padres entraron junto a los hombres a su cuarto.
— ¡Yashiro! —exclama el padre.
— … ¿Sí?
— Escucha, Yashiro, necesitamos irnos de viaje por un tiempo. Mientras estamos fuera te quedaras con esas personas, ¿está bien?
Yashiro no puede evitar ver a los hombres detrás de sus padres con una cara de sospecha a pesar de ser tan pequeño; nunca los había visto. Pero si sus padres se lo decían, ¿por qué habría de temer?
— Gusto en conocerlo, Srto. Shiinkuma —saluda educadamente el hombre.
Yashiro asiente positivamente al saludo, aún con algo de miedo.
— Bueno, Yashiro. Sigue a estas buenas personas.
El padre de Yashiro esboza por unos segundos una sonrisa oscura e inquietante, lo cual hace que Yashiro se asuste un poco.
— E-Está bien, papá —respondió el niño con cierto miedo.
El segundo hombre guía a Yashiro hasta el auto en que llegaron a su casa, un Maybach Exelero en perfectas condiciones de color negro. El hombre que lo había acompañado le abre la puerta y le pide educadamente que suba, a lo cual Yashiro obedece.
Con Yashiro ya dentro del vehículo ambos hombres vuelven dentro de la residencia y dejan el maletín con el efectivo. Mientras vuelven al auto, discuten algo con unas sonrisas algo inquietantes.
— Fue más fácil de lo esperado. Jejeje.
— Lo sé…
— ¿Recordaste dejarles, el obsequio extra?
— Por supuesto, aquí está el detonador.
— Démosles una vida digna de dioses.
Ambos empleados siguieron hasta el auto donde los esperaba Yashiro en el asiento trasero. Subieron al auto y emprendieron marcha. Cuando ya se habían alejado un poco, uno de los hombres le muestra el detonador a Yashiro.
— Mire esto, Srto. Shiinkuma.
— ¿Qué es eso, señor? —pregunta Yashiro con curiosidad.
— Es algo que le mostrara algo brillante. Presione el botón rojo, por favor —dice el hombre sonriendo.
— ¿E-Está seguro? —pregunta Yashiro nervioso.
— Sí, por favor presiónelo, Srto.
— E-Está bien.
Yashiro presionó el botón rojo que el hombre le había mostrado. Luego de unos segundos, un estruendoso sonido rompe el silencio. Una explosión se escucha por detrás del coche
Yashiro, asustado, se da vuelta y mira por el espejo retrovisor del Maybach. La imagen dantesca de su hogar siendo consumido por las llamas, mientras veía a sus padres correr cubiertos por el fuego hace que Yashiro empiece a gritar del terror.
— ¡MAMÁ! ¡PAPÁ! —grita Yashiro entre lágrimas.
— Sujétalo —ordena uno de los hombres.
El hombre que le había mostrado el botón e iba junto a Yashiro en la parte trasera, lo sostuvo para que éste no se escapara.
— ¡¡Suéltame!! … ¡Mamá! ¡Papá! —grita Yashiro
El hombre que iba conduciendo detiene el vehículo y empapa un pañuelo con una especie de líquido, mientras que su compañero continuo sometiendo a Yashiro, el cual no podía hacer nada. Luego usaron el pañuelo empapado sobre la boca y nariz del chico, logrando que el pobre se desvanezca poco a poco.
— Ma…má… Pa…pá…
— Bienvenido a Kenjo Corp., conejito —dice el hombre sonriendo.
Desde ese día hasta el presente, Yashiro fue sujeto de pruebas en todo tipo de exámenes y experimentos. Algunos de ellos rosando lo inhumano. Fue utilizado como el conejillo de indias de un Proyecto Secreto. El Proyecto Born Burster.
— Ellos simplemente te vendieron para sacarse los problemas de encima. ¡Fuiste una molestia desde que supieron que no tenías Burst alguno! —exclama Akira.
— No… hables… —murmuró Yashiro.
— ¿Huh?… ¿Dijiste algo?.
— ¡¡NO HABLES ASÍ DE ELLOS!! —responde Yashiro enfurecido.
— He… ¡Hey!.
— ¿Sí, Ojou-sama? —pregunta un científico.
— Aumenten las dosis al 200%… Si aun así no reacciona, desháganse de este fracaso… Ni Kenjo ni el mundo necesita a alguien… sin Burst.
— ¡¡¡AKIRAAAAAAAAAA!!!
Yashiro por primera vez en mucho tiempo volvió a hablar. Retorcía su cuerpo con furia para intentar zafarse de sus ataduras, pero no había caso. Solo podía ver como Akira se daba la vuelta y se retiraba del lugar.
— Nos vemos…, Shiinkuma Yashiro-san.
Akira salió del lugar y las puertas del laboratorio se cerraron. Poco después la mujer sale a la superficie donde un helicóptero la estaba esperando.
— Despega, no necesitamos nada de este sitio.
— ¡Sí, Akira Ojou-sama! —responde el piloto.
— Si ocurre algún imprevisto, yo me haré cargo.
El helicóptero despegó y se pudo ver el cielo nocturno lleno de estrellas, mientras Akira estaba sumida en sus pensamientos.
«Ummm…, creo que cometimos un error. El Sensô no podría ser este chico».
El helicóptero continuó su trayecto hasta perderse en el manto negro de la noche. Sin embargo, las cosas en el laboratorio estaban lejos de estar tranquilas.
— ¡¡¡AKIRAAAAA!!!
Yashiro aún continuaba forcejeando y sacudiéndose para liberarse, mientras que los científicos estaban pensando que hacer.
— … Aumenten la dosis.
— ¿¡Está seguro, señor!? —responde un asistente asombrado.
— Sabes lo que sucederá si desobedecemos a la Ojou-sama.
El científico a cargo respondió a la pregunta de su asistente con sudor frío cayendo por su rostro y una expresión de nervios. El asistente no tuvo más remedio que chasquear la lengua y seguir las instrucciones dadas por Akira. Presionó un botón que se encontraba en un panel de control delante del vidrio protector por donde veían a Yashiro, mientras que en una pantalla mostraban como aumentaba la dosis, 20%, 50%, 70%. Yashiro ya empezaba a sentir un increíble dolor que le hacía poner gestos y caras de agonía mientras la dosis seguía en aumento, preocupando a los científicos.
— Ugh… ¡AGH! … ¡¡AHHH!! —grita Yashiro de dolor
— Su-, su-, sus células…
Un científico que estaba controlando sus funciones vitales se percata de algo increíble. Las células de Yashiro se volvían células Burst. Cada vez que la dosis aumentaba, más de sus células mutaban.
— ¡SUS CÉLULAS ESTÁN MUTANDO EN CÉLULAS BURST! —exclama el científico aterrado .
— ¿¡Qué!? —responde el resto del equipo.
La máquina continuó suministrando las células Burst dentro de Yashiro. 120%…, 150%…, 185%. Mientras, Yashiro cada vez gritaba de manera más desgarradora.
— ¡AHHHHHHHHHHHHH!.
El grito de Yashiro fue lo suficiente para que todos los presentes dirigieran su mirada hacia él. Para ver algo que los dejé con la sangre helada. El pelo del chico comenzó a crecer, volviéndose cada vez más y más largo; su color también se volvía más y más pálido hasta llegar a un gris claro, marcas de sangre empezaban a salir de su cara como si llorara sangre. Todo eso mientras se retorcía del dolor y aullaba inhumanamente.
— Aumento de dosis completada: 200% —anuncia la máquina.
En un momento, los gritos cesaron y hubo un silencio sepulcral en el laboratorio. Hasta que el chico que ya no parecía humano, levantó el rostro. Esclerótica oscura, iris rojo y una pupila tan dilatada que parecía formar un halo rojo dentro de su ojo. Todo eso acompañado de una sonrisa escalofriante.
— Je…, jejeje…, los mataré a todos… —murmura Yashiro.
Los hombres quedan congelados del miedo al escuchar una vos que parece salir del inframundo. De pronto, él ser vuelve a hablar.
— ¡Los llevaré… adonde merecen estar! … ¡AL INFIERNO!.
Una aura violeta oscura comenzó a emanar fuertemente de Yashiro, al punto de que la maquina entró en zona de alerta máxima.
— ¡Tenemos que abortar el suministro! —exclama un científico.
Uno de los asistentes trata de llegar lo más rápido posible a los paneles de control pero los registros son tan altos que las maquinarias estallan por sobrecarga. Dejando aterrados a todos. Al poco tiempo el suelo empieza a temblar y una especie de campo oscuro empieza a salir de Yashiro, expandiéndose cada vez más.
— ¡E-EVACUEN EL LABORATORIO! —grita el jefe del laboratorio.
Todos huyen completamente aterrorizados del lugar dejando al ser infernal aún atado al aparejo, el cual empezaba a resquebrajarse y debilitarse. Gritos, llantos de gente corriendo resuenan mientras el laboratorio se desmorona por el increíble poder despedido de aquel precedentemente humano, desvaneciendo todo lo que se podía apreciar en aquel lugar. Aquel lugar… que dio nacimiento a un Burster. Mientras los demás huían despavoridos del lugar, Yashiro se reía de manera maníaca, ya liberado de esos aparejos.
— Jejejejeje…, no los dejaré escapar.
El poder tan desmesurado de Yashiro provocó que la salida a la superficie fuera completamente bloqueada por escombros. Todos solo podían ver aquel enorme montón de concreto sellando su único escape.
— … Es broma, ¿no? —dice uno de los empleados temblando.
Los pobres hombres y mujeres que trabajaban ahí no les quedaban escapatorias posibles. El campo oscuro no tardó en alcanzarlos, haciendo que todos gritaran de manera desesperada, arañando las paredes en un intento desesperado por escapar de ese ser maligno que habían creado.
— Esto es lo que se ganaron. Je…, jejejeje…
Yashiro seguía emanando ese campo oscuro hasta cubrir por completo el laboratorio. Una cúpula gigante y violeta ahora cubría por completo las instalaciones.
— Vayan a donde se lo merecen…
Yashiro ostentó la sonrisa más macabra de su vida y exclamó con fuerza mientras expulsaba todo el poder que tenía acumulado dentro de él.
— ¡Void Shatterer!!–
En cuestión de segundos una gigantesca explosión engulló por completo el lugar. Yashiro redujo a polvo no solo el laboratorio, sino también a todas las personas que se encontraban dentro del lugar. Dejando solo un cráter del tamaño de un estadio, donde él se encontraba de pie justo en el centro.
— Es… lo que se… ganaron.
Yashiro debilitado por la expulsión tan increíble de energía, cayó al suelo. Su cabello y apariencia volvieron a la normalidad, pero una energía violeta siguió emanando débilmente de él.
Pocas horas después un grupo de militares llegó al lugar. Viendo el gran cráter formado por lo acontecido hace aproximadamente 10 horas, varios de los soldados les dieron escalofríos el pensar que donde ahora solo había un hueco, antes se hallaba un laboratorio de grandes proporciones. No paso mucho tiempo hasta que encontraran a Yashiro en el medio de la formación.
—¡Señor! ¡Encontramos a uno! —exclama uno de los soldados.
Yashiro estaba aún tirado en el suelo cuando uno de los soldados, vistiendo una musculosa gris, pantalones militares y botas de combate, se acercó al lugar. Esta persona ostentaba una gran estatura y una complexión musculosa muy prominente. Tenía barba y cabello de color rojo ocre, varias cicatrices de corte en los brazos y uno por debajo del ojo derecho. Sus ojos eran también de color rojo oscuro y miraban con gran sospecha al chico, hasta que escuchó una voz a lo lejos.
— Por… Por favor, Ayúden…lo.
Un hombre con una bata de laboratorio completamente manchado de sangre y heridas graves se arrastraba hacia el soldado musculoso, el cual lo vio con una gran sorpresa e impresión por su mal estado, hasta que éste cayó desmayado.
— ¡Traigan una camilla! ¡Tenemos otro y está gravemente herido, rápido! —exclama el soldado.
Ambos, tanto el científico como el muchacho fueron llevados rápidamente a la carpa médica de los militares, donde trataron las heridas del hombre. El hombre herido tenía el cabello recogido en cola de caballo pero no era demasiado largo, tenía los ojos de color café oscuro y tenía lentes, aunque estaban completamente destrozados. Además de ser bastante delgado.
Poco tiempo después de tratar las heridas del hombre, este empieza a recordar lo que sucedió.
— Pensar que crear algo así, desencadenaría algo como eso…
— ¿Qué ocurrió, exactamente?.
— ¿Huh?.
El soldado musculoso de antes había escuchado al científico desde la entrada de la tienda, a lo cual este entra y se sienta en una de las sillas que estaban cerca.
— ¿Y bien? … ¿Qué ocurrió? —pregunta el soldado.
— Una investigación de Kenjo Corp. Soy uno de los científicos que trabajaba para ellos…
El hombre delgado evita la mirada del soldado dirigiendo su vista hacia el suelo, lo cual hace que el militar empiece a sospechar de la situación. Posterior a eso, el hombre pasa a señalar la cama donde se encontraba Yashiro durmiendo.
— ¿Qué hay del muchacho?
— Es… hijo mío. Obtuve un permiso especial para traerlo conmigo al trabajo.
El militar detecta la pequeña pausa entre las palabras del hombre, lo cual lo hace sospechar aún más.
— ¿Le importaría decirme su nombre, señor?
— Seiji… Kano Seiji —responde el científico.
— Todo estará bien, Sr. Kano. Pueden confiar en nosotros.
— Gracias… Cuiden también de él, por favor.
El soldado asiente de manera positiva, saluda cordialmente y se retira de la carpa médica. Dejando a Seiji recostado sobre su cama mirando al techo, sumido en pensamientos.
«Es lo mínimo que puedo hacer… con todos los amigos que perdí. Kenjo Corp. Para ellos no somos más que herramientas desechables».
Seiji continuo mirando hacia el techo con una expresión seria grabada en su cara. Hasta que Yashiro despierta y Seiji se levanta. El hombre se sienta sobre el lateral de la cama y encara a Yashiro.
— Buenos días, Yashiro.
— …
Yashiro se quedó mirando a Seiji con cierta cara de desprecio. Después de todo, era uno de los científicos que le realizaron esas pruebas. Seiji detecta la desconfianza de Yashiro hacia él, con lo cual le sonríe levemente.
— Puedes relajarte, sé por lo que has pasado. Prometo ayudarte con lo que pueda.
— ¿Cómo sé que puedo confiar en tu palabra? —pregunta Yashiro, desconfiando.
— ¿Quizás porque no estas atado en otra sala de experimentación?
— Ugh…
Yashiro se mostró un poco avergonzado al ser puesto en ridículo. Seiji sonrió un poco y deja escapar una pequeña carcajada. Luego de eso, Seiji se levantó de su cama, aún con el cuerpo vendado, y le apoya la mano sobre el hombro derecho de Yashiro.
— Confía en mí, he visto lo que has sufrido. Te daré lo que realmente necesitas. Una familia.
— ¡…!
Yashiro miro a los ojos a Seiji, sabía que él no estaba mintiendo. Yashiro miro hacia el suelo y empezó a lagrimear, hasta convertirse en un pequeño llanto.
— Por favor, que esto no sea otra mentira… Por favor —dice Yashiro entre lágrimas.
Seiji abraza a Yashiro dando su hombro para que este pueda llorar. Para que pueda llorar esos 8 años de tortura que tuvo que pasar, por la ambición de una empresa.
— Hic… Ujuu… Hic…
«Tranquilo Yashiro… soy… no. Era un empleado de Kenjo. Pero antes de que un empleado, soy un ser humano. Nadie se merece lo que tú has pasado.» —pensó Seiji.
Seiji podía sentir el abrazo de Yashiro. Lo único que esa pobre alma pedía a gritos, era una familia que lo apoyara. Aun con lágrimas cayendo por su cara, Yashiro logra decir unas pocas palabras a Seiji.
— Gracias… Gracias, de verdad.
— No hay problema, hijo.
Yashiro abrazo fuertemente a su nuevo padrastro. A su nueva familia. Así es como empieza la nueva vida de Yashiro, con un nuevo apoyo saliente del lugar menos esperado.
se ve interesante(no lo he leido aun me salte todo pero el intro me dejo intrigado (ando jugando online sad v”:)) aunque BTS xD me suena a alguna banda vvvv: xD grax por publicar comentare despues como me parecio ewer
Me encanta el hecho de que nadie ha dicho algo sobre que Sekai-chan está en la portada :v